¿Cómo están? Hoy les voy a contar cuando me cogí a una señora de casi 60 años, pero no crean que es una mujer ya viejita, que con trabajos se puede mantener de pie, al contrario, no parece tener su edad. Es apiñonada, tiene unas piernas torneadas que le gusta lucir con medias, tiene unos pechos grandes, casi como melones, además tiene nalgas no grandes pero si paraditas. Tiene 2 hijas y 3 nietas. Es la matriarca de una camada de mujeres hermosas y yo creo, y estoy seguro, que varios hombres desearían un palito con ella. Su nombre es Sandra.
Esto pasó en diciembre del 2017, ese día fui a buscar a su hija, ya que tenía que darle unas cosas, ella salió y me dijo que no estaba y que si gustaba me pasara a esperarla.
Yo tenía toda la confianza de ellos, así que entré, pero no pasó desapercibida para mí, ese día traía una faldita gris entallada que marcaba muy rico sus nalgas, unas medias color carne, una blusa blanca con un buen escote se veía riquísima, yo pase y me estaba dando mi tacote de ojo ya que mientras yo estaba sentado, ella me platicaba y movía cosas de su sala por lo que se empinaba y dejaba ver sus piernas, yo no podía dejar de mirarla y disfrutar el show, ella se sentó y en eso recibió una llamada, era su hija, le avisó que llegaría casi a la madrugada.
S: Era ella, ¡que va a llegar hasta la madrugada…!
L: ¡No me diga! mmm pues que le hacemos!
S: Oye porque no te tomas una copita conmigo, ¡para que no te vayas sin nada!
L: Ok, ¡le acepto la copita!
A ella le encanta el ron, así que tomamos una copa de ron y empezamos a platicar, la plática era buena que sin darnos cuenta ya llevábamos media botella y un par de horas, poco a poco los temas de la plática fueron subiendo de tono, hasta que empezó a contarme sus broncas con su marido, que ya no sentía igual, que ella quería hacer el amor y él se dormía, que ya se sentía acabada, que no se sentía a gusto.
Yo la consolaba y le daba ánimo, ella me sonrió y me dijo que sería lindo un hombre como yo para ella, lo tome como comentario y seguimos con las copas, en eso ella poco a poco comenzó a seducirme, me acariciaba con sus hermosos pies por debajo de la mesa, también me acariciaba los brazos y se me acostaba en el hombro, yo no desaproveche y acariciaba sus piernas que siempre me han gustado, en eso ella me dijo que subiría a mover unas cosas, que no tardaba.
Yo estaba en la sala cuando me grito, yo subí a ver qué pasaba y para mi sorpresa la encontré con un leotardo negro escotado, sus medias con su ligero y música de George Michael, ¡dios me quedé anonadado!
S: ¡Que pasa porque te quedas ahí!
L: ¡Pero que hace señora!! ¿por qué esta vestida así?
S: Pues me di cuenta que no quiero amargarme y tú me gustas, ¿así que no quieres aprovecharte de mí?
L: Pero usted es mama de mi amiga, ¡no creo que sea correcto!
S: no te preocupes, yo no le voy a decir y ¿tú?
En cuanto me dijo eso todas las dudas se me quitaron y me lance hacia ella, comencé a besarla con pasión mientras ella empezó a desnudarme, me mordía mis pezones y con sus piecitos me acariciaba la espalda, yo me di cuenta que tenía un cierre en la parte de abajo del leotardo, se lo abrí y pude quitarle la ropa interior para darle unas buenas mamadas, ella gemía y me pegaba más a su conchita depilada y jugosa, al mismo tiempo acariciaba sus tetas de casi 113 cm, me puse de pie y la puse de rodillas para que me hiciera una rusita, dios era maravilloso como sus tetotas masturbaban mi verga mientras que ella al mismo tiempo chupaba y mordisqueaba la cabecita de mi verga, lo hacía genial, se notaba la experiencia en como movía su lengua y sus pechos, le encantaba hacer eso.
L: ¡Que rico lo hace señora!
S: Ya vez, te gusta mi amor, oye, pero dime Sandra o como quieras, ¡pero no señora!
L: Ok chiquita, síguele, ¡sigue mamándome mi verga y sóbame con tus ricas tetas!
Nos acomodamos para un rico 69, adoro esa posición y que mejor con una conchita veterana como la de ella, le devoraba su vagina mientras la mama de mi amiga se tragaba mi verga uhm, que momento, ¡que rico!
Después de eso ella se subió en un rico misionero y sus movimientos eran delicados, se acomodaba de tal manera que toda mi verga le entraba hasta el fondo, yo gemía de placer ya que apretaba de una manera increíble como si tuviera 20 años, comenzó a moverse más rápido mientras yo me comía sus tetas y mordía sus pezones, mientras ella se daba sentones en mi verga, nos pusimos de pie y me pidió que lo hiciéramos parados, ¡fue rico ya que parecía estábamos bailando lambada!
S: ¡Ah, que rico, uhm, que rico!
L: ¡Dios, señora, coges fantástico!
S: ¡No me digas señora, dios!
L: Lo siento, vamos, muévete nena, ¡muévete!
La volteé y la puse sobre un sofá que estaba en su recamara y comencé a darle, sentía una sensación riquísima ya que ella escurría líquidos de su conchita, la embestía duro, ella aguantaba toda mi verga, le apretaba la tetas, me sentía un traidor de primera, ¡pero es que la mama de mi amiga estaba súper rica!
La lleve a la cama y seguí, pero ahora de perrito, ella se movía y me apretaba para que no me despegara de ella, yo la embestía duro, le apretaba sus muslos y sus nalgas, ¡era fenomenal!
S: ¡Así amor, dámela así ah!!!
L: Que rico te mueves, comete mi verga, ¡devórala!
¡Ambos estábamos ya muy excitados así que nos venimos al mismo tiempo, lo increíble es que ella se vino con un squirt sorprendente, me mojo hasta la cara, en eso se volvió a poner en cuatro y me la pidió por el culo!
En lo que recuperaba mi erección, comencé a comerme su culito veterano que estaba delicioso y muy bonito, ella gemía y eso me excitaba más, mi lengua entraba y salía de su ano, ¡el cual a pesar de su edad parecía de una mujer muy joven!
Así que ya listos los dos, la comencé a penetrar por su culo lentamente, sentía como mi verga era devorada por un culo come vergas experimentado, ella parecía que no sentía dolor alguno, en eso me confeso que ama el sexo anal, que incluso se masturba más por el ano que por la vagina, ¡entonces yo no me detuve y comencé a moverme rápido mientras apretaba sus tetas y la nalgueaba!
L: Así perra ¡muévete!
S: ¡No me la saques papi! Cógeme, cógeme!
L: ¡Coge mejor que su hija!!
S: ¡Sabía que te la cogías, ah!
Al parecer no le importo que me cogía a su hija ya hora a ella, ¡que fantasía cumplida! la madre y la hija, me sentía con muchísima suerte, mientras ambos nos movíamos delicioso!
Se la seguí dando, incluso hicimos varias posiciones anales más, su ano apretaba de maravilla, nos besábamos, la estrujaba con todo, ¡mi verga estaba a tope y ella también!
Finalmente, después de varias posiciones anales más, ambos nos venimos nuevamente, ella tenía mi semen en su culo y se tomó una foto, ¡al parecer adora la verga por ahí!
Que sucia era, ahora sabía que su hija heredo lo caliente y puta de ella, me recosté y ella comenzó nuevamente con la rusa, mamaba y masturbaba mi verga con sus tetas que se llenaron de nuestros líquidos sexuales que incluso ya olían mucho en la habitación, unos minutos después me limpié perfume y me dispuse a salir, ella estaba en su sofá desnuda y fumando.
S: Gracias Luis, ¡me hiciste sentir viva nuevamente!
L: ¡No!! ¡gracias a ti por este momento riquísimo!
S: Espero lo guardes entre nosotros, ¡por la amistad que llevas con mi hija!
L: No se preocupe, no se lo diré a nadie, quiero repetir, ¡jajá!
S: ¡Espero podamos pronto!
Me despedí de ella y me fui a mi casa, jamás he olvidado esa noche y siempre que nos vemos nos lanzamos una risita picara, a y si quieren saber, doña Sandra, esa rica madura que me cogí, es madre de mi mejor amiga, ¡es madre de Cindy!
Espero les haya gustado esta historia, que conté con la autorización de Cindy, saludos.