Al ver la nota la arrugue y me fui a vestir, pero cuando entre a mi habitación descubrí que mi ropa no estaba en ningún lugar, solo tenía mi playera y mi bóxer que estaba usando, pero no tenía nada más en ningún lugar de la casa.
Intente buscar en su habitación, pero la había dejado con llave y no tenía nada que ponerme, esto me molesto y me incómodo mucho, pero viendo que esto parecía una broma decidí hacerme algo de comer para desayunar y esperar a que llegase.
Alrededor de unas horas apareció por la puerta con una gran cantidad de bolsas de distintas tiendas de ropa.
-Veo que ya estas despierto, ¿hiciste algo de comer?
-No, no hice nada de comer, ya que “alguien” se llevó toda mi ropa sin mi permiso…
-No te molestes tanto Omar, mira, todo esto lo compre para ti, era hora de que renovarás un poco tu ropa, tómalo como un buen gesto.
-Quiero mi ropa de vuelta, y no voy a hacer nada hasta que me des mi ropa de vuelta.
-Omar, que te parece lo siguiente, pórtate bien, haz las cosas que te digo y después de 2 meses ya no te sentirás mal con todo esto, te devolveré tus cosas y todo será normal. Además… No estás en posición de exigir nada. – Me replicó mientras me apuntaba la entrepierna.
Me sentí desprotegido, estaba literalmente enjaulado y totalmente a sus órdenes si quería mi libertad de vuelta, estaba tan frustrado y tan molesto que no sabía qué hacer.
-Mira, aquí tienes todo lo que necesitas de ahora en adelante, y está bolsa la guardaré yo, para más adelante, adelante ve a ponerte tu ropa.
Me entrego las bolsas y me dirigí a mi habitación, al encerrarme abrí las bolsas y el corazón se me aceleró a mil, lo único que había en las bolsas era ropa de mujer, lencería, vestidos, faldas, tops, mallas…
-Tiene que ser una broma… – Dije en voz baja mientras tomaba un vestido y me lo ponía sin quitarme mi bóxer.
Me sentía extraño, y buscando entre las bolsas encontré también un set de maquillaje y una peluca, la cual procedí a ponerme y al verme al espejo que tenía en mi cuarto me sentí muy avergonzado, me veía como una mujer de verdad y me latía el corazón a mil cuando me vi por primera vez.
Salí y cuando Daniel me vio en lugar de reírse hizo una mueca con su cara, me dijo que debía depilarme más tarde, y que antes de eso tenía que cocinar algo para que comiéramos, accedí y sintiéndome de lo más extraño, me puse a preparar algo.
En la tarde comencé a depilarme y me sentía demasiado ridículo, me veía en el espejo del baño y no me podía creer que estaba haciendo todo esto, peor aún, no entendía porque mi corazón latía tan fuerte con todo esto.
Una vez que ya estaba depilado por completo, salí del baño y Daniel me hizo sentarme en el living junto a él.
-Luces muy bien ahora jajaja, nadie pensaría que te llamas Omar con esa apariencia jajaja.
-Cállate… No me siento cómodo con todo esto.
-Relájate, vamos a ver algo de nuestro gusto y luego nos vamos a dormir, mañana tengo que ir a trabajar y tú te quedaras aquí disfrutando de tus 2 meses.
Al rato puso una peli porno en la televisión y la escena era muy ardiente, una chica con lencería negra se acostaba en una cama junto a un tipo y la follaba tan duro que nos subía el morbo a los dos.
Por un momento me empecé a excitar y un dolor agudo me hizo contraerme todo, la pequeña jaula me estaba apretando y no me permitía hacer nada.
-Auuchh… M-me duele…
-Descuida, no tienes que sentirte mal, piensa que esto ayudará a que no te toques tanto jajaja, ¿no te molesta que yo lo haga?
-Si, si me molesta, yo no puedo hacerlo y tú tienes toda la libertad del mundo…
Cuando le decía todo esto, Daniel se sacó la verga de los pantalones y la dejó fuera como un mástil, era más grande que la mía y comenzó a masturbarse frente a mí de manera suave y lenta.
-Te dije que me molesta eso! Deja de hacerlo…
-Si tanto te molesta entonces deja de mirármela.
Ante su comentario me puse rojo de vergüenza y al tragar saliva aparte la mirada a la televisión, viendo como la mujer de la película seguía recibiendo ahora en 4.
Me dolía tanto mi pene que intente sacarlo por debajo del vestido y era inútil, no podía tocarme y me dolía al tenerlo encerrado en la jaula de castidad.
-Voy a venirme, tráeme algo para no derramarlo en el suelo. – Me dijo Daniel mientras se seguía masturbando.
Mientras me levantaba fui a buscar algo de papel higiénico y se lo entregué.
-Toma… – Mientras se la entregaba no podía evitar mirarlo, mis ojos intentaban quedarse en su cara, pero bajaban en seguida.
Al terminar con eso, apago la televisión y dijo que nos fuéramos a dormir, fue conmigo hasta mi habitación y me dijo que usará pijama, el cual era un top y un short muy apretado. Me desvestí enfrente de él y me lo coloqué mientras que él tomaba mi playera y mi bóxer.
-Ten una linda noche, no te preocupes por estas cosas, ya no las usarás por un tiempo.
Cerró la puerta y me dejó ahí solo, me miraba en la habitación y me veía como una niña, luego de verme un rato me quite la peluca rápidamente.
-No no no noo… Esto me avergüenza, es por eso que me late tanto el corazón… Eso debe ser, solo eso…
Si les esta gustando háganmelo saber, denle apoyo y dentro de pocos días les seguire contando como continua esta historia amores.