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¡Me enamoro de ella!
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Rosa María, siempre fue una muy buena amante, era manipulable o tal vez lo sigue siendo, me encantaban las nalgas que tiene, ya les he contado un par de relatos de ella y hoy vengo con uno que recuerdo y me encanta contarlo.

Después de que ella se quedara con el otro compañero y alejarse un poco, todo comenzó a cambiar, de tal forma que una ocasión me pidió que la acompañara a comprar unas cosas a la ‘Merced’, yo acepte ya que nunca deje de interesarme sexualmente en esa hembra.

Ese día vestía muy sexi, una licra color negro súper ajustada que dejaba ver la tanga sobre su ricas y firmes nalgas, una blusa color amarillo pegadísima a su cuerpo ¡uf que par de tetas!

Todo el camino disimuladamente iba tocándole todo su rico cuerpo, cada que podía para abrazarla y darle besos en su mejilla y en su cuello, la verdad estaba excitado y ella también, cuando nos dirigíamos a tomar un taxi la tome del brazo y arrincone en una pared.

L: ¡Rosita, me gustas un chingo, por favor deja a ese wey y anda conmigo!

R: ¡Hay, porque me pides eso, yo no puedo, tu eres joven y yo ya estoy vieja y con un hijo!

J: ¡Eso no me importa, además eres hermosa y yo te quiero y la verdad también te deseo como no tienes idea!

R: ¡Pero chiquito, no se puede!

La abracé y comencé a besarla lentamente, sus labios carnosos y los míos se rozaban y ambos nos fuimos perdiendo sin darnos cuenta que estábamos en la calle, comenzamos a acariciarnos muy sensualmente, entonces ella me miro y me dijo…

R: Quisiera hacerlo contigo, pero no está bien, ¡yo aun ando con él!

R: ¡Nena hagámoslo, además tu sabes que él ya tiene otra y tú, mejor sete fiel a ti!

R: ¡Pero es que no quiero que, por esto, se pierda nuestra amistad!

L: Sabes que esto no es amistad, esto es pasión, tú me deseas y yo a ti, ¡además ya lo hemos hecho antes y sabes que tenemos química sexual!

R: ¡Bueno, vamos, pero aun lugar donde no nos pueda ver alguien conocido!

L: ¡Créeme que a mí no me importaría nena!

R: ¿Aunque estés a punto de casarte?

L: ¡Mis deseos por ti son muchos, me arriesgo a todo con tal de tenerte conmigo!

Tomamos el taxi y llegamos a un hotel que estaba por la zona rosa, estaba bonito, ella estaba un poco nerviosa, la verdad yo también ya que a diferencia de mis otras compañeras a ella si le tenía una estima muy fuerte, ¡pero era tonto ya que me casaría con Lety muy pronto!

Comenzamos con besos suaves y ricos, nos empezamos a desvestir mutuamente, nos recostamos en la cama y comencé a besarle todo su cuerpo, hasta que me detuve en su vagina, comencé a hacerle sexo oral, la verdad me supo a gloria, ella se quejaba tan excitantemente que yo solo podía seguir chupando, al mismo tiempo ella llevó su mano a mi verga y comenzó a masturbarme, su manita suave me daba la más deliciosa masturbación de mi vida, me puse de pie y ella sin dudarlo comenzó con un sexo oral muy tierno y rico, lamia cual si fuera paleta y también chupaba, estábamos excitadísimos!

L: ¡Nena que rico, uf!

R: ¡Nadie la tiene como tú, que Grand y dura, me encanta!

L: ¡Bebe, déjame metértela ya!

Me acosté encima de ella y comencé a penetrarla suavemente, ella gemía y al mismo tiempo me decía "es la más grande que me ha entrado, despacito por favor”, yo lo hice así, ella apretaba muy bien y se movía lento pero rico, comencé a moverme más rápido mientras nos besábamos pasionalmente, llevé mi lengua a sus pezones erectos y comencé a lamérselos y morderlos suavemente, esto la estremecía mucho y generaba un movimiento delicioso de sus caderas

R: ¡Que rico Luis, no pares ah!

L: ¡Me encantas, te hare mía!

Me acosté y ella se subió, comenzó a cabalgar suave y rápido en mí, era exquisito, ella se movía y yo seguía chupándole las tetas y acariciándole todo su cuerpo, ella se movía cada vez más rápido hasta que se vino, ¡sentí como su juguito mojaba todo!

R: ¡Perdón bebe, pero estoy excitadísima!

L: ¡No te preocupes nena, ahora yo me hare cargo!

La puse en cuatro y comencé con el mete y saca, le apretaba sus ricas nalgas, ella movía el trasero riquísimo, la sensación era maravillosa para mi verga dura, ella gemía y me decía que me quería, que dejaría a su pareja por mí, eso me excitaba y se la dejaba ir más rápido, ¡ella se movía maravilloso!

R: ¡Ah, Luis sigue, que rico, que rica verga, dios mío!

L: ¡Uf, que culazo eres nena, no sé qué haces con ese cabro!

R: ¡Pero tu coges rico, tu si sabes uf!

L: ¡Nena que rico, me pones a mil, me vas hacer que me venga!

¡Me pidió que me viniera adentro, yo, aunque dudando lo hice y ambos gritamos de placer, descansamos unos minutos y nos aventamos otro round, esta vez sentados en el sofá que estaba ahí, ella se daba majestuosos sentones, yo le apretaba las tetas fuertes!

R: Dios amor, que rico, que rico coges

L: ¿Estas gozando Rosita?

R: ¡Si…! ¡Qué pregunta es esa!

L: ¡Toma!, toma toda nena!

¡Nos movíamos como locos yo jugaba con sus tetas y al mismo tiempo metía mi dedo para estimular su clítoris!

¡Decíamos cosas al oído, nos mordíamos todo, que rico sexo!, todo estaba tan delicioso que ambos llegamos juntos, nuestras venidas se combinaron y batimos todo, salimos apresurados por el tiempo, ese día me dejo en el metro y ella siguió su camino, pero el lunes encontré una carta de ella en mi escritorio que decía:

“Sabes, comprendí mi error yo debí de haberme quedado contigo, te quiero, me gustas como hombre y ser humano, ahora también sé que tu dejarías a tus amantes por mí, ya que yo te quisiera solo para mí, pero bueno creo que solo me tendré que quedar con lo del sábado, no olvidare como hicimos el amor y como me penetrabas tan deliciosamente que hasta el día de hoy me masturbo solo de recordarlo, llevo la marca de tu pasión en mi cuerpo, en todo mi ser, cada noche recordare como llevabas a tu boca mi vagina y me estremecías tanto, como mordías mis pezones y como devorabas cada parte de mi ser.

Te deseo lo mejor, obviamente no volverá a pasar, pero espero que nunca me olvides porque yo no lo hare, te amo y aunque me duele no estar a tu lado, yo siempre te llevare en mi corazón, cuídate mucho y se feliz”

ATTE: Rosa Maria…

PDT: TE AMO CHIQUITO…

Eso fue lo único que me dijo, una semana después ella se fue a Tamaulipas y hasta el día de hoy no puedo olvidarla.

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