Yo estaba acostado con Carmen a mi lado, ella se incorporó y sirvió un trago de wiski para cada uno.
C: nene tomate esto reponte que ahora si te voy a demostrar como es el sexo conmigo.
A: ok, usted manda.
Carmen empezó a chupármelo mientras yo aún tomaba el trago, ya listo nuevamente para continuar con una erección igual de potente que la primera, Carmen se me subió encima y me cabalgó como cual potro fuera, el sonido de sus nalgas golpeando mi pelvis era maravilloso, yo solo podía agarrarle y estrujarle los senos y sobarle las piernas, como podía le sobaba las nalgas y seguía el ritmo de sus sentones. Como pude medio me senté con ella aún encima y empecé a morderla los pezones y le agarraba las nalgas.
C: oh que rico nene chupa así muérdeme rico, no pares.
Sentía por cómo apretaba mi verga que estaba por venirse y la verdad era grandioso sentir una corrida de una mujer así… Por mi suculenta corrida anterior, yo aún podía seguir, así que después del orgasmo de Carmen, la volteé y puse en cuatro y comencé a darle duro, le daba nalgadas y la agarraba de la cintura tratando de entrar lo más profundo posible en cada arremetida.
A: espero estar cumpliendo en mi función.
C: definitivamente nene, no creí que con esa cara de niño fueras tan bueno en el sexo, que rico no pares, jálame el pelo, nalguéame, aprovecha que en estos momentos soy tuya.
A: así, mía, una mujer como tú siendo de mi propiedad por una noche, que rico.
C: si sigues así no solo por esta noche bebé, vamos más duro que me voy a volver a venir…
A: yo también ricura, me voy a venir dentro tuyo…
C: si dámelo, llenarme, no importa ufs me vengo, me vengo que rico…
Yo creo que entre sus gemidos y los míos, nos escucharon en el piso inferior, pero en ese momento no me importó… Después de ambos haber venido estando rendidos nos tiramos en la cama a recuperar el aliento. Después de un momento de descanso le dije a Carmen.
A: ya me debo ir, así que si quieres el último tendrás que seguirme al baño.
C: dale nene vez siguiendo ya te alcanzo.
Entré al baño y dejé caer el agua en mi, luego de un momento entró Carmen directo a mi pene a masturbarlo para lograr una erección, después de conseguirlo, la puse contra la pared y comencé a penetrarla mientras la besaba y le decía al oído como me había gustado pasar la noche con ella, luego la volteé contra la pared y seguí penetrándola mientras la ducha nos mojaba, así seguimos hasta que tuve mi tercera venida, terminamos de bañarnos y me fui a recepción.
Al otro día, yo entregaba el turno a la recepcionista cuando Carmen entregaba las llaves para que le organizaran la pieza que había quedado muy desorganizada, yo no pude evitar sonreír y verla con complicidad.
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Espero les haya gustado, mi segundo relato, como siempre espero sus opiniones y comentarios, gracias por leer mi escrito.
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