Hoy era el día, hoy mi esposa iba a entregar su cuerpo entero a otro macho que, dispuesto y feliz la esperaba con una verga mucho pero mucho mayor que la mía. Alexa había comprado ropa para la ocasión, sabía que era la oportunidad que buscaba, disfrutar de un macho de verdad que la hiciera gritar de placer y la dejara satisfecha como nunca lo había sido conmigo. Esta situación me sacaba un cúmulo de sentimientos, por un lado sentía celos de que mi mujer iba a ser disfrutada por otro macho pero por otro lado yo estaba sumamente excitado tan solo de pensar e imaginar cómo ese gran trozo de carne que había visto en el celular de mi esposa se abría paso en su muy caliente vagina y sabía que en determinado momento le iba a ofrecer el culo, a mí no me dejaba nunca entrar por allí pero yo sé que le fascina.
Transcurrió la mañana entera sin tener noticias de ella, cuando de repente recibo un mensaje, era ella… Apresurado me dispongo a leerlo y en él decía: "hola cariño Cómo estás? Te cuento que ya vino Fer a entregar unas cosas a la empresa, me dijo que me veía hermosa, pero sobre todo muy putita… Ay cariño no aguanté y le mostré mi tanguita y le dije que la había comprado para él, se le notaba su bulto enorme sobre el pantalón y sabes dejé que me tocara, pasó sus dedos sobre mi panocha muy mojada y me dijo que así le gustaba muy putita, se llevó los dedos a la boca y me dijo que me esperaba en la esquina en su camioneta a la hora de la salida."
Al leer su mensaje no aguanté más y tuve que masturbarme muy fuerte ya que estaba tan caliente que solo aguanté unos pocos minutos. Tenía sentimiento de culpa, pero era mayor mi calentura de pensar que esa noche mi esposa se convertiría en la puta de alguien más.
Así transcurrió el día sin más noticias, a la hora de la salida me envió un mensaje: "ya voy de salida cariño, estoy muy caliente y mojada, prepárate porque te van a crecer los hermosos cuernitos" solo atiné a responderle que fuera con cuidado.
Sumamente ansioso me tumbé en el sillón a ver pornografía de cornudos, necesitaba justificar mis decisiones. Pensé que más tarde tendría mensajes de ella, pero no fue así, así que me fui a la cama a descansar un poco.
Cosa imposible, no dejaba de pensar en la forma en que se estaban cogiendo a mi esposa, las posiciones que le gustan a ella y las posiciones en la que su macho la pondría. En mi mente llegaba la cara de ella, sumamente caliente disfrutando a su macho, tragando ese gran pedazo de carne entre sus labios y su lengua, ahhh era tan excitante imaginar! Escuchaba su voz pedir más y más!
Quería saberlo todo en el momento, pero no tuve más remedio que esperar hasta el día siguiente, ya eran las 2:30 de la mañana y yo debía descansar.
Continuará
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