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Los hijos de mami (5): Mujer de honor (parte 2)
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Mientras Susan “cuidaba” a los hijos de su amiga, Dayana se encontraba en el estudio de Jasón dirigiendo el “entrenamiento” de las jóvenes actrices novatas, y lo hacía con unos métodos poco ortodoxos.

Para que sus alumnas ganaran experiencia lo más rápido posible, la milf las hacia realizar todo tipo de prácticas sexuales con hombre y con otras mujeres durante varias veces por día, y ella misma se encargaba de supervisar que lo estuvieran haciendo bien y de corregir sus errores.

“¡chupa con más ganas esa verga!” ordeno Dayana, con una intensa voz de mando “¡me aburro de solo verte!”

“¡si, señora!” exclamo la actriz, mientras pulía la técnica

“¡y tú! ¿A eso llamas tener sexo lésbico? ¡Frota tu coño contra el de ella como si se lo quieras arrancar!”

“¡De inmediato, señora!” exclamo la chica

“¡señora… yo no pudo más!” exclamo una chica, que tenía el culo y el coño inflamados de tanto coger “¡no quiero más sexo! Necesito un descanso”

“una buena actriz porno debe tener la lujuria al máximo siempre y, si no puedes hacer eso, mejor ve a un convento y hazte monja. ¡Y lo mismo va para todas! ¿Entendieron?”

“¡si, señora!” gritaron todas las chicas al unísono, mientras continuaban cogiendo como salvajes zorras en celo

Tras dar por finalizada la sesión de “entrenamiento”, Dayana fue a la oficina de Jasón a hablar con él.

“¡no exagerabas cuando dijiste que a estas chicas les faltaba entrenamiento!” exclamo la milf “cuando cogen, parasen adolescentes vírgenes durante su primera vez”

“si, pero he notado que han mejorado, y todo gracias a ti” dijo Jasón, contento

“pero no mejoran al ritmo que esperaba. Voy a tener que triplicarles la carga de entrenamiento, y necesito que me consigas dildos más grandes”

“¡pero si son los más grandes que tenía!… pero, en fin, veré que puedo hacer”

Al terminar la charla con su ex jefe, Dayana fue hasta el cuarto de hotel en el que se estaba hospedando, se bañó, y se acostó en la cama. Luego, miro su celular, y vio todas las fotos y videos que Susan le había mandado de cómo esta “cuidaba” a sus hijos.

“¡como extraño a mis dos bellos niños!” pensó Dayana, mientras se masturbaba viendo todo el material que su amiga le mando “pero bueno, al menos sé que están bien atendidos”

Al día siguiente, aprovechando uno de sus pocos ratos libres, Valen y Daniel salieron a pasear por la plaza.

“¡jamás pensé que existiera una puta más insaciable que mi madre, hasta que conocí a la tuya! ¡Todavía tengo adolorido el trasero de lo de anoche!” exclamo Valen, con cierta molesta “También me extraña que tenga tanto tiempo libre ¿acaso no trabaja?”

“no, y no necesita hacerlo, porque vivimos de las regalías que aún le pagan por todas las películas porno que hizo” respondió Daniel

“¡claro! A mi madre también le dan esas regalías una vez al mes”

“que mala suerte que tú y tu hermano no hayan podido tener un par de días de descanso alejados de una culona pervertida pero, por lo menos, esta situación tuvo algo positivo”

“¿Qué cosa?”

“¡que pude pasar más tiempo contigo!” exclamo Daniel, mientras le agarraba la mano a Valen

“¡de seguro lo dices solo para fastidiarme!” exclamo ella, quien estaba sonrojada

“¡no, para nada! Es más: me encanta la forma en la que gimes”

“bueno… yo adoro la cara que haces cuando le tienes que dar un beso negro a tu madre ¡es tan linda!” exclamo Valen, mientras ella y Daniel se miraban de una forma muy tierna

Una semana después, y tras muchos días de “entrenamiento” intenso, Dayana les tomo un “examen final” a todas sus alumnas, el cual consistía en realizar una gran orgia para ver si ya habían dominado todas las poses y técnicas que esta les había enseñado. Al finalizar el “examen” Dayana aprobó a todas las chicas, pues habían cumplido con todas sus expectativas, y estas le agradecieron enormemente por todo lo que les había enseñado.

Luego despedirse de sus alumnas, deseándoles que tuvieran mucha suerte en sus carreras, Dayana fue a la oficina de Jasón a despedirse de su amigo, pues ella ya había cumplido con su trabajo, y deseaba regresar a su casa.

“¡te doy mil gracias por el gran favor que me hiciste, amiga!” exclamo Jasón, mientras abrazaba a Dayana “y ya sabes que, si algún día quieres volver al mundo del porno, solo me tienes que llamar”

“agradezco tu oferta y, aunque me gustó mucho entrenar a tus chicas y volver a trabajar contigo, prefiero seguir disfrutando de mi restiro junto a mis dos adorados hijos. Ahora, si me disculpas, tengo que partir, porque tengo muchísimo amor materno que dar, y a dos hermosos niños a los cuales dárselos”

“¡nunca pensé que una puta tan grande como Dayana se convirtiera en una madre tan ejemplar!” pensó Jasón, mientras Dayana se iba de su oficina

Esa misma noche, Dayana le envió un mensaje a Susan diciéndole que estaba en camino, y que iría a buscar a sus hijos a la mañana del día siguiente. Luego, Susan reunió a los tres jóvenes en la sala y les dio la noticia.

“¡que genial!” exclamo Ale, contento “¡ya estaba extrañando a mama!”

“si, pero de seguro regresara con mucho “amor” acumulado para nosotros” dice Valen, preocupada

“será mejor que duerman bien para lo que les espera mañana” dijo Daniel

“¡pues lamento decirle que eso no podrá ser!” exclamo Susan, con una sonrisa pervertida, mientras abrazaba a los tres jóvenes “su madre no regresará hasta mañana a la mañana, por lo que aún tenemos tiempo para un último cuarteto de despedida”

“¡tu madre es una puta de mierda, Daniel!” exclamo Valen, con nervios, excitación, y frustración

“¡igual que la tuya!”

“¡tiene razón!” exclamo Ale

“¡ya dejen de discutir y váyanse preparando!” exclamo Susan, mientras se llevaba a los tres jóvenes a su cuarto “¡hoy van a usar sus bocas para algo más productivo que discutir!”

Una vez en el cuarto, todos se desnudan, y Susan empieza a besar y a manosear apasionadamente a Valen. Las vergas de los jóvenes no pudieron evitar ponerse completamente erectas al presenciar dicho show lésbico.

Luego, Susan le ordena a Valen que se arrodille ante ella y que le devore el coño, y a Ale y a Daniel que cada uno le agarre una de sus enormes tetas y que la empiece a chupar. Los jóvenes acatan la orden de la milf rubia, y esta gime al sentir las tres lenguas dándole placer al unísono.

Después, Susan le empieza a chupar la verga a su hijo, mientras que Valen le lame el culo, y Ale el coño. Luego de un rato, la milf hace que los jóvenes roten sus posiciones, y ella le hace una mamada a Ale, mientras que Daniel le lamia el culo, y Valen el coño. Finalmente, en la última rotación antes de cambiar de posición, Susan le lamia el coño a Valen, mientras que Ale le chupaba el culo, y su hijo el coño.

Luego de tanto sexo oral, Susan le ordena a Daniel que le coja el coño y a Ale el culo. Al mismo tiempo que la milf disfrutaba de la doble penetración por parte de los dos jóvenes, ella masturbaba el ano de Valen con un gran dildo que tenía bajo la almohada de la cama. Los cuatro gimieron con fuerza mientras realizaban tales actos carnales.

Un rato después, Susan entrelaza sus piernas con las de Valen, y empieza a frotar su coño contra el de ella, al mismo tiempo que les hace una potente paja a los dos varones al mismo tiempo.

“¡mama… creo que…!” grito Daniel

“¡yo también…!” grito Ale

“¡ya no aguanto, zorra de mierda!” grito Valen

“¡hagámoslo juntos!” grito Susan, mientras se acercaba las vergas de los jóvenes a la boca “¡como una gran familia feliz!”

Finalmente, los cuatro tuvieron un orgasmo al mismo tiempo. La cara de la milf rubia quedo cubierta por el semen de Ale y de Daniel, mientras que su entrepierna y la de Valen quedaron bañadas en jugos vaginales.

“¡cómo voy a extrañar a Valen y a Ale cuando se vayan!” pensó Susan, quien estaba completamente satisfecha, con una gran sonrisa

Al terminar la intensa “noche de despedida”, los cuatro se fueron a dormir pero, un par de horas después, Daniel se despertó.

“Valen… ¡Valen!” le susurro el muchacho “¿estas dormida?”

“¿Qué carajo quieres?” pregunto Valen, molesta “necesito dormir bien, porque mañana vuelve mi madre y, conociéndola, vendrá con ganas de darnos horas y horas de su “amor materno” a Ale y a mi ¡así que espero que me hayas despertado para decirme algo importante!”

“solo quería decirte que voy e extrañar tenerte en la casa… y si querías ir un día de estos a tomar un café conmigo”

“¿lo dices en serio?” pregunto Valen, mientras que su enojo se desvanecía “¿me estas invitando a salir?”

“podría decirse… que si” responde Daniel, nervioso y sonrojado

“bueno… mañana no podre por lo que ya te conté pero… si no tienes nada que hacer el jueves… creo que podríamos ir” dice la chica, quien estaba igual que Daniel

Los dos jóvenes se miran mutuamente con cariño, hasta que el cansancio los vence, y se quedan profundamente dormidos.

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