Mi suegra me excita mucho, es una mujer un poco más grande de edad que la mía obviamente, pero tiene un bonito cuerpo, todo natural, unas tetas grandes y bien posicionadas, un culo mediano pegándole a grande, cuando la conocí no me llamo la atención, pero poco a poco con el tiempo la fui viendo más seguido, hasta que un día me pidió que le ayudara con unas cosas y fui tras ella, en el trayecto vi a su trasero y me llamo mucho la atención, cómo se movía al caminar, a ella le gusta ponerse ropa cómoda, casi siempre trae mayones y se le marca su trasero y su calzón, desde ese momento no dejo de pensar en ella y cada que puedo le dedico una paja, en algunas ocasiones le tomo foto a su culo y voy corriendo al baño exclusivamente a masturbarme mientras veo la foto de su culote.
Un día mi esposa y yo fuimos a su casa y en un momento mientras ellas salieron a comprar decidí buscar su ropa usada pero no la encontré y regresaron demasiado pronto, en otra ocasión volvió a pasar lo mismo y nada, como tres veces más y no encontraba nada, para mí era un tesoro anhelado, hasta que un día encontré por lo menos su cajón de ropa interior limpia, sin dudarlo tome varias bragas y las olí aunque no me llegaba su esencia pude tener por primera vez su ropa interior en mis manos así que saque mi verga y comencé a masturbarme con sus calzones hasta que sacie mis más bajos instintos, obviamente no me vine en ellos en ese momento, pero sabía que lo haría en algún momento.
Pero aún me faltaba la joya de la corona encontrar su ropa interior usada y seguí intentando hasta que un día pasé a su baño y vi algo que me alegro el día, ahí estaba un calzón de mi suegra lo tome en mis manos y rápidamente lo olí y me llegó un poco de su fragancia, inmediatamente saque mi verga y comencé a masturbarme con ese delicioso regalo de mi suegra hasta venirme.
Por fin lo había logrado pero faltaba algo más ya que no era tan fuerte su esencia, así que paso el tiempo y cierto día fuimos de visita nuevamente y al pasar para ir al baño antes de entrar vi un cesto de ropa sucia y lo primero que estaba hasta arriba eran unos calzoncitos de mi suegra, inmediatamente los tome y me metí al baño y para mí suerte esos eran los calzones de mi suegra que siempre había soñado, estaban húmedos todavía de dónde pone su rica vagina, todavía lo recuerdo y me la vuelvo a jalar pensando en esos calzones con su rica y deliciosa esencia, en ese momento aspiré toda su fragancia y le di una pequeña probada de lengua a ese calzoncito y siempre que veo a mi suegra recuerdo ese momento y le sigo viendo el culo ya que a veces se le transparenta su calzón que tanto me excita, espero encontrar más calzones recientes de ella y seguir contando más y mejores anécdotas, por el momento gracias por leer y espero escribir pronto…