Después de descubrir que David me había abandonado me metí en el baño de chicas para limpiar y luego salí de la estación para buscar una forma de volver a mi casa.
Pare varios taxis pidiendo que me lleven gratis, pero nadie quería. Ya me estaba rindiendo cuando de repente apareció un auto y veo que el hombre que iba en el asiento del acompañante me hace señas, cuando me acerqué noté que era uno de los hombres que me había manoseado en el tren, y mirando para adentro vi que en la parte de atrás iban los otros tres, además había un hombre más manejando que no había estado en el tren.
-Que pasó princesa tu noviecito te dejo sola?
Y: -Si, por culpa de ustedes
-Pero lo disfrutaste o no? Jajaja
Yo solo le sonreí.
-Dale subí que te llevamos
Yo subí a la parte de atrás y me senté encima de las piernas del que iba en el medio porque no había más espacio. Durante el viaje me iban manoseando los tres que estaban sentados atrás conmigo y yo les iba tocando las vergas por encima del pantalón.
Después de un poco de viaje el que iba manejando frenó el auto al lado de un pequeño callejón.
-Nena por que no vamos ahí y nos divertimos todos un poco.
Yo me mordí el labio inferior y asentí con la cabeza, las ganas de verga me hicieron olvidar todo lo que me había pasado. Bajamos y fuimos hasta el fondo del callejón. Ahí empezaron a manosearme entre los cinco y de a poco me fueron desvistiendo hasta que quede completamente desnuda, por suerte a ninguno le incómodo descubrir que yo tenía pene, de hecho les hizo gracia el tamaño, me agaché y empecé a chuparles las vergas.
Estaba rodeada de penes y me encantaba, de repente uno de ellos me agarró y obligó a poner en cuatro. Sentí varios escupitajos en la entrada de mi cola y después una verga entrar, tenía tan abierto mi ano que entro sin ningún problema. Estuvieron varios minutos cambiando de lugar pero sin dejarme de coger por la boca y por el culo en ningún momento hasta que empezaron a acabar dentro mío.
Cuando terminaron todos, dos en mi culo y tres en mi boca, me vestí y subimos de vuelta al auto. En lo que quedo del viaje pude seguir chupando las vergas de los que iban atrás conmigo.
Decidí que iba a ir a la casa de David primero para asegurarme de que no le contara a nadie de lo nuestro. Cuando llegamos me despedí de todos y fui hasta la puerta de la casa.
Golpee y después de un rato abrió David, pensé que estaría enojado pero no lo estaba de hecho tenía una sonrisa en la cara, sobre todo cuando vio mi pierna manchada con el semen que caía de mi cola.
D: -Pudiste volver zorrita, muy bien y veo que te usaron.
Y: -Entonces no estás enojado?
D: -No, nunca me enojé, solo quería ver si después de hacerte algo así volvías conmigo y veo que si, te entrené mejor de lo que pensaba.
Yo solo agaché la cabeza, tenía razón, después de lo que me hizo yo volví como una perrita sumisa a pedir perdón.
D: -De hecho quiero ponerte a prueba de vuelta.
Me hizo entrar a la casa y saco su verga, yo me agaché y se la empecé a chupar antes de que siquiera me lo pidiera.
D: -Veo que estas hambrienta putita.
Seguí chupándosela hasta que sentí que estaba por acabar y me la saco, yo abrí la boca esperando para poder comer su semen, pero él me obligó a cerrarla acabando en mi cara y llenándomela de leche.
D: Ahora quiero que vayas a tu casa y no te limpies hasta mañana por la mañana, y más te vale hacerme caso.
Y: Bueno, pero puedo cambiarme de ropa?
D: No, sos una puta te mereces ir vestida como una.
Salí de la casa de David muerta de miedo, como iba a evitar que mi familia se dé cuenta? Por suerte ya era de noche por lo que no me cruzaría gente en la calle. O eso pensé, porque a unas pocas cuadras de mi casa me crucé con dos chicas que pasaron por al lado mío. Justo cuando están pasando por al lado escucho como una me dice al oído "Puta" y después se oyeron las risas de las dos.
Cuando llegue a mi casa abrí la puerta despacio para no hacer ruido, entre y me di cuenta de que estaban todos acostados así que me alivie, pero justo cuando estoy por entrar a mi cuarto escucho la vos de mi hermana Ana "Hola hermanito", me di vuelta y me estaba mirando desde la puerta de su cuarto con una sonrisa burlona en la cara.
Y: Por favor no le cuentes a nadie
A: Tranquilo… Digo tranquila, no? No le voy a contar a nadie, pero quiero saber como llegaste a esto.
Y: Es muy larga la historia
A: Bueno, pero por lo menos decime cuántos fueron, porque por las machas en tus piernas se nota que más de uno jajaja
Y: Seis- conteste algo apenada.
A: Wow, tremenda zorra saliste. Bueno anda descansar, debes estar exhausta de tanta verga.
Entre a mi cuarto, cerré con llave y me acosté pensando en que pasaría ahora que mi hermana lo sabía.
Continuará…