Hola, me llamo Dalia y antes de que leas este relato te invito a ver mi descripción para que tengas una idea de cómo soy físicamente. Espero te guste el relato, pues necesitaba compartirlo con alguien.
Una mañana escucho a mis padres discutiendo, algo que no era normal en ellos. Yo aún estaba algo dormida por lo que no pude escuchar bien de que era la discusión, me levanto de mi cama y pego la oreja a mi puerta, solo logro oír que ellos alzan la voz pero sin gritos ni escándalos fuertes. Supone que era un problema de pareja, por lo que no le di mucha importancia y volví a mi cama.
Estaba durmiendo tan tranquilamente cuando escucho que mi puerta se abre y es mi hermana menor, ella tenía unos 9 años y yo apenas cumplí los 18 hace 4 meses. La veo y le pregunto qué hace aquí, ella asustada me dice que mamá y papá discuten, yo le extiendo los brazos para que se acueste conmigo, ella corre hacia mi cama y se acurruca a mi lado, yo la consuelo diciendo que no era nada importante. Ella confió en mi y cerró sus ojos, yo estaba algo asustada pues mi vida estaba llena de lujos y caprichos, nunca había tenido dificultad alguna para tener lo que quería y en esa mañana sentía que algo no estaba bien.
Los minutos pasan y mi madre toca mi puerta, yo salgo para ver qué se le ofrecía, dejó a mi hermana Sofía en mi cama dormida, una vez que salgo la veo con los ojos rojos y preocupada.
-Mamá ¿Que… que está pasando?
Ella me miro a los ojos, su mirada era de enojo y tristeza.
-Pues un socio de tu padre cometió fraude, están investigando la empresa por conspiración, congelaron todo el dinero de tu padre y el de todos los socios, los bienes de la empresa fueron detenidos, solo me quedan mis tarjetas pero no tenía mucho dinero en ellas… tendremos que ir a Monterey, se que puedo dejarte sola con Sofi, necesito que nos apoyes en esto, todo se solucionará pero necesitamos que nos ayudes Dalia…
Que sensación de mierda sentí en ese momento, aún que no comprendí la gravedad del asunto era claro que estábamos en problemas, aún que pensé que se arreglaría en un día o ese mismo día solo asentí.
-Si mamá… yo cuido a Sofi este fin de semana.
Dije sin mucho esfuerzo pues quería ayudar como fuese posible, mi madre me dijo qué tal vez no regresarían en una semana o dos, pero que ella me mandaría dinero a mi tarjeta, además me dejo 500 pesos por cualquier emergencia.
Esa misma mañana tocaron a la puerta de la casa, eran unos sujetos que parecían policías, estaban ahí recibiendo los bienes materiales como aval para asegurar la parte del dinero que el socio de papá había robado, veía cómo se llevaban muebles, refrigeradores, lámparas, carajo se estaban llevando todo, la sala paso de ser lujosa a una sala vacía, yo miraba enojada como se lo llevaban todo mientras mi papá me decía que subiera a mi cuarto y fuera con Sofía, yo me dirigí a mi cuarto y cerré mi puerta con pasador por el miedo, escuchaba botas entrando y saliendo, oía cómo sacaban todo lo que yo le llamaba hogar, al terminar de llevarse todo mi padre y madre se fueron a el norte del país, tenían que ir hasta Monterey en coche lo cual era un muy largo camino, de despidieron de mi con prisa, yo no sabía que decirle a mi hermanita, pues no la quería asustar, pensé que ella no se tendría que enterar, pues papá lo arreglaría y todo sería como antes.
Paso el sábado, domingo, Sofía preguntaba inocentemente donde estaba la sala, yo le decía que mamá y papá habían ido a comprar una nueva sala.
No tenía noticias de mis padres, les mandé mensajes y no me habían contestado, estaba preocupada y asustada, en esa noche de domingo recibo un mensaje de mi madre, decía que no me podía depositar dinero, pues lo estaban ocupando para gasolina, gastos extras con los abogados de la empresa etc. Yo no le di importancia pues no creía necesitar el dinero.
Todo fue pacifico hasta que el lunes en la mañana me levanto para ir a la universidad, me cambie con normalidad, miraba que podía desayunar pues apenas y habían dejado la comida que estaba fuera de los refrigeradores, miro la despensa y había unas latas de atún, pan integral, unos cereales, comida de búnker básicamente.
Cuando estaba a punto de irme veo a mi hermana salir de su cuarto, en ese momento sentí el aplastante peso de la responsabilidad que tenía, la vi con su pijama y despeinada, maldecía en mi cabeza a mi madre y padre por dejarme sola con todo el peso que era mi hermana, no sabía ni qué darle de desayunar.
-Hey… Sofi, hmmm ¿A qué hora tienes que estar en la escuela?
-Ella encogió sus hombros y se sentó en el piso, preguntándome que había para desayunar yo no sabía que decirle, como pude le di cereal en un plato mientras buscaba su uniforme de su escuela, mientras ella desayunaba yo la vestía y ponía una ruta en mi celular para llevarla a la escuela.
Cuando salgo al patio apresurada pues yo también tenía que ir a mi escuela me doy cuenta que también se habían llevado mi coche, no tenía forma de llevarla a la escuela, pensé en caminar pero el mapa me decía que eran 1 hora 50 minutos caminado, sería imposible, así que la cargue en mis brazos y busque un taxi, sabiendo que probablemente gastaría los únicos 500 pesos que traía para llevarla a su escuela. Todo fue un caos pero lo logre, deje a Sofi en su escuela y me despedí de ella, mientras me subía otra vez al taxi y le pedía que me llevara a mi universidad.
Veía con nervios como el taxímetro subía, cada metro era una punzada a mi corazón pues el taxímetro ya marcaba 230 pesos, cuando vi que el precio era de 300 pesos le pedí que parara, me dejó cerca de la uni y corriendo llegue a clases.
Todo en mi mente era confuso y estresado, tenía que pasar a la escuela de mi hermana a las 2 y yo salía de clases a la 1:40, me apresuré todo lo que pude y corriendo llego a una parada de taxis, me subo y voy por mi hermana, todo era un desastre pero cómo podía sobrellevaba la situación.
Una vez con mi hermana en el taxi y dirigiéndonos a casa, casi me muero pues el taxímetro marcaba 370 pesos, era diferente a lo que me había cobrado en la mañana y eso que aún faltaba por llegar a mi casa, yo miraba y solo tenía 200 pesos para pagar, mi cabeza daba vueltas mientras pensaba en alguna forma de pagarle a el taxista, yo veía como me veía con morbo por el espejo retrovisor, me daba asco, solo pensaba en bajarme y correr pero ya le había dado la dirección de la casa. Cuando llegamos a mi destino el precio total era de 420 pesos.
-Este… señor gracias por el viaje pero… solo tengo 200 pesos ¿Podría pasarme lo que le debo?
-Eh no chingue señorita, si no tiene para pagar un puto taxi pa' que lo pide, ahora me paga o me paga
Mi corazón se paró, mi hermana brinco del miedo y tomo mi mano, sentía el miedo de ella, sentía mi propio miedo en el ambiente, no sabía que hacer. Hasta que el señor interrumpió el silencio incómodo.
-Pues no se haga pendeja, si mire nomas cómo va vestida y esa pinche escuela donde recogió a su hermana es bien cara, no se haga, si sé que tiene dinero pero no me quiere pagar, ahorita le hablo a mis compañeros para que nos cobremos si no me paga ehh!!!
Mi hermana comenzó a apretar mi mano, yo no sabía que hacer ¿A que mierda se refería con llamar a sus compañeros? ¿Por qué no llamar a la policía? Mi mente daba vueltas, cuando miro a mi hermana y me doy cuenta que llevo en mi mano unos anillos y pulseras de oro, al igual que un collar de plata.
-Tenga… es todo lo que tengo es un anillo de oro, tómelo y déjenos en paz.
Dije mientras salía del taxi y dejaba mi anillo en el asiento del copiloto, me dirigía con miedo a la puerta de mi casa, cuando escucho que el taxista sale de su vehículo y se dirige hacia mí.
-No no no ni madres!!! Esta mierda seguro es falsa no me quería ver la cara pinche niña rica, si mira nomas la casita tan bonita en la que vives…
El se acercaba a mi y a mi hermana, yo de los nervios no podía abrir la puerta, cuando siento como el taxista me toma del pelo y me jala hacia el, mi hermana grítaba "Nooo!!! Ayuda!!! Suéltala!!!" Mi corazón se salía de mi cuerpo viendo a mi hermana con miedo y llorando.
-Espera espera no me hagas nada… no enfrente de ella, deja que entre a la casa, ahorita hablamos y vemos cómo te pago…
El taxista me soltó y me dijo que la calmara y que la llevase adentro, que si no salía en 3 minutos el entraría por mi, como pude lleve a Sofi a mi cuarto, le dije que todo estaba bien y que se arreglaría que confiara en mi, ella solo se secaba las lágrimas mientras asentía con su cabeza, yo le di uno de mis peluches para que lo abrazara, esperando consolarla.
-Sofi ponle seguro a esta puerta cuando salga si? No le abras a nadie, no importa que, ok?
Una vez dije eso salí de mi cuarto y baje las escaleras, pensé en llamar a la policía pero me podrían llevar presa por no pagar y dejaría a Sofi sola, así que decidí confrontar a el taxista, abrí la puerta de la casa y ahí estaba con su celular creo que estaba mandando mensajes o algo así.
-Ahhh si saliste, pensé que tendría que entrar por ti, mira nomas que chica tan linda… ¿Ya sabe cómo me vas a pagar?
-Le doy mis anillos y mi collar, son reales lo juro, por favor tómelos y váyase!!!
-Eso a mi no me interesa, además yo que voy a hacer con esas mierdas ¿Eh? No aquí o paga con dinero o con ese cuerpecito tan chulo que tiene, que para algo salió mujer… y que mujeron que es… tan joven y bien rica…
Mi corazón se rompió ante esas palabras, veía como aquel taxista se acercaba y me acorralaba en la entrada de mi hogar, de lo que se supone debía ser mi santuario, me sentí atrapada, no temía tanto por mi si no por mi hermanita, si ese monstruo entraba con más taxistas no sé lo que podrían hacer…
-Por favor!!! No… no lo haga… se lo suplico… no… le juro que esta joyería vale más de lo que le debo… por favor
Pum!!! Cómo un balde de agua fría, sentí una cachetada, mi piel blanca se enrojeció, yo me quedé sin palabras, atónita, desesperada.
-Déjese de mierdas, así que decida si por las buenas o por las malas pero por Dios que yo me cobro como sea!!!
Me quede congelada, no podría decir ni una palabra, nada que me salvara en ese momento o tal vez si, como sea no me gusta pensar en eso, en ese momento no tenía ni opciones, solo me quede ahí, esperando que él se "cobrase" pero no podía decirle a ese bastardo que cooperaría, simplemente no podía.
-La que calla otorga!!! Ven aquí zorrita… mira nomas que rica… una estudiante así de sabrosa es el premio gordo… mírate tu cuerpecito… ahg si!!! Verás lo que te buscas putita provocadora…
Sentía como me manoseaba mi cuerpo, como desabrochaba mi camisa y levantaba mi falda, yo trataba de resistirme pero el me llevó a su taxi y ahí me tumbo en los asientos, sentía sus dedos explorar mi ser, sentía su hambre mientras besaba mi cuello y manoseaba mis muslos. Yo solo podía llorar y guardar silencio, esperando que Sofi no escuchara nada… sentía cómo bajaba mi ropa interior y la deslizaba por debajo de mi falda, sentía mis piernas débiles y sin fuerzas…
Continuará…
Este relato es largo, si tienes ganas de que lo siga contando dímelo, también escucho sugerencias.