Cómo ya les comenté en otro relato vivo en un condominio de apartamentos en el que tengo un vecino de 21 años que se llama Marco, él es un chico bastante atractivo atlético de 170 cm, de tez blanca, ojos café claro, cabello castaño, vive justo en el departamento que está al frente del mío por lo que siempre nos vemos y a veces coincidimos en el ascensor, tenemos algo de confianza aunque desde que me vio cogiendo con uno de sus compañeros de equipo de fútbol le tengo un poco de vergüenza.
Ya había pasado casi una semana desde que Marco me vio con su amigo en las escalinatas que llevan al condominio donde vivimos, y aunque nos vimos un par de veces no habíamos tocado el tema para nada, por lo que no estaba seguro si me reconoció o si simplemente no le dio importancia a lo que vio.
Ese viernes en la tarde compre una tv para mi habitación y hasta instalarla y arreglar todo ya eran las 22.30 h, tuve que subir a la terraza del edifico dónde cada departamento tiene una especie de cubículos con lavandería y espacio para secar la ropa, mi familia usa el nuestro como bodega por lo que iba a dejar la caja de la tv ahí, tome el ascensor y fui hasta la terraza que estaba un poco oscura puesto que a esa hora nadie usa las instalaciones, por eso fue una sorpresa para mí encontrar a Marco ahí:
-Hola qué más qué haces por acá
-Salí a fumar algo, ya sabes están todos en casa y tu
-Solo vine a dejar esta caja en la bodega
-Quieres un poco
-No gracias no fumo
-Jajaja es verdad solo haces otras cosas con esa boquita
-Disculpa, eso fue algo qué pasó sin pensar
-Tranquilo no te preocupes no me molesta lo que vi
-Gracias por entender no sé qué me pasó ese día solo se dio por casualidad
-Así como ahora estamos solos aquí por casualidad
Marco estaba con su pijama puesta, un buzo de maga larga un pantalón fino a cuadros color rojo con negro en el que claramente se le marcaba su pene erecto que él se empezó a restregar mientras me miraba, se me acercó y me dijo:
-Se ve que lo sabes hacer muy bien me gustaría probar esa boquita
-En serio no imaginé que te gustaban los hombres
-No me gustan pero el verte dejándote culear de Juancho me puso muy caliente
-Y quieres culearme tu también
-Si me parece una perfecta ocasión para que me agradezcas por mi discreción
-Bueno te debo esa, que quieres hacer
-Quiero que me lo mames y que te la dejes meter
Estábamos tan cerca que sentía su verga dura pegada a mi, yo metí mi mano por el pantalón de su pijama y la toqué su verga era gruesa y estaba caliente, mientras la sostenía podía sentir cómo latía en mi mano, se la saqué de su pijama y lo hale de ella para mérenos a la bodega que no daba tanta privacidad porque era solamente una especie de jaula de malla, la ventaja es que el edificio es el más alto de la zona así que no era tan probable que nos vieran de otros lugares
Una vez dentro de la bodega deje que Marco se diera gusto comiéndose mis labios a besos, sentía en su aliento el sabor de la mariguana que estaba fumando, me besaba tan bien que yo no quería que parara pero él me empezó a llevar hacia su verga y yo poniéndome cómodo después de unas sacudidas me puse a mamarle, no era precisamente dotado tenía unos decentes 16 cm de verga pero lo que le faltaba de lago de sobraba de grueso por lo que podía sentir como me llenaba la boca, empecé a succionarlo y a pasar mi legua por la cabeza de su verga, mientras lo lamía podía sentir que era muy venosa, tome sus nalgas con mis manos y lo empecé a llevarlo hacia mi, el entendió que debía empezar a congerse mi boca así que puso sus manos en mi cabeza y me la metió toda, pase mi lengua por la base de su verga y me la saqué para poder respirar pero me volví a llenar la boca con sus testículos que se sentían firmes a mis lamidas, llevábamos un rato entre mamadas de verga y lamidas de huevos hasta que Marco se quitó su ropa y yo la mía, abrí una colchoneta que había en la bodega y me recosté de espaldas en ella, Marco me abrió las piernas y se acostó sobre mi, el frío de la noche contrastaba con la calidez de su cuerpo desnudo sobre mi, mientras él me besaba el cuello yo pasaba mis manos por su musculosa espalda que siempre me excitó ver sobre todo ese tatuaje de un león que tenía ahí, apreté mis piernas alrededor de su cintura y el recorrió mi muslo con su mano, la llevo desde mi rodilla hasta mis nalgas y empezó a acariciarme el culo
Levantó mis piernas las puso en sus hombros y con su verga en la mano empezó a explorar mi trasero y a darme ligeros golpes con su verga sobre la mía, me miraba con una cara de placer y unos ojos de pervertido que me encantaban, yo estaba recorriendo su pecho con mi mano acariciando sus pectorales, el me abrió más aún las piernas y me empezó a besar las nalgas poco a poco hasta llegar a mi culito penetrándome con su lengua eso se sentía tan bien que yo tomaba su cabeza y la apretaba contra mi culo para que continuara lamiéndolo, Marco volvió a poner mis piernas en sus hombros y a meter su gruesa verga en mi dilatado y mojado culo sus lamidas me habían dejado tan lubricado pero aún si me costó dejar entrar la gran cabeza de su verga, pero rápidamente mi dolor se transformó en placer cuando Marco empezó con el mete y saca que duro mucho tiempo mientras me tenía en esa posición con sus manos jugaba con mi pecho y se inclinó a mamarlos la sensación de doble placer que sentí con su verga dentro de mi y su boca chupando mis pezones es indescriptible
Luego de un buen rato cambiamos de posición Marco se tumbó en la colchoneta y yo me metí su verga en el culo quedando sentado frente a él, estando en esa posición empecé a moverme yo controlando así el ritmo y el nivel de penetración él me tomaba por la cintura con sus dos manos y me acariciaba mientras yo me masturbaba, llegue a un punto dónde ya no pude aguantar más y me vine sobre el pecho de Marco que me seguía penetrando hasta que le dije:
-Ya mismo acabas
-No aún me falta, qué pasa no aguantas mi verga
-Es muy rica y gruesa pero me duele un poco el culo
-Quiero acabar, déjame venirme en tu boca
-Si que rico té la mamo hasta que te corras
Marco siguió recostado y en esa posición me puse a chuparle la verga tanto que ya sentía mi mandíbula adormecida por lo abierta que tenía la boca para aguantar lo grueso de la verga, empecé a masturbarlo hasta que después de un rato me dijo:
-Pon la boca me vengo
Obedientemente abrí la boca el metió su verga en ella y con unos pocos movimientos de penetración sentí como la caliente leche llenaba mi boca, se sentía espesa y de un dulce sabor, me la tragué toda y con mi legua limpié por completo la cabeza de la verga de Marco, no vestimos serranos la bodega y en el ascensor nos dimos un último beso y le dije:
-Te gusto
-Si cabrón que rico estuvo
-Si que duras para acabar
-Si estaba bien arrecho pero el fumar hierba hace que dure más
-Si que la tienes gruesa me dejaste doliendo el culo
-Jjajaja oye quien culea más rico Juancho o yo?
-No se tendría que culear con los dos al mismo tiempo para decidir jajaja
-Jajaja arrecho eso sería rico habrá que ver puede que algún rato en una borrachera te demos los dos
-Eso sería rico un trío con ustedes en uniforme
-Ya veremos si se da
Llegamos al piso dónde vivimos y nos despedimos.