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Los frutos de un anuncio
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Hola feliz día, aquí les dejo un relato.

En una ocasión publiqué un anuncio en una página para encuentros casuales, los primeros días solo escribían por curiosidad y como por fastidiar solo pidiendo fotos y videos.

Pero una mañana leí un mensaje y le contesté, solamente que hasta la tarde de ese día que lo leyeron. Resulta que era una chica que estaba tomada y con unas amigas entraron a la página y por solo joder escribieron, bueno en sí la chica y yo comenzamos a escribirnos porque igual ella sentía curiosidad. Le llamaré Katty por colocar un nombre.

Katy y yo comenzamos a escribirnos. Ella me contaba que era casada y que se sentía sola, ya que su esposo trabajaba lejos y normalmente se quedaba, eso dio pie para que nuestros chats cada vez se volvieran más interesantes.

Así comenzamos no solo a escribirnos sino también la llamarnos e intercambiar fotos incluso videollamadas. Ella era una chica con un cuerpo normal de una mujer casada, me refiero a que no iba al gym. Su cara es bonita y su voz es un regalo, muy hermosa su voz.

Ya después de tanto escribirnos y como nuestros chats ya prácticamente eran una relación sexual escrita, decidimos conocernos en persona, ya que nos traíamos muchas ganas. Decidimos encontrarnos en un sitio cómodo para los dos, ya que vivimos muy lejos el uno del otro, pero como era primera vez que nos veíamos en persona fuimos a un Starbucks por unas bebidas y romper un poco el hielo. Ya después de conversar un rato nos fuimos a un hostal cercano.

Para consumar lo que tantas veces hablamos a través del chat.

Lo primero al entrar a la habitación fue darnos una ducha, ella quiso ducharse primero sola así que normal le dije entro al baño y se duchó luego salió con la toalla colocada, luego ingrese a ducharme yo.

Ya al salir ella estaba sentada en la cama todavía con la toalla puesta, me acerqué a ella y la tomé de las manos y le ayudé a levantarse.

Ella sonrió mientras sus ojos le brillaban de picardía y su rostro algo rojizo por pudor.

Con esa sonrisa que tenía la besé muy despacio mientras con mis manos acariciaba su cara para ir bajando muy despacio mis manos hacia su cuello y luego a sus hombros para luego quitarle la toalla, y descubrir sus senos que para ese punto los tenía duritos y podía sentir como su corazón latina muy rápido.

Después de besarla le pedí que se recostara en la cama y le abrí sus piernas y comencé a mamarle su vagina que a ese punto ya estaba bastante mojada. Podía escuchar como le gustaba lo que le hacía mientras lo hacía ella movía un poco sus caderas como quien disfruta de lo que le hacen.

Después de darle bastante gusto a ella y yo también me lo di disfrutando de esa rica vagina. Ella me pidió que me apoyara en la cama y comenzó a mamar mi pene, ella tenía la boca muy caliente, que sensación tan húmeda y rica sentir su lengua y sus labios como jugaban con mi pene.

Después de ella darse gusto y dármelo a mí, quiso subirse encima de mí para lentamente irse sentando encima del pene, estaba supercaliente y mojada, que rica sensación y comenzó a moverse muy rico, podía ver como lo disfrutaba, era muy excitante.

Luego de esa posición cambiamos a la de misionero en donde estuvimos un rato sudando ambos, ella con sus piernas me sujetaba como abrazando, para luego cambiar a cuatro y que rico se veía y sentía ese panorama.

Ambos disfrutamos de ese nuestro primer encuentro ese día lo hicimos dos veces. Después de ese día nos frecuentamos por un tiempo hasta que cada quién siguió con sus vidas.

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