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Marc, el negro que me hizo bisexual (parte 1)
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Este relato sucedió hace algunos años, es la primera vez que describo un acontecimiento de mi vida de manera escrita, pero utilizo esta herramienta porque en unas cuantas palabras confesaré un secreto que he estado guardando , soy un joven de 25 años mexicano, soy psicólogo y actualmente me va bien en mi trabajo, creo que a partir de lo que voy a relatar puedo considerar que soy bisexual, pero hasta el momento de lo sucedido era heterosexual. Sin dar tantos rodeos comienzo con el suceso.

Esto ocurrió hace 4 años yo tenía 21 años, he leído varios relatos y cuando veo la parte en qué las personas se describen pocas veces lo creo, pero trataré de hacerlo con franqueza para que las personas que lean esto se puedan imaginar mi físico, soy delgado, mido 1,75, de pelo castaño, ojos café claro, delgado pero con condición por motivo de practicar bici de montaña, además tengo una barba bastante bien formada y pelirroja por herencia de mi abuelo, mi rostro se tonifica de mejor manera con mi barba, durante mi adolescencia tuve muchas inseguridades porque sufrí de acné, pero en cuanto salió mi barba el acné se fue y tuve un gran cambio físico.

Tuve que tratar algunas cuestiones de autoestima porque aunque cambié mucho físicamente seguía viendo al adolescente con timidez en el espejo, la principal razón que detonó la cuestión con mi autoestima se debió a qué cuando me di cuenta de mi gran cambio físico fue porque recibía halagos de compañeras y hasta mujeres adultas algunas veces hasta al punto de llegar al acoso, y no es algo que presuma porque fue incómodo, además dentro de mi ingenuidad no me daba cuenta y pensaba que no era en serio.

Incluso a la fecha recibo insinuaciones sexuales tanto de hombres como mujeres, pero repito no presumo mi físico ya que me costó mucho adaptarme al cambio tan radical el cual se dio cuando comencé con actividad física.

Para comenzar con el relato diré que hace 4 años me encontraba con algunas dificultades económicas ya que estaba a mitad de la carrera y a raíz de la pandemia mis padres no podían darme todo el dinero para pagar mis rentas y gastos de la universidad, por motivo de que me había mudado a otra ciudad para poder estudiar ya que soy originario de una comunidad pequeña y no existían opciones de universidades.

Para poder reunir dinero mis opciones fueron irme algunos meses a los Estados Unidos y trabajar con un tío en su compañía de construcción, toda mi familia contaba con la visa de turista y ya había visitado ese país muchas veces, pero solo por motivos de vacaciones familiares, en las circunstancias en las que me encontraba tuve que arriesgarme a trabajar, aunque con algunas precauciones para no perder mi visa.

Al terminar el semestre compré mi boleto de avión y viajé al estado de california en la ciudad de sacramento.

El tiempo que trabajaría sería de dos meses y medio, era el total de vacaciones que tenía, desde el momento que llegué al siguiente día comencé a trabajar, la labor consistía en realizar patios y calles con cargamentos de cemento, algunas veces trabajando desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la noche, debo decir que fue uno de los momento más duros de mi vida, las personas que trabajaban eran una mescolanza de guatemaltecos, colombianos, salvadoreños y mexicanos todos con una actitud horrible hacia mi persona por el hecho de ser estudiante, recibía constantes burlas y ofensas y más por estar estudiando psicología.

Mi ánimo y actitud al pasar de un mes estaban por los suelos, pero la paga era bastante buena y tenía que aguantar. Al juntar suficiente dinero le pedí a mi tío que si me llevaba a un lugar para comprar una bicicleta para poder distraerme cuando llegara de la jornada de trabajo, ya que la zona por dónde vivía había bastantes lugares para poder salir y andar en bici, al siguiente día me llevó a una tienda y compré una bici regular para poder andar por las ciclo vías.

Mi tío me explicó por que calles debía circular y por cuales no, ya que eran un poco inseguras. También compré ropa para ciclistas ya que es de una tela especial y me puse en marcha, la verdad el solo hecho de comenzar con una rutina en bici me ayudó a relajarme bastante y calmar mi ansiedad, después de unos días memoricé mi ruta y todos los días salía a andar en bici.

Después de una semana a unas 6 calles de la casa de mi tío siempre veía a un hombre de raza negra haciendo trabajos en su jardín, siempre pasaba y lo saludaba amablemente para que no pensara que era un extraño rondando por su calle, el hombre me respondía siempre muy amable el saludo y me decía “have a good afternoon boy” para mí siempre fue algo normal y hasta cierto punto atento. Al pasar de los días podía notar como siempre a la hora que pasaba por esa calle el estaba siempre ahí afuera de su casa y sentía que me observaba, hasta ese punto nunca me pareció algo extraño.

A las dos semanas aproximadamente, si mi memoria no me falla en el conteo de los días, iba en mi ruta he hice una pausa enfrente de la casa de este hombre para tomar un poco de agua, ni siquiera había hecho conciencia de que había parado enfrente de su casa ya que traía mis audífonos e iba bastante concentrado en mis asuntos.

Cuando me di cuenta este hombre ya estaba caminando hacia mí, pude percatarme que me había dicho algo pero al principio no lo escuché porque traía los audífonos, cuando me los quité le pedí que me hablara de nuevo porque no lo había escuchado, debo aclarar que mi nivel de inglés es bueno dentro de lo que cabe, puedo entender algunas cosas a la perfección pero para entablar una conversación todavía me cuesta algo de trabajo y en ese tiempo todavía un poco más, me preguntó si tenía algún problema y le aclare que no, que solo había hecho una pausa para beber agua, justo después de eso le dije que era mexicano y no hablaba tan bien el inglés.

En ese momento me dijo en un español algo cortado, pero bastante entendible y con una voz muy gruesa “Adoro mexicanos”, y justo después de eso dijo ; “soy Marc mucho gusto”, igual en un español algo cortado pero se entendía bastante bien, me presenté y le mencioné mi nombre que no lo voy a mencionar pero su contestación fue en inglés y dijo “nice name”.

Antes de continuar con el relato describiré a Marc, era un hombre de raza negra de 50 años en ese momento algo obeso con una barriga que le colgaba y su cabello negro, al igual que su barba la cual era de candado, con unas cuantas canas, bastante alto, creo puedo decir que estaba entre 1’90 y 1’95, usaba lentes y tenía piernas fuertes, me percate desde el principio porque siempre traía shorts, por lo que recuerdo era jugador de basquetbol en su juventud.

Continuando con lo anterior solo le contesté gracias con un poco de pena, después me comenzó a decir que le encantaba México, que al año iba dos veces de vacaciones a Puerto Vallarta, que por ese motivo aprendió a hablar español, solo le dije que esa playa era muy bonita, y que yo la visitaba por lo menos una vez al año, después me preguntó por qué zona vivía, porque se había percatado que tenía semanas que pasaba por ahí y no me conocía, de una manera resumida solo le dije que estaba apoyando a un tío y vivía a algunas calles, no quería decirle que estaba trabajando para no meterme en problemas, porque nunca se sabe de qué manera reaccionen las personas ante ese hecho.

Después me dijo que le agradaba ver a un joven en la actualidad haciendo ejercicio por su barrio, que ya no era algo que se veía tanto, me pareció extraño porque en Estados Unidos las personas siempre salen hacer ejercicio, pero si me percaté que por esas colonias no se veían tantos jóvenes solo adultos mayores.

Se comenzó a oscurecer y le dije que me tenía que ir que no le quería quitar el tiempo a él ni a su esposa, en ese momento me interrumpió y me dijo que estaba divorciado desde hace varios años, me disculpé por su circunstancia y de inmediato me dijo que no había ningún problema que vivía muy feliz el solo, solo le sonreí y le mencioné que tenía que irme, al final se despidió muy amablemente y me dijo que esperaba seguirme viendo por ahí, que le había caído bastante bien.

Solo le dije que el sentimiento era mutuo porque la verdad a mí también me había parecido bastante agradable el charlar con él, después de algunas semanas de solo convivir con personas tan groseras y ofensivas me sentía bastante bien el poder entablar una conversación con alguien tan amable.

Al llegar a la casa vi que en mi teléfono tenía varias llamadas perdidas de mi novia, ya que en ese momento tenía una relación íntima, pude percatarme que todas las llamadas fueron mientras hablé con Marc, pensé que solo había charlado un momento con él, pero en todo el encuentro pasó como una hora, en ese momento pensé, valla ni me percaté del pasar de tiempo.

Al siguiente día justo antes de pasar por la calle de Marc ya iba pensando en si iba a estar ahí, y como siempre ahí estaba, me detuve a saludarlo y el amablemente se acercó, vi que traía algo en las manos y era una pequeña mochila de esas que tienen espacio para el agua con una manguerita incluida, se acercó y me dijo, mira lo que me encontré, antes yo solía salir en bici, ahora ya no lo hago pero todavía tengo todo mi equipo, rápidamente me negué a aceptarlo, pero el insistía, le agradecí y debo decir que me ruborice un poco, el comenzó a reírse y me preguntó si nunca nadie me había obsequiado algo, le dije que si pero que nunca un hombre de su edad y características, y le dio aún más risa.

Después me dijo que tenía unas bicis en su patio de atrás bastante buenas pero que les hacía falta algo de arreglo, me dijo que desde hace tiempo las quería vender pero que primero las quería arreglar, yo tengo amplio conocimiento en bicicletas y me ofrecí de inmediato a revisarlas, era lo menos que podía hacer por haberme obsequiado la mochila, rápidamente me invitó a pasar.

Abrió la puerta y me dijo “solo camina hasta el fondo”, que atrás se encontraban las bicis en un pequeño cuarto, debo decir que la casa por dentro era bastante bonita y amplia, atravesé una sala y cocina y cuando salí su jardín trasero también era bastante bonito, escuché que gritó que en un momento más me alcanzaba, entré al pequeño cuarto y estaba lleno de herramientas y artilugios viejos, vi que las bicicletas si eran de una marca bastante cara y de inmediato me percaté que problema tenían, vi la caja de herramientas al lado y de inmediato me puse manos a la obra.

Después de un momento llegó Marc y vi que traía dos tarros grandes de cerveza y dijo, “aquí está el premio por la ayuda” le acepté la cerveza amablemente. Cuando terminé me invitó a pasar a su casa y me dijo que nos tomáramos la cerveza adentro, la verdad me pareció bastante amable y acepté, creo que no me dio desconfianza porque tenía una manera bastante amable de decir las cosas.

Ya adentro tomándonos la cerveza me preguntó si tenía novia, le dije que si, el respondió “claro que ibas a tener novia si eres un chico muy apuesto” la verdad me dio un poco de pena y solo le agradecí por el cumplido, y el seguía diciéndome cumplidos “ esa chica tiene mucha suerte” después de ese comentario le pregunté que porqué decía eso, y el contestó “no me lo tomes a mal pero eres un jovencito muy responsable y guapo, quien no quiere algo así actualmente”.

Después de eso le comencé a platicar unos problemas que en ese momento tenía con mi pareja ya que ella era bastante celosa he insegura y todo el tiempo me decía que yo era un cabron y cosas así, cuestiones que nunca fueron ciertas, quería que Marc con sus años de experiencia me diera algún consejo, el sólo me dijo que nunca entendió a las mujeres.

Después se puso de pie y me preguntó si quería algo de comer, le dije que no se molestara, se estaba haciendo tarde y le mencioné que me tenía que ir, él me dijo que no me preocupara que era temprano, se acercó a la barra de su cocina y vació un par de botanas en un recipiente, me puse de pie observando todos los detalles de su cocina y viendo que tenía algunos cuadros con pinturas muy bonitas y en ese momento de distracción coloque el vaso con la cerveza en la orilla de la barra y le cayó encima a Marc.

Me dio muchísima pena porque lo moje todo, la barra era algo alta y le llegaba a la parte alta del estómago así que lo empape de cerveza desde la parte del estómago y toda la parte de su pantalón, de inmediato tome una servilleta que estaba cerca y comencé a secarle lo que pude con mucha pena, de repente me tomó de los hombros y me hizo a un lado, con una voz muy grave me dijo “no te preocupes no pasa nada” en ese momento comenzó a quitarse la camisa y el pantalón y solo se quedó en trusa.

Recuerdo perfectamente ese momento me quedé congelado al ver semejante hombre de esa magnitud mis ojos y mi rostro se fueron inmediatamente a su cuerpo y observando de arriba hacia abajo de una manera muy lenta y en ese momento no supe que hacer no dije nada, vi que tenía pelo en pecho con un poco de canas blancas y un poco de pecho que le colgaba, no estaba tan caído se veía un poco firme, y cuando baje la mirada vi esa trusa negra, no era un bóxer ni un calzoncillo grande, era una trusa, la cual no dejaba nada a la imaginación podía ver marcada toda su área genital, se veía un bulto abundante.

En ese momento me quedé petrificado y me quedé absorto en lo que estaba viendo, después el solo sacudió su ropa y dijo, si no tienes problemas me quedaré así, y en ese momento se sentó en su sillón, yo seguía sin decir nada, mis pies no reaccionaban, llevaba dos cervezas y todavía estaba consciente.

En ese momento me dijo, toma asiento, no te asustes, somos hombres no pasa nada, ¿nunca habías visto a otros hombres en ropa interior? La verdad es que solo algunas veces en reuniones deportivas con chavos de mi edad estaba en situaciones en qué todos estábamos en shorts y sin camisas, pero por alguna razón ese hombre imponía mucho.

Solo le hice caso y me senté en el sillón grande, él estaba sentado en el sillón individual, todavía tenía un resto de cerveza, agarró el vaso y se tomó lo que le quedaba de cerveza de un trago, se limpió la boca y me dijo, ¿quieres que te diga porque ya no tengo esposa? , yo no supe que decirle pero solo dije que si con la cabeza, en mi mente todo el momento pensaba ¿porque todavía seguía en esa casa?, pero otra parte de mi me tenía una sensación de adrenalina sentado en ese sillón.

De repente me comenzó a contar una historia de su esposa y la recuerdo perfectamente porque al final todo lo que me contó me dejó helado por unos momentos, “Hace como 20 años fue que me separé de mi esposa y la razón fue por un chico como tú” en ese momento me quedé atónito, pero una parte de mi quería escuchar la historia, me dijo “verás yo trabajé en una academia de deporte, era muy bueno jugando básquetbol, y junto con otro maestro que se llama James entrenábamos jóvenes de entre 20 a 30 años, cabe destacar que James también es como yo, solo un poco más joven y también negro, el trabajo era bastante bueno y yo notaba que varios jóvenes seguían bastante a James, yo pensaba que era por su actitud y voluntad al enseñarles.

Recuerdo que yo siempre era el primero en irme de la academia y el se quedaba a cerrar todo con llave, yo tomaba mi bici y regresaba a casa temprano, la verdad todo bastante cómodo, un día ya venía en camino para mi casa en mi bici y me percaté que se me habían olvidado las llaves de mi casa, así que tuve que regresar a la academia, regresé con mucha prisa porque no quería encontrarme con todo cerrado, pero cuando llegué me di cuenta que una de las puertas seguía abierta, estaba buscando mis llaves y escuché un ruido en el cuarto donde guardábamos todos los materiales y balones.

En ese cuarto había pequeñas colchonetas para practicar algunos saltos, la puerta estaba un poco abierta y cuando me acerqué y me asomé me quedé impactado, era James con uno de los alumnos, un chico blanco y delgado como tú, solo un poco más alto y creo que tenía 23 años, pero los vi acostados en una de las colchonetas y James se estaba cogiendo con fuerza a ese chico, recuerdo perfectamente que estaban en la posición de perrito y James le daba embestidas muy fuertes.

No pude dejar de mirar y debo admitir que me éxito bastante, el ver la diferencia de tamaños y como el gran pene de James penetraba a ese chico me puso bastante excitado, recuerdo que en ese momento me masturbé con fuerza y terminé bastante rápido, me retiré de la escena y fui por mis llaves y me fui de inmediato a mi casa.

Cuando llegue mi corazón estaba como loco, y mi pene seguía duro aún después de haber eyaculado, mi esposa me preguntó si me pasaba algo, pero yo le dije que no pasaba nada, llegué directamente al baño y me volví a masturbar, fueron de mis mejores masturbaciones, la sensación fue de otro mundo, en la noche en la cama con mi esposa intentamos tener relaciones, pero no pude tener una erección, me sentí algo mal pero mi esposa me dijo que ya sería otro día, así pasaron días y semanas y la verdad no pude tener relaciones con mi esposa, pero sin embargo solo venía a mi memoria lo que había visto en la academia y mi pene se ponía durísimo.

Mis fantasías e imaginación solo eran con el chico de la academia y el verlo los tres días que entrenaba con él me tenía muy nervioso, al final las cosas con mi esposa terminaron mal por no poder tener intimidad y me pidió el divorcio, todo fue bastante rápido.

Tiempo después me acerqué al chico que vivía en mi mente, era atractivo, le dije que sabía lo de él con el profesor James, de inmediato me suplicó que no se lo dijera a nadie y aprovechando esa ventaja le dije que si quería que no lo dijera me hiciera lo mismo que a James, al final aceptó y vino aquí a mi casa.

Yo estaba nervioso pero la experiencia de ver su cuerpo retorciéndose de dolor mientras lo penetraba con fuerza se volvió mi fetiche personal, al final quise intentarlo con hombres mayores o de mi edad, pero no era lo mismo, lo que me excitaba era poner mi enorme cuerpo en jóvenes atractivos delgados y blancos, como tú, y en estos años he perfeccionado tanto el acercarme con chicos como tú qué terminan aquí en este sillón donde tú estás, aunque sean heterosexuales al final les encanta todo lo que les hago”.

En ese momento se puso de pie y pude observar que tenía su pene bastante erecto dentro de su trusa, se acercó a la altura de mi rostro porque yo seguía sentado y tomo mi cara con su enorme mano y movió mi rostro hacia arriba para que lo viera a los ojos, en ese momento cambió el tono de su voz y me dijo, “puedo sentir que lo quieres boy” tomo mi mano y la metió a su trusa, yo seguía en shock o no sé porque no podía hacer ni decir nada, pero pude sentir con mi mano todo su pene y sus testículos, nunca había tenido esa sensación.

Pero mi corazón estaba como loco, justo cuando sentí un líquido bastante pegajoso en la punta de su pene saque mi mano rápidamente de su trusa y reaccioné, le dije que me tenía que ir y justo cuando estaba abriendo la puerta me dijo y lo recuerdo perfectamente “mañana mi puerta estará abierta” y lo dijo bastante convencido como si fuera a volver.

Tomé mi bici y salí con bastante prisa, llegué a la casa y mi corazón estaba como loco y cuando me di cuenta tenía una erección bastante dura, nunca me había sentido así, pasaba el tiempo y no se me bajaba la erección, me fui a dormir y mi corazón seguía latiendo muy rápido, cerraba los ojos y lo único que veía era el cuerpo de Marc con esa trusa negra, al final lo único que pude hacer fue masturbarme y eyaculé demasiado, recuerdo que tuve que tomar un par de calcetines para poder limpiar todo.

Al siguiente día no fui a trabajar, era domingo, mi tío iba a salir y me dijo si quería ir con él, al parecer iban a salir a un restaurante, le dije que prefería quedarme en casa, todo el día estuve pensando en lo que había pasado, una parte de mi se sentía culpable, ¿Por qué me había excitado un hombre así? ¿Por qué no me fui de esa casa? ¿Acaso era gay? Toda la mañana me replanteé toda mi vida en base a ese momento.

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Comentarios

1 COMENTARIO

  1. Espero qué puedas continuar tu relato con ese Macho hermoso y espero qué sí te haya cogido. Es el sueño de muchas tener sexo con Machos Negros.

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