Por fin llegó el viernes y ya estaba camino a la casa de la profe, fui caminando y mientras iba en el trayecto me puse a pensar que haríamos esa noche porque yo me iba a quedar a dormir ese día y obvio no podía desperdiciar la oportunidad de tener sexo varias veces o por lo menos jugar mutuamente durante la noche. Iba pensando en si se animaría por fin a que me dejara chuparle el ano porque me moría de ganas por hacerlo.
Cuando llegué abrió la puerta y sin siquiera saludar me empujó al sofá después de cerrar la puerta, mi maletín cayó al suelo y se paró delante mío. Andaba en bata la cual se quitó y dejó ver la lencería que andaba que era blanca translúcida, esa es de mis favoritas, se puso de rodillas y empezó a bajarme el pantalón y sacó mi verga para empezar a chuparle de una vez. Tenía el control de todo, yo no estaba haciendo nada y me estaba encantado, a veces me gusta estar con una mujer dominante.
Se metió la verga de una vez a la boca para chuparle, aún la tenía flácida pero en un par de segundos ya se había inflado dentro de su boca y estaba haciendo un trabajo maravilloso chupando, parece que había estado practicando para nuestro encuentro, incluso ya se metía un poco más profundo mi verga. Mi verga mide 17 cm , lo normal, pero si la tengo gorda, aun así no se la metia toda todavía.
Yo mientras le acariciaba la cara con mi mano y le recogía el pelo, ella solo me miraba fijamente sin decir una palabra en todo el rato, pero con sus ojos me pedía leche. Solo estaba ahí tragando como puta y por ratos me agarraba los huevos y trataba de jugar con ellos, pero la verdad nunca me ha gustado mucho que me toquen los huevos porque si los tengo bastante sensibles. Cuando estaba cerca de venirme le avisé y me dijo que no, que tenía algo especial preparado. Me dejó de chupar y me empezó a masturbar muy lento para evitar que eyaculara. Estuvo así como unos 30 segundos y le pregunté que qué me tenía preparado.
Su acción me sorprendió muchísimo, jamás pensé que haría eso. Me escupió el pene para lubricarlo pero también dejó caer saliva en la raja entre las tetas y sin quitarse el bra metió mi pene entre esas gomas. Con sus manos se las apretaba y empezó a bajar y subir de forma acelerada. Estaba demasiado excitado por dos razones, uno que un sobo ruso es de lo mejor y dos que me estaba provocando un morbo impresionante saber que ella estaba haciendo eso.
Si acaso duré 20 segundos y ya estaba eyaculando, no podía con la excitación que tenía y el ritmo con el que se movía. Parte del semen cayó en su cara, y el resto se escurrió entre esas perfectas tetas. Por dicha que era blanca su lencería porque quedaría mancha por el semen.
Ella se rio feliz por ver qué me había hecho eyacular de manera rápida y le dije que me había sorprendido de verdad.
Me dijo que eso no era lo único que me iba a sorprender esa noche.
Nos limpiamos un poco el semen embarrado y le dije que fuéramos a su cama. Fuimos y ya estando completamente desnudos le hice un rato sexo oral y como la primera vez, esa vagina era un mar de jugo vaginal. Ella estando ahí acostada boca arriba con las piernas levantadas y encogidas, con las rodillas al pecho, me daban unas ganas tremendas de bajar con mi lengua y empezar a lamer aquel húmedo ano por los mismos líquidos que le escurrían de su vulva. Pero me contuve de tan siquiera decirle si podía hacerlo porque sabía cuál iba a ser la respuesta. Si que solo empecé a hacerle sexo oral en la vulva.
Seguí chupando y estiraba un brazo para poder llegar a alguna de sus tetas y manosearla. Cuando empecé a escuchar que la cadencia e intensidad de sus gemidos subía me detuve y con la boca y barbilla llena de fluido como niño que no sabe comer helado, le dije que ya estaba muy mojada y que podíamos probar penetración. Ella me dijo que si, que ya quería mi verga dentro. Fui por los condones a mí pantalón y cuando volví estaba de cuatro ofreciendome su trasero para usarlo. Me puse el condón y empecé a recorrer la punta de mi pene en su vulva para lubricar aún más el condón y empecé a meter mi pene lentamente y suave. Su concha era bastante grande por gorda que era y estaba entrando con cierta facilidad y se sentía muy rica. Puse mis manos en su cadera y ya podía empezar a subir la intensidad del mete y saca, con mis manos también le acariciaba las nalgas y le soltaba una que otra nalgada suave. Ya había eyaculado con el ruso que me había hecho así que sabía que podíamos estar un rato haciéndole el amor. Yo le preguntaba si todo iba bien y me decía que de maravilla, que siguiera así y eso hice. Claro de cierta forma estaba sufriendo porque tenerla ahí de cuatro, cogiéndomela, viendo ese gran trasero y ver ese ano hermoso ahí intacto al cuál aún lo le había ni siquiera tocado me estaba matando. Deseaba escupirlo y pasarle el pulgar por encima nada más, yo sabía que simplemente estimularle el ano con el dedo sin meterlo sería muy placentero para ella pero sabía que nunca le habían o se había metido un dedo y esa frontera entre hacerlo o no hacerlo es muy fina pero muy fuerte. De cualquier forma me contuve porque con ella la cosa iba bien y estaba siendo especial y no lo quería arruinar.
Estuvimos un rato y le dije si podíamos cambiar de posición. Me preguntó si estaba por eyacular y le dije que no pero que tenía una idea. Le dije que se acostara de lado y yo me puse atrás, como tipo cucharita. Le metí el pene en la vagina y seguía con el mismo ritmo, mientras pasé un brazo por debajo de ella como tratando de abrazarla pero en verdad era para sujetarle las tetas y con el otro brazo lo pasé por arriba y me fui a su clítoris que obvio estaba resaltado y listo para recibir lo que quería. Le empecé a estimular el clítoris y a jugar con sus pezones también. Le dije al oído que quería que nos viniéramos juntos y me dijo que eso quería, quería que no parará ni un segundo.
Estuvimos así un minuto o minuto y medio y empezó a retorcerse más intensamente y en eso me dijo que no, que quería que eyaculara pero en su boca. Le pregunté si estaba segura y me dijo que si, muy segura. Le dije que estaba bien pero que primero le iba a provocar el orgasmo a ella. Seguí con la penetrada y las estimulaciones y por fin logré que tuviera su orgasmo. Se empezó a retorcer mucho y a gemir bastante. Gritaba que era una delicia lo que sentía y que no quería parar y seguía gimiendo. Su orgasmo duró unos 10 segundos y en todo momento no paré ni un segundo de hacer mi parte, sin embargo no pude controlarme y terminé eyaculando también al mismo tiempo que ella, estaba como loca. Cuando volvió de su bombardeo de sensaciones me dijo que ahora sí quería el postre. Saqué mi pene de ella y ella rápido se puso de rodillas en la cama pero le dije que no había podido aguantar.
Ella me dijo, "¿enserio?, Te dije que lo quería en la boca."
– Lo sé pero tenerte en la posición que estábamos y sentirte como te movías y gemías me excitó demasiado.
– Bueno está bien no pasa nada, me gusta que así haya sido también. Quítate el condón y dámelo. Aun así quiero probar tu semen.
Se lo di y lo probó un poco nada más.
-sabe un poco raro pero debe ser por el lubricante, así no era como tenía pensado probar por primera vez el semen pero no importa. Espero que a la próxima si me lo des en la boca y una buena cantidad, quiero saborearlo directamente de tu verga.
Nos fuimos a preparar algo de comer aun estando desnudos, comimos, limpiamos todo y luego nos acostamos a ver tele. Mientras veíamos tele le pregunté que donde había aprendido a hacer lo del dijo ruso. Me preguntó que qué era eso y le dije que lo que había hecho con sus tetas. Me dijo que buscó vídeos porno para saber algunas técnicas para estimular hombres y encontró eso. Fijo que quería estar preparada para nuestro segundo encuentro y satisfacerme más.
Le dije que lo había cumplido completamente. Le dije que nunca imaginaría que se animaría a ver porno. Y le propuse que viéramos un rato y aceptó.
Empezamos a ver algunos amateur y mientras veíamos que podíamos intentar hacer le pregunté si me dejaría hacerle algo.
-¿Que me quieres hacer?
– Es que la verdad tengo ganas de tu culo. Tu tienes uno hermoso. Quería saber si tú me dejarías dedear tu culo y también lamerlo.
– No seas cochino jaja, como se te ocurre hacer. Eso no se hace, es sucio y no está bien.
– Ya lo he hecho antes y dudo que lo tengas sucio.
– Si pero me refiero a que no es sano.
– Por favor, solo una vez y verás que es muy estimulante y placentero.
-¿Y tu cómo sabes eso?
– Porque lo he hecho y me lo han hecho.
– Wow, no pensé que me darías es respuesta. Pero igual no estoy segura, eso ya es mucho.
– Solo una vez, si no te gusta nunca más te lo vuelvo a decir.
– Bueno pero no será está vez. Tengo que prepararme.
– Bueno está bien.
Estábamos acostados, yo estaba boca arriba y ella estaba a mi lado con su cabeza en mi hombro y una pierna cruzada sobre las mías y yo la tenía abrazada. Poco a poco se fue quedando dormida hasta que cayó. Apagué el televisor y nos dormimos así como estábamos.
A las horas en la madrugada yo me desperté y es que tenía calor y eso no me deja dormir a pesar de que tengo el sueño pesado. Vi que ella estaba igual, no se había movido, yo trataba de dormir de nuevo pero no podía y no quería levantarme para no despertarla así que trate de dormir de nuevo pero no podía lograrlo. Así que me quedé un rato despierto pero no tenía mi celular a mano ni nada con que entretenerme y no encendí el televisor para no despertarla tampoco, así que lo que hice fue verla a ella, así como estaba desnuda a mi lado y acurrucada conmigo viendola con el suave y pequeño haz de luz que lograba entrar en la habitación entre las cortinas y la ventana . Le empecé a hacer suaves caricias apenas tocándola y me di cuenta de que no le molestaba porque ni se movía así que seguí haciéndolo. Al rato me di cuenta de que con el brazo con el que la tenía abrazada podía llegar a su culo, a su raja. Fue ahí donde me aproveché de la situación y pude hacer algo que deseaba.
Quité suavemente mi brazo y lo fui bajando poco a poco hasta donde empezaba su raja y muy despacio fui moviendo mi dedo índice sin tocar mucho para encontrar su ano. Cuando lo encontré le puse el dedo encima si moverlo y se sentía uno que otro pelito alrededor pero si se sentía bien.
Empecé a poner mi dedo con un poco más de presión pero sin la intención de meterle el dedo porque lo iba a sentir. Ahí fue cuando me di cuenta de que era de sueño pesado, porque no se movía para nada y tampoco cambiaba su ritmo de respiración. Eso o se estaba haciendo la dormida pero a la mañana siguiente si se confirmaba mi idea se que tenía sueño pesado.
Se lo estaba tocando bastante y tenía las tremendas ganas de oler mi dedo y conocer su aroma, si es que tenía alguno.
Lo olí y apenas y se percibía un muy ligero olor al típico olor culo. Me seguían las ganas de jugar con su culo y lo que hice fue escupir un poco en mis dedos y le empecé a lubricar el culo. Le embarré un poco en las nalgas porque no podía ver y tenía que tantear pero si logré lubricarle un poco el ano y seguí con mi jugueteo. Movía mi dedo en círculos por su ano y recorría el dedo por encima de su ano pasando por el centro. Tenía mi pene durísimo y quería masturbarme pero no podía porque ella tenía su pierna cruzada por encima de mis piernas y su muslo estaba sobre mi pene y no quería moverla y que se despertará. Así que decidí seguir un par de minutos más y ya terminar.
Al final le dejé el culo y la raja bien lubricada y solamente la volví a abrazar y ya logré dormir un poco mejor.
A la mañana siguiente ella despertó primero que yo y me despertó. Me dio los buenos días y la saludé. Me dijo que se había dormido delicioso y que le había encantado dormir conmigo. Yo le dije que a mí me había gustado también.
Ella se movió para acomodarse e hizo una cara rara de que algo le molestaba. Me dijo que sentía el culo raro. Como que lo sentía medio pegaso. Yo le dije que probablemente había sudado un poco porque había sido una noche muy caliente y los dos estábamos juntos.
Se creyó el cuento y dijo que seguro si.
Le dije que si quería desayunar y ella dijo que si.
En eso ella se levantó diciendo "vamos" y yo la detuve y tomándola del brazo y le dije, "no amor, no de ese."
¿Entonces de cual? Dijo ella.
Le dije, "de este" y me descubrí de las sábanas mi pene erecto.
Me dijo , me leíste la mente.
Vino hacía mí y puso de cuatro dispuesta a chuparmela pero le dije que así no y la fui orientando para hacer un 69. Yo estaba ahí acostado y solo puse mis manos en su cintura y lo jalé hacía mi cara. La hice sentada en mi cara y empecé a chupar su concha. Rápidamente se reclinó y me empezó a mamarme la verga, me mataba cuando levantaba mi cabeza para verla y lo que venía eran sus masivas tetas moviéndose de arriba a abajo y como pegaban en mi abdomen. Seguía chupando su concha que ya empezaba a escurrir sus fluidos y me lo tenía que ir tragando de a poco.
Quería vaciar todo mi semen en su boca lo más pronto posible y sabía que ocupaba poner un poco más de intensidad. Le dije que la empezara a chupar más rápido y que no se despegara de mi verga ni un segundo. La empecé a manosear las tetas y entre la excitación de estar comiéndole la concha y que ella me estaba succionando la verga no duré en eyacular. Le dije que se preparara y me puse de pie en la cama y ella de rodillas, le dije que me chupara más intenso la verga y enseguida ya estaba vaciando mi semen en su boca. Le descargué varios chorros y empezó a tragarselo todo, por fin pude darle lo que ella tanto quería, toda mi leche en su boca directamente.