El viernes después de la oficina pasarías a mi casa para salir a cenar, me pediste por favor llevarme falda corta, supe de inmediato tus intensiones para ello.
Estaba un poco cansada pero deseosa de verte ya que tenía días sin saber de ti, tomé una ducha por la tarde y rasuré mi parte intima, por “si acaso”, usé perfume por todo mi cuerpo y la tanga negra que me va bien, (eso siempre me dices) veo que te pones caliente cuando la uso, un sostén transparente que dejaba ver como mis pezones se ponían erectos a la más mínima excitación, una blusa sin mangas con escote amplio, falda pegada y corta hasta la mitad de mis piernas, zapatillas de tacón relativamente alto.
Enviaste un mensaje para saber que estabas fuera, salí y como todo un caballero me besaste, abriste la puerta para que yo subiera, volteaste a ambos lados y me metiste una nalgada apretando después la nalga, “tonto” ¡siempre me haces reír y excitarme con eso! Subiste y no dejaba de sonreírte por “tu travesura” pude percibir el olor de tu perfume que me encanta, te besé en la boca y claro que apreté mi caramelo preferido para saludarlo.
Fuimos a cenar cerca de ahí, hicimos comentarios graciosos y de vez en vez me manoseabas bajo la mesa cuando nadie nos veía, metías la mano bajo mi falda y llegabas a tocar por encima de la tanga, yo volteaba para ver a los otros comensales, pero nadie se percató, yo ya me sentía muy caliente, chupabas mi cuello y llegabas a lamer mis labios, yo te decía al oído que ya estaba caliente, el color de mi cara ya era rojo, lo pude sentir y comencé a sudar también…
Todo el juego fue por debajo de la mesa, ¡pude tocarte y sentir lo duro que ya estabas papito!, traté de bajarte el cierre para sentir su piel, pero me detuviste…
Fui al baño para poder refrescarme, sentí tu mirada deseosa y morbosa al verme caminar, volteé para verificarlo y si, me estabas viendo todo cachondo… Entre a hacer pipi, ya sentía como palpitaba mi puchita, quería meterme los dedos, pero preferí esperar para sentir los tuyos, solamente la sequé y salí para poner agua sobre mi cara y mi cabello.
Al regresar ya habías pagado la cuenta y estabas mas que listo para salir, tomaste mi mano y salimos rumbo al carro, no dejabas de tocar mis piernas de arriba abajo, arrancaste y lo seguías haciendo hasta tocar la pucha que ya estaba húmeda “¿a dónde vamos? Ya estoy bien caliente”…
Sin más que decir te abrí la bragueta y comencé a mamarla, ya la tenías más que dura, brillosa, venosa, olía delicioso, estaba mojadita también aproveché para jalártela con esa lubricación, ¡oh! I tu cara de deseo, jalaste mis cabellos y me la metiste hasta la garganta varias veces, mi saliva ya había mojado todo el rededor de su pantalón, te encanta verme llorar por la atragantada que me das, yo ya tenía más que hinchada y mojada la pucha, comencé a meterme los dedos, ya estaba muy caliente, tu seguías manejando hasta que encontramos un lugar oscuro cerca de ahí, sin más nos estacionamos.
Nos bajamos para ir a la parte trasera, me jalaste y acomodaste en el asiento me abriste e hiciste a un lado la tanga para empezarme a mamar ¡uf! ¡Mi vida! Amo tus mamadas, me la chupas tan rico, comienzo a mover las caderas toda caliente, empiezas a dedearme y sentí como ya tenía mojadas las nalgas, apretabas mis senos y metiste la mano para tocarme los pezones después me levanté para seguir mamándote yo… Que rica saliva combinada con tus jugos, que delicia tu cabeza mojada, tu frenillo, lo toco con la lengua y succiono para hacerte gemir, me gusta succionarte de arriba abajo escupirla y volverme a tragar todo…
¡Después de eso, comenzaron a tocar las ventanillas! ¡Nos detuvimos de inmediato, nos enderezamos la ropa y nos pasamos a los asientos de enfrente como pudimos ja ja ja era un policía!
Te pidió tu nombre y licencia… Tu solamente dijiste que ya nos íbamos… ¡después solo sentí como acelerabas el carro! Estaba muerta de nervios e igual tú, me preguntabas si nos venían siguiendo, yo volteaba, pero no veía nada… ¡Llegamos como pudimos a mi casa! ¡Terminamos riendo y temblando de tanto estrés y adrenalina jajaja… Amo esa aventura!
Completamente tuya…
Gelo, son vivencias deliciosas, ojala muchas personas se animaran a compartir también…
es como si contará mi vida real que fabuloso leer y como si mi vida vivida estubiera escrito