Soy de Venezuela, quiero contarles cogí a la amiga de mi hermana mayor… En aquel momento estaba empezando mis 20, todo sucedió cuando ella estudiaba en una región distinta a la que vivimos.
Ella mayor que yo por pocos años, digamos que ella tenía 27 pero muy vividos y de manera muy perra. A Yalibert, que es su nombre, le han y le han gustado siempre los hombres menores. Yalibert me pidió que fuera a la región donde estudia, yo sabía su intención y me decidí a viajar. Llegue a la residencia de estudiantes donde ella vivía (la cual era una feria de sexo) y allí me quede con ella.
Fue maravilloso aprender de manos de una experta. Al llegar me pide que me bañe y así estar cómodo, lo hice, comí algo y me bañé. Al salir del baño la encuentro desnuda completamente y me pide que le haga sexo oral ya que no aguanta la calentura, yo sumiso le hice caso y le empiezo a comer el clítoris, ella se revolcaba de placer, le hundí mi lengua en su cuca luego en el ano hasta que empecé a sentir que estaba teniendo su primer orgasmo de ese fin de semana.
Luego de sentir su néctar en mi boca me recosté para pedirle una mamada en mi pene, el cual estaba muy erecto, Yalibert como toda una experta me da una mamada espectacular, al punto de pasar su lengua en mis bolas y meterlas en su boca. Yo apenas logro pellizcar sus pezones, lo que hace que ella se encienda nuevamente y noto que de su cuca nuevamente salen jugos; debo reconocer que tanto su concha como su culo eran hermosos y es fin de semana ambos fueron para mí.
Al pasar los minutos ella aun haciéndome un oral, ya no aguanté y terminé llenando toda su boca de mi leche, ella solo la trago y me dijo lo que caliente y rica de mi leche y que era el mejor sabor que había probado. Esas palabras me encendieron y al cabo de unos segundos se me volvió a poner duro mi trozo de carne y decidí embestirla que fue la razón de mi visita, es cuando le digo que se ponga en cuatro y la penetro por en su concha pero dándole con todo la fuerza que con 20 años podía (se imaginaran el vigor que se tiene a esa edad).
Luego de varias posiciones, ella me dice que quiere cabalgarme porque así va a conseguir un doble orgasmo, yo decido hacerle caso y la dejo cabalgarme, me dio unas tremendas sacudidas hasta que observe su cara como sus ojos quedaban en blanco y sus gemidos retumbaban en la habitación, había tenido un orgasmo que le lubricó toda su concha, no sabía cómo secar todo ese jugo y tuve que voltearla para hacerle un oral y así chupar aún más sus fluidos restantes.
Luego, me ha dicho lo logre porque tenía algunos días sin conseguir un buen orgasmo.
Acto seguido la volví a colocar de perrito y le hundí mis 19 cm hasta que volvió a gemir y es cuando se acerca a la puerta de la habitación una amiga de ella que compartía residencia y le pregunta si está todo bien, es entonces cuando ella responde que Sí que esta perfecta mejor que nunca y que luego sale y le cuenta.
Al poco instante de seguir bombeándola yo estaba a punto de explotar y le dije que se prepare que le voy a llenar la concha de leche y ella solo asiente con la cabeza en señal de aprobación y me viene el orgasmo al punto de escurrirle mi leche desde lo profundo de su concha hasta caer sobre las sabanas. Le dije has dejado exhausto, a lo que ella me responde que apenas es el primer día.
Descansamos y al llegar la noche, le pido que me permita tomar su culo, esa ano que me traía loco y que nunca lo había penetrado, es entonces cuando me dice que eso lo haría siempre que primero le haga un oral como el que le hice más temprano, obviamente le volví a comer el clítoris y una vez le pasaba la lengua y abría su culo con mis dedos lograba notar que ya por su excitación me diría que si a lo que pidiese.
Así logro aprovechar su dilatado ano y su orgasmo para introducir mis 19 cm en ese culo, a pesar de su dolor inicial no podía dejar de volverme loco sus gemidos de placer y lo apretado que estaba ese ano que hacía que mis pene quisiera explotar, pero logre mantenerme si acabar y seguí estimulando su concha, hasta que sentí que nuevamente se venía pero esta vez lo hicimos al mismo tiempo, de su raja salían sus jugos producto de su excitación y orgasmo y de su culo salía mi leche, ya que yo también había llegado dentro del fondo de su cuerpo. Así pasamos un fin de semana divino que aún recuerdo como algo especial.
Espero les haya gustado esta confesión y luego contaré como me fue con el resto de compañeras de su residencia.