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Mi esposa y un amigo fornicaron en mi presencia
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Hola a todos, aquí estoy de nuevo escribiendo un relato más, esto sucedió cuando yo estaba casado hace algunos años, mi nombre es Alfonso soy un hombre que en ese entonces tenía (34) años, los otros involucrados son la que en ese entonces era mi esposa la cual su nombre era Gaby (32) años y un amigo en ese entonces al cual le decía Mike de (28) años, procedo a describirnos, yo soy un hombre alto de 1.80 tengo un cuerpo bien trabajado de gimnasio, soy hombre de tés morena algo velludo tanto de pecho como de barba y bigote, mi esposa Gaby mide 1.65, también tiene es de tés morena, con pechos muy grandes y un trasero más que aceptable y su cabello largo, en fin Gaby y yo teníamos en ese entonces una relación muy buena, cuando fuimos novios cogíamos muy seguido y ella era muy cachonda por lo cual hacíamos muchas posiciones tanto a petición mía como suya, nos grabábamos, una vez que nos casamos, cogíamos en todas partes de la casa, en la cocina, en el baño, en la sala, incluso llegamos a coger en el patio con el riesgo de que nos vieran, sin embargo esto nunca sucedió.

Con el paso del tiempo a pesar de que en algunas ocasiones la monotonía nos quería empezar a agobiar, siempre tanto ella como yo innovábamos con algo diferente, ya fuera grabándonos en cierta posición o con algunos consoladores, llegando a bromear con ella le pedí en alguna ocasión algún trio con otra mujer, a lo que ella contestó que me lo cumplía si yo primero le cumplía teniendo un trio con un hombre a lo cual yo reaccioné sorprendido y ella solo sonrió mencionando que solo era juego, que ella no tenía ningún interés en compartirme ni en que la compartiera. Teníamos varios amigos en común debido a que en reuniones que yo la había invitado y viceversa, siempre teníamos buen rollo y terminábamos llevando muy bien con las personas que recién conocíamos.

Lo que a continuación les relataré será el día en cuestión, ella y yo hicimos una reunión en la casa, en la cual invitamos varias parejas de amigos, mi esposa para ser ese día se puso un vestido de rayas muy pegadito que hacía que lucieran sus piernas y sin duda llamaba la atención de muchos de los presentes, yo la verdad si me ponía un poco celoso esa situación ya que ella siempre la consideré mi mayor tesoro, y hasta antes de esa reunión, realmente jamás me dio alguna razón para desconfiar de alguna posible infidelidad, la reunión marchó con tranquilidad, mi esposa atendiendo a los invitados, las esposas de mis amigos la verdad algunas estaban de muy buen ver; sin embargo por la manera en que mi esposa se veía esa noche con esas piernas, esas tetas, ese culo tan redondito que tenía me hacía pensar en lo afortunado que era por ser el que se la cogería unas horas después, la fiesta fue avanzando nos pusimos a bailar, algunos amigos con su pareja y un amigo al cual llamaré Mike que era como el más gracioso del grupo, era el de las ocurrencias y hacia mucho reír a todos y a mi esposa en especial con la que siempre bromeaba, pero hasta ese entonces jamás pensé que ellos pudieran tener algo, Mike tenía una forma de ser muy espontanea que hacía que todos nos preguntáramos por qué no tenía pareja sin tan carismático era y la respuesta que todos teníamos es que de seguro era un mujeriego en exceso, situación que el siempre negaba diciendo que aún no le llegaba la indicada, en fin la noche siguió su curso y para ser honestos el ver a mi esposa risa y risa de las cosas que decía Mike durante la fiesta ,por primera vez me ponía algo celoso, tal vez era un indicador de algo, pero no lo tome tan a pecho y me dedique a disfrutar la noche también, dentro de las conversaciones que teníamos las parejas empezaron a hablar de cómo se conocieron y anécdotas entre ellos, mientras eso pasaba yo notaba una complicidad de miradas entre Mike y mi esposa, algo que Mike disimulaba muy bien inmediatamente bromeando con el resto de parejas en la fiesta.

Los invitados se fueron despidiendo y ya prácticamente quedaba una pareja de amigos míos llamados Juan y Karla, una prima de mi esposa llamada Cinthia (30) años, Mike y yo, las conversaciones se empezaron a tornar algo más sexuales ya que Mike dentro de su cotorreo empezó a preguntarnos algunas cosas sobre que posiciones nos gustaban pero no sé si sería por el alcohol que todos los involucrados contestábamos sin ningún tipo de pudor, mis amigos que eran pareja mencionaron que en el caso de ella le gustaba coger más de lo que le gustaba a su marido, situación que evidentemente avergonzó un poco a su pareja pero se la regresó diciéndole que era algo estática al momento del acto y empezaron a molestarse entre ellos por lo cual minutos después decidieron despedirse, en ese momento le dije a Mike:

Yo: Ya ves Mike lo que provocaste?

Mike: No mames Poncho, pues ni que fueran unos niños we, cada quien sabe que responder

Gaby: Eso si amor, no es culpa de Mike que Karla y Juan no tengan sentido del humor, además no saben tomar, no es la primera vez que terminan discutiendo delante de nosotros.

En ese momento no me molestó tanto porque tenían razón ambos, pero el hecho de que mi esposa le diera la razón a Mike y no a mí me hacía sentir algo frustrado, seguimos tomando y por ese entonces ya eran prácticamente las 3 de la mañana, para ser honestos yo tenía unas ganas tremendas de cogerme a la esposa y así se lo mencioné en el oído:

Yo: Vámonos al cuarto ya, tengo unas ganas de cogerte que no aguanto

Gaby: Hahaha de verdad estas tan cachondo?

Yo: Si, la verdad ya no aguanto las ganas de cogerte mi amor.

Gaby: Pero no será de mala educación dejar aquí a Mike y mi prima solos?

Yo: No, para nada, además pues ya es hora de que se vayan no crees? Les pido un taxi?

Gaby: No, como crees, ya es muy noche, y ambos están bien tomados,

Yo: A también quieres que se quede Mike?

Gaby: Pues si, ya que se queden los dos, Cinthia en el otro cuarto y Mike en la sala

Yo: Bueno pues entonces vámonos.

Gaby: Pero espérate, apoco ya te quieres meter?

Yo: Pues si, esa es la idea, vamos ándale.

Gaby: Si vámonos, pero diles tú.

Yo: Bueno chavos ya nos vamos a ir acostar nosotros, se quedan en su casa, Mike tú te quedas en la sala y tu Cinthia te quedas en el otro cuarto.

Mike: A menos de que Cinthia quiera que me quede con ella en el otro cuarto

Cinthia: estás loco!!

Cinthia en ese entonces tenía un novio que estaba de viaje y con el que ya llevaba vario tiempo y hasta planes de boda tenía por lo cual no iba a quedarse a dormir con otro tipo y menos en casa de su prima,

En fin nosotros nos fuimos al cuarto mientras Cinthia también mencionó tener sueño por lo cual también subió con nosotros a los cuartos para irse al de huéspedes mientras Mike se quedó en la parte de abajo en el sillón.

La verdad a mí no me importaba tener sexo con mi esposa teniendo al lado del cuarto a su prima en el otro, una vez en el cuarto empezamos a besarnos y a desvestirnos, mi esposa estaba muy tomada y muy cachonda por lo cual al empezarle a bajar su tanguita ya tenía muy mojado su coño y algo oloroso, por lo cual lo tenía a merced para mí y empecé a saborearla de arriba hacia abajo, ambos desnudos empezamos a cachondearnos más, ella me empezó a chupar la verga con mucha intensidad al grado que si no la paro me hubiera hecho venir, nos acomodamos de forma de misionero y ella abrió sus piernas para darme la perfecta entrada a mi verga que ya se encontraba muy húmeda y dura dispuesta a llenar su jugosa cavidad, en el momento en el que entré soltó un fuerte gemido que muy probablemente habrán escuchado tanto Cinthia como Mike, pero la verdad me importó poco o nada, yo seguía embistiéndola una y otra vez, mis huevos rebotaban en su culo y el ruido era intenso, la verdad yo estaba muy caliente y le estaba dando más duro que en otras ocasiones, mi esposa Gaby entregada a mí por completo, apretándome las nalgas más hacia adentro con sus manos para sentirme aún más adentro de ella.

Gaby: No pares papi! dame más!!!

Ella gemía en mis oídos y muy probablemente el sonido también llegaba a los oídos de nuestros invitados que estaban escuchando la faena

Yo: Así mami! te gusta cómo te coge papi!!!

Gaby: Si papi! Dame bien duro! No pares Alfonso! por favor no pares!!!

Yo la seguía embistiendo y ya teníamos varios minutos así por lo cual estábamos muy sudorosos, seguimos cogiendo por varios minutos más hasta que ambos terminamos satisfechos y exhaustos ya prácticamente listos para dormir, (o al menos eso creía yo) antes de dormir mi esposa me pregunto lo siguiente y fue un motivo de discusión.

Gaby: Estará como Mike en el sillón?

Yo: Es real tu pregunta? neta tienes en tu mente después de coger con tu esposo, si Mike estará cómodo en el sillón?

Gaby: Bueno ya no es para que te molestes, solo fue una pregunta.

Yo: No mames, no solo fue una pregunta, toda la puta noche te ha estado coqueteando.

Gaby: No puede ser que dijiste eso.

Yo: A ósea entonces es mentira lo que dije?

Gaby: Alfonso, es nuestro amigo, como chingados dices eso, es más tu amigo que mío todavía.

Yo: Y que chingados tiene, si yo noto que mi amigo y tu toda la puta noche están bromeando y con miraditas obviamente no me va a gustar.

Gaby: En verdad que no puedo creer esto que estás diciendo, cuanto tiempo tenemos conviviendo con él para que salgas con estas chingaderas ahora.

Yo: Pues ya lo dije!

Gaby: Sabes que me voy a dormir con Cinthia, de verdad te estas portando como un pendejo.

Yo: a ahora soy un pendejo por decirte lo que veo, si mejor vete que ya me voy a dormir.

En ese momento Gaby se puso su bikini, su brasier, tomó su almohada y se fue hacia el cuarto con Cinthia y escuchándose el cerrar de la puerta, mi mujer se dispuso a dormir con ella.

Yo en ese momento sentía una mezcla de celos, enojo y arrepentimiento, tal vez yo era quien estaba exagerando, tal vez todo esto de Mike y mi esposa estaba en mi mente solamente, durante varios minutos estuve pensando en eso y hasta culpable me empecé a sentir, pero decidí pedirle disculpas a mi esposa al día siguiente ya que me sentiría muy pendejo pidiendo disculpas minutos después de esa discusión.

Cuando menos esperé ya me había dormido, sin embargo aproximadamente una hora después me despertaron las ganas de orinar por lo mucho que había tomado, abrí los ojos, eran las 5 de la mañana y aún estaba oscuro todo, pero empecé a escuchar algo raro en la planta de abajo, eran gemidos de una mujer y un hombre que provenían de la parte de abajo, me paré y empecé a bajar las escaleras lentamente, para observar que sucedía, si les soy honesto en ese momento me vino por la mente que muy seguramente la prima de mi esposa y Mike estarían cogiendo a escondidas, pero a medida que fui bajando por la escalera empecé a familiarizar un poco más los gemidos que provenían de la cocina y sorpresa me llevé al ver que era mi esposa quien estaba recargada en la parte de la tarja mientras Mike la estaba embistiendo fuertemente, tapándole por momentos la boca, pero inútilmente, ya que mi esposa jamás ha podido contenerse cuando está muy excitada, yo estaba muy asombrado, mi cara estaba desencajada de estar observando como Gaby estaba recibiendo otra verga que no era la mía, sus gemidos sonaban muy intensamente, ella lo besaba desesperadamente y apretando sus nalgas hacia ella como hacia algunas horas también lo había hecho conmigo, Mike no paraba de embestirla parado, tenía mucha condición el hijo de puta ya que en ningún momento observé que perdiera el ritmo, yo solo observaba atónito la escena y escuchaba lo que decían tenuemente.

Mike: Así te gusta putita!

Gaby: Si dame duro papi! Métemela toda!

Mike: Ya tenías ganas de cogerme verdad putita (mientras le decía esto aumentaba el ritmo de sus embestidas)

Gaby: Si ya te tenía ganas!

Mike: Ya querías sentir mi vergota!?

Gaby: Si ya quería esa vergota para mi sola!

Mike: Lo sé putita, ya querías que te cogieran como debe de ser!

Gaby: Síguemela metiendo! No dejes de meterme la verga!

Yo no sabía cómo sentirme en ese momento, por una parte me venían pensamientos de arrancarle el corazón a Mike, por otra parte tenía ganas de gritarle a ella y pedirle una explicación de porqué me estaba haciendo esto.

No entendía como mi mujer, la mujer que elegí para compartir mi vida, estuviera entregando su cuerpo a un amigo en mi propia casa, el ver como entraba la verga de Mike en ella me hizo sentir que yo no existía para ella, que era un cero a la izquierda.

Ellos ni siquiera me notaban, después de un rato de estar cogiendo en esa posición en la puso de perrito viendo hacia la pared por lo cual seguían sin notarme a pesar de que yo prácticamente estaba dos 3 pasos más cerca de ellos, los gemidos de ambos continuaban, el ruido de sus sexos mezclarse una y otra vez despedazaba mi corazón lentamente pero yo estaba ahí, continuaba viendo la escena mientras seguía escuchando cosas que tal vez para ese momento ya o debí haber escuchado.

Mike: Tu esposo te coge así?

Gaby: No, solo tú me coges rico papi.

Mike: Hace rato los escuché coger putita, no pienses que no me di cuenta

Gaby: No quiero hablar de él, solo quiero que me cojas, como solo tú sabes!!

Mike: Vas a seguir siendo mi puta?

Gaby: Siii!

Mike: Siempre que lo quiera me vas a dar tu panocha?

Gaby: Si, siempre papi! es tuya!!

Mike: De verdad es mía de ahora en adelante?

Gaby: Si papi! siempre va a ser tuya, dame bien duro papi!

Mike: Si vamos a darle duro putita!

Ambos siguieron cogiendo como animales sin parar en ningún momento

Mike: Quiero que te vengas putita! vente por mi!

Gaby: Si! dame más duro!! Dame verga papi!

Mike seguía metiendo su verga una y otra vez en la vagina de mi esposa, la cual ya se encontraba al parecer súper dilatada por todos los jugos que soltaba, en ese momento supe que ella había terminado

Gaby: ahhh!

Mike: Ahora me toca a mi putita

Mike rápidamente la tiró al suelo y empezó a cogerla de misionero en el piso, el cual debió estar muy frio; sin embargo por lo caliente que se encontraban ambos no les importó.

Mike seguía embistiéndola muy duro y ambos producían ya un olor a mucho sexo que se impregnaba por toda el área.

Mike: Ya voy a termina putita, donde los quieres?

Gaby: Échamelos adentro todos papi!

Mike: Segura? y si quedas embarazada?

Gaby: Me estoy cuidando, no te preocupes, échamelos todos!

En ese momento Mike se sintió tranquilo de saber que el haber fornicado con mi esposa o generaría ese tipo de problema por lo cual termino dentro de mi esposa, ambos tenían una cara de satisfacción enorme y estaba exhaustos besándose como dos amantes que claramente estaban satisfechos por haber saciado sus ganas por primera vez.

En ese momento no pude ya ocultar mi presencia y pregunté

Yo: Entonces eran ideas mías o si se estaba coqueteando hace rato en la reunión?

Ambos voltearon sorprendidos sin saber que decir, el restó no tiene caso contarlo, discusión y llanto por parte de ella, mencionándome que estaba arrepentida queriendo justificar su acción debido al enojo que le hice pasar y el alcohol.

Después de esa acción con el tiempo nos divorciamos, ella estuvo insistiendo por mucho tiempo el darnos una oportunidad, sin embargo el tener en mi mente tan gráficamente todas las imágenes de ella teniendo sexo con mi amigo, no me permitió ninguna posibilidad de un posible perdón.

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