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Mi madre y mi tía me esperaban al llegar a casa
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Acababa de entrar en casa, nada más cerrar la puerta voy al salón cuando me encuentro a mi madre y a mi tía tomando una copa de vino mientras charlaban en el sofá. Al verme, Amparo se alegra gratamente y la felicidad es mutua, me siento en el sofá a su lado mientras esta me abrazaba muy cariñosamente, sentía sus tetas en mi pecho y eso me empezó a poner cada vez más cachondo.

Pilar, mi madre me dijo que me estaban esperando mientras que Amparo me decía "casualmente estábamos hablando de ti" riéndose las dos a carcajadas. Nos sentamos los tres en el sofá, y les confesé que estaba deseando de volver a casa diciéndole a mi madre que sabía que no podía parar de pensar en mí, riéndose las dos, mientras que mamá me decía sonriéndome que no era verdad le dije “no puedes negarlo te estoy viendo contener la risa”, aceptando las dos que estaban hablando de mi.

Disimuladamente Amparo me empezó a acariciar el brazo, a meterme el pie cariñosamente entre las piernas mientras que mi madre estaba algo inquieta, apartó el cojín que había entre mi tía y ella y me pidió que me sentara entre las dos, sin saber si hacerlo o no dije bueno, porqué no.

Entonces empecé a notar que la situación empezaba a subir de temperatura, mi tía me empezó a tocar el pene y enseguida empezaron las caricias por parte de las dos, cuando me disponía a hablar, Amparo me puso amorosamente el dedo en la boca y me susurró, "cariño, no hace falta que digas nada". A continuación, les dije a las dos que soñaba con ver a mamá sin ropa pero que nunca me he atrevido a decírselo dejándola sorprendida mientras que mi tía respondió diciendo "ohh, que bueno eres amor".

Muy tímido les pregunté ¿os ha molestado? pero enseguida la respuesta de las dos fue clara, no, para nada, mi tía empezó a desabrocharme los botones de los vaqueros y las dos me ayudaron a quitármelos, acto seguido, Amparo empezó a darle lengüetazos al pene mientras que mamá me acariciaba la pierna y me succionaba los testículos con la boca, le metí la polla hasta el fondo de la boca a mi tía haciéndole una garganta profunda, por mi parte, le cogí suavemente a mi tía los pechos metiéndole la mano por dentro de la camiseta que llevaba hasta levantársela para probar esas deliciosas tetas tan bonitas que tenía mientras se arrodillaba en el sofá, los tres nos empezamos a quitar la ropa, Amparo el short que llevaba de leopardo, mi madre la minifalda y el leotardo, mi tía se salivó el coño, estaba ansioso por empezar a follarme a mi tía, nada más metérsela por el coño, ésta soltó un jadeo de placer mientras que mi madre le pasaba los dedos por el conocido "monte de venus", preguntándole a mi tía si le estaba gustando ella me respondió "ajá" gimiendo sin parar hasta que se me salió del coño diciéndome "no pares cariño, vuélvemela a meter" mientras que Amparo le decía a mi madre, ¡bésame, mi reina! mientras le salivaba el coño.

Le dije a mamá, ven que ahora te toca a ti, mi madre toda decidida me empezó a cabalgar, a los pocos segundos, mi tía le dio un azote fuerte en el culo diciéndole 'tesoro' y acto seguido se frotó el coño suavemente con los dedos besándose las dos en numerosas ocasiones. Entonces, mamá cambió de postura y me empezó a cabalgar mientras gemía sin parar.

Después, Amparo le tomó el relevo a mi madre y continuó cabalgándome ella mientras que mi madre me apretaba los testículos, empecé a follar más salvajemente a mi tía y enseguida empezó a gemir cada vez más fuerte sin parar.

Amparo me la empezó a chupar poniéndose a cuatro patas en el sofá hasta que mi madre me volvió a cabalgar mientras me besaba con mi tía a la que le estaba metiendo los dedos por el coño.

Continué follando a mi tía en el sofá mientras que ésta le comía el coño a mi madre, de pronto a mi madre se le escapan unos fuertes gemidos descontrolables por el placer que le estaba dando la lengua de mi tía dentro de su coño pero eso no fue todo porque mi tía no paraba de gemir con la follada que le estaba haciendo, mientras la follaba, mi tía le cogió de los pezones a mi madre apretándoselos ligeramente lo que le daba más placer, finalmente mi madre puso las tetas para que me corriera en ellas mientras que mi tía puso la cara debajo de éstas para que disfrutara también de la leche que le estaba dando.

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