Los que hayan leído mis anteriores relatos saben que tengo relaciones sexuales con mi hijo mayor con quien comparto las experiencias que tenemos cada uno, yo me disponía a contarle a mi hijo lo que me había ocurrido con mi sobrino, su primo, de lo que hablaremos más adelante, pero resultó que él tenía algo que contarme a mí. Es lo siguiente.
Iba paseando con un centro comercial, cuando a lo lejos vi a Angela, ella había sido mi profesora unos años antes.
Me acerqué a saludarla, y me alegré, ella llevaba un conjunto negro, comenzando por un bolso y unos zapatos con unos tacones altísimos, luego una falda de este color que dejaba ver parte de sus piernas y una blusa con un bien escote. Estaba para comérsela, nos dimos un beso en la mejilla y ella comenzó a preguntarme por mi evolución académica, y yo por su evolución personal, estaba en otro instituto que no era el mío, me contó que estaba sin pareja, seguro que no era por falta de candidatos, decidí invitarla a tomar una cerveza.
Estuvimos conversando sobre cuando habíamos sido profesora y alumno y ella de repente me soltó una bomba:
-¿Me viste muchas veces el tanga?, me preguntó
Me quedé sorprendido, ella se rio y me contó que se daba cuenta de que la mirábamos, pero consideraba que eso contribuía a que prestáramos más atención en clase, quizá fuera esa información la que me animó a poner una de mis manos sobre su rodilla, ella me la apartó con una sonrisa, nos tomamos la cerveza y ella con una sonrisa pícara me dijo:
-Si te apetece otra nos la podemos tomar en mi casa.
Por supuesto acepté, fuimos al aparcamiento del centro comercial, abrió las puertas de su auto y yo me senté en el asiento del copiloto, durante el viaje no pude apartar mis ojos de las piernas de Angela que su falda no tapaba y de sus tetas que su escote dejaba ver generosamente.
Llegamos a su apartamento, entramos en el portal y cogimos el ascensor, allí no pude aguantarme más y la besé en la boca, para mi sorpresa ella aceptó mi beso y nos dimos un buen morreo, el ascensor llegó a su piso, nos separamos, abrimos el ascensor. después, ella con sus llaves abrió la puerta de su casa y entramos nada más cerrar la puerta la volví a besar apasionadamente.
Sin dejar de besarla la quité la blusa un maravilloso par de tetas, salió de su escondite, yo en señal de respeto a mi diosa me arrodillé y después de besárselas apasionadamente me metí unos de sus pezones en mi boca y comencé a chupárselo, era algo delicioso, así estuve un rato pero deseaba pasar a algo más, la baje la cremallera de su falda y esta cayó al suelo después le quite su diminuto tanga, quería contemplar ese trasero que tanto nos ponía a mí y a mis compañeros cuando entre clase y clase la veíamos desplazarse por los pasillos, la pedí que se girara y ante mi estaba un culo fantástico.
Me arrodillé y me puse a besarlo, mientras decía:
-Si me vieran mis antiguos compis del instituto todos me tendrían envidia.
Y acercando mi boca a los cachetes de su culo comencé a besárselos, después saque mi lengua y se los chupe, pero mi polla estaba durísima y tenía ganas de marcha, así que, con ella apoyada contra la pared, y mirando a esta, me coloqué un condón e introduje mi polla dentro de su coño, su coño era muy caliente, sentía que estaba alucinando.
-En Educación Sexual tendrías un sobresaliente, me dijo.
-En cambio, en tu asignatura me las veía mal para aprobar, pero te lo perdonábamos porque estabas muy buena, dije yo, y lo sigues estando.
Esta postura era un poco complicada y mi polla se me bajo un poco, ella al verlo dijo:
-Tranquilo mi amor.
Y para mi sorpresa se sacó mi polla de su coño, se dio la vuelta, quedándose frente a mí, y finalmente se arrodillo, mi polla quedó al lado de sus tetas, eran aún más impresionantes de lo que me había imaginado, y me dijo:
-Métela entre estas dos para ver si se anima.
Lo hice y ella apretó sus tetas contra mi polla, que al recibir este agradable abrazo se recuperó y se puso otra vez muy tieso, cuando esto ocurrió ella se puso de pie y en una postura muy acrobática acopló su coño a mi polla, estuvimos un poco en este postura, pero aunque los dos teníamos una buena forma física nos resultó cansado, así que lo dejamos y ella me condujo hasta la cama y se tumbó sobre ella, yo continuaba aún de pie y con un pie encima de la cama y otro en el cuerpo, volvía a meter mi polla dentro de su coño:
-Se ve que ya no eres un adolescente, sino que ya eres todo un hombre me dijo, y un hombre que folla muy bien.
Yo seguía complaciéndola y procurando hacerla sentir todo lo mejor que podía, sus gemidos me demostraban que estaba gozando, y yo haciendo realidad una de mis fantasías. Acerqué mi boca a la suya y nos besamos apasionadamente, yo dije:
-Gracias profe, por el rato que me estas dando.
-Tu sigue y no pares que me estas llevando al Paraíso, respondió ella.
Al cabo de un rato ella me dijo:
-Deja que la profe te cabalgue potrillo.
Las órdenes de una profe son sagradas, y yo me levanté, aunque sin dejar de tocarme la polla para evitar que se bajara mi erección, me tumbé sobre la cama ella se colocó de espaldas a mí, a la altura de mi polla y llevó su cómo hasta allí y acoplando mi polla con su coño, me la metió, y comenzó a cabalgarme, mi profe parecía dominar el ritmo exacto para volver loco a un tío.
Mientras yo contemplaba su divino trasero, ella subía y bajaba de mí, desde luego en esto también era una profesora excelente, sentí que me iba a venir, pero ella se dio cuenta y se descabalgó y espero un instante, después, me dijo:
-Vamos a repetir la primera postura, pero en plan más cómodo.
Se puso a cuatro patas, y yo me puse detrás de ella, y desde esa postura introduje, de nuevo mi polla en el interior de su coño, me sentí muy afortunado de tener mi polla dentro de su coño y así estuvimos otro rato hasta que no pude más, y la dije:
-Profe que me corro.
Salté quiero que te corras de una manera muy especial, no dentro de un tanga, levántate de la cama.
Lo hice y entonces ella se puso de rodillas enfrente de mí y me quitó el condón, cogió mi polla con la mano hasta que me hizo venirme y mi leche cayó sobre su cuerpo.
Después estuvimos un rato hablando, me dijo que no era virgen, tenía curiosidad por quien me había desvirgado, por supuesto no iba a decirle que follaba con mi madre, pero si le revelé que me encantaban las mujeres maduras, y desvirgarme lo había hecho una compañera de la universidad, ella seguía soltera, aunque me contó que tenía varios amigos y amigas especiales con los que hacía de todo, si me animaba, quizás algún día me invitaría a ir con alguna.
Esta conversación me puso a mil, desde luego me apetecía muchísimo, y mientras hablábamos ella llevó su mano a mi polla y comenzó a acariciarla, yo imitándola lleve mi mano a su coño y se lo acaricie, lo tenía depiladito, quizá esa tarde había salido de casa con la idea de volver acompañada, cuando vio que mi polla comenzaba a reaccionar me beso de forma apasionada y me pidió que me pusiera de pie, después ella se puso a cuatro patas y acercó su boca a mi polla y se la metió dentro y comenzó a hacerme una mamada absolutamente increíble que me hizo alucinar, se le notaba que sabía hacerlo muy bien.
Ella además de mamármela, con una de sus manos comenzó a acariciarse el coño, ver como lo hacía era muy cachondo, ella me ordenó volver a tumbarme en la cama y se colocó encima de mí, volviendo a acoplar mi polla con su coño, esto parecía ser la clave de la felicidad, pero esta vez en vez de cabalgarme se tumbó encima de mi su espalda se posó sobre mi pecho, tenía sus tetas al alcance de mis manos y no era algo que fuera a desperdiciar, llevé mis manos a sus tetas y me puse a acariciarlas, tenía unas tetas deliciosas.
Tenerla encima de mí no me resultaba pesado, todo lo contrario, era delicioso, y así estuvimos un buen rato hasta que ella me dijo:
-Estas siendo un alumno increíblemente aplicado así que te mereces un buen premio ¿Te apetece metérmela por el culo?
Me dieron ganas de pellizcarme para comprobar si lo que acaba de oír era real, pero desde luego no era algo que pudiera desperdiciar, así que muy gratamente sorprendido la respondí:
-Por supuesto profe.
Ella se puso a cuatro patas encima de la cama, yo recoloqué detrás de ella, como he dicho antes lo que me pedía el cuerpo era hacer una foto del primer plano de ese culo, pero como eso no era posible, me puse detrás de ella y se lo besé, así que me acaricie la polla para ponerla bien dura, y me puse un condón y, finalmente poniéndome detrás de ella procedía meter mi polla dentro de ese delicioso trasero, lo hice con miedo a despertarme porque todo hubiera sido un sueño, pero a medida que mi polla entraba en ese maravilloso agujero me daba cuenta de que todo era real no era un sueño, era una maravillosa realidad.
Y comencé a moverme en su interior, mi profesora soñada había hecho realidad uno de mi sueños y yo iba a agradecérselo dándola el máximo placer, mi polla comenzó a moverse por ese delicioso lugar, yo me movía en su interior y sus gemidos me demostraban que estaba consiguiendo que disfrutara lo cual me hizo muy feliz, notaba como ella tenía varios orgasmos, y aunque traté de retenerlo todo lo que pude, pero vi que me iba a correr y se lo avisé ella me pidió que me saliera y por supuesto la hice caso.
Cuando me quité de encima de ella, Angela se puso de rodillas, y me pido que me pusiera de pie a su lado, entonces agarró con una de sus manos mi polla y la meneó hasta que me corrí, mi semen fue parar a su cuerpo.
Después Angela me mandó que fuera al baño a limpiar mi polla, cuando volví me dijo:
-Has sido un buen alumno, estas aprobado, ¿Te conformas con esto, o quieres hacer un nuevo examen para subir nota?
Por supuesto que quería subir nota, jajaja, y así se lo dije.
Angela apretó mi cara con sus manos contra mi cara y me dio un beso en la boca, diciendo:
-Eres fabuloso mi amor.
Después me preguntó si me había lavado bien la polla, le dije que sí, acercó su cara al olio, olía a su gel de baño y dijo:
-Bien, parece que te la has lavado bien, pero voy a comprobarlo.
Y de rodillas ante mí se la metió en la boca:
-Sabe deliciosa mi amor, se nota que te la has lavado muy bien.
Continúo chupándomela, también en esto era maestra Angela su forma de mamarla era divina.
Ella sitió que me iba a venir y paró.
-No quiero que te corras tan rápido, dijo.
La verdad es que yo tampoco quería correrme rápidamente así que me pareció muy bien, le dije que se tumbara encima de la cama, quería rendir culto al cuerpo de mi diosa, primero la bese en la boca, y luego fui descendiendo, chupé esas tetas tan deliciosas, eran propias de una diosa y como tal me dispuse a rendirlas culto, después fui bajando por su vientre hasta llegar a sus muslos.
Seguí bajando por sus piernas hasta llegar a sus pies, nunca he tenido inclinaciones fetichistas, al menos en ese plano, pero sus pies me encantaron y se los chupe con devoción. Después introduje mi lengua en el interior de su coño, lo llevaba depilado, igual que cuando se lo veíamos en clase. En ese momento ella me dijo:
-Cariño me has puesto a mil, déjame que te folle.
Me hizo tumbarme encima de la cama, agarró mi polla para mantenerla en plena forma y una vez logrado esto me puso el condón y sentándose de rodillas sobre mi acopló mi polla con su coño y se puso a cabalgarme, tener, por segunda vez esa tarde a mi profe cabalgándome me pareció increíble, y de nuevo volví a tener esas tetas tan deliciosas moviéndose libremente, no pude contenerme las ganas de besarlas y acariciarlas, así que primero llevé mi boca hacia ellas y las se las besé, me sentía como un devoto adorando a una diosa, después sacando mi boca de ellas, fueron mis manos quienes las acariciaron, mientras follábamos, Angela por sorpresa me preguntó:
-Me dice que te gustamos las mujeres maduras, pero ¿Y las chicas de tu edad también te gustan?
Me entró curiosidad por su pregunta y mientras seguíamos follando me pregunto si me interesaría conocer a su sobrina, con ellas cabalgándome esta pregunta tenía su gracias, pero claro a la vez, ¿Quién le decía que no? Sobre todo, cuando uno tiene ganas de que ella siga cabalgándole, así que la dije que sí, pero que otro día que ella siguiera montándome.
Y eso fue lo que ella hizo seguía cabalgándome y la hacía de una manera increíble, sentía que estaba alucinando, hasta que sentí que me iba a venir y como no quería que esto terminara la pedí que parara.
Ella lo hizo y bajándose de mi me dijo:
-Bueno parece que hoy en vez de ser repetidor de curso vas a ser repetidor de agujeros.
Nunca había sido repetidor de curso, pero esa tarde quería volver a metérsela por el culo, así que acepté nuevamente ella se puso a cuatro patas y yo me puse detrás de ella y se la volvía meter por ese agujero tan soñado, nuevamente me ocupé de que ella disfrutara a tope, hasta que no pue más, pero no a la avise de esta manera mi leche se extendió por todo su culo, lo que me pareció delicioso.
De esta manera pusimos fin a nuestra tarde de pasión, los dos sabíamos que volveríamos a repetir.
Me encantan tus relatos