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Maestra exigente (1)
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Esta historia comienza por el semestre final de mi carrera, en esos momentos todavía en pandemia la verdad era que cada clase importaba menos y con la continua ansiedad de entrar al mundo laboral la verdad es que casi no prestaba atención a casi nada y una de las muchas cosas a las que no les daba importancia era a una clase en particular, era digamos una clase de relleno una que intentaba justificar el seguir aumentando los costos de la carrera pero como dije ya en el último semestre esto importaba menos, de hecho la única cosa curiosa de la clase era que la encargada de impartirla era una maestra, bueno doctora, y eso levantaba varias cejas entre mis amigos y compañeros de clase, no a todos pero si se sentía ese ambiente de curiosidad ya que por lo menos entre mis amigos cercanos nunca la habíamos visto en persona, (clases en línea como dije).

La verdad es que no era necesaria verla en persona para agarrarle odio, con tan solo prender su micrófono y comenzar a hablar nos irritaba a puntos críticos y no era para menos, tenía todo para ser odiosa, pero para no aburrir digamos que nada cumplía con sus expectativas y así la pasamos todo el curso, nos conectamos a clases dejábamos la computadora encendida mientras hacíamos otras cosas y solo prestábamos atención cuando nos iba a decir algo sobre los proyectos o tarea, las cuales hacíamos pero siempre calificaba mal incluso a modo de ensañarse conmigo solo porque sí, y la verdad como el desagrado era mutuo no pensaba en otra cosa más que pasar su materia ni siquiera en tener una buena calificación sino en tan sólo dejar esa clase atrás y seguir con otros proyectos o trabajos.

Pues así el semestre transcurrió, la maestra seguía dándonos clases aburridas y nos fastidiaba siempre con los tiempos de entrega, enserio ya nos tenía artos y cada intento de convencerla sobre aplazar las tareas era inútil a tal punto que el tan solo mencionar ese tema hacía que nos ganamos un discurso de lo inútiles que éramos o de lo mucho que ella se había esforzado en sus tiempos de estudiante, con esto en mente mis amigos y yo nos empezamos a formar un estereotipo de lo que podía ser nuestra maestra, si bien ya habíamos visto la foto de su rostro eso complementaba el perfil que estábamos pensando, por lo que sabíamos era una maestra de unos treinta y tantos, con hijos, y casada, aparte de eso usaba lentes, y pues de cara la verdad es que tenía su encanto por lo menos hasta que empezará a hablar y quisieras arrancarte los oídos pero bueno como dije con el tiempo empezamos (como buenos estudiantes) a hacer bromas de nuestros profesores y ella no era la excepción, y bueno, lo primero que se nos ocurrió es lo más obvio que cualquiera pudiera intuir y es que tenía tan mal carácter por falta de atención en casa, vamos que estaba mal cogida, y ese chiste se fue haciendo cada vez más frecuente entre amigos hasta hacer comentarios del tipo: "con tal de que me pase si le hago el favor".

Si bien esto se decía de dientes para fuera lo real es que a mí siempre me habían atraído las mujeres mayores que yo y entre broma y broma la idea de estar con la maestra se volvió más frecuente en mi mente a modo de que casi siempre que estábamos en su clase ponía atención a algunos detalles, cómo su voz o algunas charlas que nos contaba sobre su vida y ahí aprendí algunas cosas que me servirían más adelante, pero si algo que estaba rondando en mi mente durante las clases era la duda de ¿Cómo sería en persona?.

Cada vez más me preguntaba ¿Cómo sería su cuerpo?, Está duda fue contestada casi al final de clases puesto que suspendieron la cuarentena y con ello podíamos regresar a clases con todas las medidas de seguridad, la verdad es que aunque mi curiosidad era mucha desde hace ya tiempo, el hecho de estar en un salón oyendo su clase no me hacía mucha gracia la verdad, ya que aunque pudiera verla no podría fantasear a gusto con todo lo que pasará por mi mente cuando la viera, así que estaba en una encrucijada, quitarme la duda y conocerla en persona o quedarme con mi imaginación y descansar en mi casa, esa respuesta fue contestada una mañana de entrega de calificaciones, pues podíamos pasar a revisar las notas al salón y ahí ella estaría, así que eso fue como una señal del destino podría conocerla sin tener que ir a sus clases, y entonces esa mañana fui a recoger mi nota, me acerque al salón toque la puerta y desde el otro lado me respondió: pasa.

Así que abrí la puerta y la verdad lo que vi me sorprendió, si bien en mi imaginación más perversa había imaginado a mi maestra con medidas bastante generosas y en otras con un cuerpo bastante normal, la realidad me extendió su mano y ofreció a mi vista algo sorprendente, ella estaba de pie junto a una mesa alta, pero se inclinaba un poco para revisar los papeles que tenía adelante o sea que la estaba viendo de perfil y lo que más sobresalió fue su gran culo y sus piernas altas y gruesas, ese día usaba un pantalón bastante ajustado y zapatos de piso por lo que si hubiera usado tacones estaría de mi estatura (no soy bajo), en ese momento me alegre tanto que olvide a lo que iba por lo que seguí mi camino y me aproxime a dónde estaba ella casi de forma automática, cuando llegue dije un buenos días y al estar de frente tuve otra sorpresa y es que llevaba una blusa algo escotada por lo que al estar de frente y reclinada me ponía a disposición sus generosas tetas, dentro de mi agradecí por esas vistas y por mi bien recupere la conciencia, había ido por las notas, así que después de un rato de rebuscar ella me dijo mi calificación, había sacado un 10 en ese último trabajo, por lo que mi felicidad no hacía otra cosa más que incrementar, enserio, sacar un 10 con la maestra que me había estado fastidiando ese semestre y no solo eso sino que esa misma maestra era una verdadera MILF y todavía más, estaba yo solo con ella, en un salón totalmente privado, y lo que me dio la oportunidad de oro fue el comentario que hizo después de que le agradeciera por la nota: eres el último en venir por la calificación, solo te estaba esperando a ti.

Oportunidades hay pocas y las que hay se tienen que aprovechar, así que puse toda mi concentración en solo un objetivo, y ese objetivo no era otro más que ese culo, así que con la idea de que ya no tenía nada más que hacer y de que yo había sido el último en ir por la nota y que me había estado esperando, comencé a pedirle disculpas por haber llegado tarde y cosas por el estilo, solo tenía que encontrar algo para sacar tema de conversación y tenerla en ese salón un rato más.

-Siento haber llegado tarde, no sabía que solo me estaba esperando a mí.

-Ay no te preocupes de todas formas estos días están muy aburridos, aunque hubieras venido temprano a mí me quedan unas horas hasta que me pueda ir.

-Bueno eso me hace sentir mejor, pero siento que salga tan tarde sobre todo si ya no tiene más que hacer.

-Da igual de todas formas siempre hay algo que hacer.

-Pero si ya terminó su trabajo siempre es bueno salir temprano o incluso tomarse un día ¿No preferiría estar en casa?

-La verdad es que no, si regresara a casa estaría sola, mis hijos están en la escuela y mi esposo bueno tampoco está en casa, por lo menos aquí veo a mis colegas y a mis alumnos.

-¿Ah sí? Creo que tiene razón si yo regresará a casa también estaría solo.

-Te digo que es mejor así, por cierto felicidades otra vez por el 10, fue un muy buen trabajo.

-Me alegra oírlo de usted, la clase fue bastante exigente y al final me sirvió prestar atención creo que mejore bastante.

-Sí me sorprendió la calidad del trabajo, comparándolo con los anteriores puedo decir que hice bien en presionarte.

-¿Entendí bien?, ¿Solo a mi?

-Jaja, sí, la verdad desde que mandaste tu primer trabajo vi potencial y te calificaba más duro que a tus compañeros porque sabía que lo harías mejor, y al verte aquí creo que tenía razón.

-Gracias, bueno, siendo honesto, veía como calificaba a mis compañeros y siempre pensé que me tenía odio, jaja, porque siempre me iba mal pero ahora que lo dice creo que siento que la haya juzgado mal.

-¿Ah sí? Tú también, bueno no eres el primero, la verdad es que en cada clase hago lo mismo con algún alumno, es algo así como una prueba personal que me gusta hacer para ver si el alumno puede mejorar, si no mejora pues lo dejo pasar con el mínimo, pero si demuestra mejoría bueno sus acciones son recompensadas.

-La verdad no me lo esperaba, entonces el 10 demuestra que hice un buen trabajo.

-Ah bueno, el 10 es la calificación, digamos que es el logro pero no el premio.

-¿O sea que me dará un premio?, No no puedo aceptarlo solo estaba cumpliendo con mis estudios.

-Oh no, no, no, por favor tienes que aceptarlo, no me digas que me vas a despreciar, esto solo lo tienen aquellos que logran impresionarme y la verdad es que tú lo hiciste como ningún otro.

-Bueno supongo que lo aceptaré, gracias maestra y bueno ¿Qué es?

-Ah eso es muy sencillo, pero es una sorpresa así que cierra los ojos y date la vuelta tengo que hacer algo para que lo puedas ver.

Ahí estaba yo dándole la espalda con los ojos fuertemente cerrados y con verdaderos nervios, si bien creía saber lo que era por el tono de la conversación no tenía que hacerme muchas ilusiones a fin de cuentas era mi maestra y estaba casada por lo que cabía la posibilidad de que la sorpresa de verdad fuera algo más convencional. Pero para mí fortuna algo termino de confirmar que mis fantasías eran correctas, pude oír cómo el seguro de la puerta era colocado, luego unas pisadas hasta mí y también oí como algo caía, después de unos segundos, ella tocó mi hombro y me dijo: ¿Tienes novia?

-No. Respondí

-Ya veo, entonces ni sorpresa te gustará, vamos, date la vuelta y abre los ojos.

En ese momento mi corazón estaba a mil por hora, mis manos temblaban al igual que mis piernas y lentamente abrí mis ojos, mis sospechas eran ciertas, esa MILF que vi apenas esa mañana, mi maestra que hasta hace unos momentos me estaba hablando de mi nota y como estaba orgullosa de mí, esa misma estaba parada enfrente de mí, con los pantalones abajo y la blusa igual en el piso, me quedé con la boca abierta y su risa me dijo que no era la primera vez que veía esa reacción, es más creo que era su parte favorita.

No podía creerlo, estaba viendo a mi maestra que estaba solo en ropa interior, una ropa interior bastante convencional pero que esa misma me generaba más morbo que si estuviera usando lencería con encaje, era del mismo juego, tanto panty como sostén eran de color azul con franjas blancas, y solo eso, nada más y no podía dejar de mirarla, ella tuvo que tomar la iniciativa.

-Bueno ¿Te gusta tu premio?

-Sí, si me gusta.

-Jaja y eso que todavía no lo tocas, ven dame tu mano.

Ella tomo mi mano y directamente la puso sobre sus tetas, a lo que yo comencé a masajearlas, con cada meneo me iba pegando más a ella y ya cuando estaba lo bastante cerca ella tomo mi cabeza la acerco hasta su boca y me susurró:

-Yo soy tu premio, sé que estos meses te he tratado mal, pero mira todo ese esfuerzo tiene sus recompensas, así que te diré lo que le digo a los que han logrado conseguir su premio, soy tuya por una hora, puedes hacerme lo que quieras, puedes tratarme como quieras, así que comienza a partir de ahora, no importa cuántas veces termines, mientras tengas tiempo eres libre de hacerlo las veces que quieras ¿Entendiste?

Ni siquiera tuve que contestar, tenía carta libre para experimentar y hacer realidad todas esas fantasías que había estado formulando durante los últimos meses, así que sin perder tiempo, la tome con fuerza y la besé apasionadamente mientras seguía masajeando sus tetas, pero no me quería entretener en eso, había algo que me estaba llamando desde que cruce la puerta, así que me separé de ella, no sin antes quitarle el sostén y que sus tetas rebotaran un poco por la fuerza de mi acto, y entonces me agache, tome sus caderas y le di la vuelta, y ahí estaba, ese culo que había visto hace unos momentos y que ahora me pertenecía, pase mis manos por los costados de la panty y tire hacia abajo, apenas dejé descubierto ese gran culo sumergí mi cabeza en él, no tenía mucha experiencia con hacer orales, pero no me importó, tan solo disfrutaba con ese olor a perfume y lamía con todas mis fuerzas de arriba a abajo y con cada lamida notaba más mojada su panocha que por cierto tenía algunos bellos, era el culo de una MILF, de una señora con todas sus bondades y lo tenía entre mis labios, y mientras paseaba mi cara en ese culo, ella agradecía mi trabajo con largos y fuertes gemidos.

-Ahhh, Ahhh sí, sigue sigue.

Yo continuaba con mi tarea pero eso sí, muy pendiente del tiempo, quería aprovechar al máximo mi premio y aunque todavía tenía mucho que probar la verdad el placer que me daba estar hincado frente a mi maestra, sabiendo lo que estaba haciendo me era suficiente, y no solo eso sino que un primer orgasmo me hizo sentir aún más orgulloso de mis capacidades, no solo como estudiante sino como amante.

-Hmm, ay, ay ay ahhh sí, me estás haciendo acabar, ah, ah, siii.

Y con esa expresión quise ver qué tan contenta estaba, así que me levanté y ella se giró, su cara lo decía todo, la cara de una mujer bien complacida, y ni siquiera estaba empezando, en ese estado tan solo me desabroché el pantalón y mi verga dio un salto, ya llevaba un buen rato con esa erección por lo que no pensé que fuera a aguantar mucho más, así que tomando la palabra de que podía acabar las veces que quisiera le hice una seña y le dije.

-Vamos, tienes trabajo que hacer.

Ella lo entendió perfectamente por lo que se agachó tomo mi verga con sus manos y se la llevó directo a la boca, comenzó a chupar y succionar cómo una experta por lo que en mi estado fue muy difícil aguantar, solo tuve tiempo de decir.

-Vamos tómala, traga.

Con eso solté el primer chorro directo a su garganta, lo que la hizo toser un poco, pero ni así se la saco de la boca, enserio ella iba a cumplir con todo lo que le pidiera, así que después de un par de chorros más, saco mi verga sin una gota de semen, la había limpiado por completo, y eso no hizo más que aumentar mi excitación, por lo que en menos de 5 minutos ya había recobrado una erección total y ahora tocaba penetrarla.

Cómo cortesía le pregunté si tenía condones, ella dijo que no hacía falta, así que sin más rodeos la tomé de la mano y la dirigí hasta una de las mesas, la incliné totalmente, a tal punto en que su cara chocaba con la madera y entonces le separé un poco las piernas abrí sus nalgas solo para apreciar la vista, la azote un poco, solo un par de nalgadas para ver cómo reaccionaba y lo hizo con unos gemidos juguetones, así que todo ya estaba preparado, tome mi verga bien erecta y la puse en la entrada de su panocha, primero suave, una penetración lenta para disfrutar, no lo creía de verdad tenía a mi maestra recibiendo mi verga y gimiendo mi nombre, de verdad me estaba cogiendo a mí maestra, y con esa idea fui aumentando el ritmo, un ritmo que ya era bastante veloz y el sonido de choque con sus nalgas sumado a los gemidos de mi maestra inundaban el salón, más y más fuerte hasta que esos gemidos eran gritos y con esos gritos comenzó a temblar, las piernas estaban resbalando se, por lo que tuve que sostenerla de la cintura y apoyarla contra mi, lo que aumentó la profundidad de la penetración y al ver que si seguíamos así terminaríamos cayendo acelere la situación recostándola en el suelo boca abajo, sin sacarle mi verga eso sí, ahora estábamos cogiendo como animales en el piso, así estuvimos por un rato sin cambiar de posición ni aumentar la velocidad pues en cualquier momento terminaría por segunda ocasión, y así lo hice con mi verga bien adentro de mi maestra comencé a botar semen, mucho más que la primera vez, después de que acabe me levanté y la ayude a incorporarse, ya que ambos estábamos de pie la leche comenzaba a salir de su panocha y bajar por sus piernas, tenía que ocuparme de esto de lo contrario dejaríamos evidencias, por lo que con rapidez fui a agarrar sus pantys que estaban puestas sobre el escritorio, me acerque a ella y comencé a recolectar mi semen, después de la limpieza que ella agradeció, ya estaba listo para el tercer round, y el último, y ya sabía dónde quería meter mi verga está vez, así que se lo dije.

-Quiero tu culo, es en lo único que pienso ahora, así que ponte en 4, separa tus nalgas con tus manos.

Ella lo hizo sin dudar, a fin de cuentas era mi premio por esa hora, y en la posición lista, lamí un poco mis dedos, para pasarlos por su ano, y comenzarlo a dilatar, pero ¿Me tomaría el tiempo de dilatarla?, No creo que fuera necesario, ya casi acababa la hora y si perdía el tiempo no podría acabar, por lo que tan solo desistí, puse mi verga en su hoyito y empujé, ella estaba aguantando el dolor que le provocaba incluso apretaba sus manos y abría más sus nalgas.

-Ya casi está solo falta un poco, aguante maestra

-ah ah ah sí sigue rompemelo, ya tiene tiempo que quería que alguien lo hiciera, dale, métela toda.

-Sí así ya casi hmm, sí, su culo, está bien apretado, sí genial.

-ah sí dale verga a mi culo, vamos dale.

Cómo música para mis oídos comencé a penetrarla, se sentía delicioso estaba muy apretada y la vista era espectacular, con esas nalgas bien abiertas y sus gemidos tenía que hacer que estos fueran momentos únicos, así que me concentré para hacer que eso durara lo que tenía que durar, a fin de cuentas me quedaban apenas 10 minutos, cuando habían pasado 7 minutos sentí la necesidad de llenarle bien el culo, era la última vez así que tenía que darle hasta la última gota, y así lo hice, cuando iba a acabar la sujete bien fuerte de la cintura y la pegue a mi verga, la tenía bien ensartada, y de un solo movimiento acabé, estuvimos así un rato, mientras más y más chorros de leche botaba dentro de su culo, hasta que conseguí vaciarme por completo, saque mi verga y ella seguía así en 4 con el culo abierto, las piernas temblando, el pelo desarreglado y ahora su culo comenzaba a botar leche, por lo que fui por sus pantys nuevamente para limpiarla y ahora el tiempo estaba por terminar así que la levanté cómo pude y fui a lamerle las tetas, cosa que hice hasta que el tiempo terminó, pero ella no me separó inmediatamente sino que esperó a que la dejara de chupar, para después tomarme nuevamente de la cabeza y darme un beso final, muy profundo.

-Creo que disfrutaste de tu premio. Dijo mientras trataba de recuperar el aliento.

-Sí ese si fue un buen premio, muchas gracias.

-Oye esto no te lo dije al principio pero no tienes que decir nada sobre esto, aparte de que tendría problemas el secreto del premio se sabría y arruinaría la sorpresa.

-No se preocupe, no diré nada, pero lástima que sea mi última clase con usted bueno por lo menos pude ganar el premio.

-Sí, está es fue tu única clase, pero bueno no te fuiste de la universidad sin probarme jaja.

-Que bueno que inscribí su clase, me alegro mucho.

-Me da mucho gusto y ahora tenemos que irnos porque no tardarán en venir a ver el salón hicimos mucho ruido pero nunca se dan cuanta.

-Sí, estuvo algo agitado, que bueno que nunca la han descubierto, bueno vámonos y perdone que le pregunte, pero ¿Hay forma de ganar el premio otra vez?

-Bueno sí la hay, pero no para los que repiten clase conmigo eso ya sería muy fácil.

-Entonces ¿Cómo se gana?

-Eso lo descubrirás en estos días, tengo que pensar algunas cosas y ya veremos si tienes una segunda recompensa, pero a decir verdad vas por muy buen camino.

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