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Mi caliente mañana
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Como lo he dicho antes, soy una joven casada, tengo 26 años, he estado con la misma persona toda mi vida, él ha sido mi todo, incluso hasta mi primer beso. Ha sido un largo camino en el sexo, con bastante tropiezos, algunos bastante dolorosos, pero finalmente siempre nos hemos levantado con más fuerzas y más ganas jajaja.

Lo que somos hoy en día sexualmente no es más que un arduo trabajo mutuo de comunicación y ganas.

Particularmente llegué a pasar por noches donde repudié el sexo, donde no quería que me tocara, mientras que ahora duermo desnuda para facilitarle que me toque y si no me toca yo le pido que lo haga, puede ser mis senos, mi vagina o mi trasero, da lo mismo cuál de las 3 sea, pero algo debe tocar para yo poder dormir tranquila.

Él siempre ha sido muy caliente, así que generalmente todas las mañanas despierta con ganas, además que le encanta el sexo en las mañanas, desafortunadamente pocas veces se da por temas de logística.

Esta mañana me desperté para ir al baño y era muy temprano y aunque él es muy dormilón no tiene el sueño pesado, siempre se despierta cada vez que yo me levanto de la cama, así que cuando volví del baño lo abracé y sentí su pene erecto y comencé a tocarlo, aunque honestamente no lo toqué mucho porque me ganaron las ganas de llevarlo a mi boca.

A mí me encanta en grandes niveles el sexo oral, así que agarré su pene lo paseé por toda mi cara, me di un par de cachetadas aprovechando lo duro que estaba, luego lo pasé por mis senos un poco y luego paseé mi lengua por todo su miembro, chupe sus bolitas antes de metérmelo a la boca y comenzarle a hacer delicado oral en forma de vaivén con mi boca, mientras que con mi lengua jugaba con su cabecita, paré un poco para prepararme y hacerle mi parte favorita y es meterlo completo hasta la garganta, lo saqué jugué con mi lengua y su pene y retomé el vaivén, chupe un poco más las bolitas y finalicé la mamada con otra penetrada hasta mi garganta.

Se colocó sobre mí, me lo metió y comenzamos una rica y delicada cogida, sin apuros, me meneaba y movía mi culo para que hiciéramos juntos el vaivén mientras me penetraba, fuimos tomando ritmo y él se vino dentro de mí, sin sacarlo, yo me comencé a tocar y tuve mi primer orgasmo de la mañana.

Retomamos el descanso mientras él me abrazaba desde la espalda, de forma que mi culo calzaba junto a la altura de su pene. Yo continuaba caliente y sabía que él quería más, así que de forma intencional comencé a mover mi culo para que rozara con su pene y así estuve un rato hasta que sentí que su pene ya estaba erecto de nuevo, él sin dudarlo aprovechó mi humedad y era más que evidente que yo quería más, así que me lo metió de nuevo y me cogió en esa posición un buen rato, la verdad estaba tan sabroso que no quisimos cambiar, él se volvió a venir dentro de mí y luego me abrió las piernas y comenzó a masturbarme él hasta venirme.

Nos volvimos a acostar, esta vez yo estaba acostada en su pecho y una me dio por comenzarle a tocar las bolitas, sin intenciones de seguir, porque ya era la hora y él se tenía que ir a trabajar, pero sin querer queriendo se volvió a poner erecto y comenzó a masturbarse, a mí me encanta que me lo metan en cuatro, así que me posicioné en cuatro y me comenzó a coger, esta vez con 0 delicadeza y suavidad, sino más bien muy duro, mientras que con mucha fuerza contraía mi vagina y con mi mano tocabas sus bolitas y así fue que se vino por tercera vez.

Yo me masturbé para él mientras se cambiaba para irse a trabajar. Se despidió con un beso y quedamos en continuar en la noche.

[email protected].

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