Sentada en el sofá con tu libreta cuando he entrado y me he acercado. He levantado la cabeza buscando tu mirada y he empezado a besarte. Me has correspondido y he empezado a tocarte sobre las ropa, pasando la mano sobre tu cuerpo, apretando tus tetas, bajando por tu abdomen y tu cintura, pasa seguir, notando como separas las piernas para dejarme entrar. He metido la mano entre tus muslos, acariciando tu coño sobre las medias. Se notaba caliente la zona, y te he besado más fuerte. Tu cuerpo se ha arqueado al sentirme y he comenzado a jugar con tu coñito, aún sobre las medias, notando como tu cuerpo hace movimientos acomodándose a mi mano, contoneándose, dándome a entender que te gusta, eso me excita más aún.
Entonces he empezado a desnudarte comenzando por la parte de arriba, dejando tus tetas libres para saborearlas con mi boca, apretarlas, sentirlas en mi cara, morderte los pezones, estirándolos. Que dulces los tienes, me encantan. Te he dado la vuelta, apoyándote las manos en el sofá dejando tu espalda libre. He pasado mi lengua a lo largo de toda ella, recorriéndola, agarrado a tus tetas, mordiendo tu cuello. Y he vuelto a bajar por tu espalda.
Me he separado para mirarte y he azotado tu culo. He bajado tus medias para desnudarte completa, y así más, eres hermosa, más aun. Con mis manos he recorrido tus piernas de abajo a arriba, hasta tu ingle. Me he arrodillado detrás de ti y he empezado a lamerte el culo, mordiendo tus nalgas. Tienes un culo maravilloso. He bajado la boca hasta tu coño, así, desde atrás, para pasarle la lengua. Entonces en pie, detrás de ti, he empezado a masturbarte. Primero tocándote el coño suavemente, dándote algún azote para que se te caliente el culo. Después te he metido los dedos, y tu coño estaba húmedo esperándome. Te he puesto una mano en el cuello mientras te he masturbo con la otra, y te he levantado el cuerpo pegándote a mí, así puedo ver tu cara guapa mientras te masturbo, observando tus gestos de placer, que te hacen mucho más hermosa, y me entran más ganas de follarte.
Así te he masturbado un rato hasta sentarte en el sofá, abriéndote las piernas porque voy a comerte el coño. He recorrido tus muslos en dirección a tu coño. He empezado a lamerte el chochito, lo tienes delicioso, me encanta. Tus gemidos llegan a mis oídos y me dan fuerza para desearte más, quiero besártelo oyéndote gemir. Mientras lo hago, subo mis manos y recorro tu cuerpo hasta llegar a tus tetas. Mi bulto está hinchado y te está gustando saber que mi polla está dura por ti. Me he puesto en pie, sácala, te he dicho. Y tú, obediente, has bajado el bóxer dejándola salir al aire frente a ti. No he tenido que decirte nada porque has sido tú la que la ha agarrado con la mano y ha empezado a masturbarme.
Me has mirado un par de veces para observar mis gestos de placer, mi cara excitada. Después te la has metido en la boca, primero suave, un poco más, empapándola con tu saliva. Me gusta como la chupas, me gusta tu boca caliente, sentirla en mí, como subes y bajas por ella, degustándola. Lo disfrutas y a mí me encanta que así sea, me gusta verte disfrutar. Entonces la saco y la froto por tu cara, haciéndote sentir su calor, me gusta verte así. Pienso en metértela, pero te dejo un poco más.
Me inclino y te beso, con muchas ganas, mientras he bajado la mano a tu coño y tú me sigues masturbando. Me gusta que nos toquemos así, los dos entregados, disfrutándonos. Entonces separo mi boca y te miro. Eres guapa, muy guapa. Y tu mirada de ojos claros me vuelve loco. Mírame, me encanta vernos así.
Entonces me agacho frente a ti, arrodillado, mi polla justo frente a tu coño. Te miro fijamente a los ojos y me devuelves la mirada. Te hago un gesto afirmativo, sabes lo que quiero decir, y me respondes afirmativamente, con tus ojos clavados en mí. Empujo mi polla hacia ti y te roza el chochito. Los dos estamos deseando que este dentro, hazlo tú, te digo. Y bajas tu mano agarrando mi polla por la base y colocándola en tu entrada. Entra, te susurro al oído. Y te haces un poco más hacia delante introduciéndote el glande, quédate así, te ordeno. Agítala. Obedeces y la agitas con el glande en tu interior. Ahora súbela por tu rajita hasta tu clítoris. Empiezas a sentir más placer, hay algo que sube dentro de ti y no es solo mi polla. Te vas a correr. No quiero que te detengas, quiero verte así. Y obedeces y te dejas llevar. Empiezas a correrte. Varios segundos. Tu cuerpo se arquea súbitamente. Tu cara se contrae inclinada hacia el techo.
Te relajas y ahora te mueves despacio, suave. Y bajas a besarme. Me encantas, te digo. Tú no dices nada, eres así, lo demuestras con hechos, pero te sigues moviendo con mi polla dentro, me cabalgas suave. Entonces me dices, algo insólito en ti, córrete tú. Te agarro de la cintura y te ayudo a cabalgar, voy buscar mi orgasmo para dártelo todo. Nos follamos abrazados con los cuerpos pegados, sudando, entregados. Me encanta tenerte así. De pronto me detengo, salgo de ti y me pongo en pie. Tú ya sabes lo que quiero y yo sé lo que te gusta. Te sientas al borde del sofá y me ofreces tu boca. Yo te entrego mi polla, que te metes de lleno chupándola y masturbándola. Lo haces rápido, quieres mi jugo, lo deseas. Así que aceleras el ritmo con mano y boca.
Notas que mis gestos se tensan y sabes que ya va a venir. Dejas que mi semen estalle en tu boca, empape tu cara mientras frotas mi polla por tu rostro, dejando que mi placer se prolongue. Estas tan guapa cuando estás llena de mí. Mi semen cae a tus tetas, tan bonitas. Y te pongo en pie, te abrazo y te subo a mi altura. Entonces te beso, porque esto debe terminar como empezó, con un buen beso. Me encanta follarte.