Hola ¿cómo están? Saludos de nuevo. A los que no me conocen les pido que lean mis otros relatos, ahí me describo. Ya aquí no me describo porque creo que ya sería mucho. Aquí les contaré una experiencia que pasé por querer ayudar a mis mejores amigas con sus amigos universitarios y como caí en su juego de seducción y engaño.
Como sabrán estudiaba 5º semestre de preparatoria. Donde yo estudiaba podíamos ir vestidos con ropa casual, sin uniforme, lo que me parecía mejor pues no soy muy devota de usarlos y así puedo ir vestida como quiera, y si es de forma coqueta mejor.
Pues un par de meses unas amigas del salón (Sandra y Perla) a quienes considero mis mejores amigas, habían conocido a unos chicos de que estudian en la universidad, quienes se llaman Gerardo y Gustavo y tienen 25 y 24 respectivamente, lo cual supuse por su edad que al menos uno de ellos estaría repitiendo algunos semestres pero no me sorprendió la edad ya que, al igual que a mi, a ellas también les interesaba salir con chicos mayores. Uno de estos chicos vive a dos cuadras de aquí de la universidad. Ellos estudian en la mañana, nosotras en la tarde por lo que ellas tenían oportunidad de verlos solo en la tarde pero en horas de clase no nos era permitido salir. Entonces hubo días en los que para verlos ellas se saltaban una pared que estaba en la parte de atrás de la preparatoria y era muy poco concurrido.
Así pasó varias veces; se iban y volvían 2 horas después todas contentas y felices aunque según ellas no hacían nada malo solo salían a tomarse algo y cosas así. Un día Sandra me pidió un favor: había llegado un primo de ellos y quería que las acompañara para poder salir así los 6 y así el primo no se quedaría sin pareja. La verdad no quería pues no los conocía a ellos pero fue tanta su insistencia pues que acepte. Entonces un día que era solo para exámenes no hubo problema para salir temprano y salimos sin problema alguno después de terminar nuestro examen. Fui con ellas y durante el camino les preguntaba como era ese primo y ellas me decían que estaba simpático, atento, pero que no me preocupara ya que yo tenía novio y pues que por lógica no pasaría nada con el, lo cual tenía razón. Nos dirigimos a un parque que supuestamente estaba a una cuadra de donde vive Gustavo. Al llegar vi a los 3 chicos y hubo uno que me impacto; precisamente Gustavo pero como no lo conocía no sabia quien era en ese momento. Llegamos y comenzaron las presentaciones, "Chicos ellas es nuestra amiga Larissa, Larissa ellos son Gerardo, Gustavo y Octavio (el famoso primo)". Si bien no era atractivo tampoco era feo, al igual que Gustavo, pero Gerardo era todo un galán: alto blanco, cabello negro, en pocas palabras le daba un cierto parecido a Collin Farell, repito, cierto parecido no idéntico a él. Estuvimos platicando y empezaron sus cumplidos hacia mí, que qué bonita, que debería tener muchos pretendientes, cosas así. Yo solo daba gracias y más gracias, pero cuando Gerardo me lo decía sentía escalofríos pero por respeto a Sandra, a quien le gustaba él, no hice ni dije más.
Fuimos a un café cercano y cada una se sentó con su pareja. Yo me senté con Octavio el primo de Gerardo y me parecía buen chavo pero Gerardo me ponía nerviosa. Cuando volteaba a verlo me miraba a los ojos, me sonreía y como estaba sentada a un lado de él algunas veces disimuladamente me veía las piernas que apenas las cubría mi minifalda. Platicábamos de todo, de cómo le iba en la Universidad -que por cierto Gerardo y Gustavo estudian Contaduría y Octavio Medicina- y ellos a nosotras igual, que como nos iba. Como yo era a la que no conocían me llovieron toda clase de preguntas: Que me gusta hacer, a donde me gusta salir, si tenia novio, etc. cada respuesta mía Gerardo ponía mucha atención, se veía que era el mas aventado y desenvuelto, Gustavo mas serio y Octavio mas bien tímido.
Ya después de unas 2 horas nos despedimos. Nos despedimos de ellos con un apretón de manos y beso en las mejillas. Cuando me despedí de Gerardo me apretó fuerte la mano y su mirada se clavaba en la mía. Yo sentía que durante esos milisegundos no había nadie más que él y yo hasta que las voces de los demás me hacían volver a la realidad. Camino a la escuela mis amigas me preguntaron como me la había pasado a lo cual les dije que bien, que todos me parecían interesantes y me habían agradado, pero nunca dije que Gerardo me había impactado por respeto a Sandra.
Así pasaron como 2 semanas, veía a mi novio y nos la pasábamos bien pero no podía alejar de mi mente a Gerardo. Además todos los días seguíamos saliendo con ellos y siempre Gerardo me miraba y me sonreía, mientras yo trataba de no darle importancia pero era tal la atracción que en algunas ocasiones le respondía igual y me vestía más coqueta: me ponía minifaldas y blusitas escotadas o camisetas ceñidas sólo para que él me viera así. A veces el no aguantaba y cuando nos sentábamos juntos disimuladamente bajaba su mano y rozaba mi muslo, lo que me ponía la piel chinita y subconscientemente movía mi pierna para que mi minifalda se subiera mas y se viera mas pierna. No solo era Gerardo el que me las miraba sino también Gustavo, quienes se miraban y sonreían ante mi mirada. Lo único raro que me parecía es que en los últimos días que salimos Gerardo le susurraba algo a Gustavo al oído y éste me miraba y me sonreía serio, pero no quería preguntarles si hablaban de mi o no puesto que iba con mis amigas y no quería que ellas se dieran cuenta.
Todo iba bien hasta que un domingo por la mañana me habla Sandra al celular. Al contestar la note llorando y le pregunte que le pasaba. Ella me dijo que había hablado con Gerardo y que le había dicho que él y Gustavo ya no querían salir con ellas porque en estos días se dieron cuenta que solo las veían como amigas y pues que no buscaban una relación de pareja, lo cual a ella le podía demasiado puesto que estaba muy interesada en él. También me comento que aun no le decía nada a Perla puesto que esperaba que recapacitaran. Así que me pidió de favor si podía yo ir a hablar con ellos, para saber si podía sacarles yo el por qué ya se les había pasado el interés por ellas. Yo dude un poco en aceptar por lo que me hacia sentir Gerardo pero por como escuche a Sandra acepte, además de que nos había comentado Gerardo que vivía con unos tíos puesto que el es de otra ciudad y vive aquí en la capital para estudiar en la Universidad por lo que supuse que estando ellos no habría problema.
Como estaba un poco desarreglada me cambie de ropa: me puse una mini que llegaba a medio muslo color negro, algo ajustada, y una blusa rosa floreada con botones al frente, sin sostén. Les dije a mis padres que en un rato regresaba que iba a casa de Sandra. En el camino iba pensando si ellos habían perdido el interés por ellas, tal vez Gerardo igual habría perdido interés por mi, lo que me causo alivio pues así no estaría tentada en Gerardo mas y respetaría mi amistad con mi amiga.
Llegue a casa de Gerardo, toque el timbre y de inmediato abrió Gerardo. Al verme no parecía sorprendido. Me saludo con un beso en la mejilla y me hizo pasar. Era una casa mediana y con arreglos juveniles y varios cuadros de modelos y actrices. Pasamos a la sala y me pregunto si quería algo de beber, a lo que dije que no. Se sentó en la misma sala donde me encontraba yo, a mi lado izquierdo, y tomo el teléfono diciéndome que le iba a hablar a su tío quien había salido con su tía de compras y se le había olvidado pedirle algo que le hacia falta
-Si, ya, aja, ya sabes donde están, apurate, ok nos vemos.- escuche que decía.
Al terminar de colgar me pregunto a que se debía el honor de mi visita.
-Pues veras- comencé a decir- Sandra me hablo hace rato y me dijo que…
-Si ya se me imagino para que te hablo- me interrumpió tranquilamente.
-¿En serio?
-Aja, supongo que te dijo que Gustavo ni yo ya no queremos salir con tus amigas, ¿o me equivoco?
-No pues no, no te equivocas. Por eso vine para saber que paso, por que les hacen esto a mis amigas, por que le haces esto a Sandra.
Gerardo no contesto nada solo agacho su mirada y volteo hacia otro lado esquivando mi mirada. Supuse que mis amigas habían sido solo un pasatiempo para ellos y aunque él me parecía algo especial no se me hacia justo su actitud con ellas.
-¿Sabes? No creí que fueran tan bajo. Si no les interesaban mis amigas no hubieran empezado a salir con ellas.
Hice el impulso de levantarme y salir, pero rápidamente el me sostuvo una mano y no me lo permitió.
-Espera Larissa, ¿es que no te das cuenta por que no me interesa Sandra?
Un escalofrió invadió mi cuerpo, creía saber el por que, pero no quería escucharlo. A pesar de que me encantaba Gerardo, Sandra era mi amiga y yo tenía novio.
-Mira no se por que pero creo que se lo debes de decir a ella, no a mi.
-No te conviene que le diga.
-¿Por qué dices eso?
Gerardo se acerco a mí y poniendo su mano en mi rodilla siguió.
-Tú me vuelves loco Larissa, desde la primera vez me gustaste demasiado. Tu sonrisa, tu cuerpo, tu cabello, tu forma de ser todo. También a Gustavo le gustaste.
-¿Qué dices? ¿Gustavo?- pregunte sorprendida.
-Si, pero no hablemos de él, sino de nosotros. Larissa, me encantas y se que te gusto. Lo veo como me miras, inclusive me coqueteas y eso me encanta.
No supe que decir, era demasiado directo.
-Mira Gerardo yo…
-¿Te gusto si o no?
-Mira, yo tengo novio y…
Gerardo ya no me dejo hablar, se acerco tanto que sus labios buscaron los míos. Intente separarlo pero no podía seguir ocultándolo: me encantaba. Caí rendida y mis labios correspondieron a los suyos, nuestras lenguas ansiosas se mostraban el gran entusiasmo de conocerse, de acariciarse. Su mano que se encontraba en mi rodilla izquierda comenzó a subir y mi muslo fue consentido por sus ricas caricias tanto en la parte interna como en el frente. Mi corazón se aceleraba y nuestros besos fueron encendiéndose al igual que nuestras caricias. Yo le acariciaba la pierna y el había cambiado mi pierna por la otra; ahora acariciaba mi muslo derecho y subiéndola mas, mi cadera y parte de mi trasero ya que traía tanga de hilo dental. El tomo mi mano derecha con la que los estaba acariciando su pierna y la llevo a su pene, que estaba duro, y la apretó contra el. Sin pensarlo comencé a estimulárselo sobre el short que traía y le gustaba pues se encendía más. Ahora había bajado sus labios hacia mi cuello y me lo lamía todo con mordidas que dolían pero ya con lo caliente que estaba no me importo. Después separándose de mí tomo sus shorts y se los bajo hasta quitárselos quedando su verga bien parada. Tomando de la cabeza me jalo hacia el y llevando su boca a mí oído izquierdo metió su lengua y la movía muy rico mientras me decía:
– Larissa mi amor se buena y mamela que la tengo así por ti. Hazlo bebe que se nota en tus hermosos labios que eres buena para eso!!
Sus palabras me encendieron y levantando su camiseta fui bajando por su torso, lamiéndolo con deseo, al igual que su vientre, hasta quedar hincada entre sus piernas.
Mirándolo a los ojos, tome su pene con una mano y me lo metí a mi boca, Se lo chupaba y lamía desde su base hasta la punta. Con la mano que se la sostenía lo masturbaba y con la otra me sostenía de su muslo derecho. Gerardo comenzó a gemir mientas aumentaba el ritmo al chúpasela. Mi lengua se movía rápido en la punta de su pene y se estremecía.
-Ah sii, asi Larissa asi… que rico lo haces bizcochito.-. susurraba.
En ese momento me había olvidado por completo de Sandra, no me importaba mas que ella estuviera interesada en él. Solo quería hacer que Gerardo gozara con mi sexo oral y que me dijera todo lo que quisiera. Tomándole el pene fuerte, empecé a chuparselo mas fuerte, metiéndomelo hasta la garganta y ahí el disfrutaba, sus gemidos eran fueres y me gustaba que lo estuviera gozando. La dureza de su pene me encantaba y deseaba ya poder sentirlo dentro de mí no sin antes consentírselo con mis labios y mi lengua.
Ya tenia unos minutos haciéndole sexo oral cuando el abrió los ojos y sonriendo mira detrás de mi. En ese momento siento una mano en mi cabeza que acaricia mi cabello. Sorprendida y asustada saco su pene de mi boca. Al voltear mi sorpresa fue grande. Era Gustavo. Traía pantalones pero se notaba la enorme erección que traía. Mi primer impulso fue levantarme y salir de ahí pero como hace rato, Gerardo se adelanto y poniendo sus manos en mis hombros no me lo permitió.
-No no no Lari, no te vayas, como te dije nos encantaste a nosotros 2, así que por favor regálanos una tarde y pórtate como niña buena.
-Si Larissa – me dijo Gustavo acariciándome de nuevo el cabello- se buena y pórtate bien. Nos gustas demasiado y no te haremos ningún daño, solo queremos que te la pases bien.
Yo me quede muda, viéndolos a los 2, todo lo tenían planeado.
-Andale Larissa, ya estas aquí nada te cuesta.- insistió Gerardo- es mas mira, si te portas bien te damos esto.
Gerardo puso frente a mi rostro un celular y un video que grabo de ahí. En el se ve como le coqueteo a Gerardo y como dejo que roce mis piernas con sus manos.
-Mira corazón – continuo Gerardo- como veras Gustavo es buen camarógrafo. Y pues no te gustaría que esto llegara a manos de tus amigas ¿o si?
-¿Qué quieres decir?- le pregunte aun hincada frente a el.
-Vamos Larissa – interrumpe Gustavo- pórtate bien y nadie saldrá lastimado. Nosotros volveremos a salir con tus amigas. Ellas contentas, nosotros contentos y tú te la pasas bien. Lo ibas a hacer con Gerardo, ¿Por qué no con otro mas? Además seria doble placer ¿no crees?
-Que dices bizcocho ¿aceptas?
Me quede sin palabras. Era una amenaza y estaba de por medio mi amistad con Sandra y Perla. Pero por el otro lado Gerardo me encantaba y Gustavo no era feo. Además yo ya estaba excitada por lo que había hecho con. Gerardo antes de que Gustavo llegara. Gustavo me extendió la mano mientas me pregunta:
-¿Entonces que nos dices Larissa? ¿Te portaras bien con nosotros un ratito?
Tomando su mano me levanto. Me paro con el y los beso en la boca. Él como desesperado me corresponde con un beso apasionado. Apenas abro mi boca y su lengua se mete ahí, buscado mi lengua para acariciarla y chupármela mientras sus manos se posan en mis pechos y me los masajea y pellizca lo que me provoca gemir un par de veces mientras lo tomo de sus hombros. Gerardo no se queda atrás se baja de la sala e hincándose detrás de mi pone sus manos en mis corvas y las sube acariciándome la parte trasera de los muslos un par de veces. Luego las sube mas levantándome toda la minifalda haciendo que se atore encime de mis nalgas que quedan al descubierto por el diminuto hilo dental que las separa.
-Por dios Larissa – exclama excitado Gerardo- que deliciosa estas.
Tras decir esto, siento sus manos tomarme de las caderas y sus dientes y lengua en mi trasero. Lamidas y mordidas en mis 2 nalgas me estremecen haciendo que mi cabeza se vaya hacia atrás de placer. Siento su lengua en la parte baja de mi trasero y como sube al centro dándome fuertes mordidas. Gustavo aprovecha el movimiento de mi cabeza para llevar su boca a mi cuello y ahora su lengua trabaja ahí, acariciándomelo de arriba hacia abajo también con leves mordidas y chupetones mientras sus manos seguían en mis senos dejándome los pezones duros y muy parados ya que no traía nada abajo, solo la blusa puesta. Luego de que unos minutos y tras dejarme mis nalgas cubiertas de su saliva y marcadas con sus dientes, Gerardo jala mi hilo dental haciéndolo a un lado y separando mis nalgas mete su lengua hasta mi ano y lo comienza a lamer y chupar con deseo. Esto me hace estremecer y pego un saltito. Un gemido agudo sale de mi boca. Gustavo no se quiere quedar atrás y bajando busca con su boca mis pechos y por encima de la blusa me las toma con las manos y empieza a morderlos y chuparlos. El placer hace que se me doblen un poco las piernas pero Gerardo con sus manos en mis nalgas me endereza de nuevo. Con una mano agarro la cabeza de él y con la otra me abrazo del cuello de Gustavo. Siento como devora y se da gusto en mis pezones jalándolos con los dientes como para ver si se pueden poner mas erectos de lo que estaban ya, mientras la lengua de Gerardo recorre mi orificio anal separándome fuerte mis nalgas. Gimo con intensidad y esto los excita a ellos mas pues ambos intensifican lo que me están haciendo. Aunque no lo quería aceptar estos 2 tipos me están haciendo tener un orgasmo muy rico.
Luego de unos segundos así Gustavo se aparta de mí, se desabrocha su pantalón y se lo baja hasta la rodilla junto con su boxer mientras Gerardo me baja mi minifalda y mi tanga y levantando mis pies me los quitas, tomando mi tanga, lo huele y se lo mete a la boca diciéndome "sabes a gloria"
-Andale reinita, hincate y se bueno conmigo que mira como me tienes- me dice Gustavo señalándome su paradísimo pene con un dedo.
Sin apartar mi mirada de su pene, me hinco, se lo tomo de la mano y me lo meto a mi boca, solo la mitad, y se chupo y lamo mientras con mi otra mano lo tomo de su cadera. Gustavo con una mano me toma de la cabeza como para asegurarse que no la voy a quitar de su pene y, al mismo tiempo, Gerardo me separa las piernas y metiendo una almohada de su sala entre mis piernas sobre el suelo, se acuesta boca arriba metiendo su cabeza entre mis muslos, quedando mi vagina exactamente sobre su cabeza, sintiendo su nariz y respiración rozarla. Tomándome de las nalgas, Gerardo comienza a lamer y chupar mis labios vaginales para después entretenerse en mi vulva y clítoris. Una corriente placentera invade mi cuerpo; mis gemidos se ahogan dentro de mi boca donde mi legua recorre el pene de Gustavo y mis labios se encargan de chuparlo, para luego de unos minutos ir metiendo su miembro más dentro de mi boca hasta que logro tragármelo por completo. Los tres nos saciamos y estamos ardiendo en placer, ahora Gerardo incremente sus lamidas y succiones en mi clítoris y con un dedo acaricia mi ano sin penetrarlo. Es tal el placer que me hace sentir que a veces aun con el pene de Gustavo en mi boca, dejo de chapárselo al no poder evitar gemir, pero éste me obliga a seguir mamandoselo, moviendo su pene en mí boca sintiendo su punta penetrar mi garganta, provocando que me atragante un poco.
-Ah si así muñequita.- decía entre jadeos Gustavo- que rico, pareces toda una putita experta.
Gerardo no me decía nada, pero hacia sonidos en su boca de gusto, mientras escuchaba los sonidos que hacia con su boca en mi vagina, produciéndome un intenso placer. Ahora tomo con ambas manos el pene de Gustavo y comienzo a lamerle y chuparle la mitad y la punta; el también se estremece y gime fuerte, diciéndome cuanto le gusta mi trabajo.
Luego de unos minutos Gustavo me toma de la mano, me levanta y me sienta en la orilla de la sala haciendo que me recargue sobre el respaldo. Gerardo se levanta también y ambos se sientan cada uno a mi lado, tomando mi blusita y levantándola hasta quietármela.
-Mira Gus- dijo Gerardo- esta mocosita si que tiene buenos pechos ¿no crees?
-Mmm si, ya hasta me dio hambre compadre.- contesto Gus.
-OK muñequita- susurra Gerardo- somos como bebes y tenemos hambre.
Tras decir esto ambos se acercan a mí y dirigen sus bocas a mis pechos, cada uno se hace cargo de uno, mientras con sus manos me abren las piernas y acarician la parte interna de mis muslos. Gustavo se aboraza y me chupa los pezones con fuerza y sus dientes también se clavan ahí, jalándomelos y soltándolos varias veces; Gerardo mas calmado solo se concentra en lamer mi pezón y la aureola. Me produce un gran placer sentir mis pechos en ambas bocas. Gimo y me estremezco retorciendo mi cuerpo.
-Ahh ahhh ahhh sii asii no pareenn ahhh- les suplicaba.
-¿Te gusta mocosa?
-AHH sii, me encanta.,. ahhh,..
Se inspiran y sus lamidas y succiones son más fuertes. Puedo sentir mis pezones como piedras dentro de sus bocas y a ellos parece gustarles y tratan de ponerlos mas duros y erectos, mientras sus manos siguen en mis muslos y algunas veces, sus dedos rozan mis labios vaginales. Mi cuerpo de arquea mas mientras mis manos acarician las espaldas de ambos chicos.
Así estuvieron algunos segundos hasta que Gustavo suelta mi sensible y poco adolorido pezón y con su lengua comienza a bajar por mi cuerpo, llegando a mi ombligo, en donde mete la punta de la lengua y le da varias lamidas, provocándome rosquillitas y placer. Luego continua bajando hasta quedar hincado entre mis piernas, las cuales con sus manos las abre y separa casi en su totalidad.
-Que jugosa estas mi vida- exclama Gus- pero mas jugosa y caliente te voy a dejar.
-Si hazlo- le dije teniendo aun a Gerardo en mis pechos.
Gustavo obedece y lleva su boca a mi vagina. Primero besa tiernamente mis labios vaginales, la vulva, y el clítoris, para después sacar su lengua y empezar a lamerla con pasión, abriendo con la punta mis labios vaginales y sintiendo como me acaricia la parte interna de mi sexo. Me estremezco y suaves gemidos salen de mi boca. Ahora, Gerardo se levanta y subiéndose se para sobre la sala frente mi, sus pies a los costados de mis caderas, y flexionando sus piernas, logra recargar sus rodillas sobre la parte alta del respaldo, a los costados de mi cabeza y recargándose en la pared que esta detrás de la sala con las manos. Su pene erecto queda justo a mi cara, tocando mis labios con la punta, solo abro mi boca y su pene desciende dentro, mientras mis manos lo toman de sus piernas. Un suave bombeo hace Gerardo con su pene en mi boca, mientras con mi lengua logro lamerlo y mis labios aprietan su pene. Le lamo y chupo su pene mientras Gustavo devora mi clítoris y vulva con hambre; siento mi clítoris entre sus dientes, chapándomelo y dentro su lengua me lo acaricia. Gimo y descargo mi placer en el pene de Gerardo, quien también gime sintiendo su pene ser consentido por mi lengua con suaves movimientos. Él comienza a mover mas su pene, me penetra la boca con movimientos cortos y rápidos, mientras Gustavo ahora lame mis labios vaginales y su lengua varias veces llega hasta mi ano, lo lame y vuelve a subir por mis labios para llegar de nuevo a mi clítoris, el cual chupa de nuevo entre lamidas. Esto realmente me mata de placer y mi cuerpo vuelve a sacudirse, levantando mi pierna derecha y poniéndolo sobre el hombro de Gus para que pueda hacerlo mejor. El poniendo su mano en mi nalga derecha se acomoda y mete su lengua en mi vagina, la cual es abierta por los dedos de su otra mano, sintiendo ahora su toda su lengua dentro de mí y como chupa y absorbe los juegos que me salen. Mis gemidos aumentan pero Gerardo los calla metiéndome todo su pene en la boca, el cual solo puedo lamer y chupar muy poco mientras mis manos lo toman de su trasero. Comienzo a atragantarme y toser, entonces Gerardo saca su pene. Un hilo de saliva combinado con poco semen sale unida de su pene con mis labios y cae sobre mi pecho y cuello. Tomo su pene y solo le doy lamidas a su punta, haciendo que Gerardo gima mientras Gustavo sigue bebiendo de mi vagina y clítoris.
Pasando algunos segundos más, Gerardo se baja de la sala y se acomoda a mi lado recostándose a mi lado sobre la sala.
-Ven muñequita, montate en mí, quiero sentirte-. Exclama
Enderezándome paso sobre él e hincándome sobre su miembro, lo tomo con una mano y me lo meto a mi vagina lentamente, mientras Gustavo se para y subiéndose también a la sala se va detrás de mi. Una vez que logro meterme por completo el pene de Gerardo dentro de mi, comienzo a moverme para que me penetre y él, tomando mis manos, me jala hacia el para quedar encima. En ese momento siento como Gustavo me acaricia la espalda con sus manos, llegando a mi trasero, acariciándolo varias veces para después acariciar mi ano con sus dedos. Luego siento como se encime sobre mi y de repente, siento la punta de su pene tocando mi ano, suavemente lo empieza a meter. Un par de gemidos salen de mi, sintiendo como me penetran por mis dos agujeros, dos penes dentro de mi apartando adentrándose en mi ser.
Áyy que rico… los dos van a matarme… -les pude decir
Gerardo y Gustavo comienzan hacer movimientos, penetrándome con muchas ganas, sintiendo ambos cuerpos aplastándome por ambos lados. Mis pechos apretándose contra el pecho de Gerardo mientras mis manos lo toman de sus hombros. Gustavo mientras me penetra mi ano acerca su boca a mi nuca y me lo lama y muerde suavemente mientras Gerardo en ocasiones, hacia lo mismo en mi cuello. Por primera vez me hacían una doble penetración y tengo que aceptarlo, lo estaba disfrutando. Yo también me movía, despacio, ayudando a que sus penetraciones fueran mas intensas. Gustavo ya no me metía la mitad de su pene por mi trasero, ya sentía ahora todo su pene dentro de mi orifico anal. Ambos chicos también gemían cada vez mas mientras sus penetraciones eran más fuertes El pene de Gerardo también lograba clavarse hasta el fondo de mi vagina. Ambos penes apretando la pequeña parte que divide mis 2 conductos. Un intenso placer me invadía y lo expresaba en mis gemidos, agudos y fuertes, excitando a estos 2 chicos que me estaban llevando al paraíso.
Algunos minutos después Gustavo se para sacando su pene de mi ano, tomándome de mis axilas, me levanta despacio mientras Gerardo gime cuando su pene queda liberado de mi vagina. Ahora él se endereza y se sienta sobre la sala. Tomándome de la cintura, me jala hacia el y hace que me siente sobre él, de espaldas. Tomando Mis nalgas con sus manos me levanta y me va acomodando de manera que mi ano se va acercando sobre su pene. Una vez ahí me baja lentamente. Varios gemidos salen de mi al sentir como el pene de Gerardo se va clavando dentro de mi; y mas cuando ya estando su la mitad de su pene dentro de mi ano, suelta mis langas, haciendo que caiga mi cuerpo fuerte sobre su pene y un gran grito sale de mi al sentir como absorbe mi cuerpo todo su pene. Abrazándome se deja caer hacia su lado izquierdo, acomodándose boca arriba y yo sobre él con su pene dentro de mí. Gustavo se acomoda sobre la sala, hincandose frente a nosotros y lleva su pene hacia mi vagina, acariciando con su punta mi clítoris, cosa que me hace estremecer.
Luego me lo lleva a mis labios vaginales y me lo mete por completo en un solo intento, para después recargarse con sus manos sobre el respaldo derecho de la sala. Mi cuerpo comienza a moverse suavemente haciendo que el pene de Gerardo me penetre total y rápidamente mi ano mientras Gus me penetra hasta el fondo la vagina con fuetes embestidas. Los tres gemimos de placer, pero mis gemidos son más fuertes ante esa rica y placentera penetración doble. Con sus manos Gerardo me masajea mis pechos mientras con sus dientes me muerde la oreja izquierda. Ahora Gus lleva su mano derecha a mi sexo y mientras continua penetrándome, con su dedo pulgar me soba el clítoris. Mi cuerpo se convulsiona de placer ante esas penetraciones y caricias. Mis gemidos ahora se ahogan entre respiraciones fuertes y cortas mientras me agarro fuerte del respaldo y del costado de la sala con mis manos, las cuales se aferran a ahí… Mi ano y mi vagina comienzan a sensibilizarse demasiado ante tales embestidas tan fuertes y profundas, sintiéndolos llegar a lo mas profundo de mi cuerpo. La punta del pene de Gustavo rozaba rápidamente mi punto g, haciendo que mi cuerpo se estremeciera aun más cada vez que sentía estas ricas caricias en esa zona tan sensible…
Unos 3 minutos después, Gus se endereza y se baja al suelo mientras Gerardo me abraza y me levanta, para ponerme en el suelo hincada. Y aun adolorida pero muy satisfecha veo como ambos se paran frente a mi con sus penes frente a mi rostro, masturbándose rápidamente.
-Ahora si nenita, vas a sentir nuestra leche en ti, te va a gusta bizcochito.- me decía Gerardo.
-Así es bebe, abre tu boquita. Secundaba Gus.
A menos de 10 centímetros de distancia entre sus penes de mi rostro, ambos comienzan a gritar fuertemente, masturbándose muy rápido, abro la boja para esperar lo que viene para mí, hasta que de sus penes salieron grandes chorros de semen que llegaron con mucha fuerza a mi rostro, dentro de mi boca, y sobre mi cuello y pecho. Ambos siguieron masturbándose hasta que todo su semen quedo sobre mi. El semen que llego a hacer en mi boca lo saboree bastante, tragándomelo todo, mientras que el resto del semen que había caído en mi cuerpo lo juntaba con mis manos y me lo llevaba a mi boca. Los 2 chicos sonreían complacidos poniendo sus penes a cada lado de mi boca. Para limpiárselos, me los metía a la boca y con mi lengua se los limpiaba; primero un pene y luego el otro, así un par de veces.
-Ah sii asii muñequita ahh siii- gemían ambos
Después de limpiarles bien sus penes, ellos comenzaron a vestirse, mientras yo aun hincada recogía mi ropa. Ambos me ayudaron a vestirme mientras me agarraban mis pechos y mis nalgas.
-Ok preciosa cumpliste tu palabra ahora nosotros arreglaremos las cosas con tu amigas- me dijo Gustavo.
-Espero que lo cumplan después de esto- le conteste con una leve sonrisa.
-Claro que si bombón, tu cuerpo valió la pena veras que si- dijo Gerardo.
-De lo que se perdió Octavio bebita- dijo Gustavo. Pero ni modo tuvo que regresar a su tierra por problemas familiares.
Hasta ese momento no me había acordado de él, y dentro de mí también lamentaba que no hubiera estado ahí, para también haber podido satisfacerlo. Cuando iba a salir de la casa, ambos me agarraron y me besaron con pasión, mientras uno me besaba el otro me acariciaba el cuerpo. Salí y me sentía como una golfa, contenta y muy satisfecha por lo que había pasado.
El lunes siguiente al llegar a la preparatoria, me encontré con mis amigas, estaban tristes. Les pregunte que tenían. Perla me dijo que fueron a buscar a casa de Gerardo y que nadie les abrió. Que salio un vecino y les comento que muy temprano había visto a Gerardo con Gustavo, ambos llevaban maletas y que creía que se iban de la ciudad. Y que al preguntarles por el tío el vecino les comento que no vivía Gerardo con ningún tío, que él vivía solo en la casa y que a veces Gustavo iba a quedarse con él. Me sentí utilizada por esos tipos, por haberme engañado, haciendo creer que estarían con ellas, pero dentro de mí, una parte se sentía feliz de lo que había hecho ese fin de semana. Y tranquila a la vez, porque mis amigas nunca supieron lo que había hecho con sus galanes.
Algún comentario a [email protected]. Disculpen que no haya escrito en mucho tiempo, pero mi vida fue una locura tanto en la universidad, como en casa, y hace tres meses me enteré que Enrique (amigo de mi papa véase relato), dejó una semilla en mí y esa semilla ahora crece en mi vientre, espero les guste este relato, muchos besos.