Mi trabajo se desarrolla en un centro hospitalario, donde trabaja una persona encargada de la papelería, María, una morena alta de aproximadamente 45 años de edad, casada, con un culo delicioso regularmente con tangas pequeñas y muy marcadas en su ropa, pocas tetas, pero de buen ver en general.
La relación siempre fue de respeto limitándonos a cuestiones laborales, poco a poco se fue generando una amistad respetuosa que fue aumentando con el tiempo, al grado de utilizar albures sexuales que cada vez iban subiendo más el tono y retándome en cuestiones sexuales, como que me podía pagar el desayuno con sexo y cosas por el estilo, no le daba tanta importancia y seguíamos el juego.
Hasta que un día el tono aumento y decidí mandarle una foto de mi verga a través del celular, ella en vez de molestarse se limitó a contestar sorprendida y al preguntarle que si le había gustado me dijo que a quien no. Ahí sabía que habíamos cruzado la línea la cual cada vez iba aumentando, comencé a mandarles videos masturbándome diciendo su nombre, y ella indirectamente me los pedía, enviábamos videos porno y stickers sobre sexo y siempre contestaba de manera caliente.
Llegó el día donde estaba sola en el trabajo me saque la verga y comencé a masturbarme frente a ella, parecía que tenía pena por la situación y me decía que no, sin embargo, no dejaba de mirarme, le pedí que se acercara y sin mirarme procedió a masturbarme, mientras le tocaba las tetas y la vagina haciendo un gemido delicioso que me hizo deslecharme en grandes cantidades.
Seguimos con las pláticas por mensajes y de vez en cuando la visitaba cuando estaba sola, siempre intentándola convencer de coger, pero siempre ella se escudaba en su matrimonio.
Pero llego el día donde teníamos que ir a otra ciudad por trabajo, logre convencerla de ir a un motel, al llegar se notaba tensa pero a la vez caliente, comencé a besarla y poco a poco a quitarle la ropa, procedí a meterle el dedo en la vagina por un lado de su diminuta tanga (depilada, sabia a lo que iba), mientras chupaba sus tetas, procedió a hacerme un oral a pesar de que decía que no le gustaba hacerlo.
Llego el momento de acostarnos y comencé a mamar su vagina deliciosa ese olor característico, lo jugosa me hacía ver que estaba lista para ser embestida por mi verga, así que me puse sobre ella y comencé a penetrarla, por sus sonidos sabía que estaba siendo complacida como no lo era en mucho tiempo, se montó en mi verga y cabalgo delicioso, la puse en 4 y se la metí delicioso, vi su culo abierto y procedí a poner mi lengua en su delicioso ano, esto le genero un poco de contrariedad al grado de quitarse y decirme que no, pero la convencí de hacerlo pocas veces para que probara algo nuevo.
Aceptó y estuve por varios minutos lamiendo su delicioso ano y ella disfrutándolo, volví a penetrarla y terminé dentro, ella queda escurriendo leche por su vagina. Lo hicimos 2 veces más.
Hoy en día seguimos frecuentándonos sexualmente y en momentos donde está sola en su área de trabajo me pide que le chupe el culo, lo cual yo accedo gustoso.