Yo hace unos años era instructor académico en un colegio, donde había otras personas más que tenían mi cargo, una de ella era Kat, una mujer de 34 años, tez blanca, alta, de senos grandes y trasero redondo, exquisita para una gran noche. Desde que la conocí no dejaba de verla, pero como había mucho trabajo, olvidaba todo eso. Es una gran chica, amable y buena trabajadora, estaba soltera hace un tiempo, y dentro de la confianza, me contaba sus cosas, la infidelidad que le hicieron. A pesar de mi edad en ese tiempo de 25 años, ella sentía que era maduro.
Pasado un poco de tiempo, nos jugábamos de manos, con mucha confianza, decíamos frases eróticas y nos reíamos. De juego le decía "muéstrame el hilo dental que tienes puesto", y ella se reía y me lo mostraba, cuando nos quedábamos solos en clases. Le encantaba usar hilo dental, cada vez que se compraba me lo mostraba.
Un día me escribe al celular y me dice que se siente estresada con dolor de cuello y espalda, a lo que respondo: "si quieres te hago masajes". Ella rápidamente me dice que ya y donde lo haría? Se me ocurre en un hotel, nadie nos ve y no dice nada malo. Ella riéndose me dice que payaso, que ahí no solo acabara en masajes. Yo le respondo: “todo depende de ti". Ella acepta y me dice que en media hora nos vemos en un lugar cercano a ambos.
Yo me alisto, preparado para todo, porque ambos sabíamos que no solo iba a ser masajes…
Nos encontramos y nos vamos al hotel, yo pago e ingresamos al cuarto. Para hacerlo más bonito y excitante el momento le digo que vaya a los servicios y se saque toda la ropa, ella se ríe y me dice que no. Luego le digo que solo la parte de arriba y salga en toalla.
Ella me hace caso y sale sin brasier ni polo, pero tapada en toalla. Se echa en la cama boca abajo, algo nerviosa por el momento, al igual que yo, pero era un buen momento para todo.
Empiezo a dar masajes, se sentía que le gustaba, la piel se le erizaba, por momentos mis manos bajaban cerca a sus pechos y ella gemía suavemente. Luego de un momento le digo que si desea cara arriba los masajes o de las piernas, Kat ya excitada y relajada me dice que desea todo el cuerpo, le saco el pantalón y veo su hilo dental rosadito y bien chiquito. Yo estaba excitándome mas! empiezo por las piernas las abro un poco y veía su vagina algo húmeda.
La volteo y ella tapada sus pechos con la toalla, así que le quito y veo sus hermosos pechos redondos, empiezo a echarle un poco de crema y la masajeo, por toda la parte de adelante, en especial sus pechos, ella estaba en otro mundo, muy excitada, gemía en cada momento, pero donde más fue su placer es cuando llegue cerca de la vagina, puse a un lado el hilo dental, y empecé a tocar el clítoris.
Fue un momento caliente al verla como se doblada de placer, empecé a meter mi dedo, y ella me dice que le lama la vagina, le quite el hilo me saque la ropa, y le hice sexo oral. Piernas abiertas, vagina húmeda, gemidos de placer y yo muy excitado, combinación perfecta.
Después de un momento, Kat no soporto más y me dice hazme el amor, quiero sentirte todo. Yo subo, la beso, le muerdo el cuello, lamo los pechos, eran todo para mí. Sentía que esto debió ser antes, o quizá era su momento, solo lo disfrutábamos, empecé a penetrarla donde ella grito fuerte, ambos sin miedo a que nos escuchen, solo disfrutar esa tarde – noche de placer. "Sigue papi", "rico", "dame más, hasta el fondo", "me vengo, quiero sentirte todo", "soy tuya, soy tu puta". Frases que me excitaban más, lo hacía más fuerte, rápido y siempre con pasión.
Estando por finalizar ella me dice que quiere toda mi lechita en la boca, cosa que me sorprendió de ella, pero lo hice, leche caliente para mi "putita", veía como se lo comía, se lo pasaba como premio, le encantó.
Lo hicimos toda la noche, hasta el día siguiente que nos fuimos a casa.
Pasaron muchas veces más, coordinábamos y nos íbamos a distintos hoteles, éramos amigos cariñosos, sin celarnos, sin reclamar nada si salíamos con otras personas. Fue por medio año, ya que luego conocí a una chica que me gustaba y Kat conoció a un amigo mío. Lo que duró, se disfrutó. Ahora somos amigos que conversamos por chat y nada más. Deseándonos lo mejor siempre.