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Le regalé ropa sexy a mi madre
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Primero que nada este relato es 100% real.

Por el final del 2019 me encontraba en la casa de mis padres, es una casa pequeña dónde vivimos mis hermanos, mis padres y yo, una día por la mañana desperté con esas ganas de salir con mi mamá a dar la vuelta, ella es gordita, no tiene nalgas de echo no hace ejercicio es una señora normal, pero tiene unas tetas que se antojan, la verdad ni yo sé cómo me empecé a fijar en ella como una mujer madura que necesita cariño de un hombre.

Ella tiene 48 años y yo tengo 29. En fin ese día nos fuimos los dos le dije que la quería invitar a desayunar y que de paso le compraría ropa, ella aceptó y nos fuimos yo iba que reventaba de emoción pues tenía un plan en mente, llegamos a la ciudad y fuimos a desayunar. En el desayuno le empecé a preguntar que le gustaba, cómo se divertía de joven. En fin, ese día yo no era su hijo sí no pretendía ser un pretendiente para ella, terminamos y nos fuimos de compras, ella buscaba ropa bonita para señora y yo le decía compra algo más atrevido te vas a ver genial, yo estaba que reventaba de lo excitado que estaba, en eso ella seguía viendo y le dije “ahorita regreso ma voy a comprarte una sorpresa”, me fui directo a la lencería, la verdad estaba muy nervioso, le compré 4 cacheteros y una tanguita, le quería comprar puras tangas, pero no usa e iba ser más difícil que las usara.

Fui, las pagué y la fui a ver y me preguntó “a dónde andabas he”, y le dije por ahí fui por algo para los dos. Y se quedó pensando, siguió escogiendo hasta que encontró lo que necesitaba.

Al terminar de recorrer las tiendas yo iba hablando con ella insinuando le que lo que le había comprado era algo que me daba pena dárselo y que no se si estaba bien, mi mamá es una señora criada a la antigua y por eso no sabía cómo decirle que quería verla en tanga.

Seguimos comiendo y un rato callados, y entonces ella me dice:

-Que pasa venías muy contento con muchas energías que paso, que te da pena darme?

En ese momento pensé que era hora de decirle la verdad.

-Mira ma lo que te voy a decir es muy delicado, tal vez hasta te dé asco porque pienso así, pero sabes no se ni porque pasó solo me nació un día.

-Ya no me asustes más, dime soy tu madre y te entenderé perfectamente.

-Bueno es que ya desde hace tiempo me siento raro al verte y es porque te veo con unos ojos de deseo.

Mi madre se quedó callada.

-Pero no quiero que pienses que quiero sexo contigo tengo fantasías no lo niego pero a veces me siento mal por pensar así y me siento el peor hijo del mundo.

-No sé qué está pasando hijo, pero claro que te puedo ayudar con tu problema, podemos ver a una psicóloga y que hable contigo.

.Si eso suena bien, pero no crees que me van a ver cómo bicho raro, y yo solo quiero verte desnuda y con lo que te compre para mí eso sería mi cura.

-Pues no lo sé hijo y si después quieres hacer algo más no creo se pueda.

-Mira ma en serio nunca haré algo que dañe tu integridad, te quiero mucho y te entiendo es algo muy difícil para ti pero te imaginas lo difícil que es para mí tener esos pensamientos en mi cabeza, no ya no me gustan nada.

-Bueno hijo está bien te ayudo pero que solo sea por esta vez dime qué piensas hacer.

-Podemos ir a un lugar más privado.

-Si está bien vamos.

En el camino íbamos hablando de otras cosas.

Llegamos al hotel, pedí una habitación, y entramos puf no saben que excitación sentía al entrar al hotel, en fin, llegamos a la habitación le enseñe lo que compré y me dijo si:

-Están bien pensé que eran muy chiquitos.

En ese momento le pedí que se sentara en la cama y le dije que me disculpara que si por mi fuera nunca le hubiera pedido eso, pero se me metía mucho en la cabeza que ya no sabía qué hacer.

Ella se levantó y me dijo:

-Ahorita vengo.

-Pero a dónde vas -le dije.

-Voy al baño para cambiarme.

Y yo con una sonrisa picarona le digo:

-por qué no lo haces enfrente de mí, desnúdate.

-si está bien. –Dijo ella.

Y empezó a quitarse la ropa y en serio fue un momento que nunca olvidaré.

Me modeló lo que le compré todo sin ningún problema, y se quedó desnuda un rato para mí.

En un momento me acerqué a ella y le toqué los pechos pensé que no me dejaría, pero no dijo nada.

Y se los empecé a besar, a chupar, la verdad no puede hacer más sentía que ella estaba asustada.

En fin terminamos de hablar y ella se cambió, no pasó sexo ni nada si le agarré las chichis y su vagina, pero solo fueron por arriba, yo también no la quería incomodar.

Esta es mi pequeña historia de cómo desnudé a mi madre en un hotel.

Intentaré tener relaciones con ella, pero no creo que pase, también les contaré cómo tuve sexo con mi hermana esa historia si tiene final feliz.

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