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Mi esposa argentina (parte 2)
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Sonó el móvil, era un mensaje de ella.

–¿Dónde estás?

No sabía qué hacer, si seguir con Javi o volver con Fernanda y quedar otro día con él.

–Javi, voy a tener que ir al hospital, tengo una urgencia, que putada jode.

–¿De verdad? –me miro Javi con desconfianza, pues esa es la típica excusa que usamos siempre lo médicos para escaquearnos de una cita

–Que putada, mañana quedamos, tú estás unos días más aquí en Madrid ¿verdad?

Salimos del pub, ya estaba anocheciendo, yo estaba como en trance.

_Regreso a pagar y salgo echando leches –le dije

–Oye no será que quieres ligar con la tía de la barra.

–No que va.

–Ja, ja, ja no; no es de tu tipo, ahora no veas que zorrón, menudo zorrón tío.

Ahora sí que me quedé petrificado, lo veía alejarse así pequeñajo y nervudo y trataba de encajar todo lo que me había dicho

Volví a la barra, me parecía que hacía un siglo que había estado ahí con ella por última vez, en el lugar había un poco más de gente. Ella estaba mirando el móvil, levantó su mirada, sus ojos azules sonrieron. ¿Había escuchado yo realmente lo que Javi me dijo, había sido real?

–¿Dónde te habías metido? Pensé que te habían secuestrado.

–Igual te vi dándole palique al camarero y no quise interrumpir.

–¿Me estas espiando che? ¿Voyeur?– me miro pícara, deduje que el gin tonic había hecho efecto.

Por dios que tetazas se marcaban en ese vestido blanco, la tomé de la cintura y la besé.

“Nos la follábamos Chema y yo pero en plan borde” la frase fue como un flash, igual todavía no podía unir a Javi y Fernanda en una misma imagen, era como si mi mente se negara.

La besé en el cuello y detrás de ella pude ver un tío que nos miraba, que la miraba bah, miraba su espalda desnuda y perfecta, su culo reventando el vestido blanco sentada en el butacón.

Sonó su móvil, aproveché para mirarla. Entonces pensé en Chema, pijo, guaperas, chulito, más alto que yo, Chema que se mataba en el gimnasio, Chema diciéndole a Javi: tienes que depilarte tío que vas muy peludo y a las tías no les gusta, yo me depilo hasta los huevos tío para que me los chupen bien las muy cerdas, Chema que se había recibido de médico un año antes que yo, Chema que le decía a Javi y a mi sobre una chica de Sevilla que estudiaba con nosotros, sabes que le gusta por el culo a esta guarra, joder tío no veas como le queda el culo, lo abierto que le queda joder.

–¿Vamos a casa mi Voyeur?

Y entonces sentí como un click ¿Chema se había follado a Fernanda como a aquella chica de Sevilla, por el culo, en plan borde había dicho Javi?

Y mientras la miraba caminar delante de mi marcando tacos con sus sandalias, con su pedazo de culo bamboleándose delante de mí, con los tíos en el pub mirándola embobados, con su melena rubia rojiza, con Chema dándole por el culo, dándole azotes en el culo porque ese no se corta un pelo, Chema “no veas como le queda el culo, lo abierto que le queda joder”.

Íbamos caminando a buscar el coche, la llevaba de la cintura, ella echó su cabeza sobre mi hombro, los tacos resonaban contundentes sobre el pavimento. Estoy hecha una vaca me había dicho hace poco, mirá estos muslos, tengo piernas de jugador de futbol.

–Las piernas de Ronaldo –le dije siguiendo la broma.

Chema, le gustaba reírse de las mujeres que se follaba, que tetazas más ridículas tiene, te juro macho que se las veía botar arriba mío y me daba risa y le metí a dar ostias en las tetas, que ubres macho, ¿Sabéis que bufa colega? bufa como un cerdo cuando le doy por detrás. Que olor a coño tan fuerte tío, cuanto hace que no te lavas el conejo tía le dije, Chema, pijo, macarra, guaperas. Joder la argentina tiene los muslos de Ronaldo la muy guarra, está hecha una vaca el puton argentino. No, no, no.

No podía ser, Javi se había equivocado, no la había visto bien, se confundía con otra, pero… Era la esposa de un médico argentino que vino a Valencia, médico, argentino, Valencia. Iba a ser una noche muy larga, ya lo veía venir.

Quedé con Javi al día siguiente, mientras lo esperaba volví a decirme a mí mismo que no tenía importancia lo que ella hubiese hecho antes de conocerme, con quienes había follado y de qué manera, pero… Necesitaba saber más, necesitaba saber los detalles, joder había follado con dos conocidos míos, uno de ellos un chulo detestable y engreído que se jactaba de cómo se follaba a cada tía con la que ligaba.

Y luego esa frase “casi un año estuvimos follándola en plan muy borde” ¿follándola los dos? ¿Al mismo tiempo? No, por mucho que quisiera razonarlo fríamente y decirme que no era asunto mío, no podía dejar de pensar en eso con una pizca de celos y también de excitación, porque aunque no quería reconocerlo en ese momento, me ponía imaginar todo aquello, de una forma morbosa y dolorosa a la vez.

La noche anterior había sido un verdadero suplicio, era mirarla aun haciendo la cosa más trivial, trasteando en la cocina, lavándose los dientes descalza con un tanga y una camiseta y pensar ¿Chema se la había follado? ¿Estando ella casada todavía? Esa era otra idea que empezaba a obsesionarme, me preguntaba si ella le había puesto los cuernos a su ex con Chema y con Javi.

Esa tarde iba saber todo eso y más.

Llegó Javi y como si hubiese sabido el de toda mi ansiedad me dijo :

–Estarás loco por qué te cuente la historia completa ¿A que si?

“Nos habían dicho en el hospital que venía un cirujano argentino que era una eminencia y que había estado en la Cleveland y no sé dónde coño que otro lugar de esos importantes, total que se organizó un pequeño evento para darle la bienvenida, joder macho, el evento fue la tía esta que era imponente y que nos quedamos todos tontos, entonces el subnormal de Chema me dice, joder me tengo que follar a esta buenorra como sea, yo me reí y le dije si te follas a esta te beso la polla chaval, en una de esas nos acercamos como dos buitres, la tía estaba con un vestido que se la marcaba el canallito de la tetas y joder que nos pusimos las botas de mirarle las tetas.

No puede ser lo buena que esta la cabrona me decía Chema, imagínate tu pollon metido en esas tetas le dije yo, porque no sé si sabes que el cabrón tiene un pollon de mucho cuidado.

Bueno cuestión que además nos ponemos a conversar con ella y que la tía tiene buen rollo y tal y nos cuenta que es psiquiatra, no espera, era psicóloga creo, pero tenía que revalidar el título y que iba a estar un tiempo aburrida, así nos dijo y que le gustaba correr por las mañanas y entonces Chema le dice que el también corre y que si quería él le podía indicar cuales eran los mejores sitios para hacerlo. No te jodes, recién la conocía y ya estaba el cabrón casi quedando con ella para el día siguiente.

Total que al día siguiente se encuentran en un parque cerca del hospital y Chema me envía un mensaje diciendo que la tía en leggins era para morirse como se le marcaba el coño y el culo, pero la cosa no salió como esperaba, primero porque la cabrona tenía un estado de forma que el imbécil de Chema no le pudo seguir el ritmo y la tía siguió corriendo sola mientras él se quedaba hecho polvo en un banco.

Luego me dice, la verdad, no sé, está chunga la cosa, la tía parece un poco santurrona y el marido es una especie de ídolo para ella. Que yo entonces le dije ya te estás acobardando, venga tío, no era que tú te las follas a todas. Y entonces Chema me dijo va a estar difícil pero la tengo que conocer un poco más y ver por donde entrarle, porque la tía no va a estar así de buena para nada.

Bueno que pasan un par de días y luego de correr van a tomar un café y Chema mientras la tía va al baño me manda una foto de ella de espaldas caminando, no veas que pedazo de culo macho, la cintura que casi podías rodearla con una mano. Y luego ese mismo día Chema me dice, está hecho ¿Pero qué dices chaval? Ya sé por dónde entrarle, Ah sí le digo.

–Es muy vanidosa de ese cuerpazo que tiene aunque lo disimula y le gusta que le digan guarradas.

–Tu estas mal de verdad –le digo

Y entonces me cuenta que la había grabado con el móvil, la conversación”

–La había grabado –dije yo como transportado a otro mundo, todavía no podía unir a esa tía corriendo con Chema por un parque con mi esposa

–Entonces me hace escuchar la grabación “Corres demasiado bien a pesar de las tetas que te cargas” y ella dice ¿Las tetas que me cargo? Y entonces oigo como ella se ríe ¿increíble no? Cualquiera pensaría que la tía lo iba a mandar a la mierda, pero me cuenta Chema que ella se sonrió y miró para abajo y que le vio cierto brillo en la mirada y le dice “Y de culo no estás mal tampoco”.

Ahí ella se pone seria y le dice “Perdona no estoy acostumbrada a me hablen así” entonces Chema recula y le dice “Oye tía disculpa si te he ofendido pero es que aquí somos muy directos y si una tía esta buenorra como tú se lo decimos” y ella se sonríe otra vez y dice ¿Buenorra? Que ridículo nunca lo había escuchado.”

Yo no daba crédito, pero de verdad, porque empecé a pensar si Javi no se estaría inventando todo eso porque la historia era demasiado cutre para ser verdad.

–¿Y la conquistó así diciéndole guarrerias sobre su cuerpo?

–Mira no sé si fue por eso o que pero a la semana se la estaba follando por el culo en el coche, en el portal de su casa y con su marido esperándola en el piso.

Me eché para atrás y lance un Buff y tuve una erección instantánea como cuando era adolescente.

A la vez me seguía pareciendo todo demasiado increíble y no podía asociar una historia tan cutre con Fernanda, aunque lo de correr era lo único que parecía coherente porque sabía que era una de sus pasiones.

–Joder Javi me cuesta creerlo.

–Mira no lo tengo en este móvil, que es nuevo, pero en cuanto llegué a Valencia te mando el video y vas alucinar colega.

–¿Un video?

–Joder, si fuera uno, Chema empezó a filmarla cada vez que se la follaba, a veces con el móvil y a veces cuando estaban en su piso con cámaras ocultas que tiene desparramadas por todo sitio.

Me quedé sin palabras, mi cabeza era un torbellino, ¿Existían videos de Fernanda follando con Chema? Eso ya era más de lo que hubiese imaginado y empecé a darme cuenta que era más de lo que pedía soportar.

–¿Carlos estas bien tío? Si te pone mal esta historia hablamos de otra cosa.

–No, no; está bien, es que es una historia que tiene su morbo, pero ayer me dijiste que tú también te la habías follado ¿Y eso?

–Bueno es que el cabron de Chema me tenía perdido con los putos videos, que yo ya no pensaba en otra cosa y entonces un día me dijo que me escondiera en su piso mientras se la follaba, para espiarlos y no veas que polvazos le pegaba a la cabrona, es que Chema tiene un pollon y no sé si ella estaría muy mal follada o que pero la tía es como que no paraba de correrse y gritar como una perra.

Ante mi silencio que ya era un estado catatónico Javi siguió.

–Bueno que luego de eso Javi me dice que la próxima vez que esté al loro que cuando la esté follando por detrás, me ponga delante y le ponga la polla en la cara para que me la chupe, que a la tía le va la marcha y tal.

El corazón empezó a latirme de un modo, que por reflejo profesional puse mi dedo en la muñeca para tomarme las pulsaciones.

–¿Y fue así?

–No, eso salió fatal porque por un momento, con el polvazo que Chema le estaba dando y la cara de vicio de ella pensé que la cosa iba a marchar, pero finalmente ella dijo que no, que no quería y se cortó el rollo y bueno que nos empezó a insultar y que éramos unos pelotas o que se yo y estaba muy mosqueada.

–Pelotudos les debe haber dicho que eran unos pelotudos –dije

Javi se rio –Claro eso, pelotudos, esa era la palabra y que si pensábamos que era una puta y tal, que al final Javi me dijo que me fuera.

Estúpidamente me alegré de esa victoria parcial de la dignidad de mi esposa, pero Javi siguió con el relato.

–Pero al otro día lo hicimos finalmente, yo ya no quería saber nada con el asunto, pero Chema me mostró el video de como siguieron follando esa noche después de que me fuera y es que mientras se la follaba le daba caña todo el rato con eso; en plan de “Claro que eres una puta, coño, a que no te gustaría chupar una polla mientras te enculo, guarra o quieres tener dos pollas a que si, no te basta una polla para lo zorra que eres”.

Bueno que la tía se ponía cachonda perdida con todo eso y a todo le decía que sí, que era una zorra y que quería chupar una polla mientras se la follaban y si quiero una polla en el culo y otra en el coño” que al fin me convenció de intentarlo al día siguiente.

Mientras pensaba que Fernanda seguramente diría concha en vez de coño, pregunte –¿Pero ya follaban todos los días?

–Casi todos los días, la tía estaba completamente encoñada con Chema.

–Y entonces hicisteis lo mismo al día siguiente.

–Esta vez Chema me dijo que entrara al piso luego de un rato, e hizo bien porque ella revisó cada rincón del piso por si yo estaba escondido, esta vez el plan era que cuando le estuviera chupando la polla la iba a poner con ese culazo en pompa hacia la puerta y que yo entrara y le besara…

–¿El coño? –le interrumpí, porque el morbo corría a partes iguales con la angustia que sentía.

–No te lo vas creer, Chema me dijo que a la tía la ponía cachonda que le besaran y le sobaran los pies y bueno que esperé que Chema la tuviera en posición y me acerque ya desnudo y me agaché al borde de la cama y empecé a chuparle un pie y sobarle el otro con la mano.

–¿Y ella? –me daba rabia no saber esa preferencia de mi esposa, que Javi supiera más de ella que yo.

–Al principio se resistió y pensé que teníamos una escena otra vez, pero cada vez que ella intentaba mirar para atrás Chema le hacía un “shhh tranquila, solo los pies“ y me decía a mi: “solo los pies Javi, no te pases, solo los pies”, cuestión que al rato de estar así sobándole los pies, la tía estaba cachondísima y yo ya le metía mano por las piernas y la parte de atrás de los muslos, joder que duros los tenía, una pasada, finalmente me subí a la cama y le plante un beso en el culo y joder como tembló esa zorra cuando sintió mi lengua en el culito y ahí yo ya sabía que esa noche me la follaba por mis huevos, le di un par de azotes en ese culazo y le metí la polla así a pelo sin condón.

–¿Follabais sin condón?

–Jamás me puse un condón con ella, ni Chema tampoco.

Aquello si me dolió, yo estuve casi un año usando condón y estos hijoputas se la follaban a pelo desde un principio.

–Ese mismo día hicimos una doble como en las porni, yo le follé el culo mientras Chema la tenía ensartada en su pollon, que guarra como se corría con mi polla en el culo, que pasada colega, sabes que en lugar de decir me corro o me voy, ella decía algo así como ya acabo, ya acabo, que guarrilla, que puton –dijo Javi con cierta nostalgia.

Que imbécil pensé ni siquiera recordaba bien esas expresiones que a mi tanto me ponían, no era “ya acabo” sino simplemente “acabo, acabo”.

Claro que el imbécil me estaba contando como le había follado el culo a mi esposa y más de una vez, mientras que yo todavía ni siquiera me había animado a pedírselo.

Todo aquello me estaba haciendo realmente mal y le propuse cambiar de tema, hablamos de algunas chorradas, pero ya los dos estábamos cachondos, el con sus recuerdos y yo con este nuevo morbo de conocer este pasado de Fernanda, aunque no llegaba a creérmelo del todo.

–¿Y cómo siguió la historia?

–Bueno ahora ya nos la follábamos cuando queríamos y como queríamos juntos o por separado, a algunas cosas ella oponía reparos y se hacía la digna, pero al final aceptaba todo.

–¿Qué cosas?

–Buff no sé, que nos corriéramos los dos en su cara o que la filmáramos con el móvil o que le metiéramos un juguete en el culo, que nos meáramos en sus tetas, joder no sé, porque no te he contado que a los meses de todo esto el marido se enteró y se piró a la Argentina creo yo, entonces ella se quedó sola en el piso y ahí Chema y yo ya vivíamos con ella y la teníamos casi como una esclava, porque la tía tiene un puntillo de sumisa sabes.

La frase de Javi “un puntillo de sumisa” resonaba en mi cabeza de un modo que por un momento casi no escuchaba lo que me estaba diciendo. Realmente no podía unir la palabra sumisa con Fernanda en una misma oración.

–Pero uff que ya ahí pasaron cosas que ya hasta me da corte pensarlo, colega y es que nos pasábamos cada vez más y ella no nos paraba–estaba diciendo Javi.

–¿Pero cosas muy serias? –pregunté, ya me estaba preocupando además de estar con un sabor amargo en la boca y en el vientre.

–Es que después apareció otro tío, bah, nosotros lo incluimos y este tío era un borde y un macarra y bueno que un momento se la llevó a vivir con él y bueno al fin que un buen día la tía desapareció.

Ya no estaba con el macarra este porque el tío estaba cabreado con nosotros y nos decía que se la habíamos robado, joder que bizarro colega.

Nos quedamos los dos con la mirada perdida, mientras el bullicio del lugar nos envolvía.

–Me ponía mucho como me comía los huevos, su naricilla contra mi polla…

–Lo siento Javi debo irme –dije interrumpiendo su relato.

Ya no podía escuchar una palabra más de todo aquello y nos despedimos, antes de irse Javi me dijo –Voy a pasar por el pub de ayer a ver si me la encuentro joder, me he puesto malo con los recuerdos.

La verdad es que por un lado todavía no podía creer todo lo que Javi me había contado o mejor dicho no podía asociar realmente la protagonista de su historia con Fernanda, mi esposa.

Lo traumático que hubiese pasado, aquello de nos meábamos en sus tetas o tiene un puntillo de sumisa o el macarra que se la lleva con él y luego piensa que se la roban no parecía haber dejado una huella en ella o al menos lo tenía muy tapado, o muy superado.

También recordé algo que me había dicho Carmen de que luego de la separación estaba hecha polvo.

Me fui poniendo cada vez más nervioso y termine por aparcar el coche en cualquier sitio y me puse a llorar como un crio sin saber bien por qué. Luego me fui calmando y poniendo las cosas en perspectiva.

Suponiendo que todo lo que me había contado Javi era cierto, ese era el pasado de mi esposa, algo que había sucedido antes de conocerme, ella no me había puesto los cuernos a mí.

Tampoco sabía cuál había sido exactamente la relación que había tenido con su ex. Tenía que dejar todo aquello, si Javi me enviaba los dichosos videos tenía que resistir la tentación y el morbo y borrarlos sin mirarlos. Estaba casado con una mujer hermosa que me amaba, era feliz, estaba en mi arruinarlo o no.

En eso sonó el móvil, era un mensaje de Javi –Me había olvidado que el subnormal de Chema subió dos o tres videos a un sitio porno, ahora te los mando.

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