Estaba nerviosa, y algo asustada por lo que estaba por hacer.
Camila mi amiga me miro.
“¿Qué te dije sobre ponerte nerviosa antes de coger?, va a salir todo bien, vos seguime la corriente y cuando salgamos del hotel vas a tener la billetera llena de dinero”.
Mire la hora en mi celular y tome valor.
“Tenes razón, soy una boluda de 23 años a punto de cogerme un tipo por dinero, no sé porque estoy nerviosa”
Camila me pego en la cabeza con la mano.
“Vos fuiste la que me pregunto de donde sacaba las cosas que tengo, bueno te lo dije y fue tu idea venir, además cuando veas al tipo este se te va a mojar la concha, esta mas fuerte que el vinagre”
La mire todavía algo nerviosa y Cami me encajo un beso, fue un beso intenso y con lengua, de esos que me gustaba que me diera.
“Acodarte que yo estoy acá con vos, cuando quieras parar me decís y listo, sigo yo. Además, una pelirroja y una morocha como vos en el mismo cuarto con el cuerpo que tenemos, el tipo nos va a amar”
Sonreí cuando dijo eso, era cierto teníamos unas tetas y un culo envidiable, en parte por todo el ejercicio que hacíamos. Esa tarde Cami llevaba una calza negra y una camisa color lila y yo una bermuda de jean y una remera escotada en v.
“No te ves tan puta como quería, pero bueno. Por lo menos ¿traes puesta la lencería que te regale el mes pasado?”
Asentí con la cabeza como una chica buena, era un conjunto de tanga y corpiño rojo con encajes super atrevido.
Me lo regalo por mi cumpleaños junto con la mejor tijereteada de mi joven vida.
Camila golpeo la puerta y cuando le dijeron que pase entro, en la cama estaba sentado un hombre de unos 50 largos de contextura musculosa completamente desnudo. Llevaba un antifaz negro, supongo que para proteger su identidad.
Yo decidí llevar unos lentes oscuros para tapar parte de mi cara, aunque Caro era mas atrevida e iba a cara lavada.
Mi mirada se centró en su miembro, era increíblemente grande y estaba super erecto, nunca había visto una verga tan perfecta antes. Todos los chicos con los que me acosté tenían una verga promedio y algo fea ya sea de paso.
Me pregunte si su sabor sería igual de increíble que su tamaño y como dijo Cami se me empezó a mojar la vagina.
Parecía un tipo de familia que saciaba su frustración acostándose con mujeres jóvenes, por el traje colgado en una percha sería oficinista.
Cami se acercó y le dio un beso mientras hacía un striptease sensual, como probablemente al tipo le gustara.
Mientras él jugaba con las tetas de Cami y se las chupaba me arrodillé y fui gateando hasta su entrepierna.
Una mano grande y fuerte tomo mi pelo y comenzó a acariciarlo, eso me prendió bastante. Olfateé su miembro, como una gata en celo, olía increíblemente bien y decidí probarlo.
Comencé lamiendo sus bolas mientras lo pajeaba con la mano para luego chuparle el tronco y comenzar a jugar con mi lengua en su glande.
Sabía tal como olía, de seguro llevaba una dieta equilibrada como todos los tipos de guita.
Así jugué un buen rato hasta que me la engullí entera, tratando de no hacer arcadas cada vez que rozaba mi campanilla, realmente era un pene enorme.
Me forzaba para llevarlo hasta el fondo y sentía como violaba mi garganta, me encantaba, sacaba a relucir mi lado mas masoquista. Me preguntaba si había mas cosas ocultas que podría descubrir en el cuarto de este hotel.
La mano me tomo fuerte del pelo y comenzó a metérmela en la boca, con cada envestida aumentaba la velocidad. Algunas lágrimas asomaron en mis ojos con la presión de su enorme verga en mi boca, cuando sentí como palpitaba y soltaba una enorme carga.
Fue un sabor agridulce, sentía el semen caliente pegándose a las paredes de mi garganta y deslizándose hacia mi estómago. Nunca había probado el semen, ahora lo estaba haciendo sin consentimiento.
Mis piernas temblaban cuando él decidió soltar mi cabeza, un poco de semen se deslizaba por la abertura de mi boca hacia mi mentón.
La alfombra del piso del telo completamente mojada, salía liquido de mi concha como pis, pero no era pis, sino que ese tipo ahí sentado había logrado con una chupada de pija que tuviera un squirt.
Camila me miraba super feliz, me levanto y me quito el pantalón y la tanga, para arrojársela al tipo. Mientras la olía empezamos a besarnos y darnos placer lésbico.
Camila saco un dildo plateado, y mientras me chupaba el ano comenzó a introducírmelo de a poco, jugando con mi culito.
Mientras lo hacía podía ver como la verga del señor se volvía a poner dura.
Temblaba ante la idea de saber como me iba a destrozar el culo semejante verga, pero a la vez estaba super excitada y expectante.
Me puse en cuatro en la cama, a la espera del intruso.
Cuando la pija fue entrando sentí que me iba a morir, pero luego ese dolor se fue transformando en placer, al menos el tipo era mas delicado que con el pete.
Mi culo se lo agradeció, fue despacio agarrando el ritmo de a poco.
Iba siguiendo el ritmo que yo le marcaba, hasta que yo misma empecé a mover las caderas para que me dé más duro.
Me empecé a colar los dedos mientras Camila se tocaba delante mío.
“¿Te gusta puta como te rompen el orto?”
“Me encanta, me encanta verte colarte los dedos mientras me hacen la cola, es la mejor decisión que tome en toda mi jodida vida”
En lo mejor que estaba recibiendo pija sonó el teléfono de la mesa de luz, y cuando vi la foto de quien estaba llamando casi se me cae el mundo.
Era la foto de mi mamá, acaso el tipo al que le chupe la pija y me estaba cogiendo el culo como cajón que no cierra ¿era mi papá?
Una mezcla de culpa invadió mi mente junto con ¿algo más? Acaso sentía morbo por la situación que estaba pasando.
Me salí de su verga y cortando el teléfono lo acosté boca arriba y me subí encima de mi papá comenzado a cabalgarlo.
Me acerque suavemente a su oído y le susurre si le gustaba como lo montaba su amada hijita.
Pude notar su cara de sorpresa, pero mas como su pene se ponía mucho más duro. La manzana no cae muy lejos del árbol se suele decir.
Camila me miraba sorprendida de como había tomado la iniciativa y se acercó para que le empiece a chupar las tetas, cosa que hice con gusto.
Luego de cabalgar y que me destroce el ano, seguramente iba a dolerme el culo al sentarme como una semana, mi papá decidió metérsela a Camila mi amiga.
Ahora consciente de que mi padre se estaba cogiendo a mi mejor amiga me calentaba más la idea.
Puse mi vagina en la cara de Cami y se la llené de flujos, tirándole todos los chorritos en la boca.
Camila los tragaba mientras le bombeaban la concha frenéticamente.
“Dame bien rico, cógeme como la trolita que soy”
Ni en mis mas locas fantasías podía imaginar un escenario más perfecto.
Una idea sucia se cruzó por mi cabeza.
Si sabía que papá cogía tan bien y tenía un pene tan rico me lo hubiese tirado hace rato. Ahora que conocía su secretito se terminó eso de regatearle dinero a su hijita.
Cuando papá estuvo a punto de correrse, nos arrodillamos para recibir su lluvia de lechita caliente directo en la cara.
Era increíble la cantidad de semen que puede almacenar un hombre adulto, no tardamos en estar bañadas en su flujo viscoso y blanco.
Nos miramos y nos reímos de lo puta que nos veíamos y comenzamos a lamernos entre nosotras.
Cuando terminamos nos vestimos y papá nos pagó, me sorprendí cuando vi la cantidad de dinero que nos dio.
Mas tarde en casa ya completamente calmada y acostada en la cama me sentí un poco culpable por mamá.
Y también algo enojada, el mismo hombre tacaño que no quería darme dinero para salir se gastaba la plata en mujeres de la edad de su hija.
¿Y si se cogía mujeres de la edad de su hija porque tenía la fantasía de hacérselo a ella?
Era un enfermo si pensaba así seguramente. Pero si soy honesta yo también seguí con su jueguito incluso sabiendo que era mi papá.
Leve mi mano a mi entrepierna y me metí los dedos, cuando los retire estaban empapados en flujo.
Supongo que no era quien para decir nada, era igual de pervertida que él.
Decidí ir mas lejos y le mandé a papá la foto de mis dedos, diciéndole que me sentía confundida por lo que había pasado, pero también excitada.
Unos corazones aparecieron, lo tenía en el bolsillo.
“No te preocupes papi, tu secreto está bien guardado conmigo, eso si, la próxima vez que te sientas con ganas de gastar dinero en una puta cualquiera podés recurrir al bombón de tu hija, esta vagina está disponible para vos las 24 horas”
Y le mande una foto de mi concha bien abierta y mojada para acentuar mi punto.
“Me voy a pegar una duchita y mamá me dijo que se va a quedar en casa de los abuelos unas dos horas mas ¿me querés acompañar papi?”
Me desnudé y fui hasta el baño cuando lo vi aparecer con la pija bien dura.
Abrí la ducha y entre, no paso mucho cuando mi papá hizo lo mismo entrando y cerrando las cortinas. Los aplausos no tardaron en oírse seguidos de mis gemidos.
Algo me decía que iba a ser un verano bastante caliente.