-¿Dime la verdad Leslie, tuviste alguna vez que ver con otro hombre?
Era la pregunta que Jorge (de 47 años) le hacía a Leslie (de 46 años) en la noche de su aniversario de bodas número 25. Aquel día ambos celebraban cumplir un cuarto de siglo de casados. Una buena charla en compañía de un buen vino no podía faltar. Aquella noche ambos entablaron un ambiente cálido y de sinceridad que abrió paso a este tipo de preguntas. En la celebración se contaron intimidades, y reafirmaron aún más su matrimonio.
Alguna vez surgió una crisis de pareja entre ellos, Jorge fue infiel 10 años atrás, pero sus tres hijos y la voluntad de ambos hicieron que el barco de su matrimonio se rescatara del naufragio.
-¿Dime la verdad Leslie, tuviste alguna vez que ver con otro hombre?
Entre risas, se oía que Jorge le preguntaba a Leslie. Leslie le respondía con un rotundo:
-¡No! ¡Nunca!
Y Jorge le decía:
-¡te creo!
En el fondo Jorge sentía una enorme alegría por la respuesta rotunda de Leslie, y murmuraba:
-iré por otra botella de vino a la cocina.
En ese momento la mirada de Leslie parecía revelar un secreto, mientras su esposo buscaba más alcohol en el interior de su casa, su pensamiento recreaba las escenas que contradecían a ese rotundo: "¡No!,¡Nunca!", de pronto, Leslie era presa de sus recuerdos, particularmente de 6 años atrás, y su mente retrataba las imágenes de su lengua revoloteando el falo de un hombre diez años menor que ella, traía a su cabeza las imágenes de su boca lamiendo el pene con una enorme insistencia y perseverancia de un hombre que no era su marido, en sus ojos se podía leer el recuerdo de como se comía a bocanadas el miembro viril de aquel hombre.
En eso, Jorge regreso con el vino en mano y volvió a surtir las copas de ambos para seguir celebrando, Leslie no dejaba de recrear en su mente imágenes y más imágenes de la experiencia furtiva que había tenido 6 años atrás, disimulaba con su mirada y sonrisa e intentaba estacionarse en el presente, en la plática de Jorge, pero no lograba concentrarse para alejar aquellas imágenes que tenía bajo llave.
Jorge no dejaba de hablar, contaba entre muchas cosas, planes para ellos a corto plazo, y le insistía a Leslie que se fueran de vacaciones a la playa el próximo verano, con emoción; Jorge contaba una y mil cosas, mientras Leslie le seguía la corriente, pero su mente solo traía imágenes ocultas.
Jorge le decía: "Cuando estemos en la playa hay que ir a un paseo en barco…" y Leslie asentía con la cabeza y dibujaba una sonrisa creíble, pero inventada, mientras su mente recordaba como aquel hombre menor le introducía la lengua en su vagina, y la hacía revolotear en el interior y alrededor de su vulva. Jorge no dejaba de hablar, comentaba: "también hay que ir al acuario…".
Leslie tenía su cuerpo presente, pero su mente en otro mundo, su pensamiento recreaba ahora como aquel hombre joven (de la experiencia de 6 años atrás), la embestía con su vara de carne y la contorneaba en la posición de colocar sus piernas en los hombros de él, frente a frente, ella recostada y él de rodillas; mientras este le infundía disparos de su virilidad desde aquel ángulo en un mete-saca intenso, recordaba como le entraba sin resistencia alguna el pene de un hombre que no era su esposo, recordaba que en aquella posición los testículos del hombre joven rozaban con su piel en cada embestida y generaban un sonido en forma de aplauso…
CONTINUARÁ.