En el mes de marzo para mi cumpleaños decidí visitar a mi familia que vive en Estambul, Turquía, llegué y la semana no pudo ser más perfecta.
El día viernes mis primos me invitaron a una salida con sus amigos, entre ellos iba Tahir un amigo que cuando vivía en la ciudad de pequeña éramos grandes amigos, todo ese tiempo solo lo había visto en fotos y era muy bien parecido, mucho más alto que yo, con un cuerpo tonificado por el ejercicio; tenemos la misma edad, toda la tarde estuvimos hablando y pasándola genial, después de unas horas debíamos regresar a casa, sin embargo él me invitó a mí y a mi primo a su departamento a platicar, pero mi primo no acepto ya que su novia y el irían al cine, los demás se marcharon y nosotros fuimos al departamento.
Estaba haciendo demasiado frío así que encendí la calefacción y nos sentamos en la sala a beber un poco de vino y platicar sobre nuestras vidas, luego de unas copas estábamos demasiado cerca pero no nos molestaba; él se acercó me dijo al oído que me extrañaba después de todo ese tiempo, que estaba muy cambiada y me besó, al inicio fue algo lento pero el ritmo subió hasta que me puso sobre él, le saque la playera y toque su torso desnudo y tibio, en minutos no nos cubría ninguna prenda, me cargo hasta la habitación y nos tiramos sobre la cama y los besos y las caricias no se detenían, sentía un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, él se levantó al baño y regreso con preservativos.
Nos abrazamos y en esa posición metió dentro de mí su miembro completamente erecto, comenzó a dar estocadas y cada que lo hacía alguno de los dos o ambos soltábamos suspiros o gemidos muy altos hasta acabar juntos.
Nos recostamos uno sobre el otro y luego de unos minutos estaba con su lengua metida entre mis piernas y mi vagina, fue tan placentero que soltaba suspiros y pequeños gemidos, sabía que era mi turno así que se paró junto a la cama y metí todo en mi boca, muy lento y luego rápido, solo escuchaba sus gemidos y eso me ponía mejor, de nuevo nos tiramos en la cama, uso otro preservativo y lo hicimos de nuevo pero en otra posición, terminamos exhaustos, me propuso tomar una ducha juntos, accedí pensando que todo había terminado ahí, pero no fue así, el calor del agua y el aroma que despedían nuestros cuerpos solo sirvió para calentarnos más, jamás lo había hecho en la ducha así que fue algo completamente maravilloso, siempre había estado con chicos que solo daban suspiros y quejidos silenciosos, pero el gemía junto conmigo, el baño se volvió una orquesta de placer hasta terminar.
Nos fuimos a recostar y nos quedamos dormidos mientras me abrazaba y frotaba mi vagina con sus dedos sobre mi ropa interior.
A la mañana siguiente salimos a pasear todo el día, y en la noche nos quedamos juntos de nuevo y entonces al ver las noticias nos enteramos que se limitaría los viajes debido a la pandemia y al inicio del confinamiento, mi vuelo estaba cancelado hasta nuevo aviso, así que les avisé a mi padres la situación y acordamos que me quedara con mi familia, el viaje se atrasó dos semanas más, semanas que estuvimos casi encerrados en su apartamento teniendo días enteros de pasión y placer, sacando esa pequeña parte ninfómana de ambos.
Me pidió iniciar una relación, accedí, pero no creo que la distancia ayude, aun así lo intentaremos.