Este es un relato que me pidió Angélica escribir, ella tiene 26 al igual que yo y este relato es sobre el sobrino de su novio que con sus 18 años la fornicó como un auténtico macho.
Angie:
Todo comenzó cuando decidí ir a trabajar en un campamento de verano, sería una semana completa en que estaría apoyando en todas las actividades, llegando allá vi bajar de un autobús a uno de los sobrinos de mi novio, lo había conocido en alguna reunión familiar.
Hola Marcos!- lo saludé contenta de tener una cara conocida
Hola Angie! Qué haces aquí?!
Vine a trabajar, voy a estar toda la semana! Aquí nos vamos a estar viendo
Si, claro!- contesto siguiendo su camino hacia los alojamientos
Ese día era sábado, después hubo más actividades: película, presentación, actividades de integración. Me sentía aburrida, necesitaba el dinero pero todo eso me resultaba algo para niños.
Durante la reunión de staff se había acordado que yo iba a estar de salvavidas en la piscina, nadaba bien y hacía ejercicio suficiente, unas piernas definidas, gruesas, unas nalgas paradas y redondas y un abdomen plano, todo eso junto con mi piel morena y mi cabello negro por debajo de los hombros.
Al siguiente día llegué a la piscina con un bikini de dos piezas, lleve lo que usaba en la playa, de inmediato noté algunas miradas de mis compañeros, y la cosa se puso mejor cuando empezaron a llegar campistas, aunque fuera con adolescentes me sentí la mujer más sexy del mundo. Podía darme cuenta de las miradas porque yo estaba usando lentes negros, entonces pasó frente a mi Marcos, y me saludó. Después de eso se subió en el trampolín pero justo en la orilla se resbaló y cayó muy mal. Sin pensarlo salté al agua y cuando llegué con él me di cuenta que estaba sangrando por la nariz, salimos del agua y se lo llevaron a enfermería.
Cuándo terminamos la actividad me fui directamente a verlo, en enfermería me dijeron que lo habían mandado a descansar a su cabaña, llegué a la cabaña y entre sin tocar ya que eran cabañas para 4 personas así que realmente eran espacios comunes. Ya adentro escuché la regadera así que me senté a esperarlo, más bien me acosté en una de las camas. Escuché la puerta del baño y de repente salió secándose el cabello con una pequeña toalla, la única que usaba, entonces sí, estaba desnudo, yo me quedé quieta sin saber qué hacer para no incomodarlo y también ante la sorpresa que me causó al ver el tamaño de su verga, estaba enorme y le colgaba riquísimo, yo para ese entonces estaba bastante vivida y había pasado por varias, por eso sabía que esa era una sobresaliente. Su cuerpo algo delgado contrastando con semejante monstruo, que belleza.
Entonces tosí un poco para que él notara mi presencia.
-Perdón! Gritó tapándose su herramienta.
-No! Discúlpame a mí! Debí haber tocado- le dije de lo más normal
Entonces me paré y me acerque un poco de forma tranquila para que él se sintiera más cómodo y tranquilo. Aunque quizá no lo pensé bien porque yo seguía en bikini.
-No te preocupes Marcos, solo quería saber cómo estás- le dije con una sonrisa
-Mejor, ya me paro el sangrado, sólo es el dolor.
Mientras hablamos el desvío la mirada a mis piernas y mis senos en ocasiones, no me incómodo, la mayoría en la piscina lo había hecho.
-Cualquier cosa que necesites dime, por favor- entonces me acerque y le di un beso en la frente. Salí despacio para que el pudiera ver bien mis nalgas, era obvio que las vería.
Así pasaron los días y cada vez platicaba más con él, era agradable además de ser conocido. El día martes nos quedamos hasta las 11 platicando, siendo que las actividades terminan a las 9. Me dijo que muchos se burlaban de él porque el incidente en la piscina y que por eso preferiría ya no hablar con nadie, solo faltaban unos días para que eso terminara.
En la noche acostada en mi cama pensé en qué debía hacer algo, así que trame un plan. El miércoles le dije que me diera su número celular y como a las 7 pm le llamé para decirle que si me podía ayudar con algo, así que lo veía en los baños de la alberca a las 10, le expliqué que iba a estar sobrepuesto el cansado de la entrada y al pasar lo cerrara.
Toda la alberca estaba cercada y adentro estaban las regaderas, enfermería y la bodega.
Abrí las instalaciones buscando la que tuviera mejor iluminación con las luces apagadas, la mejor era la enfermería, atrás de ella había un postre de iluminación y enfrente la luz estaba prendida, entraba una luz con la que aunque tenue se podía ver bien. Así que cerré todo y esperé unos minutos hasta que vi a Marcos. Vi una bata colgada en un perchero, entonces se me ocurrió quedarme solo en bikini y taparme con la bata, me asomé y lo vi parado frente a los baños y le hablé.
-Pts! Pts!
Él se aproximó y lo espere dentro, al pasar por la puerta la cerré y después lo volteé a ver.
-Dijiste que necesitas ayuda- me dijo aún tranquilo
-Sí, necesito que me ayudes a estar tranquila sabiendo que estás bien- le dije ya en un tono diferente- te voy a hacer una prueba, siéntate
Él se sentó y entonces yo puse toda la carné al asador quitándome la bata y quedarme de pie para que él pudiera mirar, pensé que se iba a apenar pero sólo me miraba de arriba a abajo fascinado.
-Sabés porque se burlan de ti?- le pregunté- porque tú ya eres un hombre divirtiéndose con niños, tú ya deberías buscar otras opciones de pasar el tiempo
Entonces me hinque y empecé a sobar su ya erecta macana por encima de su pantalón. Pasando lentamente mi lengua por encima de mi labio.
-No sé si me explico- dije ya caliente
-Creo que si- dijo nervioso
-Entonces para que no te quede duda levántate un poco
Le baje el short y después la carpa que era su bóxer, ahí saltó desafiante una verga, potente y jugosa, veía su cara joven y su falo de señor y no podía creerlo.
-No mames, la tienes enorme Marcos- le dije viendo su falo y sujetando ese monstruo por la base.
Sin más preámbulo, empecé a mamar, lo hacía normal, subiendo y bajando mi boca hasta la mitad de su herramienta mientras masturbaba ligeramente la base, empecé lento y poco a poco fui aumentando la velocidad, la sacaba haciendo presión para hacer un sonido fuerte con la boca cuando me salía toda.
-Eres la novia de mi tío! Ahh- dijo con cierta preocupación
-Y por eso esté será nuestro secreto- le contesté mirándolo- o si no te gusta dime
Entonces me la metí hasta la garganta de golpe para que no tuviera malos pensamientos, él se estremeció dejando salir un gemido
-Ahhhh! Que rico la chupas…
-Eso! Hazme saber que te gusta, porque para eso estamos aquí- le dije al momento que me la metí toda, y gracias a mi amplia experiencia pude juguetear con mi lengua en sus huevos mientras su falo ocupaba todo mi tracto. Lo miraba a los ojos y golpeaba mi lengua con su pesado miembro
Mi plan era hacerlo sentir mejor con una mamada y que no se la pasara mal los días que le quedaban, pero la realidad era que quería un contacto sexual con él desde que lo vi desnudo, yo de altruista no tenía nada…
Después de 10 minutos de oral supe que era todo menos virgen, además su miembro escurriendo fluidos me puso muy perra y entonces ya no pude, me puse de pie y me quite la parte baja del bikini, y sin más me enterré en su miembro.
-Ahh! Tienes novia? O por qué no te has venido?- pregunté besando su cuello sentados sobre la silla
-Tengo una amiga con la que siempre lo hago- contestó ya bastante excitado mientras apretaba mis nalgas y muslos
-Perdón! Me senté sin condón, te molesta?- le pregunté moviendo mi cadera suavemente
-No, estás buenísima!
-Buenísima tú vergota! Y sin condón me gusta más
-Empieza a moverte! Hazme eyacular!
-Eso quieres cabrón?! Quieres batir tu miembro hasta que vomité?- le dije empezando a mis movimientos más fuertes
Nos seguimos moviendo como poseídos, yo ya estaba empezando a transpirar mientras cogíamos con mucha pasión, el ordeñaba mis tetas y yo me daba de sentones. Nos besábamos como novios y el me hacía sentir mucho morbo por un lado su pene grande y duro y por el otro lado su cuerpo de adolescente casi.
-Avísame cuando vayas a sacarlo, no te puedes venir adentro, no tengo pastillas! Ahh! Mmm! Que rico!
-Entonces dónde los hecho?! Ahh! – preguntó
-Entonces me acerque a su oído y le susurré- Termina en mi boca aaay! Así no me ensucias ay!
-Muévete más fuerte! – Me dijo al borde del orgasmo
-Ay ay ay! Mi amor que rico!- le decía yo empezando a acumular el orgasmo en mi interior
Entonces me quitó y yo me hinque y me llevé su desafiante miembro a la boca, empecé a mamar como puta desesperada ante mi excitación. Fue cuando empezó a venirse en mi boca, se vino tanto que me llenó la boca, y algo se me escurrió por la comisura de los labios. De verdad que a esa edad parece que producen más leche que una vaca.
Entonces me tome su deliciosa y caliente lefa, para poder seguir mamándosela, lento y rico para relajarlo pero me llevé una sorpresa cuando noté que seguía bien parada… bendita juventud.
Alcé la vista y mientras lo masturbaba le lancé una ligera sonrisa.
Salimos de ahí casi a la 1 de la mañana, después de que se vino 3 veces más, dos en mi boca y una en mis senos. Yo por supuesto quedé más que feliz con tal muestra de vigor y resistencia. Así pasaron los demás días, escapándonos para copular delicioso y lo mejor fue el día sábado, cuando deje que me llenara a su antojo, era un perro en celo y yo su perra hambrienta. De ese campamento regreso hecho un verdadero macho, mi trabajo estaba hecho.
Su amiga Angie.