Seguían los piropos y las insinuaciones hasta que un mensaje me voló la cabeza.
“Que ricas tetas tienes, déjame probarlas” a lo que mi mujer respondió… “Estás loco no me digas eso que me la voy a creer”.
Él insistía en invitarla a salir a comer hasta que hace un par de semanas la convenció de ir a comer. Fue ahí donde me di cuenta el pretexto que me puso de salir tarde del trabajo, para ese momento mi mente era una montaña rusa de emociones y sentimientos encontrados.
Hasta que leí los mensajes de un día anterior cuando ella me dijo que tenía cosas que hacer del hogar. Y la verdad era que estaba teniendo una charla caliente con su compañero. Mi cuerpo quedó helado cuando vi los mensajes donde él le decía que ya no aguantaba mas y quería cogérsela y ella respondió:
Esposa: si quisiera, pero me da miedo que me descubra mi marido, tengo mucha ganas
Alejandro: no te preocupes no se enterará, todo será discreto, ya quiero probar esas ricas tetotas, hoy se te veían riquísimas con esa blusa.
Esposa: siii te gustan mucho? La verdad es que me puse esta blusa porque sé que te gustan, quisieras verlas?
Quede frío, sin embargo mi corazón latía al 1000, sentimientos encontrados recorrieron mi mente y cuerpo. Sentí un calor inmenso por todo el cuerpo y adrenalina recorrer mis venas, los celos y la excitación invadieron mi mente y no pude evitar tener una erección.
Vi que le envió mensajes temporales los cuales se eliminaron al abrirlos, eran imágenes, de inmediato me metí a su galería y pude ver fotos y videos de sus tetas, acariciándolas y diciendo… todo esto te vas a comer. Un video de su vagina metiéndose los dedos y gimiendo muy rico, diciendo que necesitaba que le metiera ya la verga.
Escuché la puerta del baño y de inmediato dejé su celular, no tuve tiempo de pasarme nada, sin embargo no iba a dejar que eso se quedara así.
Continuará.