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Los primeros cuernos de mi esposo (parte 4)
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Desperté un poco asustada y confundida. Volteé en mi cama y ni mi esposo ni Pamela estaban ahí. Yo estaba totalmente desnuda llena de los fluidos de dos hombres y una mujer. La experiencia que había tenido había excedido y roto todos mis paradigmas y límites en el sexo.

Busque darme una buena ducha caliente, lave bien todas mis partes íntimas pero mientras pasaba mis manos por mi vagina y mis senos, los recuerdos venían a mi y me calentaba, aún que en mi interior estaba enojada con mi esposo pues había vuelto a serme infiel, y había prometido que no lo volvería a hacer, pero había disfrutado más en una noche que lo que había echo en toda mi vida.

Mi esposo se encontraba en la planta baja. Me senté junto a el, y me saludo afectuosamente como si nada hubiera pasado. Yo quería hablar de lo sucedido pero se volvió a mi, cerro mis labios con un beso y me dijo.

Tranquila tu siempre serás mi puta.

Sabía lo que esa frase significaba, de cierta manera me dió tranquilidad, por qué no quería que nuestra relación termine.

Pasaron las semanas y mi relación con Pamela lejos de enfriarse se volvió más cercana y aún que nunca hablamos del tema nuestras miradas se cruzan de vez en cuando con complicidad. Alonso me trataba con más frialdad y muy político y la verdad por mi mejor, no volvimos a topar el tema.

Después de unas semanas mi esposo me dijo que Peter estaba de visita en Ecuador junto con su esposa y que nos habían invitado a pasar unos días en la playa junto a ellos. Son buenos amigos de la juventud de mi esposo. Peter y Viviana eran un matrimonio feliz y exitoso que vivía en EEUU. Ellos se conocieron en Ecuador ya que Viviana era una hermosa mujer Ecuatoriana y me identificaba físicamente con ella de una trasero bastante rico y senos bien pronunciados, cabello castaño y rasgo finos con todo el sabor latino muy atractiva pero Peter era todo un americano, rubio, ojos azules con físico bien cuidado, que en un intercambio colegial en su juventud conoció a Viviana y a mi esposo.

Llegamos a horas de anochecer a una casa bastante acogedora, completa y exclusiva con un Jacuzzi grande y ellos fueron muy gentiles desde nuestra llegada. Peter había recibido una propuesta laboral en Europa y sería mucho más difícil el contacto con mi esposo, especialmente por qué habían hecho una promesa de amistad hace años y era el motivo de la invitación. Yo no entendía de lo que se trataba pero no me moleste en preguntar tampoco. Estábamos cansados del viaje y nos retiramos a descansar.

No me gustaba como Viviana miraba a mi esposo pero supuse que era por ver ya a un alguien más maduro y buenmozo y no a un joven apuesto cómo era cuando se dejaron de ver. Y no puedo negar que Peter también me parecía muy simpático, no suelo sentirme atraída por hombres fácilmente, pero el me hacía sentir rara.

En la noche mi esposo me busco para tener sexo, y la verdad yo también tenía muchas ganas. Me trato como me gusta como una puta. Me hacía gemir, con su fuerte bombeo y en mis adentros quería que nos escucharán pues aún que estábamos en diferentes habitaciones, grite de placer para hacerme presente. Terminamos juntos y nos dispusimos a descansar, ya que al otro día organizamos una mañana para conversar y ponernos al corriente todo lo que no se había podido en años.

La mañana y tarde transcurrió entre risas, conversación, comida y vino. Me entere que Viviana Y mi esposo fueron novios antes de conocer a Peter. Lo cual me aclaro mis sospechas y fue la respuesta del por qué miraba asi a mi esposo. Cuando ya cayó la noche Peter nos invitó al Jacuzzi. La verdad estábamos muy cómodos y algo mariados por el vino y cócteles que tomamos todo el día.

Viviana no había entrado aún, y cuando llegó era una imagen increíble por su diminuto bikini, recorrería su cuerpo con mi mirada, hasta que la voz de mi esposo me interrumpió diciéndole lo bien que se veía, felicitando a Peter también. Peter lejos de mostrarse incómodo sonrió y me lanzó un piropo también diciéndole a mi esposo, tu esposa también tiene un cuerpo de diosa.

Yo me sonrojé, y sonreí ligeramente pero eso me había pegado directamente en mi vagina, calentándola al instante.

Esto se merece más mojitos. Dijo mi esposo mientras salía del Jacuzzi, te ayudo contestó Viviana y salieron. No niego que me dio celos pero estaban cerca y a la vista mía.

Los seguía con la mirada, no me percate que Peter se había acercado un poco más y su mano se estiró hasta tocar mi pierna disimuladamente debajo del agua. Me quedé congelada mientras sentía su mano recorriendo mi muslo acercándose peligrosamente hasta mi vagina.

Tu esposo debe estar muy feliz de tenerte, eres muy hermosa – me confesó Peter.

Le sonreí nerviosa, pero la verdad el también me atraía.

Tu también tienes una esposa muy llamativa Peter. Sentí su mano rozando mi vagina y por instinto, abrí mis piernas, me pasó su mano entera por mi sexo, aunque no noto la humedad, yo estaba muy caliente pues el también me gustaba. Al final ya era una puta.

Viviana se acercó con par de cócteles. Peter disimuladamente quitó su mano. Que tal si jugamos un pequeño juego de confesiones nos dijo mientras me extendía el mojito. Mi esposo acercándose le extendió el mojito a Peter y acepto por los dos.

Comienza me dijo Viviana. Se que quieres preguntar algo.

La verdad descubrir que Viviana había sido novia de mi esposo en su momento me tenía intrigada.

¿Tuviste relaciones con mi esposo? pregunté.

Ella sonrió, miro a Peter que también sonreía, y la muy descarada dijo. Tu esposo es un semental como Peter y la verdad lo extraño mucho, acto seguido se acercó a mi esposo y comenzó a besarlo. Mi esposo devolvió el beso. Yo estaba atónita no lo podía creer. Regrese a ver a Peter, y como si se tratara de un show, Peter los veía tranquilo tomando su mojito mientras tenían su apasionado beso y mi esposo ya había posado una mano en sus senos.

Salí del Jacuzzi indignada, mientras esa escena transcurría y me dirigí hacia el interior de la casa. Claramente perturbada. No pasó ni un minuto y oí detrás mío, déjalos que se diviertan, mientras me daba vuelta vi a Peter.

Hagamos lo mismo. – me susurro al oído

Se acercó a besarme y abrí mi boca deseosa de sentir a ese hombre en venganza de lo que hacía mi esposo. Aquí está mi venganza pensé.

Viviana tenía razón en algo. Peter también era un semental del cual me sentía muy atraída. Sus manos se paseaban en mis senos y mi trasero, safo la parte superior de mi bikini liberando mis senos . Yo le dejé hacer lo que quiera. Total ya había culiado con otro. Ahora quería la verga de un hombre que en realidad me gustaba.

Busqué liberar su bulto. Mientras el metía sus dedos en mi vagina. Y yo gemía como una perra. Me cargo entre sus brazos con camino a la recamara. Regrese a ver hacia el Jacuzzi y Viviana ya le estaba mamando la verga a mi esposo.

Terminamos de desnudarnos entre beso y beso. Me colocó encima de el con mi vagina en su cara y yo quedé frente a su verga firme, que me invitaba a devorarla, hicimos un delicioso 69.

Devoré ese trozo de carne con un gusto enorme. Quería que sienta hasta el interior de mi garganta. Solo me detenía cuando su lengua hacía que me pase electricidad por todo lo cuerpo. Peter lamía todo de mi, hasta que llegó a mi ano. Fue tan delicioso sentir su lengua en mi hoyito que dejé de chupársela por lo intenso de su sexo oral.

Me invitó a subirme en él, nos miramos fijamente con complicidad, hasta que los gritos de Viviana nos interrumpieron, mi esposo le estaba dando la cogida de su vida también. Peter se rio y me tomo de la cintura para subirme. Sin pensarlo pasé mi pierna por arriba de él, coloqué su verga en la entrada de mi mojada vagina y disfruté cada centímetro que se introducía en mi.

La cabeza de su verga perforaba mi interior sin compasión y yo me corría una y otra vez a chorros. Culeaba como un perra, quería sentir mis senos aprisionados por su pecho y sus manos. Mis pezones lamidos y pellizcados y mi vagina usada como la de una puta.

Cambiamos de posición me puso en 4, apoyando su mano en mi espalda baja para que mi culo quedará totalmente levantado y mi cara contra las sábanas.

Despacio le dije, cuando tomo su verga para darme por el culo. Este era mi macho de las fantasías, con él quería que mi esposo sea un cornudo al cual le iba a entregar todo. Hundió su miembro hasta el fondo. Me hizo gemir de placer y dolor sentir esa verga que llenaba culo. Pero me encantaba, tanto que yo también movía mis caderas para que la meta hasta el fondo. Me comenzó a taladrar mi culo sin compasión y yo gritaba.

Después me invitó a chupársela, yo sin esperar me metí esa verga hasta mi garganta, la limpié de arriba abajo, llena de mis jugos. Tenía mis hoyos abiertos y dispuestos a seguir dándoselos. Y ocurrió lo inesperado.

Volvió a pedir que cabalgara su verga, me monte con gusto, nos besamos intensamente mientras me culeaba. Hasta que me di cuenta que mi esposo nos miraba. Yo salte totalmente avergonzada. No esperaba que mi esposo me viera corneándolo. Peter se rio nada más.

Mi esposo, se acercó a mi y me repitió lo de siempre.

– Tranquila siempre serás mi puta- y me beso.

Yo devolví sus besos con cariño hasta que sentí los brazos firmes de Peter para que vuelva a ponerme sobre el. Me beso mientras dirigía nuevamente su verga en mi vagina. Mi esposo puso su miembro que necesitaba revivir en mi boca.

Nunca había hecho esto pero me sentía en un éxtasis total. Dos machos que me encantaban me estaban culeando. Y yo era una puta con una verga en mi vagina y la otra en mi boca y tenía el sabor de la vagina de Viviana eso me excitaba aun más. Me encantaba cornear y ser corneada.

Mi esposo se acercó por mi retaguardia, con un comentario dirigido a Peter.

¿Ya le abriste el culo a mi mujer?

Peter solo atino a sonreírse, yo estaba drogada de lujuria, y la exitacion de comenzar a sentir la verga de mi esposo resbalandose por mi culo mientras Peter me daba por la concha, me hizo perder la cabeza.

Me estaban culeando por mis dos orificios. Todo lo que había pasado con mi esposo con Alonso y con Pamela era para este momento. Culeando frente a mi esposo con su amigo y el también metiéndome la verga. Era feliz.

Mi esposo bombeaba con fuerza en mi culo y Peter hacia lo suyo con mi vagina. Yo movía mis caderas con cuidado pues no quería que ninguno de los dos salga de mi. Era una puta que quería dos vergas y que ese momento nunca termine.

Bese a Peter metiendo mi lengua, pronto sentía ya la verga de Peter palpitando en mi interior. Era momento de sentir su leche en mi. El estúpido de mi esposo nunca me advirtió y yo no me estaba cuidando. Pero no me importaba. Solo quería leche.

Peter se descargo entero en mi, y yo también en el, mi esposo se quedó quieto y veía como disfrutaba de la verga de su amigo. Fue un momento muy eléctrico e intenso.

Me recosté sobre el pecho de Peter. Y en ese momento entro Viviana, dirigiéndose a mi esposo.

– Aquí estás tramposo, dijiste que solo venías a espiar. – le dijo.

Mi esposo sonrió mientras sacaba la verga de mi culo. Viviana se aproximó a él y comenzó a lamer su verga en frente de todos.

– Que bueno que volviste a parar está deliciosa verga para mí – me dijo la descarada.

La mamaba de manera increíble, se la metía toda e intentaba abarcar su bolas también. Era una experta, de seguro está no era su primera vez. O Peter era un cornudo experimentado o culeaban todos los días sin límites. Pues Peter no sé inmutaba con el acto que el también veía.

Viviana acostó a mi esposo a nuestro lado y comenzó a cabalgarlo como una perra en celo, que deliciosa imagen de mi esposo corneándome una vez más, con esa hermosa puta.

Peter tomo mi cabeza y me la acerco a su miembro, yo llena de su semen en mi vagina, accedí con placer a volver a levantarla. Una vez que su verga estaba tiesa en mi boca, tomo mis cabellos gentilmente me acerco a su boca, metió su lengua en mi y me aparto.

Se puso detrás de Viviana su esposa y ella lo vio pícaramente y freno sus movimientos para que el se coma su culo primero y después si penetrarla, igual despacio hasta que se acostumbre a las dos vergas adentro.

Se notaba la excitación de Viviana besaba a mi esposo se reincorporaba y besaba a Peter, ella también disfrutaba intensamente yo era una excitada espectadora en ese momento.

– Que rico volver a sentir estás dos vergas dentro de mi nuevamente. dijo Viviana.

Me miró y dijo, no te sorprendas preciosa. Me encantan estos machos y yo sé que a ti también. Tomo mi mano y me acerco a ella para fundirse en un beso conmigo. Yo confundida pero excitada le devolví el beso.

Comenzó a masturbar mi vagina. Metía sus dedos se embarraba de mis jugos y el otro semen de Peter y se los chupaba, me los volvía a meter y me los daba de probar a mi. Me incline hacia mi esposo, lo mire y le dije con el mayor de las felicidades. Te amo. Y lo bese.

En ese momento mi esposo se vino en Viviana, ella gritaba de placer al sentir la leche de mi esposo en su interior. Cada pareja besaba a su pareja pero Viviana tenía aún las dos vergas adentro.

Viviana se levantó y tomo a mi esposo de las manos. Lo levanto y le invito a bañarse. Yo me quedé con Peter, limpiando su verga con mi boca.

Volvió a penetrarme con mi piernas en sus hombros, besándome toda. No era la misma sensación que tuve con Alonso. El si me llenaba como mujer y como puta. Los movimientos de bombeo se armonizaban perfectamente con los de mi cadera intentando buscar más penetración. Sus ojos azules mi miraban con deseo, y yo también estaba embriagada culeando con ese hombre.

Volvió a terminar en mi, su leche fluía y se mezclaba con mis jugos vaginales. Era una sensación maravillosa.

Yo también lo invite a bañarse conmigo.

Estaba rendida, trataba a Peter como mi amante, cómo su esposa estaba tratando al mío. Después de secar mi cabello me dormí en los brazos de Peter. Viviana tampoco volvió a su habitación. Así que esa noche intercambiamos parejas.

A la mañana siguiente desperté junto a Peter totalmente desnudos. Así no fuimos a desayunar al comedor . Y para mí sorpresa Viviana y mi esposo también estaban ahí también desnudos. Nos tratábamos como pareja entre los 4, yo besaba a mi esposo y a Peter sin consecuencias. Igual Viviana actuaba como la mujer de ambos.

Pregunté.

– Entonces, ¿su promesa fue cumplida.?

Peter sonrió, mi esposo detrás de sus gafas obscuras también y Viviana fue la única que respondió.

– Veremos preciosa – me dijo y me dio un beso en los labios. No te preocupes yo tampoco sé que se traen estos dos.

El relato se volvería demasiado extenso, si les cuento todo ese día de sexo que también tuvimos. Viviana y yo éramos putas dispuestas a todo. La pose que ellos querían, doble penetración e incluso nos hicieron tener sexo entre nosotras lo cual, fue muy rico. Pamela y Viviana son mujeres hermosas con las que he tenido sexo. Incluso con Viviana lo hicimos sin que nuestros esposos estén presentes.

Lo curioso es que en ese momento no caí en cuenta, y que cuando se trataba de terminar mi esposo siempre lo hacía en la vagina de Viviana y Peter en la mía.

Llegó el momento de retornar a nuestras vidas cotidianas y Peter y Viviana también de su momento de viajar a Europa. Regrese con cierta melancolía. Pues fueron momentos que quería repetirlos cada instante.

————–

Un par de meses después de los acontecimientos en la playa, estaba muy preocupada por qué no me bajaba. Compré una prueba de embarazo y me la realicé en el baño. Mientras estaba ahí, sonó el timbre de la casa. Mi esposo atendió.

Espere hasta ver el resultado sola. Mi esposo no sabía nada. Positivo. Estaba embarazada. Y estaba seguro que ese hijo no era de mi esposo. Peter era quien me había preñado.

Soy una puta pensé entre mi. Me armé de valor y salí a ver quién era. Me tope con la agradable sorpresa de que era Pamela. Estaba sentada con mi esposo en la sala.

Saludamos emotivamente y me senté a su lado para ver qué tenía que decirnos. Tomo mi mano me miró.

Amiga tengo algo que decirles. Tengo casi 3 meses de embarazo y estoy segura que fue tu esposo quien me dejó embarazada.

Fue un balde de agua fría, y en forma de venganza, con ansiedad en mi, también saqué la prueba de embarazo y dije.

Yo también estoy embarazada y estoy segura que fue Peter quien me preñó.

Me dispuse a retirarme, pero mi esposo me detuvo. Me beso y acarició mi rostro. Se volvió a Pamela quien no entendía nada, también acaricio su rostro con una sonrisa. Pamela le sonrió, se notaba que estaba enamorada de mi esposo.

Mi esposo me miró fijamente y me dijo.

Tranquila tu siempre serás mi puta.

Entonces la promesa se cumplió.

Fin.

——————

Si llegaste hasta aquí muchas gracias.

Déjame presentarme

Mi pseudónimo es Dani, me case a los 21 años de edad con Santi en ese tiempo tenía 26 (pseudónimo), pero si adivinaste el verdadero apellido de Peter, mi crush jajaja es Macallan aunque su nombre no es Peter, de ahí el nombre de la cuenta. También Viviana quedó embarazada de mi esposo.

Actualmente estoy en mis 40.

Y está historia está lejos de terminar, sigue mi cuenta para que puedas seguir los relatos alrededor de esta fase de mi vida.

Un beso a todos.

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