Al otro día Carlos es despertado por Marian que le anuncia que está preparado el desayuno.
Al llegar a la cocina se da cuenta por la forma en que visten que el auto los está esperando abajo. Marian desayuna rápidamente y besando a Carlos se despide susurrándole al oído –me llevo tu número de teléfono, te voy a llamar –y Carlos sonríe.
Quedan solos Mabel y Carlos terminando de desayunar, es entonces cuando Mabel le dice –por lo bueno que has sido conmigo y mi nieto, sin contar a sus amigos y mi dolor de culo y vagina, te voy a hacer un regalo que creo te gustará mucho.
–Sabes porque te he contado, que participo de grupos exclusivos de sexo donde conozco muchas amigas y amigos con los cuales hacemos reuniones –agregó.
Carlos asintió con la cabeza y Mabel continuó hablando –una vez por semana te voy a mandar el nombre y la historia de una amiga para que la conozcas. También le pediré que venga a visitarte si la invitas con una cena o una salida al cine. Si se gustan tendrán sexo y podrás complacerla bien ya que a través de mis notas conocerás sus gustos y necesidades. ¿Te parece bien?
Carlos contestó tomándolas de las manos –Es un regalo hermoso, claro que lo acepto y espero no decepcionarte. También espero que no dejemos de vernos.
–Eso seguro, si me lo permites te visitaré periódicamente claro y no creo que puedas decepcionarme –terminó diciendo Mabel y agregó–aún estoy tratando de entender todo lo que hice anoche no contigo sino con mi nieto, nunca lo hubiese pensado siquiera, pero se nota que eres especial.
Luego tras darle un beso salió del departamento.
La vida continuó, las cosas en la ciudad volvieron momentáneamente a la normalidad y Carlos volvió entonces a retomar sus tareas diarias.
Un par de días más tarde Carlos recibe un mail de parte de Mabel que decía lo siguiente:
“Carlos.
Te acerco los datos de una muy querida amiga llamada Rosa, tiene 43 años es casada así que no dispone de mucho tiempo. Le gusta el sexo vaginal y anal, no le gusta el oral y por eso nunca lo practica.
Le gusta usar consoladores, pero hechos con verduras, zanahorias, pepinos. También es muy adicta y la calientan como a mí los insultos mutuos mientras coge, es una reina que tendrás que tratar como una sirvienta. Fuera del acto debes ser muy educado y refinado con ella, hazla sentir muy inteligente.
Besos”
Carlos leyó eso y le contesto que siendo lunes podría invitarla el día viernes.
Cerró la computadora.
Cenó y estaba por acostarse a dormir cuando le tocaron el timbre. Atiende y del otro lado la habla Dani diciendo que pasaba de visita.
Carlos pensó al menos me chuparán la pija antes de ir a dormir.
Abre la puerta entra Dani que le da un beso y atrás de Dani entran dos chicas hermosas.
–Estas son Mechi y Mari amigas mías y de Marian –Explica el chico.
Y acercándose a Carlos le dice –son dos transexuales amigas de total confianza que alegan necesitar un lugar donde dormir esta noche. La verdad es que después que escucharon nuestras experiencias contigo quieren conocerte, en realidad que te las cojas, pero yo nada te dije, así por eso quedamos en que necesitan donde dormir.
–Lamentablemente a mí me esperan en mi casa y no me puedo quedar así que te las dejo –agregó y dirigiéndose a las chicas dijo–chicas ya está arreglado, Carlos no tiene problemas en que se queden aquí esta noche, pórtense bien y hasta luego –y dando un beso a Carlos se fue saliendo por la puerta.
–Bueno chicas, sé que se llaman Mechi y Mari, pero no quien es cada una, me cuentan un poco –dijo Carlos–prefieren tomar café, cerveza o alguna bebida más fuerte.
–Yo soy Mechi –dijo una de ellas–y te acepto una bebida más fuerte si tienes.
Carlos la miró y vio una chica de alrededor de 20 años de 1.60 m, muy hermosa de cabello lacio castaño claro por debajo del hombro, una remera color verde claro ajustada al cuerpo que mostraba un par de tetas de no menos de 95 de busto. Usaba pantalones vaqueros, pero se veía que tenía un largo y hermoso par de piernas aparte de un culo bien parado y salido ya que tenía una cinturita chica. Carlos sabía que esas tetas y ese culo eran prótesis, pero nada es perfecto se dijo.
–Ya te traigo un whisky Mechi –dijo Carlos–y para vos Mari, que preferís.
–para mí una gaseosa nomás –respondió Mari
Carlos la miro y vio casi a una diosa, Mari era dos veces más linda y escultural que Mechi que ya de por sí era impresionante, de alrededor de 1.66 m algo más alta que Mechi, cabello más rubio y mucho más corto, su busto era un poco mayor unos 100, vestía una camisa también de un color verde claro, pero una mini color verde oscuro en lugar de pantalones y su cola, que decir era impresionantemente linda.
Les trajo La bebidas y se sentó a charlar con ellas un poco.
–Son muy bonitas chicas, que hacen estudian trabajan porque calculo que el colegio ya lo terminaron.
Si ya lo terminamos– dijo Mechi –pero aún no sabemos que vamos a hacer
–dedíquense a modelar –agregó Carlos demostrando un supuesto desconocimiento del sexo de las dos
Ambas se rieron y Mari dijo –Carlos no te queremos mentir, pensamos que Dani te había explicado que somos chicas trans.
–Ehh –dijo Carlos demostrando un asombro inexistente–nunca lo podría averiguar, que lindas que son.
–chicas trans o sea que están operadas –agregó Carlos
–Bueno ella sí –dijo Mechi– pero yo aun no, no sé si operarme–
–Miedo o eres activa –pregunto Carlos
–No, ambas somos pasivas 100% –contestó Mechi– pero le tengo miedo al postoperatorio ya tengo los documentos de mujer, ambas los tenemos.
Mari sonriendo le dice –quizás no sabías si estamos no operadas pero seguro que ya sabías que somos trans, también estoy segura que sabes que lo de necesitar un lugar para dormir es simplemente una excusa.
–Quizás sí pero no soy de deschabar a nadie –respondió Carlos– y ahora que nos sinceramos me cuentan un poco todo esto.
Ambas ríen y Mechi dice –somos muy cercanas a Marian y Dani y nos enteramos que habían pasado por aquí.
–Chismosos –dijo Carlos
–No, no es que directamente lo contaran –dijo Mari– te explico. Ayer me junte con Marian y Dani y resulta que me di cuenta que estaban bastante doloridos –y agrega– teníamos algunas cajas que mover para una reunión dentro de poco y les costaba agacharse y cargarlas.
–No son chicos de hacer deporte y es raro que justo a ambos les pase, en especial a Marian, supusimos que les habían pegado –y agregó– así que los interrogamos hasta que nos explicaron que había pasado. Eso nos dio curiosidad.
–¿te imaginas? Lo conozco desde chico y nunca lo vi así exagerando tanto –cuenta Mari
–pero no pasó de allí –agregó– anoche paso por su casa para ver cómo estaba y me recibe Mabel en igual estado, ni a trabajar había ido. Siguiendo el relato de Marian no fue muy difícil deducir el resto.
–o sea –dice Mechi–c on un par de cogidas has dejado casi de cama a 3 personas que tienen sexo bastante seguido. O sea… eso hay que experimentarlo.
–ya estás enterado de todo –finaliza Mari
–Bueno chicas, son muy exagerados, no crean todo lo que les dicen. Ahora les voy atraer toallas por si quieren bañarse –agregó Carlos y les entrego una toalla a cada una– hay agua caliente o fría como quieran.
–Si no te molesta nos bañamos ahora –dijo Mari– y siempre que podemos lo hacemos juntas.
–chicas la casa es vuestra –contesto Carlos– yo me voy mirar un poco de televisión, cualquier cosa me avisan.
Las chicas tomaron sus carteras y entraron al baño para bañarse.
Antes que terminen de hacerlo Carlos se dirigió a la cocina y comenzó a preparar la cena.
Un rato después escucha que las chicas salieron del baño, entonces va hacia ellas diciendo –chicas hay que preparar donde duermen.
Al llegar a ella queda impactado, ambas están en mini corpiño y una tanga que solo cubre adelante, nada más, Mechi en color negro y Mari en color blanco para hacer juego
–no tienes que preocuparte –dijo Mari– nos explicaron y acatamos las reglas de la casa.
Ambas se miraron y rieron.
–Bueno entonces les digo que la cena ya está lista –respondió Carlos aún impactado ante esos dos cuerpos de diosas casi desnudas que estaban frente a él.
Terminaron de comer y se dirigieron a la cama. Evidentemente compartirían a misma cama, eso ya no tenía discusión.
Carlos había estado usando la computadora desde la cama con el televisor grande de la habitación como pantalla y la dejó encendida.
Antes de acostarse les dijo –me toca bañarme a mí, miren un poco la tele o jueguen con la computadora que ya vuelvo.
Se baño tranquilo pensando en el festín que lo esperaba en la cama.
Terminó de secarse, se puso un calzón y salió a la habitación. Cuando entra ya las chicas están desnudas, Mari totalmente desnuda mientras que Mechi usando una tanguita que solo le cubría la parte delantera.
Al verlo Mechi le dice –mira que eras chanchito Carlos, nunca nos lo dijeron.
–no sé de qué se trata, pero soy inocente –dijo Carlos riéndose.
–Encontramos unas películas porno en la compu, están lindas –agregó Mari– estuvimos viéndolas y realmente estamos calentitas, acóstate entre nosotras dale.
Carlos se quitó el calzón y se acostó entre las chicas.
–Mm mira la pija que nos vamos a comer –dijo Mechi y ambas se pusieron a reír.
Carlos agarra a Mechi y le empieza a besar las tetas, juega con la lengua y esos botones mientas con las manos le acaricia la concha a Mari y le introduce 2 dedos.
Al igual que hizo con Mabel proyecta en ambas placer y deseo pero por ahora moderadamente.
Ambas chicas gimen, Carlos ahora le chupa las tetas a Mari y juega con el agujerito del culo de Mechi.
–Espera un poco –le dice Mari– acóstate, queremos besarte un poco– y comienzan juntas a chuparle la pija y los huevos a Carlos que se está deshaciendo del placer y a su vez proyectándolo.
Ambas lo chupan con gran maestría, Mechi se la mete en la boca y haciendo garganta profunda de un solo empujón la pija desaparece adentro. Lo extraordinario es que comienza a mover la cabeza y el falo baja y sube solo unos centímetros sin desalojar la garganta que la aprisiona.
Mientras Mari le chupa los huevos y la cola alternándose entre ambos.
Carlos está en el cielo y proyecta aún más placer a ambas lo que hace que Mechi llegue a su primer clímax con la pija en la boca.
Las chicas cambian y cada una toma el rol de la otra. Mari se traga la pija y hace lo mismo que Mechi quien ahora dedica su lengua y boca a los huevos y la colita de Carlos.
Ahora es Mari quien llega al clímax solo mamando.
Carlos ha buscado y encontrado la colita de Mechi donde ya juega con dos dedos entrando y saliendo y en el caso de Mari usa dos dedos en la vagina y dos en la colita.
Ambas manos parecen moverse a 100 km por hora, lo hacen sin cuidado casi brutalmente. Una vez que los dedos entran Carlos los dobla para que raspen en los conductos donde se mueven. Esto hace que las chicas estén a full y tengan antes de darse cuenta dos clímax más cada una.
Al cabo de un largo rato Carlos siente que está por acabar y lo dice, ya tiene los dedos acalambrados de tanto moverlos en el culo de cada una de ellas. Su pija explota en las bocas de ambas. Ellas tragan todo lo que encuentran y se limpian con sus lenguas.
La pija baja su erección y las chicas lo ven, entonces comienzan a besarse entre ellas se besan las tetas, el resto del cuerpo. Mari se acuesta y abre las piernas y Mechi le chupa la concha.
Carlos le acaricia el culo a Mechi que esta arrodillada entre las piernas de Mari, y siente como su pija se hincha nuevamente al contacto con esa colita. Entonces se coloca detrás de Mechi y comienza a penetrarla lentamente sin previo aviso.
Cuando la pija empieza a entrar Mechi comienza a suspirar más fuerte, cuando ha entrado en su totalidad comienza el bombeo con fuerza y energía.
Carlos busca debajo de una almohada y saca el consolador que le había quedado de Mabel y se lo entrega a Mechi para que lo use en Mari.
Mechi apoya el consolador en la cola de Mari y comienza a introducirlo hasta que llega a su tope, luego baja la cabeza y comienza a chuparle la vagina a su amiga.
Carlos para entrar más agarra primero a Mechi de las caderas trayéndola hacia él y después para ayudarse la toma del cabello y tira hacia atrás para que la pija entre aún más en cada embestida.
Al mismo tiempo proyecta en ellas mucho placer, deseo y lujuria, en gran cantidad, lo que hace que ambas comiencen a retorcerse debajo de él y a pedir más y más.
–Dame así papi dame más, rómpeme el culito, destrózamelo –Gritaba Mechi casi desaforadamente ante el asombro de su amiga que también gemía ante los embates del consolador.
Mechi ya no se ocupa de Mari y gime en voz alta casi grita lo que sigue asombrando a su amiga que nunca la vio así, Carlos sigue dándole con fuerza y pareciera que sin ser mujer tuviese varios orgasmos uno detrás del otro. Mari mientras se pajea con el consolador en la cola mirando la escena.
Ya con los bombeos de Carlos el cuerpo de Mechi pasaba de estar casi vertical cuando Carlos la sacaba a horizontal pegada a la cama cuando Carlos la metía con fuerza.
25 minutos después Carlos siente que debe cambiar, lo proyecta y Mechi entonces grita del placer al creer sentir que el semen caliente de Carlos le recorre su interior y cae recostada en la cama con un relax que pocas veces sintió, casi desvanecida por el relajamiento posterior a esa enorme tensión.
Mari al ver a su amiga dijo –Guacho que le hiciste, la mataste, quiero lo mismo para mí.
A lo que Carlos le responde –no te preocupes preciosa vas a sentir como nunca en tu vida.
Mari mirando a su amiga acostada con los ojos cerrados aún le dice –te creo y espero que así sea, lo que vi me dejó muy caliente.
Mechi se recupera y se acerca a Mari comienza a besarla delante de Carlos y le dice al oído –no entiendo cómo ni porque, pero te va a matar de placer, casi me desmayo –luego muy cansada se acostó boca abajo en la cama abriendo las piernas y detrás de ella Mari en cuatro comienza a chuparle el culo.
Viendo esto Carlos se pone a mil y se para detrás de Mari, repitiendo lo que hizo con Mabel, la gira acostándola boca arriba y comienza a penetrarla vaginalmente con el consolador, al introducirlo completamente apoya la cabeza de la pija en el culo, y empieza a empujar hasta que esta es introducida íntegramente. Comienza a proyectarle a Mari lo mismo que había hecho anteriormente a Mechi, placer y goce con mucha intensidad.
Entonces empieza a bombearla muy despacio fijándose cómo reacciona ella.
Mari siente la oleada de placer sin saber de dónde viene y comienza a retorcerse en la cama. Cada vez que se mueve siente la dureza del consolador por delante y la dureza de la pija por detrás.
Viéndola gozar Carlos aumenta la velocidad. Mari comienza a sentir que la pija entra y sale y empieza a chuparle los dedos que Carlos le mete en la boca, les pasa la lengua los mordisquea, quiere que le entren hasta la garganta, todo eso mientras llega el primer orgasmo anal y retuerce aún más.
Carlos empuja y empuja, la toma del cabello y empieza a traerla hacia él cada vez que la mete. Le aprieta las tetas, le retuerce los pezones con los dedos, la agarra del cuello y aprieta lentamente. Mari empieza a gemir primero y a gritar tratando de contenerse después cuando los orgasmos empiezan a pasar.
–Que me estás haciendo hijo de puta –grita– ¿cómo es posible que me hagas gozar tanto?
–Las voy a reventar par de putitas, van a quedar de cama una semana con el culo abierto como una flor –contesta Carlos
30 minutos después los movimientos son tan fuertes como lo eran con Mechi, pero con una diferencia a Mechi la bombearon 35 minutos mientras que a Mari fue alrededor de 45 siempre proyectándole deseo y placer.
Mari estaba en el cielo, sentía como nunca antes había sentido. Se movía muy violentamente pidiendo más y más adentro. Deseo ser penetrada como una mujer ya que lo era, y así se lo hizo saber a Carlos quien cambió la cambió de posición y la puso en 4 patas en el borde de la cama, penetrándola analmente con el consolador y vaginalmente con la pija, todo sin dejar de proyectar, lo que hizo que Mari sintiera con igual o mayor intensidad. Explotaba de placer sintiendo como la pija entraba y salía con un movimiento más largo que el del consolador. Ahí fue cuando Carlos empezó a cambiar cada 10 minutos de la cola a la vagina y viceversa unos 30 minutos más.
Mari estaba casi desfalleciente por el esfuerzo de las contorciones y pidió descanso cayendo boca abajo en la cama.
Carlos la dejó al costado y tomando nuevamente a Mechi l hizo pararse, abrir los brazos y apoyarse en la pared abriendo las piernas y volvió a penetrarla. Su cadera a golpea con fuerza, cada golpe es como un martillazo y Mechi lo siente. 15 minutos después Mechi no aguanta más le duele el culo y está segura que hasta va a sangrar un poco. Carlos entonces termina dentro de Mechi llenándola de leche.
Ella siente el semen que entra y le calienta las entrañas. Carlos la deja sobre la cama y se dirige al baño a lavarse un poco, las chicas siguen acostadas.
Le sirve un whisky a Mechi y una gaseosa fría a Mari y se los acerca. Mari agarra la bebida y comienza a tomarla, el de Mechi lo dejan al costado, ella tiene los ojos cerrados.
Ambas están acostadas boca arriba y al ver esos culitos Carlos asombrado siente que se excita nuevamente y rodeando la cama se sube arriba de Mari y vuelve a penetrarla analmente. Mari lo recibe sin decir nada y abre las piernas para que él entre más fácilmente. Mechi esta boca abajo al costado y no puede moverse.
Carlos comienza a moverse y proyecta nuevamente placer a Mari. Acusa recibo ella y empieza a moverse levantando la colita para ser más penetrada.
Mientras se mueve bombeando, Carlos le besa la nuca y la espalda, la mordisquea. 15 minutos después Carlos ve como el semen comienza a salir de la cola de Mechi, entonces apoyándose en las rodillas sin sacar la pija de la cola, le agarra la cabeza a Mari y le dirige la boca a la cola de Mechi. Ella entiende y comienza a chupar, Mechi levanta un poco la colita y empieza a gemir nuevamente.
Al rato Carlos siente en orgasmo en Mari, entonces se levanta y acostándose sobre Mechi comienza a penetrarla analmente.
Mari se le acerca al oído y le dice –déjala, la vas a matar– acábame en la boca a mí.
Él se acuesta boca arriba y Mari se mete entre sus piernas y comienza a chuparle la pija sin usar las manos. Cinco minutos después Carlos acaba dentro de la garganta de Mari y simultáneamente ella tiene otro orgasmo.
Carlos se levanta y vuelve a lavarse. Unos minutos después lo hicieron las chicas. Al volver Mechi comienza a tomar el whisky y dice –que nos hiciste Carlos, nos has reventado el culo hasta sangramos ambas un poco. Los chicos nos habían avisado de algo, pero nunca pensé que sería así –y Mari totalmente extenuada reafirmó con la cabeza.
–Chicas, perdonen es me calentaron tanto que me perdí, no pueden comparar sus cuerpos con los de los chicos –respondió Carlos.
–No se vos Mechi –dijo Mari– pero me quedo el culo reventado por lo menos por una semana. Nunca me pasó algo así y lo uso desde los 14 años, ni tampoco la tiene tan grande ni ancha.
–Yo también –afirmó Mechi– pero como dice el dicho “el calavera no chilla” y realmente gocé muchísimo.
Con esa conversación Carlos sentía su pija se ponía nuevamente en erección y las chicas la vieron. Se rieron y le dijeron acóstate que te vamos a hacer la chupada de tu vida.
Si pero antes dijo Mari –¿por qué no me dejas sentar arriba, me gustaría que la vagina me duela como la cola del placer?
Mari se asubió a Carlos y dejó caer su cuerpo de manera que la pija entraba por su concha.
Al sentirla adentro comenzó a moverse despacio y a saltar sobre la misma, Mechi mientras le acariciaba y le chupaba las tetas. Carlos comenzó a proyectar nuevamente a Mari, que como enloquecida comenzó a saltar desesperada sobre la pija contorneándose hacia todos lados y asustando a la amiga.
Así estuvieron por lo menos 10 minutos, hasta que Mari comenzó a gritar diciendo que tenía un orgasmo.
Luego entre ambas comenzaron a chuparle la pija.
Unos minutos más tarde nuevamente Carlos acababa en las bocas de ambas, llenándosela de semen que tragaron con gusto.
Finalmente se quedaron acostados y todos se durmieron por lo cansados que estaban.
Al otro día al despertarse Carlos se da cuenta que las chicas aún duermen junto a él. Se levanta se higieniza y va a la cocina a preparar el desayuno. Una vez listo llama a las chicas.
Estas, así como se levantan totalmente desnudas salvo el tanguita de Mechi, van a la cocina a desayunar.
Esto hace que la pija de Carlos reaccione nuevamente quede erecto.
Sin advertir esto Mechi sale y va a cambiarse mientras que Mari trata de lavar las cosas en la cocina.
Al verla así desnuda en la mesada Carlos se levanta se acerca a Mari por atrás y apoya la pija en la entrada de la concha. Ella recula y le dice –por favor estoy reventada y estoy segura que Mechi también si quieres te la chupamos, pero nada más por favor.
Mari se arrodilla comienza a chuparle la pija, en eso Mechi se acerca y dice –comenzaron sin mí.
Carlos deja de bombear y dice –Quieres chupar y les acabo en la boca.
–Ay me encantaría –respondió Mechi
En ese momento Mari se la vuelve a meter en la boca y comienza a chuparla, un instante después la comparte con su amiga hasta que él acaba en sus bocas y ve como ellas disfrutan compartiendo el semen.
–Papi como nos dejaste, no vamos a poder coger por lo menos por una semana, que placer que sentí –dijo Mechi y le dio un beso.
Un rato después las chicas se fueron y Carlos salió a trabajar pensando que los dos bombones que se había cogido.