Era el mes de agosto, caluroso, había quedado para ir a la playa con mi hermana y mi cuñada. Me esperaban en casa de mi hermana. Llamé a la puerta y abrió mi hermana en minifalda y sin blusa ni sujetador.
-Pasa, me estaba cambiando. -Se acercó a mi para darme dos besos y pegó sus tetas altivas y erguidas a mi pecho.
-Vaya recibimiento, medio en pelotas.
-Anda no seas tonto, ni que fuesen las primeras tetas que has visto. Por cierto, ¿te gustan?
No pude contestar porque de la habitación salió mi cuñada de 23 años en tanga, pero con sujetador.
Joder que buena que está, pensé. Se acercó y también me dio dos besos pegando también sus tetas a mi pecho.
-Nos acabamos de vestir y nos vamos, dijeron.
A los cinco minutos estábamos en el coche camino de la playa. Ya en la cala tendieron las toallas y empezaron a desnudarse. Se bajaron la minifalda quedando en tanga y mi hermana sin sujetador. Mi sorpresa fue cuando Claudia, mi cuñada se quitó también el sujetador y sin cortarse ambas se quitaron el tanga.
Me puse rojo como un tomate por lo que ambas rieron y dijeron:
-Que pasa que nunca has visto una mujer desnuda?
-Anda, desnúdate tú también que veamos que tienes ahí escondido.
Me quité la ropa y se me quedó medio empalmado. Claudia me cogió de la mano y dijo:
-vamos los tres a dar un paseo desnudos por la orilla.
De verlas y del movimiento de andar se me puso tiesa mirando el cielo.
-Tranquilo, es normal, no pasa nada.
Caminamos unos kilómetros y ellas decidieron que tomásemos el sol. Se tumbaron y primero fue mi hermana la que dijo:
-Anda ponme crema.
Estaba bocarriba por lo que le pregunté:
-pero te pongo por delante.
-Pues claro ¿o es que no te apetece tocarme?
Le eché crema por los hombros y bajé hasta sus pechos, lentamente al abdomen y por último en coño y piernas. Apenas acabé Claudia me dijo:
-ahora me toca, ponme crema.
La sobé todo lo que pude estando empalmado como un caballo.
-¿Te pongo a ti?
-No que me da corte.
Mi hermana me dijo:
-entonces, esta noche dormimos los tres en mi casa y nos montamos una fiesta.
Llegó la noche y mi hermana dijo:
-pasad a la habitación y me esperáis que voy enseguida.
Claudia no esperó y se desnudó completamente y se acostó en la cama.
-Anda ven conmigo.
Me quitó la ropa mientras entraba mi hermana con una bolsita en la mano.
-Es coca, vamos a hacernos unas rayas.
Esnifamos y mi hermana se desnudó también poniéndose al lado de Claudia. Empezaron a acariciarse mutuamente, hasta que Claudia tendió su mano hacia mí y me agarró del pene.
Seguirá.