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Mi mujer sintiendo por primera vez de verdad
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Mi mujer se llama Ana, tiene 41 años muy bien llevados, morena, de pelo negro, pero sobre todo un cuerpazo bien cuidado a base de gym, es muy presumida y se cuida mucho, le gusta vestir bien a la vez que provocativa.

Llevamos 12 años de casados, pero desde hace 3 años me diagnosticaron un de próstata y debido a ello tengo disfunción eréctil, no puedo tener erecciones, con lo cual nuestra vida sexual se ha visto muy afectada, a veces le hago sexo oral pero conozco a mi mujer y sé que le encanta el sexo en varias ocasiones le he dicho que si necesita buscar fuera de casa lo que yo no puedo darle lo entendería. Ella se ofende cuando le digo esto, aunque lo comprende. Después de mucha insistencia de mi parte quedamos en que si algún día aparecía alguien que le llamara la atención se lo plantearía.

Hace unos meses la lavadora dejó de funcionar, así que mi mujer llamó al servicio técnico, un técnico la contactó por teléfono y dijo que al otro día se pasaría, así al día siguiente llamaron al timbre y era el técnico. Era un hombre alto, más alto que yo, y fuerte, con una voz grave y sobre todo muy amable. Desde que vi la cara de mi mujer supe que le gustaba, notaba como le miraba y su forma de comportarse, era toda dulzura con aquel hombre. El técnico terminó de arreglar la lavadora pero dijo que lo mejor sería volver otro día a actualizar el software de fábrica.

Cuando se fue le dije a mi mujer:

– Te ha gustado, verdad?, es más te ha puesto cachonda y todo, he visto como le mirabas

– ¿Qué dices?, ella intentaba convencerme de que no era así pero la conozco demasiado, al final terminó confesándome de que sí, de que le había llamado mucho la atención el técnico, que le gustaba como hombre. Le dije, tienes su número de teléfono, llámale para que vuelva a actualizar la lavadora cuando quieras.

Me dijo que se lo pensaría pero al poco tiempo le escribió por Whatsapp, así que quedaron en que el técnico volvería al otro día en la mañana. Ese día se levantó temprano se aseó y se quedó con la bata de dormir, una bata rosa semitransparente que dejaba ver el tanga negro que llevaba debajo y sus pechos totalmente libres. Estaba terminando de peinarse cuando sonó el timbre, era el técnico, puntual.

-Buenos días señora

-Hola, no te esperaba tan temprano, perdona las pintas, apenas me ha dado tiempo a arreglarme

-No se preocupe, está usted en su casa. Le dijo sin dejar de mirarle los pechos por encima de la bata

Cuando mi mujer, algo nerviosa, se giró para dirigirse a la cocina el técnico clavó sus ojos en el culo casi perfecto que tiene ella. Llegaron a la cocina y comenzaron a charlar de forma animada, mi mujer en plan seducción le daba miradas y la conversación fluía entre risas, ella se abría un poc la bata dejando entrever sus senos, o se inclinaba en el fregadero para que se marcara aun mas el tanga negro. El técnico le dijo que era necesario actualizar el software de la lavadora, a lo que mi mujer respondió:

– Quizás yo también necesite ser actualizada en algunos aspectos… le dijo mirándole a los ojos

El hombre se quedó de momento un poco sin saber qué decir, pero enseguida reaccionó diciendo: encantado le actualizo lo que usted quiera!

Se fue acercando donde estaba ella, como buscando su aceptación, ella no dejaba de mirarlo, aunque muy nerviosa, estaba literalmente temblando, por lo que de forma inminente iba a suceder, pero que tanto deseaba y que ella misma había provocado, hasta que él la agarró de la cintura y comenzaron a besarse, se besaban con deseo mientras él le quitaba la bata con sus manos grandes. Ella mientras tanto hacía lo mismo y le quitaba la camisa con deseo, casi con desespero.

El la levantó y la sentó de golpe en la encimera de la cocina, pero ella dijo: uyyy que fría!!, se bajó y dijo, vamos

En tanga ella y él solamente con el pantalón a medio quitar llegaron a la habitación, allí continuaron besándose de pie junto a la cama, ella terminó de quitarle el pantalón, dejándolo solamente en boxer mientras aprovechaba para agarrar la polla por encima del boxer, se tumbó en la cama él se desnudaba de prisa y se tumbaba encima de ella para seguir besándose, mientras se desnudaba ella no pudo dejar de mirarle su polla, al igual que aquel hombre era más alto que yo, tenía una polla realmente grande y gruesa, bastante más que la mía, es como comparar un boli con un rotulador…

Él la besaba a la vez que alternaba chupándole las tetas y el cuello, en esa posición colocó su polla en la entrada del coñito de mi mujer y empujó, a lo que ella dio un respingo hacia atrás.

– Qué pasa? Te ha dolido?

– Un poco, es que la tienes muy grande y gruesa.

– Tienes un coñito muy cerrado, se ve que no tienes mucho sexo…

– La verdad es que últimamente no…

– Pues habrá que hacer algo

Diciendo esto comenzó a bajar pasando la lengua por el cuello, orejas, los pechos de mi mujer, su vientre, hasta llegar a su coño, hasta la lengua de este tío era grande, comenzó a pasarle la lengua por todo el coño, por el clítoris, en una vez que metió la lengua en el coño mi mujer tuvo un orgasmo brutal, en medio del orgasmo alcanzó a decirle: ven!, estaba deseando ser penetrada. El hombre subió rápidamente y comenzó a meterle aquel pollón poco a poco mientras mi mujer apretaba los ojos y gemía recibiendo aquella cosa tan gruesa como nunca había sentido.

El hombre comenzó a moverse primero con suavidad hasta que fue aumentando sus movimientos, ella no paraba de gemir cada vez más fuerte, estaba gozando como nunca, sus manos se aferraban a la espalda ancha del técnico, como deseando que aquello no terminara nunca.

El hombre comenzó a bombear con fuerzas, su polla cada vez más dura, así que le dijo: ¿dónde la quieres?, a lo que ella respondió entre gemidos, puedes correrte dentro si quieres, tengo anticonceptivo puesto, así que en algunos movimientos más la respiración del técnico comenzó a acelerarse, hasta tener un orgasmo dentro de ella, que al sentirlo volvió a correrse estruendosamente, esta vez sus gemidos eran gritos de placer.

Aún después de correrse el tío seguía excitado, dándole polla, que la llevó a tener un tercer orgasmo igual de intenso, hasta quedar tendido encima de ella, ambos exhaustos de aquel tremendo polvo.

Pasados unos minutos se separaron, quedando en la cama.

-Necesito ir a lavarme al baño, ¿vienes?

Ambos se levantaron y fueron al baño, ella se esmeraba en lavar bien ese pollón, estaba encantada con ese trozo de carne en la mano, jamás había visto y sentido algo así y a cada rato le decía, estás muy bien dotado, es grande y gorda… él reía y a su vez le lavaba el coñito y de paso le metía mano en el culete de mi mujer, ambos se estaban duchando.

– ¿Entonces te gusta mi polla?

– Me encanta!!

– Hay algo en lo que estamos en desigualdad…

– No comprendo, ¿en qué?

– Algo que yo te he hecho per tú a mi no…

Ella sonrió y sin decir nada, agarró la polla, se agachó delante del técnico y sin dejar de mirarle a los ojos con cara de putita se llevó la polla solamente a los labios, los abrió solamente un poco, sin dejar de mirarle… él dijo: vamos! ella comenzó a pasar la lengua por el capullo como si de un helado se tratase, luego alternaba esos lametones metiéndose la polla en la boca, hasta donde podía y como podía, y chupando, sin dejar de chupar… en ocasiones tenía que parar porque de tan gruesa le dolía la boca de tenerla tan abierta, o a coger aire, cuando él le empujaba un poco también tenía que parar con algo de nauseas pero volvía a su mamada, él solo disfrutaba mirándola.

Así estuvieron un rato, hasta que él la tomó de la cabeza y comenzó a follarle fuerte la boca, ella abría los ojos e intentaba quejarse pero el tío estaba demasiado excitado… le sacó la polla, le dio la vuelta y le colocó los brazos en la pared, le abrió las piernas y comenzó a follarla desde atrás, ambos gemían como animales hasta que tuvieron un orgasmos fortísimo, casi al mismo tiempo, él tuvo que sujetarla pues a ella, debido a la intensidad del orgasmo se le aflojaron las piernas y casi se cae rendida…

Volvieron a ducharse entre besos y caricias.

– Antes lo había visto por encima de la bata, pero ahora que lo he visto mejor, tienes un culo espectacular!!

– Sí, eso me dicen

– Cariño, lo siento pero tengo otro cliente que ver y ya voy tarde, ¿nos volveremos a ver?

– Cuando quieras!

Se despidieron, el técnico se vistió y se fue

Ese mismo día en la tarde en el Whatsapp de mi mujer…

– Hola, me encantó lo de esta mañana, eres una diosa! tienes un coñito muy apretadito, se ve que no le han dado mucho uso últimamente!

– Quizás, o también que la tienes muy gruesa! También puedes dilatarme el coñito!!

– De momento me gusta así, me encanta como tu coñito me abraza toda la polla… y ese culo! madre mía!! ¿cuándo crees que podamos quedar de nuevo?

– Luego te digo… la próxima vez será mejor.

Continuará…

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