Siempre fui una chica muy dedicada a mis estudios y responsable fui de escuela a casa y viceversa ya hacía varios años que no cogía.
Y cada noche me imaginaba tener un hombre encima de mí, acariciándome, besándome toda, mamándosela y el acariciando mis pechos. Por las mañanas amanecía con muchas ganas de coger y tener una verga dura en mi vagina.
Empecé a frecuentar redes sociales en busca de un hombre ideal y que fuera de cerca. Por supuesto conocí a muchos; pero eran muy feos y no eran de mi tipo. Hasta que por fin empecé a platicar con un hombre morenito flaco de barba.
Comenzamos a platicar de todo un poco; pero no me atrevía a decirle lo que en verdad buscaba. Pasamos 3 días platicando y por la noche de la nada me pidió una foto y le mostré una foto en pijama. Luego me mando una foto de su pene bien parado y enseguida se me antojo y me dijo ahora te toca a ti y le envié unas fotos de mi vagina y dijo que rico cochito tienes.
Y le dije que no me aguantaba por tener su verga en mi vagina y me dijo que fuéramos a un motel al siguiente día. Esa noche casi no pude dormir de los nervios y de las ansias de sentir esa verga tan deliciosa.
Sentía que mi vagina palpitaba.
Hasta que por fin nos encontramos y nos fuimos al motel, mis piernas me temblaban y sentía que mi vagina palpitaba fuerte subiendo las gradas me agarro de la cintura y se recostó un poco olfateo mi cabello y nos metimos al cuarto.
Cerramos la puerta del cuarto, se veía un poco oscuro me puso contra la pared me abrió de piernas y me bajo el blúmer y me dejo ir los dedos delicioso. Yo grite y mis fluidos bajaban poco a poco por mis muslos y el me mordía el cuello. Me saco los dedos de la vagina y me levanto la falda y sentí su pene duro y caliente en mis nalgas.
Levanto mi pierna y me la metió rico, me dolía un poco; pero era más grande las ganas me encantaba sentir su pene duro en deslizando rico en mi vagina y escuchar sus gemidos en mi oreja.
Nos fuimos a la cama, me puse de perrito y me nalgueo y me la metió de nuevo, se movía tan fuerte que sentía que me partía en dos mi vagina. Era tan cabezona y gruesa su verga que sentía que moría de placer, gritaba fuerte, sentía mi garganta seca de tanto gemir.
Después hicimos el 69 empezó a besar mi vagina, la chupaba tan rico y yo me la metía toda a la boca, le daba unos chupetones fuertes a la cabecita de su pene que lo hacía gemir y eso me encendía más porque sabía que lo disfrutaba.
Metía su lengua en mi vagina y la movía en el fondo mientras succionaba sus dos dedos en mi clítoris duro hasta que ya no pude más y me vine en su boca. Pero él todavía tenía un gran aguante.
Me dio la vuelta se escupió su mano y me ensalivo mi vagina y me la metió y se recostó en mi mientras pasaba su lengua por mi cara y la tenía yo toda dentro y yo le susurraba préñame, quiero un bebe tuyo lléname de lechita, mi vagina anda mi amor, la quiero toda.
Eso más lo volvía loco porque más fuerte gemía.
Y cuando sintió que terminaría me la saco y me termino en las tetas. Fue una experiencia deliciosa.
¡¡¡Saludos y besos…!!!