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Lorena y su suegro (II)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Cuando Lorena vio el tamaño del guebo de su suegro tragó saliva, era inmenso comparado al de su hijo, el viejo vio la cara de sorpresa de su nuera y le dijo.

– Jaja veo que mi hijo no te atiende bien, por eso es que andas de putica buscando guebo en la calle, apuesto que lo tiene más pequeño verdad perrita.

Lorena no decía nada, estaba hipnotizada solo viendo el aparato de su suegro quien se sentía triunfador, poco a poco la mujer se fue arrodillando sin quitar la vista del guebo de su suegro hasta que lo tomo con su mano y comenzó a pajearlo lentamente,

– Que rico putica, así me gusta, disfruta de este guebo, te gusta lo que tienes en las manos.

La mujer se estaba comenzando a calentar otra vez, esta vez el viejo no la estaba tocando era ella quien pajeaba al viejo y el solo le hablaba y aún así sentia que chorreaba jugos por la cuca, solo de ver y sentir ese guebo entre sus manos la ponía muy perra.

El viejo finalmente quitó la mano de su nuera y el mismo con una mano agarro el guebo y con la otra comenzó a guiar la cabeza de Lorena hasta que lo coloco en sus labios,

– Abre lo boquita putica, mamame el guebo como lo estás deseando, comete el guebo de tu macho,

La mujer estaba muy caliente, la forma en que el viejo le hablaba y la trataba la hacían calentar aún más, sin esperas más abrió su boca lo más que pudo y comenzó a subir y bajar en ese palo que la tenía enferma de sexo, atrapaba con sus labios toda la carne que podía, lo metía y lo sacaba de su boca, se lo pasaba por toda la cara, lo llevaba a su nariz para olerlo, se lo pasaba por las mejillas por la frente, la mujer estaba fuera de si y quería pasar ese guebo por toda su cara, quería sentiro en su piel, estaba más caliente que nunca.

El viejo estaba impresionado de lo puta que se había vuelto su nuera, la verdad es que no tuvo que hacer mucho enfuerzo para convencerla de que se lo mamara, ella lo estaba deseando, tal vez tuvo razón cuando pensó y le dijo que su hijo no la tenía bien atendida.

El viejo comenzó a guiar la mamada con sus manos, le coloco una mano en la cabeza de su nuera y la movía a su ritmo, con la otra mano comenzaba a apretar las tetas de la mujer, le pellizcaba los pezones y se los golpeaba suavemente.

– Te gusta perrita, te gusta mamarme el guebo?

– Ahhh si, si mej gudtaj. Dijo la mujer como pudo sin sacar el guebo de la boca.

La mamada duro unos minutos mientras el viejo se sentía en la gloria llevando él el ritmo y manoseando a su antojo a su nuera que estaba caliente como una hornilla.

– Párate putica, le dijo el viejo, ahora sí quítate toda esa ropa que tienes que voy a cogerte como una perrita como tú se merece.

La mujer está vez hizo caso enseguida, el viejo la tenía a su disposición, ya no sentís culpa de estar con su suegro, ahora solo quería disfrutar y no iba perder la oportunidad de probar ese guebo dentro de ella.

La mujer se puso de espaldas al viejo y comenzó a bajarse lentamente la falta dejando ver un culo espectacular, unas nalgas que se veían paraditas, y cum hilo dental que se le clavaba en medio de ese par de nalgas bien formadas. La mujer volteo con cara de pícara al viejo y le dijo.

– Te gusta lo que ves, te gusta el culo que te vas a comer?… La mujer se sorprendió de lo que acababa de hacer y decir pero a la vez estaba feliz. Se sentía completa, sin pudor y se estaba dejando llevar por lo que su cuerpo le pedía, y está vez el cuerpo le pedía guebo, guebo burreado

– Claro que me gusta perrita, me encanta ese culo que te gastas, ahora ven y siéntate encima mío.

El viejo se acomodo en la silla y la mujer haciendo caso se hacerlo y poco a poco se fue sentando encima del guebo de su suegro, la mujer se sentía llena y aún le faltaba la mitad por entrar, la estaba partiendo pero era un dolor sabroso, un dolor que podía soportar, el viejo no aguanto mas y la tomo de las caderas y fue el quien de un golpe se levantó un poco de la silla hasta que se lo clavo hasta la pata.

-Ahhh.

– Eres un maldito, viejo maldito. Gritaba la mujer

– Ahhh me partes, eres un viejo sádico, te estás cogiendo a la mujer de tu hijo, viejo degenerado.

El viejo hacia oídos sordos y comenzó a morder los pezones de la mujer que se mantenía clavada pero aún no se movía, sino que seguía gritandole insultos a su suegro.

– Viejo sucio, tienes un guebo muy grande.

– Ahhh repetía la mujer.

– Cállate y mueve el culo perra, bate ese culo que esto es lo que querías, a esto fue que viniste.

– Eres un viejo maldito, pero no lo saques, cogeme, parteme la cuca, parteme el culo, yo soy tu perra, clavame duro.

La mujer comenzó a moverse como una batidora encima del guebo del viejo, meneaba el culo como el viejo se lo había pedido, y este seguía chupándole las tetas y comenzó a darle nalgadas en el cada cierto tiempo.

La mujer estaba por acabar, sentía que todo el cuerpo estaba en llamas, sentía que le temblaban las piernas, el vientre, la cuca, le temblaba todo. El viejo también estaba casi llegando al orgasmo y quería llenarla de semen, quería dejarla escurriendo leche por la cuca.

– Cómo me llamo puta, quien es tu macho, quien te parte la cuca cómo te gusta? Le pregunto el viejo

La mujer estaba ya por explotar y como pudo le respondió al viejo.

– tu eres mi macho, mi suegro es mi macho, es quien me parte la cuca sabroso, mi suegro, y seguidamente se dejó caer a medida que su cuerpo convulsionaba y comenzaba a sentir como la leche de su amante escurría en su interior.

La pareja estuvo unos segundos transpirando y reponiendo fuerzas hasta que poco a poco Lorena se levanto del guebo del viejo que ahora estaba en estado semi erecto pero aún era mucho más grande que el de su novio.

La mujer comenzó a vestirse lentamente, todavía cansada, y con huellas del tremendo cogidon que le había echado su suegro, tenía las nalgas rojas de tantas nalgadas y las tetas con evidentes chupones. El viejo se quedó viéndola y le dijo.

– Esto tenemos que repetirlo putica, la próxima vez vas a llevar guebo por el culo,

La mujer se volteo y le dijo,

– Claro que tenemos que repetirlo, ese guebo ya tiene dueña, y si quieres darme por el culo tiene que ser despacio porque lo vas a estrenar…

Continuará…

Nota: Gracias por los mensajes y aceptación. Disculpen los errores

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