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Me follo a mi cuñada y mi esposa nos observa
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Mi cuñada Sofía es una chica de 18 años, desde que la conozco nunca la he visto con novio a pesar de ser muy linda, es delgada y alta, casi de mi estatura 1.70 m no es muy voluptuosa pero tiene equilibrado su cuerpo, tetas y culo hermosos, que parecen de gym, le gusta usar ropa ajustada y le resalta lo esbelto de su cuerpo.

Todo empezó con una plática que ella tuvo con mi esposa, le platico, que últimamente se sentía deprimida, y sola, no sabía por qué no podía tener una relación duradera, sus pretendientes no pasaban a nada, y siempre se quedaba con las ganas de algo serio. Por eso nunca accedía a tener sexo con ellos tan pronto, por temor a que solo la usaran y después la dejaran. Sofi fue directa con mi esposa y le dijo:

–Quisiera sentir la pasión de un hombre en la cama, y quiero que sea Dani quien me ayude con eso, sé que ustedes son muy liberales, y podrían entenderme mejor. Además me da seguridad que sea alguien que conozco de hace tiempo.

Jessi me contó lo sucedido y no pude creerlo, de inmediato me vino una erección tremenda, mientras me daba detalles de su plática con su hermana, cuando terminó le pregunt´r que opinaba y me dijo que no sabía como tomarlo, que nunca pensó que algo así se podría presentar, me dijo no estar lista, y honestamente no podría compartirme con su hermana, una cosa era tener una relación liberal y abierta con personas que si nos sentimos incómodos podemos sacar de nuestras vidas fácilmente, pero con su hermana era diferente.

Me preguntó que pensaba yo y mi respuesta fue un poco nerviosa porque se lo fuera a tomar a mal, le dije que yo estaría dispuesto a complacer a Sofi, siempre y cuando ella estuviera dispuesta, y cuando ella se sintiera lista.

Al parecer tomó bien mi respuesta, y dijo que lo pensaría, pasaron un par de días y después una semana, y no volvimos a comentar nada al respecto. Se acercó el cumpleaños de mi suegro, y fuimos a su casa a comer, cuando vimos a Sofi nos invadió una incomodidad, que podía notar a kilómetros de distancia. Hablo por mí, pero supongo que los tres no podíamos sacarnos de la cabeza aquella propuesta de Sofi.

Al terminar la noche, mis suegros subieron a su recamara y nos quedamos los tres solos bebiendo unos tragos, Sofi tomó la iniciativa, y pregunto:

–Ya platicaron de eso? ¿Qué dicen si me ayudaran?

Jessi respondió:

–Si ya lo platicamos y creo poder con esto, solo promete que nada cambiará entre nosotras.

Nos pusimos de acuerdo de como sería, lo haríamos en un bonito hotel, yo pasaría por Sofi después de nuestros trabajos ya que salimos a la misma hora, y Jessi nos esperaría en el cuarto de hotel, ella lo decoraría para crear una atmósfera romántica, y preparar todo para el primer encuentro sexual de su hermana.

En el camino le pregunte a Sofi si nunca había tenido sexo, a lo que respondió que si había tenido pero había sido desagradable, su primera vez fue en una peda, y el sujeto con el que fue estaba muy borracho y no duro más de 5 minutos, y otras 2 ocasiones le paso lo mismo así que decidió no darle el gusto a sus pretendientes o novios, de tener sexo si no iban a tener una relación formal y duradera. Y que su primer encuentro con ellos tenía que ser romántico y disfrutable.

Aproveche y le pregunte por que me había escogido a mi, me respondió que en una ocasión escuchó hablar a mi esposa con un tal Oscar, se hablaban cachondos y creía que me engañaban, y que en otra ocasión me había escuchado en una llamada con una mujer, alcanzo a escuchar que la vería al día siguiente en su casa, y me despedida con un “nos vemos chula”, eso y otras cosas le llevaron a pensar que nosotros llevábamos una relación abierta y teníamos sexo con otras personas y era consensuado por ambos. Eso despertó en ella el morbo y empezó a verme con otros ojos, hasta que se armó de valor y le propuso esto a su hermana.

Todo lo que Sofi me decía me iba poniendo duro cada vez más, al llegar al hotel yo ya tenía una erección incontrolable, le tuve que decir que se adelantara a entrar, mientras me daba unos minutos en lo que acomodaba mi verga para que no se me notara tanto, no quería incomodarla.

Cuando entre Jessi me recibió con un beso y me dijo que me duchara, después de Sofi. Ambos limpios bebimos unos tragos, para empezar a relajarnos, cuando note que Sofía estaba más suelta la tome de la mano y la lleve a la cama, empecé a besarla y acariciar sus piernas, ella me tomaba del cuello y me besaba con más intensidad a cada segundo. Me acostó en la cama y se subió encima de mi, empezamos a besarnos mas y mas, mientras fajábamos aun con ropa. Mi esposa estaba sentada en una pequeña mesita que teníamos frente a la cama, observando como me saboreaba su hermana, y lentamente bajaba mi mano hasta su nalga y las apretaba,

Le quite la blusa a Sofi y traía una linda lencería negra, invertir la posición y ahora ella estaba recostada, sin blusa, le bese desde el cuello hasta donde iniciaba su pantalón, con delicadeza se lo quite dejándole su tanga, empecé a besar toda la zona de sus caderas, muslos, entrepierna pero sin llegar aún a la vagina, quería que se fuera calentando, y al parecer si funciono porque empezaba a soltar pequeños gemidos, intentando ser silenciosa, tome eso como una señal y le hice a un lado su tanga para empezar a comerle su vagina, empecé con lengüetazos lentos desde su ano hasta su clítoris, cuando llegaba al centro le metía mi lengua lo más profundo que podía, para ese momento ya estaba toda mojada de su vagina, y sus líquidos sabían exquisitos.

Después de su primer orgasmo con mi oral me desvestí y la abrí de piernas, empecé a sobarle la vagina con mi pene, y se lo fui metiendo lento mientras la besaba, una vez le metí todo mi pene, empecé a penetrarla rápido, no era tan duro pero si la bombee constante, hasta que me pidió más a gritos, yo estaba de rodillas y ella acostada boca arriba enfrente de mí, la tomé por los tobillos y la partí duro, no pude resistirme y empecé a besarle y pasar mi lengua por sus dedos, le vino otro orgasmo que pude sentir sus palpitaciones en todo mi pene.

Cuando le saque mi verga para cambiar de posición estaba toda la sábana de la cama mojada. Sabia que estábamos haciéndolo bien, y se veía en su cara que ya le hacía falta una buena cogida. Por esos minutos que se me hicieron eternos, nos olvidamos por completo de mi esposa, era como si no estuviera ahí, Sofi y yo éramos uno en ese momento, nos olvidamos del mundo y solo nos dedicamos a disfrutar.

Me acosté en la cama y ella se subió de frente a mi empezó a moverse rico y lento mientras me besaba el cuello y me decía al oído lo bien que la estaba pasando, empezó a cabalgar en mi verga rápido pero a un ritmo constante, me tomo las manos y me las puso en sus pechos, empecé a apretarlos y jugar con sus pezones, estaba a punto de tener otro orgasmo que se dejó caer en mi pecho, la sujete a mi con un brazo y con el otro su culo, la folle duro y rápido, mientras ella me enterraba las uñas en mi cuello, y con gemidos me pedía mas y mas hasta que sentí un chorro salir con presión, y bañarme todo el pene de sus fluidos.

Nunca había estado con alguien que se mojara tanto, la cama estaba toda manchada, por lo nos paramos, y empezamos a besarnos de pie, mientras la besaba veía a mi esposa, sin ropa masturbándose, eso me calentó demasiado, que iba a estrenar una posición nueva.

Entre besos tome una pierna de Sofi y la subí a mi cadera, le dije que se sujetara fuerte de mi cuello porque la iba a cargar, ella obedeció, y le metí el pito cuando ya estaba adentro la cargue y subí su otra pierna a mi cadera ella estaba colgando de mi cuello y se agarraba con las piernas también empecé a follarla lo más fuerte que pude, de lo mojada que estaba y lo abierta de piernas que la tenía se empezó a escuchar como aplausos y llenó el cuarto de gritos y gemidos, pasaron unos minutos y ya no podía mas con su peso, le metí el pene hasta el fondo y camine con ella aun en mis brazos y colgando de mi hasta la mesa donde está Jessi, puse a Sofi encima de la mesa sin cambiar de posición ni sacarle la verga, las hermanas estaban juntas, Jesi se paró y me empezó a besar mientras yo me follaba a su hermana, me consumió el placer y termine dentro de Sofi, salieron fuertes chorros de semen, Sofi quedó recostada en aquellas mesa recuperando la respiración mientras su hermana me limpiaba la verga con su boca.

Nos acostamos a los tres por un momento. Yo también aun no recuperaba la respiración, las tenía en mis brazos una a cada lado. Por un momento me sentí soñando, teniendo a dos hermanas desnudas a mi lado y ambas eran un tremendo deleite. Después de unos minutos tomamos una ducha los 3 juntos y nos preparamos para irnos.

Dejamos a Sofi en su casa y nosotros nos fuimos a la nuestra a follar como locos. Mi esposa me confeso que por un momento sintió celos, y no se creyó capaz de seguir viendo, porque parecía que ni nos acordamos que ella existía, pero se calmó y se dijo a si misma que su hermana tenía derecho a disfrutar del sexo como ella lo hacía. También me confesó que pensó en unirse pero no quería romper con la atmósfera de pasión que teníamos Sofi y yo.

Después de cierto tiempo lo repetimos, y empezamos a hacerlo más frecuente, hasta llegar a hacerlo una vez al mes. Después de un par de encuentros Jessi dejó de ser observadora y participaba, a mi me encantaba y llenaba de morbo ver como dos hermanas se comen el coño.

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