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Mi despedida
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Esto pasó hace varios años y obviamente la edad del perfil no concuerda, así que ya supondrán porque. Así que empecemos…

Trabajaba en ese entonces para una empresa internacional, ya llevaba ahí poco más de un año y mis planes de boda iban viento en popa. Siempre creí en todas esas cursilerías del amor de tu vida, hacer el amor con quien amas, etc., etc. Un día mi jefe me llama y me dice que el dueño de la compañía quería conocer en persona a los "nuevos" integrantes, así que me dijo que preparara mis maletas. Le pregunté la fecha exacta y mi sorpresa es que el viaje coincidía con la fecha en que contraría matrimonial así que lo expuse y entonces llamó a la secretaria.

Ella era morena, alta, de cabello largo y muy atractiva, de hecho me llamaba algo la atención. Al entrar por la puerta me vio de reojo de arriba a abajo y enseguida se plantó frente al jefe. En fin, el jefe le dijo que modificará los planes de vuelo para el siguiente mes y nos dijo que era todo.

Salimos de la oficina y como todo caballero le di a ella el paso y sobre el pasillo… no sé si fue la mirada que me lanzó antes que no evité en mirarle el trasero, ella volteó justo en ese momento, pero no dijo nada y se fue a su puesto de trabajo mientras yo me dirigía al mío.

En los siguientes días, notaba que esta chica entraba a pedir cosas a otros compañeros, que si un lápiz, que si no le servía la engrapadora, etc. Un día entró a la hora de la comida y sólo estaba yo en el lugar, pues quería terminar un reporte que me habían encargado para más tarde y me dijo que algo tenía su computadora y me pidió si podría revisársela. Le dije que me diera unos minutos y se retiró.

Después de terminar el reporte ya iba de salida a comer pero al pasar por su lugar de trabajo me miró sin decir nada y en seguida recordé que necesitaba mi ayuda, así que me detuve a ayudarla. Su computadora estaba bien metida abajo a la esquina del mueble y me tuve que poner de rodilla para sacarla porque la iba a apagar cortando le la energía. En ese momento sentí que su mano acariciaba mi nalga, no era simplemente un toqueteo, lo hizo de tal forma que empecé a tener una erección, ¡Me había tomado por sorpresa y la verdad no sabía si dejarla seguir o detenerla! Y pueden decir que fui "un sufrido" o que estoy exagerando, pero yo creía en la persona que me iba a casar y en los valores que me habían inculcado.

Bueno, pues decidí salir de ese rinconcito y le pregunté qué porqué lo había hecho, ella no respondió, solo me hizo una mirada a mi entrepierna y noté que ya se me veía un bulto, salí directo al baño y no se me bajaba así que lo único que se me ocurrió me masturbarme. Empecé a pensar en mi novia, pero poco a poco pensaba en la forma en que me manoseaba el trasero esa secretaria atractiva, mi mente fue más allá y empezaba a desnudarla justo ahí en su silla del trabajo, le besaba el cuello, tocaba su pecho y… me vine sin pensar más.

Los días pasaban y la secretaria y yo nos hicimos amigos, pero de una forma atrevida y juguetona, cuando no nos veían, nos toqueteábamos encima de la ropa, lo curioso es que solo lo hacíamos de la cintura para abajo. Nos hacíamos cosquillas, nos acariciábamos uno al otro las nalgas e incluso tocábamos la entrepierna. No quería pasar ese límite porque me iba a casar, pero una semana antes de casarme los compañeros de trabajo me hicieron una "despedida sorpresa" así que no pude negarme y llamé a mi novia para decirle que llegaría tarde y el motivo.

La fiesta fue como cualquier otra, diversión, bebidas, baile… Y se empezaron a ir uno tras otro, pero no ella. Cuando por fin me iba, me confesó que no tenía como irse y que se sentía algo tomada, le pregunté a dos compañeros si podían llevarla pero me dijeron que les quedaba muy lejos, que pidiera un taxi. Total que mi ingenuidad me llevó a algo que no pensaba hacer nunca.

Salimos del restaurante y al subir al auto le pregunté a dónde la llevaría, me fue dando instrucciones y luego me dijo que nos metiéramos "ahí". Yo le dije que no y ella dijo que su casa está muy lejos y lo mejor era que se quedara en ese hotel. Al fin y al cabo no la convencí y fui a la recepción para pedir un cuarto. Momentos después ya la estaba ayudando a entrar a la habitación y cuando se recostó y yo me iba, me dijo que se sentía muy caliente, yo lo interpreté como algo de salud y me acerqué a ver que le pasaba, pero me dijo que le quitara la ropa, la noté sudando y le desabroché la blusa…

Estaba en rodilla y me quedé estupefacto al ver esos voluminosos pechos que escondía, me besó rodeando sus brazos a mi cuello y pegando su cuerpo al mío. Al sentir su pecho con mi pecho y el beso tan húmedo que me dio, lo disfrute tanto que en seguida se paró mi miembro, le correspondía el beso y nuestras lenguas jugueteaban una con la otra.

Mientras eso pasaba, ella me jaló a la cama frotó el bulto que se hacía en mi entrepierna y me dijo que la hiciera suya. Estaba extasiado, no pensaba más que en el momento y seguí besándola, acariciando la piel de su espalda y sin más mi mano derecha se introdujo debajo de su pantalón tocando esas delicadas y suaves nalgas que se cargaba.

Apreté firmemente su glúteo izquierdo y luego pasé al derecho haciendo una pequeña pausa justo en medio. Entonces me dijo que parara y no lo creía, pero me lo repitió y quitó mis manos de su cuerpo. Era claro que yo no entendí, ella se paró y fue al baño cerrando la puerta detrás.

Pues al no entender la situación y tomar un poco más de razón en mi, me dispuse a partir por lo que acomodé mi ropa, entonces toqué la puerta del baño para despedirme. "Un momento" me dijo, oí que el agua se estaba tirando y le pregunté si todo estaba bien, "si, dame un momento" contestó. No sabía qué hacer y le toqué nuevamente, justo le iba a decir que me iba cuando abrió la puerta completamente desnuda, me quedé contemplando la no se cuánto tiempo, solo sentí que me jaló de la mano y cerró la puerta. Justo en ese momento llevó una de las manos a su pecho y me dijo "te gusta?", no respondí, solo asentí con la cabeza. "y esto otro?" me pregunto mientras llevaba la otra mano a su nalga. También asentí. Entonces comenzó a quitarme la ropa.

Cuando llegó a mis trusas, sacó mi pene ya todo duro y comenzó a besarlo, luego a lamerlo de la punta hasta la base y luego de regreso, hizo para atrás el capuchón y se introdujo toda la cabeza dentro de su boca. Me empecé a perder nuevamente, me encantaba esa sensación de calidez y al mismo tiempo de humedad. Lo chupo suavemente, luego de nuevo lamidas y de nuevo chupar toda la cabeza hasta ir introduciendo todo mi miembro dentro de su boca. Dios! Lo hacía tan rico que sentía me vendría en cualquier momento!

Ella paró y se metió en la pequeña tina que había estado preparando y me dijo que la acompañará. Me metí y estábamos frente a frente, separados, sin hacer nada, pero con nuestro pues un poco apretados. Ella se levantó y me jaló para estar más separado de la pared, luego empezó a sentarse y tomando mi pene lo introdujo lentamente dentro de ella. Sus pechos estaban justo en mi cara, voluminosos, con gotas que le recorrían hasta sus pezones grandes, oscuros y duros. Besé sus pechos y recorría el camino justo como lo hacían las gotas, al llegar a sus pezones los lengüeteé como lo hacen las manecillas de un reloj, primero sobre el exterior y luego llegando hasta el centro, justo en la cúspide donde me dieron ganas de chuparlas y luego darles mordiditas. Ese instante fue justo cuando dejó caer todo su peso y sentí como su "aaah" se sincronizaba con sentir todo mi miembro dentro de ella.

Continuará…

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