back to top
InicioHeteroMi mejor amiga

Mi mejor amiga
M

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 5 minutos

Hola, soy Alejandro, venezolano, piel blanca, 34 años, 1,70 m de estatura (bastante regular en mi país para un hombre), no soy el tipo más bello, pero no tengo complejos, siempre he practicado deportes; voleibol, running, ciclismo y crossfit, esto último desde hace 6 meses para acá por lo que mi cuerpo hoy por hoy tiene bastante más musculatura que los años anteriores, cada que alguna mujer me hace algún comentario sobre mi físico tiene que ver con mi trasero o piernas y últimamente en ocasiones con el bulto que se hace por mi pene pues hay mujeres que comentan que se ve mucho o que se ve grande, yo normalmente tiendo a tener buen ánimo y a convertir cualquier conversación en un chiste o algo gracioso. Les quiero contar una fantasía que tal vez nunca se cumpla con quién considero mi mejor amiga y de la que estoy profundamente enamorado.

Ella es Carolina, trabajamos juntos desde hace poco más de 2 años que fue cuando la conocí realmente, mide alrededor de 1,56 m (bastante regular en mi país, aunque ella se sienta bajita, y bueno es de las cosas que me gustan de ella), es morena (tipo piel canela) ojos negros, cabello negro actualmente una parte del cabello está teñido de amarillo y le queda genial, su contextura es gruesa pero con todas sus curvas en su sitio, tal vez su mayor atractivo es su gran trasero, seguro mis manos no alcanzarían a sostenerlo por completo y yo me muero de ganas por intentarlo, me encantan sus piernas aunque a ella no tanto y muchas veces las lleva cubiertas, yo me muero por recorrerlas con mis manos y mi boca; ella también ha entrenado crossfit y rutinas de gimnasio, sus senos son naturales, a mi parecer de buen tamaño, y aparte en pocas ocasiones ha usado escote super descarado, le he confesado lo mucho que me cuesta mirarla a la cara cuando va así; soy muy respetuoso con las mujeres en general y aparte a esta mujer la amo (y no soy de decir esto con facilidad o a la ligera), por eso con mucho esfuerzo me contengo pero como me gustaría liberar esos senos de su ropa interior y tenerlos frente a mi. A pesar de todo creo que honestamente siempre termino viendo su cara, es bonita, hace muchas muecas, varias de ellas la hacen parecer odiosa, pero también tenemos cierta complicidad por lo que en ocasiones tiene unos gestos muy picaros y por ende provocativos, todo el tiempo estoy intentando sacarle sonrisas, cada que ella ríe, yo siento que nada en el mundo importa más que eso, me gusta lo que veo en su mirada, siento que es totalmente honesta conmigo siempre.

Ella llegó a trabajar en la empresa debido a las referencias que dio mi hermana, ya que son amigas desde hace años y se conocieron trabajando juntas, previo a esto ya yo la conocía de vista de algunas celebraciones de cumpleaños de mi hermana y luego nos conseguimos por la calle algunas veces en las que se me hacía familiar, pero no lograba recordar de que. Al llegar a trabajar en la empresa, ambos estábamos ya casados (yo actualmente estoy tramitando mi divorcio y estoy separado hace 6 meses), ella con una hija, yo esperando a mi segundo hijo; para aquel entonces, ambos felizmente casados y sin intenciones de nada. La verdad yo no la miraba más que para tratar temas de trabajo y no tenía la más mínima atracción hacia ella. Durante estos poco más de 2 años conversamos de muchas cosas, nos hicimos muy amigos tanto que para mí, es mi mejor amiga, ambos nos preocupamos sinceramente por el otro; yo me enamore, en algún punto la empecé a ver atractiva y más allá de eso quede encantado con su forma de ser y ver la vida, no quiere decir que pensemos igual en todo, obvio no, pero yo lo quisiera todo con Carolina, con la atracción que siento hacia ella, la deseo, fantaseo con ella y me masturbo pensando en ella; pero detrás de eso sé que coger con ella no sería suficiente para mí, no la quiero compartir con nadie, lo quiero todo con ella. El punto es que una de las cosas que más admiro y aprecio de ella es su lealtad, yo sé que lo que les voy a contar en teoría nunca va a pasar, pero no quiere decir que no tenga esa fantasía específicamente con ella.

Una vez la vi vestida con un short en particular, que le quedaba precioso y ese día cuando se sentó, como es normal, el short se recogió un poco en sus muslos y se apretó contra su cuerpo, por las personas al rededor no pude comérmela con la mirada como me provocaba, aun así pude detallarla y me encantó, desde ahí tengo una fantasía recurrente con ella y ese short.

En mi fantasía busco alguna excusa para que ella vaya al apartamento donde vivo sola y una vez ahí estando solos la siento en el sofá de la sala, con sus nalgas hacia el borde del mismo y comienzo a besar y recorrer con mi boca el interior de sus piernas y muslos, le separó las piernas y hago mi recorrido hacia su vagina, mientras más me acerco intento recoger la tela, haciendo contacto con su piel, lo más cerca de su vagina posible y en algún punto haciendo como si mordiera su vagina sobre su short con la intención de provocarla, luego logro excitarla lo suficiente como para que ella quiera despojarse de ese short, en este punto siempre estoy hambriento de ella, de su sexo, sus labios vaginales me invitan a besarla, su olor me incita a saborearla, su humedad, es lo máximo, me tiene loco, esa humedad tiene mi excitación desbordada y me pide, me suplica, penetrarla. De aquí en adelante se trata de que disfrute, de que sienta el placer recorriendo todo su cuerpo, tengo ganas de faltarle el respeto, pero siento que no comerme su vagina sería lo más irrespetuoso que podría hacer en ese momento, resistirme a mis impulsos debería ser lo más ofensivo, su cuerpo me atrae tanto que intentar evitarlo es como querer violar la ley de gravedad.

Quiero escucharle gemir, quiero sentir la piel en sus muslos, abdomen y brazos erizada, puedo notar leves temblores de estremecimiento mientras recorro con mi lengua toda la extensión de sus labios, con suavidad la saboreo, penetró a penas con la punta de mi lengua y vuelvo a su clítoris donde le doy un beso apasionado, le chupo y manteniendo la succión me deslizó por sus labios y vuelvo a besar, nuevamente chupó y vuelvo a su clítoris, hago círculos allí con la punta de mi lengua, lo presionó, chupó y beso con pasión y fuerza, su espalda se arquea, sus muslos intentan cerrarse hasta que sienten mi cabeza entre ellos, es como que intenta presionar pero al sentirme y no querer que pare separa aún más sus piernas y por el espacio que eso me permite, hago más intensos mis movimientos, empiezo a lubricar mis dedos con sus fluidos vaginales y mi saliva, acariciando su vulva para luego penetrarla primero con un dedo y luego dos, acarició su interior mientras me como el exterior con mi boca, aceleró el movimiento de mis dedos, se intensifica sus gemidos, se tensa su espalda, sus gemidos están desordenados y una pequeña vibración me hace saber que estamos cerca de su orgasmo por lo que no paro sigo saboreando y masajeando hasta que estalla en placer, luego de esto me provoca abrazarle y no despegarme, quiero acercarme a sus labios, y fundirme en un profundo beso.

Me gustaría que, en este punto, ella quisiera más, me provoca mucho intentar estar desnudo y que mi pene roce sus piernas, que mientras nos besamos el contacto llegué a su vagina y sienta esa humedad; que está proximidad le haga querer tenerlo en su interior tanto como yo quiero penetrarla, pero eso depende de si logré seducirte o no, si logré hacerte perder el control o no. Que me tomes el pene con tus manos y lo guíe en tu interior, penetrarte profundamente y suave, abrazarnos así tan íntimamente conectados y empezar un ritmo de movimiento que nos provoque experimentar varias posiciones, me muero porque me cabalgue, pero también tengo ganas de bailar con mi pene en su interior, en ocasiones pienso que estarías tan excitada que querrías introducirlo en tu boca y saborearlo pero sé que es algo que no te gusta hacer, me da mucho morbo pensar que te provoque, que la mamada que le hice fue tan de tu gusto que te provoque espontáneamente también comerme el pene, pero solo si te provoca, no quiero que hagas algo que no disfrutes, quiero ser tu instrumento de placer, solo quiero darte orgasmos, amor, cuidado. Yo quiero hacerte saber lo extremadamente atractiva que me pareces sin decir una palabra, que sientas al contacto de tu cuerpo como me caliento, como mi pene se pone firme, que en mis caricias encuentres deseo y a la vez cariño, y esa profunda necesidad que tengo por protegerte, complacerte y luchar por lograr concretar cualquier proyecto o meta que te propongas, que sepas que estoy aquí para cogerte bien rico, para trabajar por ti, y para superar todos los retos que se nos vengan encima.

Carolina se volvió mi mejor amiga sin una intensión premeditada, ella sabe lo mucho que me gusta y que estoy enamorado de ella, hasta donde sé, estoy enamorado solo y ni siquiera le gustó, sé que no le soy indiferente porque en ocasiones me ha hecho comentarios sobre mi físico y le gusta mirar mis piernas, le he compartido fotos en ropa interior y desnudo (sin que se vea mi pene aún). Pero el caso es que está casada, una de sus muchas virtudes es su lealtad y es de las cosas que más amo de ella. No espero que esta fantasía se cumpla alguna vez, ella no debería permitirlo y yo sinceramente quiero cuidarla y eso implica no permitirle arruinar su matrimonio con una infidelidad.

Te amo con todo mi corazón, Caro eres muy valiosa para mí y te respeto profundamente.

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.