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Los hijos de mami (3): La suegra (parte 2)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Al anochecer, luego de todo lo ocurrido en la tienda, cuando Dayana y Nacho se preparaban para irse a dormir, esta le entrego a su marido una bolsa de regalo.

“¿y esto que es?” pregunto Nacho

“¡ábrelo y veras!” exclamo Dayana

“¡no lo puedo creer!” exclamo, contento, mientras miraba el regalo “¡estos son los zapatos que me pidió una de mis amantes!”

“si, los vi hoy en la tienda y te los compré para que tu no tengas que hacerlo” dice la milf, mientras ponía cara de victima “¡vamos! Podre tener muchísimos defectos, pero soy una buena esposa a mi manera ¡solo pido que confíes en mí!”

“¡bueno, está bien, no dormiremos esposados esta noche!” exclamo Nacho, mientras guardaba las esposas “¡no hagas que me arrepienta!”

“¡para nada!” exclamo la milf, y ella y su marido se acostaron en la cama

Un par de horas después, Nacho se quedó dormido, y Dayana aprovecho para salir del cuarto muy sigilosamente, para luego bajar a la cocina, y se quedó escondida detrás de una cortina. Unos minutos más tarde, Ale, medio adormilado, bajo a la cocina para servirse un vaso de agua.

“parece que Gladis tiene una rata en la cocina” dijo Dayana, mientras salía de su escondite, lo que asusto a su hijo

“¡mama!… ¿Qué?… ¿qué haces aquí?” pregunto nervioso Ale

“simplemente te estaba esperando” dice la milf, en tono sensual, mientras apoyaba sus enormes tetas sobre los pectorales de su hijo “una buena madre siempre conoces las costumbres de sus hijos, y yo ya sé que tú tienes como costumbre el levantarte a las 3 de la mañana por un vaso de agua… ¿o es que, acaso, viniste porque quieres tocarme la otra teta?”

“mama… lo que paso ayer fue una equivocación…”

“¡tranquilo, hijito, no estoy enojada contigo!” exclamo Dayana, mientras se abría el camisón de su piyama “yo sé que estas tan acostumbrado al amor de mami que no puedes pasar ni un día sin el ¡así que te voy a dar lo que tanto quieres!”

Dayana agarro la cabeza de su hijo, la apretó entre sus tetas, y empezó a agitarlas con mucha fuerza. Luego, la milf beso apasionadamente a su hijo, al tiempo que le metía la mano dentro del pantalón del pijama para masturbarlo. Al romper el beso, las bocas de Dayana y de Ale siguieron unidas por varios hilos de baba. Luego, la milf se bajó los pantalones e hizo que su hijo se acostara sobre el suelo de la cocina.

“es obvio que no puedes dormir debido a que tienes un exceso de energía” dice Dayana, mientras se colocaba encima de su hijo y le bajaba los pantalones “¡por suerte para ti, tienes a la mejor madre del mundo para ayudarte!”

Dayana comenzó a chuparle intensamente la verga a Ale, al tiempo que este le lamia el coño tan fuerte como podía. Luego de un rato dándose sexo oral mutuo, Dayana se sentó sobre la verga de su hijo, introduciéndosela en el coño, y comenzó a cabalgarla brusca y violentamente, al mismo tiempo que le comía la boca a besos para que no gimiera. Tras mucho coger, Ale ya estaba a punto de correrse, y Dayana se metió la verga de este por la boca y se tragó la eyaculación.

“¡nada como la leche caliente para las noches de insomnio!” exclamo Dayana, mientras se pasaba la lengua por los labios

Inmediatamente después, Dayana y Ale escucharon que alguien se estaba acercando. Rápidamente, madre e hijo se vistieron, se pararon, y pudieron ver que dicha persona era Gladis.

“¿Ale? ¿Dayana?” pregunto la señora, quien estaba adormilada

“¡hola, suegra!” exclamo Dayana, nerviosa “y usted… ¿Qué haces despierta a esta hora?”

“para tomar mi medicina. El doctor me dijo que debo tomarla todos los días a las tres y media de la mañana, pero me olvidé la caja en la cocina y por eso vine a buscarla” dice Gladis, mientras agarraba sus medicamentos “pero… ¿y ustedes que hacen aquí?”

“pues…” dijo Ale, nervioso al no saber qué contestar

“¡vine a prepararle una bebida especial a mi hijo!” exclamo la milf

“¿bebida especial?” pregunto la mujer, confundida

“¡exactamente! Veras, Ale siempre tuvo problemas para dormir desde niño, así que termine inventando una bebida secreta que lo ayudara a conciliar el sueño ¿verdad, hijo?”

“¡sí, exactamente! Lo que pasa es que andaba con insomnio, y es por eso que desperté a mama… y le pedí que me preparara su… bebida especial”

“bueno… de ser así, los dejo con lo suyo” dice la señora quien, nuevamente, se quedó sorprendida por lo buena madre que era su nuera

Una vez que Gladis regreso a su cuarto, Ale quiso regresar al suyo, pero su madre no lo dejo.

“¿A dónde crees que vas, jovencito?” dijo ella, excitada “le dije a tu abuela que te prepararía una “bebida para dormir”, y no te iras hasta que la bebas todita”

Dayana hizo que su hijo le lamiera el coño hasta el orgasmo, dejando la boca de este llena de sus líquidos vaginales, luego escupió un par de veces dentro de ella, le ordeno que hiciera gárgaras para mezclarlo todo y, finalmente, hizo que se tragara toda la mezcla.

“¿te gusto? Es una receta que improvise en el momento” dice Dayana, con una pícara sonrisa “la llamo “beso de buenas noches” ¿te gusto?”

“¡estaba muy acida!”

“pues acostúmbrate porque, a partir de ahora, cada vez que te despiertes, te la voy a preparar y tú te la vas a tener que tomar. En fin, ahora regresa a tu cuarto a dormir, y que ni se te ocurra comentar nada de lo de hoy porque, si lo haces, te hare beber algo más fuerte ¿entendido?”

“¡si, mama!” exclamo Ale, quien estaba preocupado a la par que excitado

Madre e hijo regresaron a sus respectivos cuartos, sin levantar sospechas ni despertar a sus compañeros de dormitorio.

Durante los siguientes días, Dayana aprovecho cada oportunidad que se le presento para poder darle “amor materno” a Ale y a Valen, y era tan astuta que logro hacerlo sin levantar sospechas ni de su esposo ni de su suegra.

Finalmente, había llegado el momento en que Nacho y su familia debían regresar a su casa, por lo que debían despedirse de Gladis.

“¡adiós, mama!” exclamo Nacho, mientras abrazaba a la señora “¡cuídate mucho! Vendremos a visitarte más seguido”

“¡gracias, hijo mío!” exclamo la señora, con gran alegría “la verdad, estoy muy orgullosa de la familia que has creado, y especialmente de tu esposa ¡Jamás vi a una mujer que cuidara tan bien de sus hijos! Valorara mucho, porque no hay otra en el mundo como esta”

“¡sus palabras son todo un honor para mí, suegra!” exclamo Dayana, emocionada, mientras abrazaba a Gladis

Tras despedirse de la señora, la familia comenzó su viaje y, tras un par de horas, regresaron a su hogar.

“¡me alegra tanto volver!” exclamo Valen

“¡y a mí me alegra que mi madre haya creído que tengo una familia normal!” exclamo Nacho “y todo te lo debo a ti, Dayana. Yo sé que fue difícil para ti controlar tu lujuria pero, al final, lo lograste ¡estoy orgulloso de ti!”

“¡te dije que podías confiar en mí!” exclamo la milf

“¡si, como no!” pensaron los dos hijos al unísono, con cierto grado de molestia

“¿sabes? Creo que te mereces una recompensa, así que haremos lo siguiente” dice Nacho “esta semana, yo dormiré en el sofá para que puedas amar todo lo que quieras a nuestros hijos”

“¿lo dices en serio?” exclamo la milf, con alegría, mientras abrazaba a su marido “¡Eres el mejor esposo del mundo!”

“creo que no dormiremos en nuestras habitaciones esta semana” dijo Valen, quien estaba preocupada y excitada por lo que le esperaba a ella y a su hermano

“¡y todo por tu culpa!” exclamo Ale, molesto “¡te dije que no jugaras con fuego, y ahora mira lo que hiciste!”

“¿Por qué no mejor te callas?” pregunto ella, con enojo

“¡calma, mis niños, no peleen!” exclamo Dayana, mientras le agarraba la verga a su hijo y la teta izquierda a su hija “yo sé que la semana pasada fue muy dura para usted al no poder pasar tiempo con su amada madre, pero no tiene de que preocuparse ¡ahora mismo los llevare a mi dormitorio para arreglar eso!”

“mi madre tenía razón ¡no existe ninguna otra mujer como Dayana!” pensó Nacho, mientras veía como su esposa se llevaba los hijos al cuarto

Una vez en la cama matrimonial, Dayana y sus hijos empezaron a desnudarse.

“Antes de empezar, quiero decirles algo importante” dice la milf, mientras se bajaba los pantalones “y es que espero que esta experiencia les haya enseñado el amor que siento por ustedes dos es tan grande que es capaz de hacerme sobrepasar toda dificultad, y que no importa lo que pase ¡Siempre buscare la forma de abrazarlos, besarlos, y de darles todo mi amor maternal hasta que no pueda más!”

“¡oh hasta que nos mates en el intento!” pensaron los dos hermanos al unísono, quienes no pudieron evitar sonreír al escuchar las dulces palabras de su madre

Tras su emotivo discurso, Dayana se abalanzó sobre sus dos hijos y los tres comenzaron un trio sexual súper intenso porque, como ella misma dijo, siempre se asegurará de amar muchísimo a sus queridos hijos.

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