Les voy a platicar mi historia verídica. Actualmente tengo 35 años, hace 4, empecé a ir a un nuevo gym. En esa semana miraba yo al grupito de señoras de las mañanas, primero ellas no me hablaban, pero luego me integraron.
Les hablaré de Taty, la típica señora buenísima, sociable, escandalosita, me llevaba 10 años, es guapísima, piel blanca, ojos oscuros, su cabello oxigenado, unas chichotas enormes y naturales, cintura normal, no gordita ni con lonja pero tampoco diminuta. Trasero redondo y luego me contó que tenía lipotransferencia. Era malhablada y bromista, me cayó bien. Me integré muy bien al grupo, todas mayores.
Yo soy de piel blanca, cabello castaño, ojos claros, siempre he usado faja, pir eso tengo cinturita, hago mucho ejercicio y tengo pompis grandes y las tetas me las operé, un novio me las dio como regalo.
Para no hacérselas larga (la historia) omitiré como fue que con el tiempo, Taty y yo nos hicimos muy amiguitas. Las dos somos muy femeninas, siempre en tacones, maquilladas y las uñas hechas, por eso fue que salíamos juntas al salón o a comprarnos cositas, ella se estaba divorciando y ya ni vivía con el marido.
Ella es mamá, después de entrenar, en las regaderas siempre me platicaba su día y nos vestíamos para luego despedirnos, a veces bromeábamos de nuestras tetotas o nos dábamos de nalgadas. Y cierta ocasión, me agarró por atrás y yo… ¡Taty! ¿Por qué me pegas esas cosotas?
-Ya sé que te las quieres comer, no te hagas jajaja
Una vez, al despedirnos ella me acompañó a mi auto y al darnos un beso, me rozó los labios con los suyos, eso me encantó.
Otro día, me dijo -Tus pezones están bien grandes, qué rico, mira. Y me enseñó los suyos moviendo sus senos redondos y jugosos.
Yo le dije -Ay qué ricas fresotas, para mordisquearlas.
Y hacíamos bromas de cómo nos brincaban las chichis.
Un día después del gym fuimos a su casa según que a desayunar, yo estaba nerviosa, siempre había fantaseado pero nunca había experimentado con una mujer.
Hizo pan tostado y no sé que mas, ni me fijé porque en eso estaba cuando me animé y estando ella distraída, le agarré las tetas y le apreté los pezones.
-Ay pinche flaquita, a ver si a ti te gusta.
Y me apretó las tetas, así estuvimos riéndonos tres segundos, en eso ella, con esos labios tan ricos, me besó, y yo le toqué la panochita por fuera de la ropa. Metió su lengua en mi boca y jugaba con la mía.
Me tocaba las nalgas, me acariciaba el cabello. Nos estábamos besando bien rico, nuestra respiración estaba acelerando, y yo empezaba a sentir mi clítoris muy caliente.
Me dijo -ya te quería tener así, eres muy guapa y me caes muy bien. Me acariciaba la cara y me dio un beso muy tierno para luego quitarse la blusa, y me dijo -¿Quieres que vayamos a la cama?
-Siii. Yo seguía algo nerviosa y caminamos a su recámara, nos desnudamos mientras nos besábamos, y ella me dijo:
-Siempre te miro y te imagino toda desnuda, flaquita preciosa, bésame. Quiero hacerte el amor y tocarte toda.
-Yo me dejaba llevar, no sabía qué decirle, no dejaba de lamer sus labios y acariciar su cuerpo, ya estaba muy excitada. Nos acomodamos en su cama sin dejar de besarnos, yo acariciaba esas enormes tetas y ella las mías. Le dije -Dame esas fresotas. Ella se rio poniéndome los pezones en la boca, yo mamaba sus ricas tetas y las masajeaba fuerte.
-Así así, qué rico me las mamas aaaag mmm así nena, muérdeme los pinches pezones siii y yo mordía esos enormes pezones y pasaba mi lengua rápido.
Puse mis dedos en su rica vulva depilada y la acariciaba toda, sus labios increíblemente suaves y resbaladizos por la lubricación me excitaban más y más.
-Aay hija de la chingadaaa ahhh. Dijo toda excitada y gimiendo.
Metí y saqué los dedos unas veces, mirando lo mojada que estaba, le acariciaba los labios, miré su clítoris, nunca había visto uno además del mío, abrí sus labios, vi semejante y delicioso clítoris, rosita, erecto y más largo que el mío, pensé en chuparlo. Pero ella me agarró la cara y me besó de nuevo, estábamos frente a frente acostadas, entrelazadas, besándonos apasionadamente y enseguida puso sus dedos en mi clítoris, que es gordito y grande.
Solté un gemido y ella empezó a sobarlo tan rico y sin dejar de besarme.
-Qué rica estás flaquita.
-Me encantas Taty, siempre me has gustado.
-Y tú a mí, preciosa. Abre las piernas, quiero comerme tu cosita mojada… ábrelas nena. Dijo mientras se acomodaba entre mis piernas acercándose a mis enormes tetas.
-Mmm… aaaa.
Me comía las tetas de una forma loca, no solo los pezones sino todas, los lados, me las juntaba y metía su cara.
-Qué rico Taty, hazme tuya, bésame todo lo que quieras.
Al fin bajó hacia mi vulva depilada y buscó mi clítoris, acercó su lengua y empezó a moverla rápido, yo grité un poquito, era una sensación deliciosa, e imaginaba esa escena, dos hembras tetonas y guapas teniendo sexo.
Yo ahí acostada bien abierta, apretándome las tetas y gimiendo mientras ella me daba lengua y me acariciaba las piernas.
-Nena, qué rico sabes.
Nunca me habían dado sexo como ella, metía la lengua en mi vagina y besaba mis labios pasando su lengua por toda mi panochita. Y cuando llegaba a mi clítoris lo succionaba tan rico que me hacía gritar, y ahí fue donde me penetró con esas hermosas manos, metió los dedos en mi vagina y los movía de tal forma que yo gritaba excitada.
-Taty, qué rico mmmm qué ricooo oh
-Siénteme putita… mira qué rica panochita tan mojada. Qué rico se te abre… me decía al separarse para masturbarme deliciosamente, con el movimiento a ella se le movían los pechos al ritmo de su mano, sus pezones apuntaban a los lados, erectos, duros y carnosos, y se tambaleaban rápidamente con cada sacudida.
Seguía metiendo y sacando los dedos mientras mamaba mi clítoris y mordisqueaba mis labios. Mmmmm qué rica putita… aaaa sus dedos entraban y salían como verga parada penetrando mi vagina, yo gemía y me apretaba las chichis con fuerza levantando y abriendo las piernas para ser poseída por esa mujer tan cachonda, sus penetraciones se hicieron cada vez más rápidas y mis palpitaciones más intensas, sentía mucho placer y hundí más su cabeza en mi cosita, acariciaba su cabello cuando empecé a sentir mucho calor y un inmenso placer tan chingón que grité y me desvanecí en su cama jadeando y toda abierta.
Subió hasta mi boca y me dio un beso delicioso mientras acariciaba todo mi cuerpo. Nos quedamos recostadas, ella prendió un cigarro y me ofreció. Yo no podía creer lo que había pasado, había tenido sexo con esa mujer tan sexy, tan deliciosa y provocativa, mi primera vez con otra mujer.
-Te gustó princesa?
-Siii Taty, yo nunca había hecho el amor con otra chica. Me encantó, eres tan sexy y atrevida.
Nos besamos de nuevo, y nos hacíamos cariños, fumábamos desnudas platicando cosas del gym, de nosotras y de vez en cuando nos besábamos.
Esa vez solo eso sucedió. Yo me fui a mi casa y no dejaba de pensar en ella, en su cuerpazo y mi deliciosa figura juntas.
Me escribió en la noche y me dijo Que estaba pensando en mí y en todo lo que hicimos.
Desde ese día nos convertimos en dos putas coquetas, con un secretito delicioso, en las regaderas del gym, una que otra miradita, y me mostraba sus tetotas traviesamente o yo a ella, así jugueteábamos y a veces ella me iba a dejar a mi casa o yo a ella y nos besábamos, empecé a desear sus besos a cada rato. Yo no tenía experiencias previas, pero ella parecía muy experimentada. Y yo decidí dejar que todo esto sucediera y más pues de vez en cuando salíamos a comer o a cenar.
Luego les platico qué más pasó.