Confieso que María si me dejó clavado, era enero del 2012 y andaba un poco deprimido y el prieto de contabilidad me dio baje con la morena, pero la vida sigue.
Mi padre se casó unos meses atrás de todo lo que les cuento, y pese a que no llevaba una buena relación con él, todos vivíamos en el mismo hogar, y escuchaba como no paraba de tirar con mi nueva madrastra.
Vaya que mi viejo aun con sus 50 años tiene energía todavía, ¡en fin! La cosa es que su esposa Martha estaba demasiado buena, es una mujer en aquel entonces de 35 años, elegante, refinada, con un cuerpo que envidiaría cualquier chamaca de 20 años, buenas tetas, grandes y jugosas tremendo trasero y una cucota que se le notaba con cualquier pantalón que se pusiera.
Como lo dije mi relación con mi padre nunca ha sido buena por cosas en el pasado que jamás hemos arreglado a la fecha, mi padre se fue de viaje a Veracruz por cuestiones de familia y yo me quedé solo con ella en la casa por una semana ya que mi hermano andaba de excursión.
La verdad es que me emocionaba quedarme con Martha durante una semana, esa bendita mujer logro hacer que me masturbe en 3 meses más de lo que lo había hecho en mis 22 años, que buena estaba la condenada.
La primera noche que pasamos sin el viejo no pasó nada, yo me quede en mi computador viendo páginas porno y la verdad es que estaba un poco excitado solo de imaginarme a esa hermosura de mujer durmiendo con esas batas de seda transparentes.
Al día siguiente como yo estaba de vacaciones del trabajo me pidió que la acompañara al taller a dejar el carro para unas reparaciones, debía quedarse ahí toda la mañana y aprovechamos para desayunar juntos y pasarla bien, ¡claro! yo disimulaba lo mucho que me gustaba.
¡No sé por qué empezamos a tocar el tema del sexo y ella me pregunto si había tenido relaciones sexuales alguna vez!
M: ¿Hace cuánto tiempo dejaste de ser virgen?
T: ¡ya tiene tiempo, jajá y porque la pregunta!
M: ¡Curiosidad!! Sobre mi nuevo hijo, ¡jajá!
T: ¡Si, pues la curiosidad mato al gato eh!!
Al parecer se había excitado bastante con mi historia puesto que comenzó a tocarme el pene con sus pies por debajo de la mesa.
T: ¿pero… que haces?
M: ¡Uhm! ¡Se siente bien!!
Esto a mí me volvió loco y le dije que ella era muy bella y que mi papá tenía mucha suerte al conseguirse a una mujer como ella.
Al parecer se sintió alagada con el comentario mío, ¡cuando nos fuimos a la casa yo lo único que quería era cogerme a ese hembrón! y me las ingenie para que así pasara.
Con unas tarjetas de crédito robadas bajé de internet unos videos pornográficos y cuando los iba a ver la llame para que viniese a verlos conmigo, ya teníamos como 5 minutos viéndolos y me di cuenta por el reflejo del monitor que estaba tocándose!
Inmediatamente me di media vuelta y la vi, ese momento quedara grabado en mi cabeza para siempre.
Ella me vio con unos ojos de perra que ni les cuento, ahí mismo me le monté encima y comencé a besarla y a meterle mano, me di cuenta que se había corrido puesto que sus pantaletas estaban muy húmedas.
T: ¡Martha, como te traigo ganas!!
M: Eres un condenado, me pusiste una trampa, sabes que soy muy caliente.
Le quité la blusa que llevaba puesta encima y arranque el brasear con mis dientes, pude contemplar esas maravillosas tetas tamaño jumbo, y comencé a chuparlas desesperadamente, ella me acariciaba por todo mi cuerpo y de vez en cuando gemía un poco.
T: ¡Que chichotas!!! uhm, ¡que ricas están!
M: ¡Amamántate, uhm!!
No podía creer que la esposa de mi padre fuera tan puta y me aflojara tan rápido, pero no me importo y seguí seseando mi deseo.
Ya hacía rato que tenía el pene erecto y se lo restregaba por el medio de su vagina, cuando me canse de mamarle las tetas le dije que se volteara cosa que ella hizo sin decir palabra alguna, pude contemplar su hermoso trasero bien formado y que a pesar de sus casi 40 años lo tenía en muy pero muy buena forma.
La tome de la cintura y ene s apose comencé a penetrarla tan rico como jamás lo había hecho con alguien, la muy cabrona se movía riquísimo, ¡gemía y me pedía más!
T: ¡Que rico, agh!!
M: ¡Ah!!! Cógeme, uhm, no pares!
Estaba tan excitado que no tolere mucho, ¡sus movimientos cambiando con mi aceleración me hizo comenzar a venirme!
Ella tomo mi pene lleno de semen y se lo metió a la boca, ¡solo tardo 10 segundo para que se volviera a parar!
La muy maldita tenía una forma de chupar que ninguna de las carajitas que me había cogido la podía tener, hacía que me estremeciera todo el cuerpo y cuando se tragó toda mi leche me dijo que quería que se la metiera nuevamente.
M: Vamos, ¡aun das más!
T: ¡me excitas, qué envidia le tengo a mi padre!
Le clavé mi verga en esa cuca que, aunque bastante uso tenia se veía virgencita, comencé con el mete y saca tradicional mientras le mamaba las tetas, ¡ella estaba vuelta loca de placer!
M: ¡Vamos hijito dame más dame más, uf!!! Que bien tiras papi!
T: ¡Martha, estas buenísima, como deseaba darte verga!
Claro esto me hacía sentir el mejor del mundo, ¡sentí cuando le vino el segundo orgasmo e inmediatamente acabé yo también!
En seguida recorrí con mi legua todo su espectacular cuerpo, desde su delicado cuello hasta su vagina de niña virgen, y ahí me quedé, chupándosela, mordiéndosela jugando con su clítoris.
Ella estaba feliz, se le notaba en la cara, ahí mismo me dijo que quería más y otra vez le metí mi verga hasta el fondo y duramos casi 20 minutos para que ese polvo se acabara.
Al terminar esa sesión de sexo fuimos juntos a bañarnos y ahí le eche 2 polvos más, fueron geniales.
Durante el resto de la semana repetimos esto todas las noches, yo no me lo podía creer.
Al regresar mi papá nos preguntó que como nos había ido y sin que mi padre se diera cuanta me guiño el ojo y le respondió que bien.
Pasaron los años y de esa aventura solo queda el recuerdo, tiene años que no los veo, pero jamás olvidare lo rico que cogía la esposa de mi padre.
Tyson.