La historia con esta chica empezó cuando en la universidad el profesor nos armó en parejas y a mi me tocó con ella, Dayanne, una chica muy hermosa ni alta ni baja con pelo hasta los hombros, le hablaba poco, pero las pocas veces que nos encontrábamos en la uni o en el salón hacíamos pláticas muy cortas, pero muy agradables.
Gracias a eso no tardamos en ponernos de acuerdo, nos quedamos de ver en mi casa, así pasó los próximos dos días de la semana yendo a mi casa hasta que para el último día ella dijo que fuera a su casa, nos habíamos llevado muy bien por eso supongo que me invitó a su casa, me mataba por ver sus pies, pero los días que fue a mi casa tenía puestos los tenis y en ningún momento se los quitó.
Cuando llegué a su casa y me recibió llevaba puesta una ropa más cómoda a comparación de cuando fue a mi casa, una camisa color gris junto con un pans color negro y para mi sorpresa no llevaba nada en los pies, estaba descalza, no les pude poner mucha atención para que no me mirara viéndoselos.
Cuando pasé estaba su madre y su hermano pequeño en la cocina, los saludé y nos subimos a su cuarto que estaba en la segunda planta, entramos y nos sentamos en la cama, en cada momento que podía le miraba sus pies, eran perfectos, los dedos más bellos que he visto hasta ahora en mi vida, con uñas color negro, los tenía muy bien cuidados.
Después de acabar por fin el trabajo, nos sentamos en unas sillas para platicar, después de estar un rato en el celular los dos riendo, ella se fue a su cama, me imaginé que para estar más cómoda, así pasó un rato y cuando vi algo gracioso en el teléfono y la llamé por su nombre, no me respondió, la llamé otra vez y tampoco, fue cuando volteé y la vi dormida.
Al ver a Dayanne dormida se me vinieron muchas cosas a la mente, la volví a llamar por su nombre y no hubo respuesta, me di cuenta de que esta sería una oportunidad para tener sus ansiados pies, quería ponerle seguro a la puerta, pero por si acaso llegaba a subir a su habitación alguien y la puerta cerrada con seguro y ella dormida.
Así la dejé sin seguro, me incliné y toqué sus dedos con mi mano para averiguar si tenía sueño pesado, no hizo ningún movimiento así que seguí, cuando me iba a bajar los pantalones escuche ruido en las escaleras, era su madre la que entró, yo ya estaba sentado de nuevo en la silla.
La vio y solo dijo que si se despertaba le dijera que nos bajáramos a comer, así nos dejó y se fue, al entrar su madre y aún con ese ruido no despertar me animó más a hacer cosas con sus pies, ahora me bajé los pantalones dejando mi pene afuera, lo arrimé hacia sus dedos, al poner mi pene en contacto con sus pies fue como si tocara las nubes.
El calor que sentía en mi pene de sus pies me hacía sentir una sensación única y también al ella estar dormida me excitaba más, así continué tocando mi pene con sus dedos, estaba tan excitado que mi pene soltaba líquido por todas partes, estaba tan lubricada que mi pene resbalaba tan fácil.
Después así continué con su planta follándome su pie hacia arriba y abajo, no duré mucho cuando sentía que me corría, puse la punta de mi pene en sus dedos tirando todos los chorros de semen que aventé a sus dedos.
Al acabar no sabía lo que había hecho, había dejado un desastre, chorros de semen en sus dedos y un poco derramado en la cobija, limpié sus pies y así la dejé hasta como 30 minutos después despertó, todo siguió como si no hubiera pasado nada con esos pies en la tarde.
Nos hicimos tan buenos amigos que en momentos he estado a punto de contarle sobre mí fetiche hacia los pies ya que siento que me entendería, pero pienso que es más excitante el hecho de que ella esté dormida, lo he hecho varias veces con sus pies mientras duerme después de esta primera vez, y con muchas chicas más.
Después publicaré otras experiencias con Dayanne y otras chicas más.