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Mar Sensual: Entre abogados me vea (cuarta y última parte)
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Él va por más tequila y brindamos de nuevo tomándolo hasta el fondo. Me voltea de nuevo y me abraza acariciando mis tetas frente a los demás. Frota su palo totalmente parado en mis nalgas, se excita al ver que somos observados. Yo me dejo hacer, respondo a sus instintos, me está resultando excitante ser exhibida, ser expuesta a los deseos de los demás.

– ¿Le gusta exhibirme licenciado?

– Si, me gusta que vean la puta que traigo, que la deseen, que se la quieran coger. ¿Te gusta a ti?

– Me gusta ser deseada, me excita que me quieran coger.

– ¿Te gustaría que te cogiera otro ahorita, que otro cabrón venga y te coja?

– ¿Ahorita, pero ¿quién?

– Eso no importa, ¿Te gustaría?

– Mmm, no sé, tal vez me gustaría.

– Así me gustas, que no te limites, que goces rico, que seas mi puta entera.

– Seee, quiero ser su puta licenciado, su puta.

– Tan seria que te veías, pero eres bien puta, una rica puta.

– Para eso estoy aquí para que me haga lo que quiera licenciado, para ser su puta y usted el cabrón que me anda cogiendo, cogiéndose a su putona.

Me siguió fajando frente a la ventana, después se separó, pero me pidió que permaneciera ahí. Nos tomamos lo que quedaba en la botella, brindamos hasta el fondo. Si seguía tomando iba a terminar muy borracha, pero era más mi calentura que me valió madres seguir tomando. Toda esta situación me excitaba, estaba dispuesta a llevar el momento hasta donde se pudiera, me prende encenderlos al máximo, provocar sus bajos instintos, despertarles el morbo por lo ajeno, ser la puta que deseen y se quieran coger. Se vuelve a separar de mí, espérame aquí. Coloque mis brazos en el dintel de la ventana y me inclino haciendo que mis tetas cuelguen. Escucho que el licenciado llama a recepción pidiendo unos tragos. Pensé en ya no tomar más, sino cómo iba llegar a mi casa. Él regresa y continúa con la faena, fajándome con ansiedad. Minutos después, llaman a la puerta, eran los tragos que había pedido.

– Recíbelos, ¿sí?

– ¿Yo? Pero…

– Si, pero ponte sexy

– Mmm… ¿Cómo?

– Así: el licenciado me sube la falda hasta hacerla mini, me desabotona la blusa, me baja las copas de mi brasier y me abrocha un botón. Me acomoda el resto de la ropa. Uummm que rica te vez, así, ve a recibir las bebidas.

– Bueno, me dirijo a la puerta tambaleante, la abro y el mesero al verme se me queda viendo de arriba abajo, me devora con la mirada. Tomo las bebidas y le pregunto ¿Cuánto es? Me dice la cantidad y le pido me espere. Sin cerrar la puerta, le doy la espalda y camino sexy. El licenciado me da el dinero, pero me pregunta:

– ¿Te gustaría mamársela?

– ¿A quién, al mesero? Mmm, no sé, tal vez.

– Ándale es parte del juego.

– Bueno, ya veré.

– Bueno está bien, págale, pero dale su propina.

– Regreso con el dinero exacto, pensando en la propina.

Le doy el importe y espera la propina. Caliente como estaba, se me ocurre abrirme más la blusa mostrándole mis tetas moreteadas y con mi mano le agarro su miembro sobre el pantalón. Se lo sobo por unos minutos hasta que se le para, siento dura su verga. Me volteo y me empino mostrándole mis nalgas, el mesero se acerca, deja su charola recargada en la pared y me las acaricia, al principio con temor y después con mucha lascivia. Se inclina y me las besa, las muerde, me las chupetea. Me las abre y chupa mi panocha, me lame el culo, me mete su lengua en él; me arranca un gemido y sigue explorando con su lengua. De repente se para, se baja su bragueta y se saca su miembro, era grande y gordo. Se acerca y lo coloca en la entrada de mi panocha, la empuja y de un solo golpe me la mete toda. Desesperado, me sujeta de las nalgas, se mueve rápido y con fuerza, me la mete duro hasta el fondo. Me hace gemir, tomada de las nalgas me bombea con ansiedad, se oye como mis nalgas chocan con sus huevos, me comienza a nalguear y a enterrármela extasiado. Momentos después, de repente, me abraza y sume hasta el fondo su verga, se está viniendo, me echa muchos mocos, gimiendo se vacía todo, yo grito de placer al sentir sus mocos calientes en el fondo de mi panocha. Permanece unos momentos enterrando su verga y se separa. Con un par de nalgadas me da las gracias y se retira. Cierro la puerta, con las piernas temblorosas regreso con el Licenciado y le digo listo.

– Mmm, qué rica propina le diste, así me gustas, puta completa, sin inhibiciones

– ¿Le gustó licenciado, le gustó que su puta diera las nalgas a un desconocido? Para eso me trajo aquí ¿verdad?, para ser la puta que desea, para que le cumpla sus fantasías, para que sea mi cabrón.

– Seee, así me gustas, que seas una golfa, que seas mi golfa…

– Volvemos a brindar, he tomado demasiado, no sé cómo terminaré.

Mi excitación y mi embriaguez me han hecho hacer lo que he hecho, no me reconozco, pero estoy caliente y me dejo llevar, ni un recato de moralidad ni de culpa, como hembra en celo busco satisfacer mis instintos voluntariamente, quiero coger y ser usada. El licenciado me pide que me recueste, me abre las piernas, explora con sus dedos mi vagina introduce dos dedos, los mete y los saca con fuerza, con desesperación y me hacer gemir con delirio, al mismo tiempo que con su lengua complementa mi placer. Me la abre y me da lengüetazos, la chupa, me hace gemir. Introduce su lengua buscando llegar al fondo, gimo con intensidad. Suena mi celular, es mi marido, son pasadas las cuatro de la mañana. El licenciado me lo pasa y me pide que conteste mientras sigue mamándome la panocha.

– Bueno, hola mi amor, ah si ya es tarde; pasamos a tomar un café, es que nos pasamos de copas, hummm, y estamos platicando; si aquí por la Roma, aahhh si por ahí; ¿Estabas dormido o estás viendo la tele? Aahhgg échale mujuuu. ¿Cenaste, pizza? Mmm qué rico ¿Me guardaste un pedazo? te digo que se me subió por eso hablo así. El licenciado me sigue metiendo dos dedos hasta el fondo, me muerdo los labios para no gritar. Los mete y saca con ansiedad. Seee, estoy bien, mujuuu, aahhh si llego. Aahhgg, si como una media hora seee, ahhaaa, mmm ricooo, es que me estoy comiendo un pastelito, seee termino y voy para allá, uhhhuuu, está para chuparse los dedos mmm, perdón mi vida, te digo es que estoy medio tomada, aahhgg seee, todo bien, besos mi vida te cuelgo, te quierooo…

– Así, puta así, qué puta eres…

– Seee, soy su puta, aahhgg qué rico me mama mi panocha muy rico, como una puta, aayyy así, rico…

En eso estábamos, cuando tocan de nuevo a la puerta. Nos miramos extrañados y me pide que la abra. Pensando que quizá era el mesero que venía por más “propina”, me acomodé la ropa de la misma forma de la vez anterior. Abro y veo que es una pareja la que tocó, de edad madura, ella enfundada en un vestido corto entallado semitransparente, de color verde limón, escotado y abierto de las piernas de ambos lados, que dejaba ver provocativamente su lencería. Su pareja venía vestido de manera casual, medio obeso, no tan agraciado físicamente. Me saludan y preguntan si pueden pasar; el licenciado grita desde el fondo, “si pasen”. Ambos pasan y amables me saludan de beso en la mejilla, ella muy cerca de mi boca.

En el cuarto hay una mesa y nos acomodamos en ella. Brindamos celebrando la reunión y comenzamos a platicar brevemente sobre los cuatro, para después hablar sobre sexo; pero más que palabras pasamos a la acción. El tipo bajó su mano y comenzó a acariciarme la pierna mientras hablaba, la mete por debajo de la falda y hurga mi vagina. Ella muestra provocativamente los senos al licenciado, baja la mano y le acaricia su miembro. Yo abro las piernas para facilitarle la acción al desconocido, quien introduce dos dedos en mi vagina lo que me hace soltar un gemido ligero. En respuesta yo bajo mi mano y le acaricio su bulto por encima del pantalón; se lo aprieto y pronto está totalmente parado, tiene un palo grande, muy grande y grueso, trago saliva al sentirlo.

Excitada, le bajo el cierre y lo saco, lo empiezo a masturbar, mientras él mete y saca sus dedos de mi panocha. El licenciado me pide que se la mame, lo cual hago al momento. Me separo de la mesa y me inclino para mamarle la verga, le chupo la cabeza y me da un poco de asco ya que huele a ese olor que se queda después de tener sexo. Iba a retirar mi boca de ahí, pero el tipo me toma la cabeza y me la empuja para meter su verga en mi boca. Me entra la mitad, empuja su pelvis queriendo meterla toda. Me atraganto, pero sigue empujando, casi me provoca vomitar. Me suelta un poco y le lamo su glande, le lamo sus jugos, se la succiono lo que hace que gima y me diga “¡qué rico mamas! Observo como el licenciado besa los senos de la mujer, los devora con ansiedad. Después de un rato de estarle mamando la verga, el cuate me pide levantarme y me lleva a la ventana en donde el licenciado me estuvo fajando. Me pone de frente y se coloca detrás de mí, me levanta la cadera y me sube la falda; veo que se masturba unos momentos y me lo coloca en la entrada de mi vagina, empuja con fuerza y mete la mitad de su palo; espera unos segundos y me lo mete todo, arrancándome un gemido:

– Aahhgg, hummm, aayyy…

– ¿Te lastime?

– La tienes muy grande

– ¿No te gusta, te la saco?

– Nooo, déjela, está rica aahhh, muévete, hummm… el cuate se empieza a mover con fuerza, lo mete y lo saca en forma dura.

– ¿Así te gusta, así te gusta que te la meta? ¿Te gusta mi verga?

– Seee, así, así métemela, aayyy tienes una verga muy rica aahhgg la tienes muy grande, rica verga, aayyy dame duro, aahhh, seee… Al escuchar eso comienza a darme de nalgadas,

– ¿Te gusta que vean cómo te la meto, cómo te cogen? Plaf, plaf, plaf… ¿Te gusta exhibirte, te gusta la verga?

– Seee, me gusta que me vean cogiendo, aayyy que rica verga aahhgg, me gusta la verga rica, dame así, métela duro, hummm, aayyy, qué vergota tienes, que verga…

– ¿Te gusta mi verga puta, la disfrutas? ¿Te gusta coger como una puta? Plaf, plaf, plaf ¡Qué ricas nalgas tienes puta, qué ricas! Plaf, plaf, plaf…

– Seee, me gusta tu verga aahhgg, la tienes rica aayyy; cógeme como tu quieras, aahhh aayyy, ricooo, hazme tu puta, cógeme así… como una puta, aahhgg…

Por unos diez minutos el cuate me estuvo bombeando duro, con mucha ansiedad, no dejaba de nalguearme ni de decirme adjetivos soeces. Yo gemía intensamente al sentir esa vergota dentro de mi y más cuando de un golpe me la dejaba unos momentos metiéndola hasta el fondo. Una pareja nos observaba desde otro cuarto y hacían lo mismo, sólo que ambos estaban desnudos. Busqué al licenciado para ver que hacía y vi que le metía la verga a la chava de este cuate, patas pa’rriba también diciéndole de cosas. Ella gritaba de placer. En un momento, me saca el palo y lo coloca en la entrada del ano. Me pregunta que si me gusta anal:

– ¿Te gusta que te den por el chiquito?

– Nooo, la tienes muy grande y cabezona, me vas a lastimar. Mientras le decía eso, empujó para meter la cabeza de su verga, nooo aayyy nooo, la tienes muy grande, aayyy… empujó más y me entró toda la cabeza; nooo, no, no, no, me duele aayyy, sácala sácala aahhgg. Empuja otra vez y me entra otro tanto, aahhgg nooo, aayyy ya no, sácala, me duele gritaba,

– Aayyy qué, aguanta mi verga putita, lo tienes apretadito, ahorita lo aflojamos: plaf, plaf, plaf, siente mi verga puta, hasta ahí te la voy a meter, plaf plaf plaf, aguantala puta, ¡qué ricas nalgas tienes culona, sabrosas! plaf plaf plaf…

– Aahhgg, la tienes muy grande, aayyy sácala, hummm aahhh, hasta ahí no la metas más aayyy, me duele aahhh, la tienes muy grande cabrón, tienes la verga muy grande, me lastima aahhh, hasta ahí hasta ahi, si hasta ahí aahhh, mmmm seee rico, no la metas más hummm, así, así, empiezo a sentir rico, pero no la metas más cabrón, aahhh, seee, estoy sintiendo rico aayyy, dame así dame así; qué verga tienes cabrón, que verga aahhh, seee, aahhgg…

– ¿Te gustó mi verga en el culo puta, te gustó? Siéntela, disfrútala putita, aahhh lo tienes apretadito, rico plaf, plaf, plaf, plaf…

– Seee me gusta, pero no lo metas toda, así así dame, aahhh tienes rica tu verga rica, estoy sintiendo rico cabrón, hasta ahí hasta ahí aahhgg me partes, así hasta ahí aayyy, qué vergota tienes, rica, cabezona, me abres le culo, así dame aayyy… nalguéame, dame más, aayyy nalguéame asi, así, aayyy…

De repente empecé a sentir un cosquilleo en el culo, gemía intensamente, me iba a venir. Por su excitación el cuate aceleró sus movimientos y me la dejo ir toda, sentí como su verga entró toda hasta el fondo, lo que me hizo gritar e hizo que me viniera intensamente:

– Aayyy cabrón, me la metiste toda cabrón aayyy, me rompes el culo aahhgg, la siento toda adentro aayyy, me duele aahhgg, sácala, saca tu verga, aayyy, me partes el culo, siento toda tu vergota adentro aayyy, me duele, me duele… aahhh, qué verga, qué verga tengo adentro aayyy, hummm, aahhgg,

– ¿Quieres que te la saque, te la saco?

– Mmmm, aayyy me duele pero no me la saques, aahhgg dame duro cabrón, aayyy así dame, así métemela, hasta el fondo aayyy, hummm, cómete mi culo aayyy, así cógeme, muévete así aayyy, asi hasta el fondo cabrón aahhgg, qué rico palo mételo todo, me estas haciendo venir cabrón, qué verga tan rica tienes aayyy que verga tan rica cabrón, aahhgg seee que rico estoy sintiendo, échame tus mocos cabrón, échamelos dame de tu leche cabrón aayyy, dáme tus mocos, aahhgg, aayyy cabrón que verga tan rica tienes, que verga tan rica aahhh, ya me hiciste venir, que ricooo, aayyy me la metiste toda seee, aayyy… así. De repente me la saca y me pide que me incline y me volteé, me pone su verga en la cara:

– Ahí te van mis mocos puta aahhh que rico, que rico culo tienes puta, apretadito rico, aahhh, ahí van mis mocos aahhh, ahí te van calientes, disfrútalos puta aahhh…

– Seee, échalos cabrón, embárrame con tu semen caliente, échalos todos, échalos…

El cuate agarró su verga y la dirigió a mi cara, se empezó a venir, eyaculó mucha leche, era tanta su excitación que me embarró además de la cara, mi cabello y mis tetas, bramando se estaba vaciando todo, sacó muchos mocos de lo excitado que estaba, terminé con mucha leche encima. Al mismo tiempo, estaba term el licenciado en el culo de la chava quien también gritaba de placer, diciendo frases como: le están partiendo el culo a tu puta, le están echando todos los mocos, que rico se cogen a tu puta… gritaba a su pareja, entre otras expresiones de placer. Permanecemos en nuestras posiciones unos momentos; con movimientos lentos nos separamos y tratamos de recobrar el aliento.

Me sentía toda embarrada, llena de mocos. Me dirigí al baño para asearme, me vi en el espejo llena de semen en mi cara y mi cabello, mis pechos estaban llenos de chupetones. Tomé papel y traté de limpiarme el semen que tenía en el cabello, la cara, mis pechos, mi ropa, hice lo que pude. Arreglaba mi vestimenta, cuando entró el cuate que me cogió y al verme chupeteada, se acerca e inclina la cabeza para hacerme dos chupetones más en mis tetas, luego besa mi boca. Le acaricié su palo el cuál permanecía aún firme, parado pidiendo más; me besó cachondamente, metiéndome un dedo en mi vagina, le dije que ya era tarde, que ya me tenía que ir, le pregunté la hora y me dijo que eran las 5:30 de la mañana, borracha y excitada como estaba le dije que era tardísimo, que mi marido me esperaba. Me dijo que si la persona con la que estaba no era mi marido, le dije que no. Con cara de sorprendido, se río pícaramente.

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