Quiero participar en los relatos contando mi historia real, espero puedan entretener su mente por un momento: soy un psicólogo latino de 45 años, estuve casado con una chica menor que yo 10 años, relación que duró cerca de doce años, tuvimos dos hijos, ella muy atractiva físicamente, buen cuerpo y espontánea. Cuando la conocí era muy tímida, y con temores reales.
Ella ingresó a laborar en la empresa donde yo trabajaba, allí la sedujo uno de mis compañeros a quien accedió tener algo serio con él, un día los encontré en la parte de atrás de la oficina besándose y tocándose, yo salí por respeto, pero me agradó verlos. Unos meses después me la asignaron al departamento donde yo tenía autonomía y rango como jefe, allí inició todo, caí en sus redes y comenzó un romance muy adictivo al sexo, no dejamos motel sin visitar ni travesura por hacer, hacíamos el amor en los lugares menos esperados, solo donde las miradas se nos cruzaban y el calor de nuestros cuerpos nos empujaban a tocarnos sin parar, sin importar si era en el carro, en algún sitio oscuro, a un lado de la vía, en una escalera o simplemente sobre la lavadora de la casa. Al inicio descubrí sus miedos, nos confiamos muchos secretos, ella me contó cuantos hombres habían pasado por su cuerpo y la manera como lo habían hecho, muchas veces por dinero, por su situación económica de ese entonces.
Descubrí que le era muy difícil llegar al orgasmo por un bloqueo mental que traía desde su infancia, conmigo descubrió los placeres de la masturbación y la adrenalina que se puede sentir en la provocación de los sentidos entre otros con el placer del exhibicionismo y los juegos mentales, un día me dijo que ella había perdido mucho tiempo de su vida con tipos sin sentido y sin saber que la masturbación era un placer tan alto para ella.
Los años pasaron y la monotonía llegó, yo siempre quise involucrar dinámicas sexuales en la relación y un día me atreví a confiarle mis bajos instintos, jugamos muchas veces de manera mental (nada real) con tener relaciones con otras personas, en tríos, con extraños, con los ojos vendados etc. Muchas veces logramos que tuviera orgasmos sin tocar siquiera sus partes íntimas, fueron momentos muy especiales para los dos. Lamentablemente al cambiar de trabajo y las obligaciones del hogar obligaron a que ella dependiera económicamente de mi por varios años, lo que jamás a mí me causo ningún inconveniente, pues era un placer poder colaborarle en lo que fuera pues ella era muy entregada y dedicada con el hogar. Digo lamentablemente porque cuando volvió a trabajar se quiso independizar por completo de todo y de todos.
Ella se hizo muy amiga de su patrón en su nuevo trabajo, (como en nuestros tiempos conmigo), lo llevó varias veces a la casa, incluso lo invitó dos veces a almorzar conmigo y los niños, porque me decía que era muy amable con ella. El tipo era muy amable conmigo también incluso teníamos ideas afines en lo laboral, era soltero y atlético, lo que le hacía ganar ventaja sobre mi frente a ella, se ve que tiene un pene enorme y el mío es un poco de lo normal a pequeño y ella tiene una vagina un poco ancha (en nuestros juegos hablábamos de un pene grueso, más que el mío que la penetrara, incluso que ella podía con una doble penetración).
En la segunda vez que almorzó en la casa, vi que ella dirigió su mirada directamente y por cuestión de segundos a su paquete (mientras llevaba los platos a la mesa), ella se dio cuenta que yo la estaba viendo y cambio la mirada de inmediato. Yo jamás le reclamé nada, pues considero que no tiene nada de malo admirar lo que uno cree que es agradable. Ella empezó a salir a la ciudad cercana con él por cuestión de trabajo, yo asumo que tenían desde entonces relaciones sexuales de manera continua y en secreto de la sociedad y obviamente de nosotros su familia. Empezó a comprar cosas costosas que con su salario sé que no podía adquirir. Hasta que reaccioné y le reclamé para ponerla en evidencia por la infidelidad que ya había pasado a lo real. Ella negó todo y se alejó de mi de una manera drástica, yo pude haber perdonado todo, la amaba como nadie en el mundo, era la madre de mis hijos, quien compartió conmigo muchas cosas hermosas y me hizo sentir miles de sensaciones.
Yo decidí irme a dormir a la habitación enseguida de la matrimonial. Pasé todas las noches sin poder dormir, una de ellas me levanté con cuidado porque la escuché hablando en voz baja, era que se estaba comunicando con él, mi corazón latía muy rápido por la rabia, la impotencia y la adrenalina que producen los celos, abrí la puerta con mucho cuidado que no me viera (no tenía cerradura sólo era empujarla un poco), estaba en una video llamada, pude ver su cuerpo desnudo por el reflejo del celular, ella se tocaba los senos de una manera muy sensual y le decía que deseaba que estuviera sobre ella chupándoselos, mi corazón estaba que se salía, sentía rabia, dolor pero a la vez una sensación muy extraña tanto que por mi pene salía mucha lubricación pre seminal sin erección. Tenía muchas sensaciones revueltas, ira, miedo, rabia, celos, excitación, placer. Sentirme así era muy muy raro, pero sabía que era la reacción de mis pasiones reprimidas. (incluso mientras estoy escribiendo este relato, estoy sintiendo casi las mismas sensaciones de esa noche). Ella se masturbó por un buen rato hasta lograr su orgasmo que la relajó y quedó en silencio por un buen rato. Yo quise masturbarme en ese momento, pero no lo logré, ni siquiera tuve erección. Lo que sé es que ese momento cambió todo.
Ella siguió de viaje a otras ciudades ya sin ni siquiera compartirnos para donde iba ni cuando llegaba. Yo casi me muero porque la perdía. Les confieso que en ese tiempo tuve tantos deseos de verla con muchos hombres como toda una puta, convertirme en un cornudo para satisfacer mis placeres ocultos, confieso que hasta deseé que el tipo, su nuevo amante me dejara chuparle la verga mientras se la metía y se la sacaba, pero todo eran instintos cornudos que jamás pude llevar a cabo, pues ella se alejó definitivamente de mí, se llevó los niños, legalmente no pude hacer nada, ella tenía la custodia, todo entre nosotros se acabó, el tipo le prometió llevarla a vivir a otro país, lamentablemente al tiempo ellos terminaron, él no le cumplió las promesas y la dejó, después trató de acercase a mí por medio de los niñas pero ya no era lo mismo. Por amor decidí no volver ni siquiera a preguntar por ella para que sea feliz. Ahora ella tiene pareja y yo también cada uno por su lado. Quería contar esta parte de mi vida porque con la actual pareja que tengo he vuelto a sentir sensaciones parecidas, de sentirme cornudo, de ver a mi pareja penetrada por un pene más grande, por un joven que le haga sentir muchos orgasmos, yo por mi edad siento que no puedo cubrir sus deseos totalmente, ella, mi nueva pareja resulto ser multiorgásmica, a ves me toca descansar, o seguirla masturbando para que duerma. Espero les haya gustado mi relato real.