Me llamo W y tengo 20 años. Estoy en una universidad donde estudio ciencias naturales en la ciudad. Aquí conocí a M. Él es alto, no es muy musculoso pero está un poco marcado en el abdomen y en la entrepierna. Desde que lo vi me gustó, pero decidí empezar todo con una amistad y compañerismo.
Era viernes a la tarde y me anime a ir a un gimnasio que está a unas pocas cuadras de la universidad que es la misma a la que asiste M, por lo que fui con él. Estuvimos una hora hasta que ya comenzó a caer la noche, así que ambos nos dirigimos hacia las duchas.
Entramos vi había varios hombres musculados sudando, algunos dejando ver su cuerpo desnudo, pero intente no verlos para no excitarme y generar un clima incómodo. Estaba sacando mis cosas para bañarme cuando de reojo veo que M se baja el pantalón y el bóxer de un tirón, haciendo que salte un pene algo corto pero muy grueso. Agarro sus cosas y se dirigió a la ducha. "Esto es un palo" pensé. Yo me desnude también dejando ver un cuerpo algo marcado también pero nada comparado al de él. Y mi pene dormido mide 13 cm, tal vez un poco más grande que el de M. Me fui a las duchas y para mi sorpresa eran todas descubiertas, así que íbamos a tener que vernos desnudos. Todo transcurrió normal pero no faltaron las miradas hacia nuestros cuerpos, un espectáculo. Me di cuenta que nuestros miembros quedaron algo gomosos por lo que ya pensaba en la paja que me iba a hacer cuando llegue a casa.
Cerré mi ducha y me tape con la toalla para dirigirme hacia los lockers. Mientras me cambiaba sentí una mano en mi hombro, me di vuelta y era M también con una toalla en la cintura y riéndose.
-Eu, querés venir a comer a casa?
-Si dale, de una.
Estaba gritando por dentro.
Fuimos a su casa en colectivo y en el camino compramos unas pizzas. Yo ya me imaginaba todo lo que iba a suceder porque, si bien teníamos una linda amistad, teníamos cierta onda y después de ver nuestros cuerpos no veía otra forma de acabar la noche.
Entramos a su departamento y dejamos todas las cosas en el piso.
-Podes preparar la comida y la bebida mientras yo me pongo algo de entrecasa?
-Sisi no te preocupes yo hago todo
Puse las dos pizzas sobre una mesita y me senté en el sofá esperándolo. Al poco tiempo se sentó en la otra punta del sofá con una musculosa negra y un short muy corto que le quedaba algo holgado y le marcaba un paquete apetecible.
Cenamos, nos reímos y comenzamos a tomar un poco. Pusimos una película gay de fondo y nos miramos a los ojos. Levanto su pierna derecha sobre el sofá mostrando su pija salir por el costado de su muslo. Ya estaba excitado por lo que era más grande y sin dudarlo la empecé a masajear mientras él me agarraba de la nuca y me besaba fogosamente. Me subí arriba de él y le saque la musculosa, le tocaba sus pezones y su pecho con algo de pelo y el solo gemía mientras me tocaba el culo. El me saco mi remera y mi pantalón dejándome en bóxer que ya estaba algo mojado con líquido pre seminal. El me chupaba mi verga sobre el bóxer mientras metía su mano entre mis glúteos. Estuvimos un tiempo donde nos besamos todo el cuerpo mientras iba llenando de saliva mi agujero, se sentía muy rico. Después de un tiempo de besos hicimos un 69 y nos chupamos la pija hasta casi acabar, pero paramos un rato para movernos a su cama.
Ambos resultamos ser versátiles así que nos deparaba una larga noche. Primero fue mi turno de ser pasivo, me puse en 4 y abrí mi culito para que me llene de lubricante y después me meta sus ya 17 cm pero estoy seguro que me ganaba en espesor. Esa verga era muy gruesa, de las que me encanta tener en la boca pero nunca las tuve en mi culo por lo que estaba algo asustado. Por suerte fue despacio y me penetró unos largos minutos en distintas posiciones hasta que me acostó boca arriba, se sacó su pija de mi culo, se sacó su preservativo y me lleno de leche. Por más que no lo haya cogido yo ya estaba por explotar así que me senté y puse su boca en mi pene para que se tome todo mi semen que salía en un profundo orgasmo.
Los dos nos tumbamos boca arriba. Nos miramos, nos besamos, tomamos aire y empezamos de nuevo. Esta vez yo lo penetraba y así estuvimos otros largos minutos. Cuando estaba por acabar nos sentamos en el borde de la cama y nos empezamos a masturbar con la mano del otro. Lo veía a él sudado y gimiendo, agitando mi pene con fuerza y acabe con largos chorros de semen al mismo tiempo que él. Nos besamos nuevamente y nos fuimos a bañar. Pasamos el resto de la noche viendo una serie y luego dormimos juntos. A la mañana me tenía que ir temprano pero no sin antes arreglar para repetir lo vivido.