Iker me había declarado su amor. Para mi el amor siempre había pasado a segundo plano, había tenido tantas chicas y me había acostumbrado a no comprometerme sentimentalmente con las personas que follaba que estas palabras, tan simples, para mí desataban una catarsis reflexiva. ¿Qué sentía por Iker? ¿Me proyectaba en algo con él? una vendaval de preguntas dieron vuelta aquella noche por mi cabeza.
Anduve varios días con muchas dudas en mi cabeza. Por suerte, tanto Iker como a mi, esos días fueron con mucha carga por lo que nos vimos poco. Un día Iker me llama temprano en la mañana, que el jefe le había ofrecido unos días libres y un colega le ofertaba alquilar un piso que tenía en Ibiza por un fin de semana. Le acepte la invitación ya que sería un bonito panorama, además iríamos solo los dos (Iker habría conseguido con quien dejar a Iñaki) por lo que podríamos aclarar bien lo que sucedía entre los dos.
Era una semana la que Iker tendría libre pero solo nos iríamos una noches, la idea no era dejar mucho tiempo a Iñaki solo, iba a ser la primera vez que se iba a quedar con alguien que no era ni uno de los dos. Partimos un viernes en la tarde noche, para llegar de noche al piso que tenía una hermosa vista hacia él mar. Era pequeño y de un ambiente, estaba completamente equipado y en una zona de restoranes y locales. Esa noche salimos a comer en un local que servían productos del mar, luego Iker me pide ir a bailar ya que desde hace mucho no lo hacía, por lo que salimos en busca de un lugar donde poder hacerlo. La noche de Ibiza estaba tan rica que caminamos por la ciudad, recorriendo varias cuadras y zona bellas, donde nos deteníamos a mirar y sacarnos fotos. Iker me pedía sacarme casi todas las fotos besándonos, yo le seguía el juego pero no tenía claro que era lo que ocurría entre nosotros, lo único era que no me desagradaba para nada lo que ocurría.
Entramos a un local, era una discoteca gay, el ambiente no nos fue muy agradable por lo que nos fuimos. Llegamos al piso e Iker me besa, yo siento la plenitud del momento y quiero que no termine nunca. Nos echamos sobre el sofá que hay y nos acariciamos, entre besos y caricias, comenzamos a desvestirnos para prontamente estar desnudos. Él me besa y me dice que no quiere tener solo sexo, sino que hagamos el amor, lo beso intensamente y con mi mano la deslizo por su espalda hasta llegar a su trasero. El por su parte me tiene sujeto de la cintura, muestras pijas están al cien y chocan entre ellas. Me toma de la mano y me lleva hasta la cama donde nos recostamos, ambos desnudos solo nos acariciamos, el en un momento me dice que me ama, yo le respondo que también. No sé si es por el momento que vivíamos o porque realmente lo sentía, pero esas palabras me salieron sin yo quererlo.
El me besa todo el cuerpo, yo siento un placer como nunca antes, para luego comenzar a chupar mi verga mientras sostiene su mano derecha estrechada a la mía. Se incorpora nuevamente y volvemos a besarnos. Jugamos en la cama, reímos y nos amamos. Me deslizo yo por el cuerpo de Iker hasta llegar a su pija, me le echo a la boca, así estoy un momento. Mi excitación es tal que de un momento a otro me acomodo por encima de él, mientras lo beso acomodo mi culo por encima de su verga y, apenas puedo, la introduzco completamente por mi culo. El dolor no fue más que el placer que sentí al ser penetrado, estrechos ambas manos con la de él y comienzo a mover mi cuerpo mientras apasionadamente nos besamos, así estamos un buen rato hasta que él de improviso me toma de la cintura y de un solo impulso nos gira a ambos, sin sacar su pija de dentro de mi cuerpo, ahora el pasa a estar encima y yo abajo con las piernas abierta. El movimiento es cada vez mayo y el placer también, la aceleración es tal que ya mi cuerpo no guanta de placer y me voy sin tocarme ni nada. Iker me levanta y me besa, ambos estamos mirándonos a los ojos, comienza la aceleración final hasta que siento tres chorros caliente dentro de mí.
Caímos en la cama, ambos exhaustos de placer, nos miramos y nos besamos. Me acerco a él y le pregunto si está seguro que me ama, el responde que si, así le digo acaso quiere ser mi novio y el sonríe, me besa y me responde por supuesto. Nuestra noche de pasión sigue hasta bien entrada la noche, a la mañana siguiente temprano bajamos a la playa, corrimos y nos bañamos en el mar, somos dos como dos adolescentes enamorados. En un momento Iker se me acerca y me dice que quiere que lo hagamos.
Volvimos al piso, no alcanzamos a entrar cuando Iker ya está de rodillas buscando mi pija, la mama un buen rato para luego exponer su culito, me pide jugar con él. Luego de un buen rato jugando con el culo de Iker ya está bien dilatado, es por eso que lo acomodo y me tomo la tula con la mano y la escupo. Así estuvimos con la folladura un buen rato hasta que ambos nos fuimos. Nos metimos a la ducha y seguimos toándonos y manoseando nuestro cuerpo. Salimos de la ducha y vemos a hora, pronto sale en avión y tenemos que irnos de vuelta a Madrid.
Bajamos del piso, nos subimos al taxi que nos llevará al aeropuerto, dejamos atrás Ibiza y antes de partir, un beso para coronar el momento.
Continuará…