back to top
InicioIntercambiosMi esposa y sus sueños de puta (parte 2)

Mi esposa y sus sueños de puta (parte 2)
M

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Después de aquella confesión de mi mujer donde reconocía que quería tener varias vergas para ella sola, fui tocando el tema poco a poco, recordándole lo rico que seria. Imagínense, 27 añitos, cuerpo firme, tonificado, apretadita, piel trigueña, pecas en la cara que la hacían ver aún más chica, unas tetas deliciosas y unas nalgas firmes. Un culito dispuesto a ser reventado y una boquita tan mamadora que le encantaba llenarse de leche tibia y comérsela toda.

Tengo que ser honesto, desde que se lo propuse no deja de fantasear cada vez que salíamos. Cuando no está trabajando le gusta usar shorts muy cortos y casi casi se logra ver el borde inferior de sus nalgas. Además usa blusas muy escotadas y hace que sus tetas se vean aún más grandes y paraditas. He descubierto a más de uno comiéndosela con los ojos y no dejo de fantasear en como seria ofrecerla a otros cabrones para que se la cojan pero… La oportunidad llegó.

Como ella trabaja en la construcción pues está rodeada de muchos hombres pero en específico convive mucho con el superintendente y con un policía. Ambos son muy amigos.

Ella me cuenta de cómo la cuidan y la chulean y la invitan a comer y a tomar. Aquí hago un paréntesis para aclarar que mi vieja con alcohol se le abren las piernas muy carbón. Así que tenía el pretexto perfecto para generar la situación.

Ellos dos se la pasaban mandándole mensajes día y noche y la llevaban a todos lados. Así que un día le dije que fuéramos a comer con sus jefes y a tomar para ver qué onda. Obvio no le dije que mi idea era ponerlos pedos a todos para provocar esta cogida masiva.

Un viernes se dio la cita y fuimos a un bar cerca de Tacubaya. Ella llevaba una blusa de manga larga y cuello alto pero con escote oval, esto quiere decir que se le veía toda la parte superior de las chicis y eso era tan erótico, pantalón de mezclilla pegadito donde ese día se le podía ver el camel toe, muy marcadito.

Cuando ellos me conocieron me saludaron muy amables y haciendo comentarios como que yo era muy afortunado de tener una gran mujer como ella o de que la valorará mucho y pendejadas así. Obvio me di cuenta de inmediato que ellos morían por cogérsela. Así que ya tenía la mitad del trabajo hecho.

Después de varias micheladas comenzaron los mojitos y el baile. Entonces le dije primero que bailara con el inge y así paso. Mientras platicaba con el poli y le decía:

– esta super buena mi vieja, no crees?

-con todo respeto, la verdad que sí.

– que te gusta más de ella?

– no , como crees, es tu mujer. Yo respeto.

– Wey, si veo cómo te la comes con los ojos, obvio te gusta. Que te gusta más, sus tetas o su culito?

– Neta, de cabrones compa, su boca. Se ve que ha de mamar bien rico.

Entonces le dije…

– puedo enseñarte algo pero que solo quede entre nosotros? De caballeros???

– seguro brother. Todo queda entre nosotros.

Entonces saqué mi celular y le mostré un video donde ella me está mamando la verga de una manera magistral y se ven sus tetas como rosan mis guevos.

El poli se puso bien loco, comenzó a sudar, la volteaba a ver y me di cuenta que ya se le estaba parando. Terminó ella de bailar con su jefe y le pedí que bailara con el poli pero antes de que este se parara le dije, si quieres agasájatela, no tengo pedo, te doy chance. El me volteó a ver no dando crédito a lo que le decía.

Pude ver como la abrazaba después de cada vuelta y ella podía sentir su bulto pegadito a su vagina y noté como se ruborizaba. Entonces le dije al inge…

-que tal baila inge? Le gustó?

– claro mi hermano. Tu mujer baila rico.

– y coje mejor – le dije.

– si lo creo.

Le dije entonces….

– pues nada más mírala, como le pega la papaya al poli que ya la trae parada.

Reímos y brindamos. Después le pregunte que cual parte del cuerpo le gustaba más y el sin dudarlo me dijo que las tetas. Que yo era afortunado de poder tenerlas y tocarlas y besarlas. Así que le dije que si quería verlas, pero que quedara entre nosotros. El asintió de inmediato.

Saque de nuevo mi teléfono y le mostré una foto de sus tetas y se excito demasiado.

Ya tenía la mente de ellos, ahora solo era dar el paso con mi mujer y listo.

Cuando regresaron a la mesa le dije que bailáramos y ya bailando la manoseaba abiertamente para que sus amigos vieran, le agarraba una nalga o discretamente la rosaba de las tetas y sentía como se iba calentando aún más. Le dije que si le gustó sentir la verga del poli y ella no supo que responder, me vio muy feo y se apartó pero le dije que no pasaba nada. Que me había excitado verlo. Ya ella se relajó un poco más y me dijo que sintió raro (seguro le encantó a la muy puta pero le faltaba más alcohol) a si proceda a pedir más rondas a la mesa.

Después de un par de horas, ya más entonados, hacia más confianza. Ellos ya le tocaban la parte superior de las nalgas al bailar y ella les repagaba más el cuerpo.

Cuando nos íbamos a ir les dije que ya estábamos muy tomados. Que a si no podíamos manejar, que mejor nos quedáramos en un hotel y ya nos íbamos más seguros al día siguiente. Todos aceptaron.

Pedí un Uber a un hotel de paso y cuando llegamos y después haber pasado todos al baño ella se recostó en la cama y yo a un lado. El poli tomo una silla y el inge se sentó al borde de la cama. Entonces le dije a ella que quería hacérselo, me dijo que estaba loco, que como ahí. Entonces le dije a ellos…

Yo – tienen pedo si cogemos enfrente de ustedes?

Poli- yo sin bronca.

Inge- pero por favor.

Sin dudarlo me saque la verga, me puse de pie y le pedí que se arrodillara. Ella se resistió muy poco y obedeció. Me empezó a mamar de una manera tan intensa pero lo que descontrolo todo fue que no dejaba de ver a su jefe. Entonces le dije al poli que se acercara y se sacara la verga y a ella le pedí que no dejara de ver a su jefe.

Ya teniendo al poli al lado mío le pedí que se la chupara. Entonces ella sin durar engulle esa verga hasta el fondo, mientras me masturbaba con su mano. Después de un rato le baje la blusa y le deje las tetas de fuera. Su jefe no se contuvo y se bajó los pantalones, se acercó y puso su verga entre esas tetas deliciosas y comenzó a hacerse una rusa.

Entonces mi mujer tomo ambas vergas en las manos y comenzó a mamar la del inge.

Yo la puse boca arriba en la cama y le pedí al poli que se la metiera por el culo. Ella gimió pero aguantó. En ese momento el inge llenó sus tetas de leche casi hirviendo y se quedó recostado. Le pedí al poli que deseaba que le terminara en la boca así que se la sacó del culo y empezó a masturbarse muy cerquita de la boca de mi mujer, hasta que después de un grito explotó llenando parte de su cara y boca de semen. Fue tanta la excitación que yo hice lo propio. Termine por dejar esa carita llena de leche.

Después de eso nos quedamos todos dormidos… Al despertar, la cruda moral era densa. Ella se vio en el espejo con semen seco en el cabello, la boca, las tetas y se metió a bañar y no quiso salir del baño. Sus compañeros medio crudos se despidieron y se fueron…

Lo rico de todo fue que la convencí para volverlo a hacer pero ahora en su trabajo… Será en la siguiente donde les cuente como sucedió.

Mi mail es: [email protected].

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.