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Madre madura, follándomela a escondidas de su familia
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Con mi madura dama follábamos a escondidas,  su boca exprimía mi verga sedienta de leche y la rusa que me hacía con sus tetas me hacía volar de excitación, follábamos riquísimo en medio de la cocina de su negocio, cumplíamos cada fetiche en mente para luego irse a casa y ser toda una madre ejemplar.

Entre esos días de no saber si tenía una relación toxica con “Mary”, conocí a “Marla”, una chef madre soltera de unos 42 años aproximadamente del cual habíamos implementado su pequeña pastelería, ella era una mujer algo gordita, de buenas tetas, de tez blanca, algo pecosa y unos lindos ojos color miel, para ser gordita mantenía su figura y sobre todo resaltaba bajo su delantal sus voluptuosos pechos.

Era una dama muy dulce y de buen trato, es lo que me atraía de ella, más aun pasando por esos días momentos de incertidumbre con la complicada “Mary”, el no saber si estábamos o no en una relación.

Volviendo al tema de “Marla”, entre los días en los cuales acudía a su local para coordinar la implementación final de su local, invitaba postres a mí y a algunos operarios, el cual agradecíamos, poco a poco me gane su confianza y fuimos charlando sobre todo detallando los acabados, ya que quería inaugurar su local para antes de navidad y ya estábamos a 3 semanas de la fecha, así que íbamos presurosos.

La primera semana de diciembre una tarde noche fui a su local, para verificar la decoración y ultimar detalles, y sabiendo que ya empezaba tener pedidos de pastales y postres para la fecha de clausuras escolares y más aún a portas de la navidad estaba urgida por promocionar en su Facebook, tomar buenas fotos, etc. Así que me ofrecí a ayudarle con las fotos, al principio dudo pero como ya teníamos la confianza del caso acepto, el detalle es que para poder tomar las fotos serían un fin de semana en su local, el cual tenía unos pedidos de bocaditos dulces y salados para fiestas de promociones y así que ese primer sábado de diciembre quedamos para ir a su local con mi cámara profesional y un flash que tenía para mis tomas.

Ya en su local ese sábado y esperando a que salgan los dulces para tomarles las fotos, ella todo apenada me comentaba

M: ¿Todo bien? no tienes nada que hacer verdad?… si estás muy ocupado ayúdame con unas cuantas fotos, no te preocupes en serio.

D: No, que va descuida, no tengo nada que hacer el día de hoy, y si tengo que ayudarte con gusto, vamos a almorzar si deseas yo invito.

M: No que va, no te preocupes

D: Si, descuida hoy es tu día dedicado a tu emprendimiento y tienes toda mi ayuda

Dándome una sonrisa algo sonrojada.

Después de un rato, tome algunas fotografías de los bocaditos que tenían que empaquetarlo para llevárselo rápido con su repartidor; su ayudante de cocina era una señora algo mayor y escuchaba que susurraban entre ellas por ratos a la par que reían. Salimos a almorzar por un restaurante de la zona, y de paso le traeríamos también el almuerzo a su ayudante, y ya en pleno almuerzo comenzamos a charlar.

D: Dime Marla y que tiempo llevas con los postres y pasteles, por cierto, el pastel que te pedí aquella vez, vaya que me salvaste, fue un lindo detalle que regale a una “sobrina”, te lo agradezco.

M: No de nada, gracias más bien, no sabes ahora cuanto necesito crecer en el negocio, lo hago por mis hijos, por ello doy todo y me esfuerzo todos los días.

D: Oh, qué lindo, tienes dos nenes, y ¿eres casada? – buscando que me comentará su situación

M: Estoy separada ya hace muchos años, aunque igual me llevo de maravilla con mi ex, es más estoy más que segura que aún quiere volver conmigo, pero ya cerré ese capitulo

D: Bueno, que bueno que al menos te lleves bien con tu ex, me imagino fue chocante la separación a un inicio, por tus nenes supongo… ¡Y tu estas soltera ahora? ¿O tienes algún pretendiente? – pregunte algo tímido

M: ¿Porque la pregunta? – entre risa apenada y picara

D: Una simple curiosidad

M: ¿Y tú? ¿Estás soltero?

D: Si, ya hace buen tiempo

M: Mentiroso no te creo, seguro tienes tu novia y la estas negando

D: No para nada, porque dices eso, no tendría por qué ocultarla, crees que estaría aquí contigo el fin de semana ayudándote.

M: Uhm no sé, puede ser, o seguro tienes tu teléfono apagado

D: Ja no que dices, en serio, si quieres para demostrártelo te invito a salir esta noche

M: ¿Hoy?, uy no sé qué a qué hora termine.

D: No importa, yo espero, para que veas que no estoy con nadie y que nadie me espera

M: Bueno no sé, mejor otro día

D: Ok, cuando tú quieras – ambos riendo y volviendo a su local rápidamente.

Ya en el local seguí con algunas fotos, íbamos charlando por momentos de los tipos e postres, de las diferentes masas que solía preparar, se le notaba que amaba su profesión. Luego ya a casi caer la tarde, y ya habiendo llevado los bocaditos y postres, su ayudante se fue llevando un pedido en camino, ocasión en la cual nos quedamos solos en su local a puerta cerrada.

M: Si tienes que hacer, no te preocupes yo me quedo limpiando y ordenando mi cocina aún

D: No que va, es más te ayudo si deseas – remangándome la camisa y empezando a lavar los platos

M: No, en serio no te molestes, ya me has ayudado bastante

D: No, como crees Marla, te veo que estas muy ajetreada y mereces tener ayuda, y para que también no llegues tarde a tu casa, tus hijos te estarán esperando

M: Uhm… bueno este fin de semana por suerte se quedarán con sus papás… iban a salir al cine y eso, ya que en estos días no tengo mucho tiempo.

Pensé en este momento, que buena situación se presentaba, a lo mejor estando solos podíamos seguir charlando algo más íntimo, así que me propuse a ser más atento

D: Bueno Marla, relájate tienes mi ayudo en estos momentos… así que aprovéchate de mí jaja

M: ¡Que dices loco!, jaja no me hagas aprovecharme más de lo que debo

D: A lo mejor me gusta que se aprovechen de mi

M: Ja, bueno veré en que más podré aprovecharme, ¡y dime qué edad tenias?, eres más joven que yo supongo

D: Ehh, si tengo 39 (mintiendo en mi edad pues tenía 37 años)

M: Uhm, se te ve más joven

D: Es la soltería y las despreocupaciones jaja

M: Ay, entonces que dirás de mi… se me ve más años de lo que aparento, aparte estoy subida de peso… ¡es lo malo de la repostería el estar probando es un problema!

D: Que dices, estas muy guapa… yo te echo unos 39 o 40 años, ¡me equivoco?

M: ¿Te parezco guapa, entonces ya me has estado mirando?

Mientras se reía e iba limpiando su mesa y me pasaba algunos utensilios más a lavar y de pie junto a mí lado, fue muy atrevida con su siguiente comentario

M: ¿Y que más te gusta de mí?, para yo decirte lo que me gusta de ti.

Quede frio de nervios, pero atine a jugármela del todo y seducirla en ese momento, mientras cerraba el caño y giraba hacia ella mirándola.

D: Me gustan tus ojos… tu manera de ser, lo linda y dedicada que eres en tu profesión eres muy apasionada

M: ¡Apasionada?, wao… no me lo habían dicho… de cierta manera es verdad

D: ¿Y ahora dime tu que te gusta de mí? – pregunte entre risa coqueta y nervioso

M: Bueno… eres muy detallista… siempre eres así o actúas así conmigo solo porque quieres salir conmigo

D: No es por eso… es la verdad, quizás no te lo dicen muy seguido, pero eres toda una mujer empoderada, luchadora, digna de admirar… y eso me atrae, diré admiro

M: ¿Atrae?, entonces… yo te atraigo

D: No, bueno…

M: ¿No?…

D: Si, digo… me estas poniendo nervioso, y voy a empezar a decir cosas que no quiero y me voy a sentir muy apenado

M: Tranquilo estamos en confianza, que sorpresa el saber que sentías eso por mí, gracias por tus palabras… ya deja las cosas y si deseas ve a tu casa.

D: No me digas que me vaya, además me siento bien contigo, y no tengo nada que hacer… voy a ir a mi departamento a estar aburrido sin nada que hacer

M: ¿Vives solo?

Pregunto mientras se quitaba el delantal y pude apreciar sus tetas robustas bajo su blusa y sus leggings que traía puesto, se veía ajustadita y aunque con esos kilitos de más uf, quien no ha fantaseado con una gordita sexy

M: ¿No me escuchaste o estás pensando que decirme? – con tono bromista

D: ¡Sí, solito solito!

M: Es solo una pequeña pregunta, no te pongas nervioso nene, además quien sabe… no te conozco mucho

D: Si quieres nos podemos conocer más, me abro a ti a lo que me preguntes

M: Uhm, bueno ya se va hacer tarde, y quiero ir a descansar a mi casa… tomar una ducha…

D: Vamos a mi departamento y puedes descansar ahí, tomamos un poco de vino y bueno te llevo a tu casa, ¿qué dices?

Hubo un pequeño silencio entre ambos, y pensé uy la fregué fui muy directo con ella

M: ¿Eres siempre así, de atrevido?… de lanza?… mira que ya me las se todas, si quieres ser directo solo tienes que decírmelo

Vaya que la situación se había tornado a mi favor, y dándome unas indirectas muy directas me atreví a acercarme a ella y tratar de robarle un beso, que finalmente se lo di en la mejilla, ella algo asustada de quedo inmóvil cuando le di un beso en la mejilla.

M: Y eso, pensé que me ibas a besar… Wao… ¡me pusiste nerviosa!

D: ¡No!, no, no temas, discúlpame más bien, quizás fue la manera de demostrar mi afecto

M: ¿Siempre demuestras afectos, dando besos entonces?

D: No, discúlpame… creo que mejor me voy, no quiero que pienses mal de mí.

Me dirigí hacia la zona de mesas donde había dejado mi maletín con mi cámara, y aunque en el fondo me sentía cachondo, atine a solo querer irme para que piense que no era tan atrevido, aunque tenía unas ganas lanzarme a ella, de desabotonarle su blusa y devorarme esas tetas y hacerles una rusa, amasar ese cuerpo llenito, comérmela toda, andaba excitadísimo; en el fondo pensaba que si seguía más rato con ella era capaz de follármela sí o sí.

Hasta que antes de despedirme, Ella agarraba su bolso y llaves, y ya con los candados de su local en mano se me acerco y me dijo

M: ¡Y por donde está tu departamento?, ¿esta camino a mi casa?

D: Eh, si algo, ¿por qué?, ¿Digo? – me puse nervioso

M: En serio quieres que te lo diga… ¡no entiendes las indirectas nene! – con voz sensual

Esas palabras mágicas hicieron volar mi imaginación y entusiasmo de tenerla desnuda, devorándomela toda, imaginándome esas tetas robustas de tan rica mujer blanquita, pecosita, uf, mi imaginación y nervios volaban a mil. Le ayude a cerrar su local, eran ya como las 7pm y si iba aprovechar el corto tiempo que quizás, subimos al carro que tenía de la empresa y rápidamente llegamos a mi departamento y al hacerla entrar me susurro.

M: No prendas la luz

D: Ok – estaba nervioso y cachondo a mil

Empezándonos a besar en la oscuridad, palpándonos nuestros cuerpos, presionándola hacia mí, haciendo fricción de sus tetas junto a mi pecho

M: Espera, Siéntate – dejándome caer sobre mi sofá

Empecé a querer desvestirme, desabotonándome la camisa y ella toda cortante.

D: ¡Eh, no, no quieto!, solo siéntate y déjame a mi hacerlo, pero no se vale tocar ok, si me tocas sin que yo te lo pida se acaba esto, me paro y me voy – con voz desafiante y seductora.

M: Ok! – todo confundido y excitado

En ese momento sus gorditas, y suavecitas manos, empezaron a desabotonarme la camisa, abriéndome la camisa acariciándome mi pectoral, y mientras se ponía de rodillas entre mis piernas, pegando sus tetas por encima de mi bragueta, sintiendo el peso de sus pechos, mi verga palpitaba, estaba excitadísimo; y solo pensar que si me atrevía desobedecer me dejaría cachondo… fui dominado por ella sin darme cuenta.

Al estar de rodillas frente a mí, empezó a desabotonarse su blusa dejándosela a media quitar, en la penumbra que había en mi sala, a poca luz que ingresaba de la calle, y con un movimiento de sus manos se liberó de su sostén con un click por la parte de adelante… ¡Wao! ¡Vaya que par de tetas!, cayeron sobre mí con su peso, empezó a sobarlas sobre mi bragueta de mi pantalón, haciendo presión con sus manos, juntándolas, manoseándolas; mi verga ya erecta, sin poder hacer nada, mi calentura se elevaba y exclamaba

D: ¡Wao!, ¡que… que ricas tetas tienes! – haciendo el ademán que querer agarrarlas, besarlas, moderarlas, hacerse de todo

M: ¡Hey, que te dije!, no debes tocarme nada, quédate quieto… relájate nene

D: Ok, sorry – volví a poner mis brazos abiertos

Acto seguido, empezó a sobarme la verga sobre mi pantalón, mi verga se encontraba ya dura, palpitando, me sentía mojarme, algo presurosa me desabotono la bragueta y bajaba mi cierre, y mientras me miraba en un instante me dijo toda sensual y cachonda.

M: Lo que va a pasar, queda entre nosotros… y como yo sé que te gusto

Mientras con sus manos liberaba a la bestia, mi verga brotaba ya líquido pre seminal, dándose una sorpresa, respondiéndole todo cachondo.

D: No solo me gustas, también me arrechas marla, me encantas, tus ojos, tu piel, todo de ti me fascina – empezaba llenándola de halagos y así poder calentarla

M: Si… lo note, pero hoy solo tendrás un adelanto nene – con voz picara y arrecha

Que delicia de paja que me hacía, me masturbaba suavemente mezclándose entre sus dedos mi liquido pre-seminal, y antes de hacerme un riquísimo sexo oral, se acercó a mí y me dio un beso, para luego de un solo bocado meterse mi verga en su boca, empezando a jugar con mi glande, su boquita me exprimía la verga con tanta arrechura.

D: ¡Wao, Marla… sigue… que rico lo haces!

M: ¡Uhmmm! – saboreaba, mientras subía y baja devorándomela

Solo el recordar, de cómo me lo hizo, mientras me lo chupaba, succionaba mi glande, apretaba mi verga con tal destreza que hacían ponerse venosa, la excitaba que yo me excitara, me dejaba hacer todo con esa boquita, jugaba con mis huevos, los amasaba como toda una maestra pastelera.

Luego puso su par de tetas entre mi verga y empezó a hacerme una riquísima rusa, uf, vaya que, si sabía no solo arrecharme, se tocaba sus pechos, se manoseaba entre si sus pechos, yo solo disfrutaba de tal maravillosa escena, sus tetas las subía una y otra vez, por momentos bajaba a chuparlo, asegurándose tenerla dura y volvía a la rusa, gemía, cerraba los ojos, y para arrecharme más, paso una de sus manos bajo una de sus tetas, presionando mi verga entre sus dos pechos, que delicia notar como al movimiento de su brazo al pajearme rebotaban sobre mi ingle, riquísimo… me dejo sin palabras, y cuando estuve a punto de venirme me atreví a tocar esas tetas, ella ya de la excitación no dijo más nada.

D: Me vengo, me vengo…

M: ¡Vente en mis pechos!

D: ¡Oh, ohh… coño… ohhhh!

Desprendí fuertes chorros de leche que incluso llegaron hasta sus labios, y ella toda experta, empezó a exprimirme la verga, mi leche desbordaba ya por mi ingle y sus tetas, éramos una mezcla de leche y sudor, empecé frotar mi semen entre sus pechos, sobaba mi semen sus labios, con mi leche que llego a su rostro, era toda una perrísima, mientras meneaba sus tetas en mi verga, exclame.

D: Que maravillosa eres, sí que sabes cómo… como hacerlo – todo exhausto

M: Si me eres sincero, para otro día… vas a mi local, nos podemos quedar a solas y… quien sabe podemos hacer muchos fetiches que tengo en mente.

D: Sería perfecto, echarte fosh o miel por tu cuerpo, en tus tetas… saborearlas

M: Uhm, y yo ponerle nutela o chantilly a tu verga y comérmela

D: Marla, eres toda una atrevida… no pensé que fueras así en el fondo…espero me gusta

M: Queda entre nosotros ok, tengo que cuidar una imagen… lo comprendes verdad.

D: Claro que sí, descuida

Así que rápidamente, la lleve a mi baño, se limpió y quedamos en vernos durante la semana para tomarnos unos vinos y quién sabe, seguir teniendo más aventuras.

Este relato aún tiene una segunda parte, cuando volvió aparecer “Mary” para confesarme una cruda verdad poniendo fin a una larga obsesión que tuve con ella. Y es que dicen que por algo suelen pasar las cosas, porque gracias a “Marla” pude evitar un fuerte dolor, en su rápido adiós.

Y volviendo al tema de mi gordita ardiente, tuvimos más encontrones de full sexo, follando hasta en días previos a la navidad, y aventurándonos darnos unos buenos caches hasta antes del año nuevo, pero sobre todo cumplimos a puerta cerrada todas nuestras fantasías y fetiches, acabando embadurnados de dulces en nuestros cuerpos, en medio de su cocina, sobre su barra devorándome su verga a lengüetazos, tirados en el piso, atreviéndonos a hacer poses del Kama Sutra, vaya era una gordita ardiente… hicimos todo lo que nos atrevimos a fantasear y llegando a la conclusión que las gorditas suelen ser más ardientes y cacheras en la intimidad, lo entregan todo con tal de complacerse y complacerte.

Continuará…

Pueden conocer el final de la historia con “Mary” leyendo mi relato “Estoy embarazada, pero no sé si sea tuyo o de mi jefe”.

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